Salmorejo de Fresas

Más de doce años compartiendo mi cocina en DBM, y aún no os había enseñado mi particular manera de preparar el Salmorejo de Fresas, probablemente la interpretación más sofisticada, de las dos sopas frías más conocidas, de manera palmaria, de la Cocina Andaluza, el Gazpacho y el Salmorejo, y aun habiéndolo cocinado con asiduidad, nunca hice unas capturas presentables, para añadirlo a mi recetario, pero hace unos días, dando un repaso a las Cremas y Sopas, perfectas para el verano, que tengo publicadas, noté que faltaban algunas, y como nunca es tarde, si la dicha es buena, aquí tenéis este singular salmorejo, dándole el protagonismo que merece la más elegante y delicada, que podemos servir en nuestra mesa; ideal como entrante, refrescante y ligero, para los días calurosos que se esperan en verano, y que por aquí, estoy segura que no tardarán mucho en hacer acto de presencia, aunque seguimos con temperaturas suaves, y días de lluvia intermitentes, no importa, porque en casa somos de comer platos fríos en cualquier estación, como ahora, mientras disfrutamos estos últimos días primaverales, esperando sin prisas el calorcito, porque llegará tarde o temprano, hasta hartarnos, y sino, tiempo al tiempo.

Por eso vamos a lo que toca, es temporada de fresas, y aunque podemos encontrarlas todo el año en los mercados, es precisamente en primavera, cuando las cultivadas en Sevilla y Huelva, están en su mejor momento, como auténticos bomboncitos naturales, dulces y fragantes, las conseguimos a precios bastante asequibles, y si tenemos en cuenta que es una fruta que no tiene nada de desperdicio, una vez le quitamos el pedúnculo, la pérdida de peso será casi imperceptible, por lo que merece la pena comprar las de mejor calidad si lo que deseamos es preparar platos extraordinarios, como mi exquisito Risotto de Fresas, y si lo que deseáis es un postre, recomiendo mi Tiramisú de Fresas, dos de mis recetas elaboradas con fresas, y que en ambos casos, será interesante tenerlos en cuenta, a la hora de confeccionar menús festivos, o para celebrar eventos especiales, en los que queráis sorprender con algo realmente diferente, al mejor comensal.

Si hace un par de semanas hablaba de cómo ha evolucionando la croqueta, con el paso de los años, lo mismo valdría para con los gazpachos y salmorejos, donde hemos pasado de los esenciales, elaborados básicamente con tomate, pan y aceite, como es el caso del Sopeao cocinado a la antigua usanza, majado a mano sin triturar, hasta llegar a prepararlos con todo tipo de ingredientes, destacando aquellos que combinan fruta y verdura con acierto, para lo que será necesario disponer de una batidora eléctrica potente, como herramienta de cocina imprescindible, con la que, en el mejor de los casos, ni siquiera será necesario pasar el triturado por el colador chino, para conseguir la textura más suave y fina posible, que en estas cremas se agradece sobremanera.

En DBM veréis versiones elaboradas con frutas de temporada, como ingrediente protagonista, tan diversas como los de albaricoques, arándanos, cerezas, melón, mango, o manzana, también algunos más exóticos con papaya, o coco, además de las variedades más saludables elaboradas a base de calabacín, canónigos, remolacha, y zanahoria, pero para mí sin duda los más llamativos y vistosos de todos, por su singular color, son el gazpacho y el salmorejo de tomates amarillos, y que aun habiendo sido preparados del mismo modo que lo haríamos con tomates rojos, por ser los amarillos, menos ácidos y de un color particularmente tan atractivo, os recomiendo preparar, ya que ambas sopas son todo un espectáculo en el plato.

Sobre el Salmorejo de Fresas, que hoy os enseño, cabe destacar su delicado aroma afrutado, con una textura cremosa y muy sedosa, sorprende porque sabe a fresas, por encima de todo lo demás, pero no es para nada dulce; otro de los ingredientes a destacar, que he utilizado para prepararlo, y que si leéis mis otros post de sopas y cremas frías, utilizo con frecuencia, es el vinagre de frambuesa, que resulta más suave, menos ácido, que otros vinagres como el de jerez, o el de manzana, y que además aporta una nota fragante con el delicioso sabor de los frutos rojos, que en mi opinión potencia el de las fresas, mejorando el salmorejo, en relación a otros, preparados con vinagres comunes.

Probablemente, para la mayoría de vosotros, el Salmorejo de Fresas no será ninguna novedad, pues este, junto al Gazpacho de Fresas (aún tengo pendiente compartirlo), hace años que tuvieron su boom en la Blogosfera, pero necesitaba incluirlos en mi recetario, para quien le interese, empezando por el salmorejo, que para mi gusto es perfecto, más denso y cremoso; no es la primera vez que los cocino, pues ambos son imprescindibles en mi mesa por estas fechas, aunque hasta ahora no había encontrado el momento de fotografiarlo para publicarlo, pero estos días tuve un ratito de montar la escena a mi gusto, y aquí muestro el resultado.

Comenzamos.

INGREDIENTES 

• 800 g de Fresas
• 400 g de Tomates
• ¼ d. de Ajo
• 70 g de Pimiento rojo 
• 100 g de Pan
• 7 c/s de Aceite de Oliva Virgen Extra 
• 3 c/s de Vinagre de Frambuesa Ecológico, sin filtrar (con la madre)
• 1 c/p de Sal Rosa del Himalaya 

ELABORACIÓN

1. Lavar y escurrir las fresas y los tomates.
2. Disponer en el vaso de la batidora el pimiento troceado, limpio y sin semillas, y el trozo de ajo pelado.
3. Quitar el pedúnculo a las fresas, trocearlas y echarlas en el vaso.
4. Trocear los tomates y añadirlos a las fresas.
5. Añadir la sal, el vinagre y el aceite.
6. Triturar a máxima potencia, unos minutos, hasta conseguir una textura fina y uniforme.
7. Trocear el pan y añadirlo al vaso. Triturar hasta homogeneizar.
8. Pasar por el colador chino, el salmorejo a un bol, para obtener una textura cremosa y sin semillas.
9. Tapar con film transparente y enfriar en el frigorífico, antes de servir al gusto.

Mis Consejos y Recomendaciones

• Para la elaboración de este salmorejo, es recomendable seleccionar fresas en su punto ideal de maduración, no debiendo estar verdes, ni pasadas,  ya que en este caso tendríamos como consecuencia, el fracaso de esta crema, adquiriendo un sabor insípido (en el caso de fresas poco maduras), o agrio (si están excesivamente maduras).
• Es recomendable servir este salmorejo sin guarnición, para no desvirtuar el delicado sabor a fresas. 
• Los clásicos acompañamientos, como jamón, huevo duro, pepino o pimiento, son sabores excesivamente intensos, y por supuesto no le va la cebolla, tampoco las uvas, ni ningún otro tipo de fruta o frutos secos.
• Excepcionalmente se puede servir acompañado de pan blanco, cortado en dados pequeños, además de fresas o tomate rojo, picados en brunoise.