Salmorejo de Tomates Amarillos

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A unos días para que comience el Otoño, regreso con un montón de platos que he cocinado durante estas semanas de ausencia; tengo especial interés en enseñaros, mientras el calor se siga notando, una serie de Sopas Frías que se pueden cocinar todo el año, y que creo es necesario incluir en DBM.
Por cierto, ¿cómo os ha ido el Verano? Aquí en Sevilla, lo normal para la estación, entre sofocantes calimas saharianas, mitigadas por algún que otro chapuzón en la piscina, y puntuales bajadas de temperaturas, no he hecho otra cosa más que cuidar de los míos, cocinar, descansar mucho, lo necesitaba, y leer algunos libros que tenía pendientes en mi lista de cosas por hacer (en cuestión de libros nunca son suficientes), aunque decir libro de cabecera no sería lo más indicado, para mí lo sigue siendo a pesar de haberme subido al carro del e-book, antes tenía en mi mesilla de noche una pila de al menos cuatro o cinco libros, pero desde que cambié al libro digital, sin dejar de disfrutar una buena lectura en papel, porque algunos son irreemplazables, llevo a cuestas conmigo a todos lados mi iPad, para disponer de mi biblioteca cómodamente.

Uno de los libros que he leído durante #miratitodelcafé, fue La librería del Señor Livingstone de la periodista, escritora y bloguera Mónica Gutiérrez, en primavera lo compartí en redes, pero a pesar de no ser un tocho de mil páginas, de esos que tanto me gustan, pospuse su lectura por falta de tiempo; Al final ha merecido la pena leerlo, me gustó su trama sencilla y la sensación de bienestar que me dejó en el cuerpo; está catalogada como literatura feelgood, género literario totalmente recomendable, si lo que buscáis es algo entretenido y que os enganche desde el primer párrafo, aunque ya había leído más de una novela de este tipo, no sabía que se llamaba así; donde la historia está repleta de empatía, solidaridad, amor y por supuesto finales felices.

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La librería del Señor Livingstone | Mónica Gutiérrez
  • Agnes Martí barcelonesa y arqueóloga desempleada, se muda a Londres en busca de una oportunidad laboral. Desanimada y triste por su escaso éxito profesional, descubre por casualidad, paseando por el barrio del Temple, el pomo de una puerta en forma de pluma, el sonido de unas campanillas al abrirla y el hermoso rótulo azul de Moonlight Books, atraen poderosamente su atención. La librería, regentada por el encantador Edward Livingstone con su aire desvaído y ceño fruncido, debe su nombre a la espectacular cúpula de cristal que permite contemplar la luna y las estrellas en las noches despejadas londinenses. Intrigada por la personalidad y el curioso sentido del humor del librero, decide aceptar la oferta de ser su ayudante, mientras continúa buscando trabajo. El té de las cinco en el rincón de los románticos, las visitas de Mr. Magoo, las conversaciones con Sioban editora del señor Livingstone, las cenas con Jasmine junto a la chimenea en el Pub de la esquina y la buena lectura convencerán a Agnes de que la felicidad está en los pequeños detalles cotidianos.

Los que leéis como hábito inherente de vida, coincidiréis conmigo en que una lectora empedernida como yo, no renuncia jamás a un buen libro, y aún teniendo uno entre las manos, no puedo evitar comenzar la lectura de otro, con la consecuencia inevitable de llevar el hilo de varios libros a la vez, hecho para mí nada caótico, al contrario es algo más bien metódico que me caracteriza.

La pasión por la lectura y los libros nació en mí a mis cuatro años, cuando mi hermano, maestro en ingeniería industrial, me enseñara a leer, antes de comenzar el parvulario ya leía los tebeos que nos compraba. Mi hermano, coleccionista nato, tenía una mesa de estudio repleta de recovecos, cajoncitos y mini estantes meticulosamente ordenados, que a hurtadillas y con fascinación yo inspeccionaba, como si allí fuera a descubrir el mismísimo tesoro de la isla de Stevenson.
Sobre la misma y tapizando la pared de lado a lado, había un montón de libros, que a los ojos de una pequeña, inquieta y de mente activa, ofrecía todo un mundo de diversión y entretenimiento a mi alcance, especialmente los ilustrados. Pensaba que era extremadamente cuidadosa para que no se notara mi osadía, aunque seguro mi hermano estaba al corriente de mis incursiones detectivescas, divirtiéndose conmigo a mi espalda, mientras me dejaba actuar tranquila a mis anchas, ya que nunca dio muestras de estar al corriente de mis inocentes fechorías, o al menos eso creía yo, hasta que años después nos pusimos al día, confesándolo todo entre risas.

Poco a poco me fui adentrando en la lectura, comenzando por aquellos cómics que me hicieron ser fan total de todo tipo de historietas, me gustan los clásicos españoles, Mortadelo y Filemón, la 13 Rue del PercebeZipi y ZapeRompetechoslas Hermanas Gilda, La Familia Trapisonda "un grupito que es la monda", Pepe Gotera y Otilio "chapuzas a domicilio", Carpanta, RompetechosSuperlópez o el Botones Sacarino, y personajes importados como Mafalda o Astérix y Obélix, por citar algunos, a los que sucumbí con trece años en el instituto, y es que la niña siempre quiso más desde que descubrió que todo está en los libros, la fantasía, la realidad, el conocimiento, la erudición.

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Recuerdo mis tardes infinitas de siestas de verano tumbada en una manta en el suelo de nuestra habitación, era el lugar más fresquito de la casa, donde reinaba el silencio y si aguzabas el oído podías oír el vuelo de una mosca, a veces también se oía el suave traqueteo de la máquina de coser de mi hermana mayor, mientras nos cosía preciosos vestidos idénticos (mi madre adoraba vestirnos a todas perfectamente conjuntadas, como muñecas matrioshka) o el sonido bajito, casi imperceptible, de la radio de petaca en la que mi Pepita escuchaba su radionovela favorita Lucecita.
Mamá no tenía que preocuparse a la hora de la siesta, por si las niñas dejábamos descansar a papá y al niño, levantados desde bien temprano, sabía que estábamos bien entretenidas con un libro entre las manos. La verdad es que mi madre tuvo suerte con sus hijas, todas somos ávidas lectoras, por lo que nunca le dimos quebraderos de cabeza en ese sentido, si quería tenernos controladas, nada más eficiente que dejarnos leer a nuestras anchas.

Además de devorar todo tipo de libros, siguiendo con los cómics, ya siendo adulta, me enganché a las tiras de Maitena y sus Mujeres Alteradas, a las que siguieron sus Curvas Peligrosas Superadas, me pasaría horas leyéndola, y que dicho sea de paso, me gusta más en su versión original del español argentino, no entiendo porqué para su edición en España, tuvieron que quitar su acento tan divino, me encanta el uso que hacen del vos en lugar del tú y el modo que tienen de conjugar los verbos, aunque no tanto la connotación de palabra malsonante que le dan a mi nombre, en esta vida no todo puede ser perfecto, ¡Ja, ja, ja!; y es que soy así de intensa, ¡qué le voy a hacer!, cuando algo me gusta, no me doy por satisfecha si no lo exprimo al máximo.
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He perdido la cuenta de las veces que habré leído Manolito Gafotas de Elvira Lindo (aunque no es un cómic al uso, las ilustraciones de Emilio Urberuaga son imprescindibles), la verdad soy un caso, tendríais que verme, me desternillo cuando cantaba "Campanera" en el chiringuito de la playa, con su capa del zorro, o narra una de sus intrépidas aventuras con su amigo el Orejones López. No me diréis, quienes lo hayáis leído, que el episodio con el abuelo Nicolás, en busca del cuerno de Manolito a la mercería Pontejos en La Puerta del Sol, no es para partirse de risa; mi Santo flipa viéndome reír, porque si son las cuatro de la tarde y estoy tumbada en el sofá, puede ser normal, pero no tanto así, si son las dos de la madrugada y lo hago bajo las sábanas, es muy difícil reír en silencio ¡Ja, ja, ja! 
Pero bueno, él me conoció con 15 años y yo ya era así de auténtica, tampoco se queja el pobre, a estas alturas de mi vida no creo que vaya a cambiar la cosa.

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Y después de contaros en que empleo parte de mi tiempo de asueto, ahora lo que toca es hablar de cocina, que al fin y al cabo es lo que seguramente os interesa; tras mi descanso estival, regreso con un plato ideal para mitigar los temidos calores veraniegos, aunque en casa comemos gazpachos y salmorejos en cualquier época del año, en estos días calurosos es cuando más recurro a ellos, como se preparan en un momento, tengo más tiempo libre para leer 😄, además si lo haces con antelación, incluso de un día para otro, lo tendrás a la temperatura adecuada para comerlo, que en verano ha de ser bien frío, en invierno lo puedes servir menos frío y también está riquísimo. Mi técnica es hacerlo por la mañana temprano, y al mediodía, está increíble, nadie pone ni una sola pega, al contrario más bien nos sabe a poco.
Pero no os quiero hacer esperar más, así que no demoremos el asunto y vamos con la receta, que aunque es muy sencilla, tiene su puntito para que salga perfecto. Comenzamos.



INGREDIENTES
  • 1'260 kg de Tomates Amarillos Ecológicos
  • 170 gr de Pan Asentado
  • 1 diente de ajo
  • 1 c/p de Sal
  • 2 c/s de Vinagre de Manzana
  • 100 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra
Para la guarnición
  • Taquitos de Jamón Ibérico (a discreción)
  • 1/2 Huevo de Gallinas Felices, por comensal
  • Unas gotas de Aceite de Oliva Virgen Extra
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ELABORACIÓN
  1. Cocer los huevos durante 10 minutos en abundante agua con sal, enfriar de inmediato para que la yema no se ponga verdosa. Picar y reservar.
  2. Picar el jamón en taquitos muy finos, reservar.
  3. Lavar, escurrir y trocear los tomates.
  4. Trocear el pan.
  5. Poner los tomates en el vaso de la batidora.
  6. Añadir el ajo, al que quitaremos el brote, y la sal.
  7. Verter el vinagre, tapar el vaso y triturar.
  8. Añadir el pan y triturar de nuevo.
  9. Verter el aceite y emulsionar, si fuera necesario rectificar de sal.
  10. Verter el triturado en el colador chino y pasarlo a un bol o gazpachera.
  11. Tapar con una tapadera o film adherente y guardar en el frigorífico hasta el momento de servirlo.
  12. Presentar al gusto con la guarnición deseada.
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Comentarios

  1. Que curioso, no los he visto por mi casa cerca de Madrid.A ver si los veo y te cuento.La pinta se ve deliciosa.bssss

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  2. Buenos días, Concha. Vengo tal vez más temprano que nunca porque me voy a hacer una ruta por la Valencia de Sorolla y tenía curiosidad de saber cómo era tu primera entrada. Me has cautivado y por eso, volveré con tiempo para volver a leerte y comentar como es debido. Feliz domingo y feliz vuelta. Beso grande.

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    1. Me encanta la obra de Sorolla, qué suerte poder disfrutar de esos paisajes tan bonitos que él plasmó en sus lienzos, mejor que cualquier fotografía del mundo. Disfruta mucho y ya nos contarás que te has traído en tu retina. Gracias por pasarte y vuelve cuando quieras, sabes que mi mesa siempre está preparada para ti. Besos.

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    2. Mi semana ha sido complicada y hasta ahora, no he comentado en ningún blog. Ya llevo hora y mediaaa.
      Pues sí que ha sido una sorpresa preciosa esta entrada y comparto contigo recuerdos de lectura de infancia. Muy emotivo el papel de tu hermano. Yo compraba libros a mis hermanas menores que yo en Reyes. Ya ves que sé un poco de lo que hablas.
      El salmorejo, muy original con esos tomates que no he visto nunca, sólo tipo cherry. No tengo la receta en el blog y mira que he visto, especialmente, a Elisa.
      Lo de Sorolla, un poco fiasco, pero bueno, tras los días de diluvio, salir un poco, fue un respiro.
      Besos y buen fin de semana.

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    3. Gracias Marisa por venir de nuevo, imagino que no te ha sido fácil, las cosas no siempre son tal como prevemos. Lástima que lo de Sorolla haya sido un fiasco, yo vi muchos cuadros de Sorolla en distintas exposiciones, pero la que más me gustó por su magnitud fueron los paneles que pintó para la Hispanic Society of America y que estuvo en Sevilla en el Museo de Bellas Artes bastante tiempo, bajo el nombre Visión de España, fui a verla cinco veces, dos de ellas con audio guía y me pasé cinco horas dentro del museo disfrutando con sus pinturas.
      Ya sé que no es común encontrar estos tomates, los puedes sustituir por otra variedad, pero es que tengo que enseñarlos porque son un espectáculo a la vista y para el paladar.
      Besos.

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  3. Ya sabía yo que te echaba de menos por algo, y es por esa similitud de gustos que tenemos, primero por el tema de la lectura, que hoy además me he dado cuenta que es mayor de lo que pensaba, pues también me viene de la infancia, me he leído todos esos tebeos que apuntas, los de Manolito gafotas y demás literatura. Y por supuesto el salmorejo. Es con diferencia el plato frío que más preparo en verano, nos gusta más que el gazpacho, solo que el mio es en rojo, ojalá tuviera esos tomates ecológicos recién cogidos del huerto, con extra de sabor que nos muestras.
    Me alegro de tu vuelta a la red, ya sé que no te has ido del todo, pero ahora me parece que estamos de nuevo con las charlitas de siempre.
    Un beso.

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    1. Lola gracias por echarme de menos, es bonito saber que por aquí estamos conectadas con personas de verdad, de las que leen lo que escribo y de las que te darán una opinión objetiva.
      El post se ma ha quedado pequeño para todo lo que quería contar, pero no podía extenderlo demasiado, seguro que más de uno pasa directamente a la receta sin más, pero me apetece contar mis cosas, si no , ¿para qué escribimos un blog?
      Besos y Bienvenida a esta mi cocina, siempre.

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  4. El gazpacho me encanta, aunque de tomates amarillos no lo he hecho nunca. Lo probaré.
    Yo también soy una lectora empedernida, desde muy niña. Creo que sólo estuve sin leer durante los últimos meses de mi oposición, por falta de tiempo (y por saturación mental, jajajaja), pero después de aprobar retomé la lectura, y aquí sigo. Me apunto tu libro de este verano.
    En cuanto al verano, ya sabes que yo me voy de vacaciones siempre en octubre, así que he seguido trabajando, con calor, humedad (y gota fría estos días), y con alguna pequeña complicación familiar. Ya estoy deseando irme de vacaciones...
    Un beso, y bienvenida de nuevo.

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    1. Bueno la receta es prácticamente la misma con tomates rojos o amarillos, solo cambia el color y el sabor, que en este caso es mucho más suave y nada ácido.
      Las complicaciones familiares es lo que más miedo me da, te somete a un estrés que solo se pasa si el problema se resuelve favorablemente. A esta edad es lo que nos espera.
      Pero tú haces bien, esos viajes que nos enseñas son una maravilla, a ver si a mí me da un cambio la vida y vuelvo a retomar mi libertad absoluta para hacer todo lo que deseo.
      Besos.

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  5. Hola guapa, que ilusión volver a verte. La verdad es que he estado un poco sola este verano, no cierro por vacaciones y añoro algunas intervenciones. Me has dejado boquiabierta con ese color del tomate, debe saber a gloria, recién cogido del huerto....que envidia! Mi suegro tenía un huerto enorme que compartía con un vecino pero al morirse ya no pudimos disfrutar de ese placer. Te ha quedado un salmorejo espectacular, bonitas fotos y bonita entrada. 😚😚😚😚👏👏👏

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    1. Gracias Mj, es una lástima lo de tu suegro. Yo vivo con intensidad cada segundo con mis padres, todo lo que ha sembrado este año ha sido extraordinariamente bueno, por eso no me canso de enseñarlo, a su edad es todo un lujo que no tiene precio.
      Besos, yo también me alegro de estar a pleno rendimiento blogger, de nuevo.

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  6. Hola Concha, me imagino cómo tiene que estar de rico este salmorejo y además tiene un color que enamora. Mi huerto este año dió unos tomates no muy grandes pero muy dulces de los que ya hemos dado buena cuenta, jeje, y alguna conserva.
    Besitos

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    1. Gracias Paquita, desde luego lo cosechado en nuestro propio huerto es lo mejor, con diferencia, por poco que sea nos sabe a gloria. Besos.

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  7. Hola amiga, no pensaba pasar todavía por aquí aún, pero por ser tu he hecho un esfuerzo para ver tu primera entrada después de las vacaciones.
    Veo que has leído muchísimo, yo nada de nada todo el tiempo que has invertido en leer yo lo he invertido en estar entre medio de la naturaleza y del campo, que sabes que me encanta!!
    Sabes ese salmorejo tiene que ser divino y no por que si , si no porque además son los tomates de tus padres y eso significa muchísimo, se que estará riquisimo, pero sentimentalmente debe saber el mejor del mundo.
    Y eso que no he probado nunca esos tomates amarillos.
    Vamos una delicia de plato amiga!!
    Mil besos

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    1. Gracias, Gracias, Gracias querida Raquel ❤️
      Bueno ya sabes que estoy atada de pies y manos, y son muchas las horas muertas sin poder moverme del sitio, así que para no perder el tiempo y mantener mi mente activa y saludable, nada mejor para mí que la lectura, se me pasan las horas volando y así no pienso tanto, y no se me hace tan cuesta arriba.
      Las escapadas a la naturaleza también son perfectas, disfrútalo todo lo que puedas. Besos.

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  8. No he visto por mi zona estos tomates amarillo, que ya me dejas con la curiosidad de probarlo , se ve riquisimo besitos

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    1. Inma supongo que esto será algo que poco a poco lo iremos encontrando en los mercados, como todo, al principio es novedoso hasta que se convierta en algo habitual. Lástima que la cocina virtual solo es eso, virtual. Besos.

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  9. Mi querida Concha que gusto leerte de nuevo, Yo hace mucho que no devoro libros...mi vista y mi cabeza me avisan enseguida.....Un libro me dura una eternidad (cuantos devoraba en dos días......)Los tomates amarillos por aquí no son muy habituales, ese salmorejo se come solito..Yo ya me tome mi ración virtual. besinos solete

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    1. Fely a mí a veces también me da un aviso, aunque no necesito gafas para leer, la vista se me cansa y más después de tantas horas delante del Pc.
      Me alegro verte de nuevo. Besos.

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  10. Hola Concha, yo también fui esa niña que pasaba tardes de verano leyendo mientras mis padres dormían un rato de siesta, libros infantiles , juveniles, y mis adorados tebeos. Fui feliz, la verdad. Mi abuelo cada domingo me compraba uno y eso me aficionó a la lectura, siempre enganchada de mayor a un libro. No me extiendo más que soy capaz de escribir un post en el comentario y continuar con la receta, ja ja ja.
    Hoy me das envidia, ainssss, qué salmorejo tan buenísimo, imagino el sabor que tendrá, lo malo es que no voy a poder copiarlo pues no podré encontrar unos tomates amarillos como los tuyos, de hecho nunca los he visto en el mercado. No va a poder estar en mi lista de salmorejos y gazpachos. Vas a hacer que sueñe con él esta noche. Mil besos y encantada de leerte y de disfrutar contigo.

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    1. Bueno Elisa, siento no poder decirte que estando tan cerca una de la otra, no podría ofrecerte unos tomates de estos para que los probarais en tu casa, y es que las tomateras ya ni daban fruto y la semana pasada precisamente las arrancó mi padre, y lo único que tenemos son apenas unos 12 tomatitos, que parece ser que ahora y ya como colofón, por fin son tamaño cherry, a buenas horas, mangas verdes, Jajajaja.
      Si te sirve de consuelo, yo los he comprado alguna vez en Carrefour, si bien no solo Amarillos, sino surtidos y al peso, con lo que sí tienes un poco de paciencia y suerte de que no te llamen la atención, Jajajaja, podrías seleccionar los suficientes como para un plato, Jajajaja. O tal vez, compras varios kilos y así conseguirás al menos uno de cada color, cuando los separes en casa, jajajaja. Pero no te preocupes, que esto seguro dentro de nada lo tendremos como algo habitual en todos los mercados y sino tiempo al tiempo.
      Besos
      PD: Prometo que no lo he hecho por daros envidia, Jajajaja.

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  11. Alucino con esos tomates amarillos. Me encanta el color. A mí también me encanta leer y antes de tener a los peques no había noche que me acostara sin leer un libro. Ahora que ya son más grandecitos, voy volviendo a mi hábito. Me gustan más las novelas fantásticas, sumergirme en reinos increíbles con personajes curiosos y originales. Mi padre es muy aficionado a la lectura desde siempre y ya a los dos años y medio me tenía leyendo. Parece mentira que me acuerde de todo aquello. Me ponía a ver los libros de Félix Rodriguez de la Fuente y hoy en día, parece que sí veo alguno de esos animales, surge un resorte en mi cerebro que inmediatamente te digo el nombre 😂 pero sin saber si quiera por qué lo he dicho jajaja! Bueno, feliz semana preciosa. Ya me dirás dónde has comprado esos tomates tan chulos! Besitos

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    1. Sí Patricia, estos tomates son una preciosidad que el trabajo y el huerto de mi padre, nos han querido regalar este verano. Un lujo que para mí no tiene precio.
      Aunque no hay regla sin excepción, suele ser habitual que los que leemos lo hayamos visto en nuestros mayores, por eso mi historia puede tener tantas cosas en común con la tuya.
      Ahora que mencionas a Félix R. de la Fuente, recuerdo a mi padre, extasiado delante de la pantalla del televisor y le decía a mi madre constantemente: ¡Ojú, niña! Qué bonito se vería esto en color. Y poco después compraron la primera tele en color de mi calle, y fueron muchos los vecinos que vinieron a casa a ver lo bonito que era todo en la pantalla de su Telefunken PalColor, del que se sentía completamente orgulloso, jajaja...
      Besos y nos vemos.

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  12. Hola Concha, todavía no he probado los tomates que nos enseñas. Los he visto pero no los he comprado. Este salmorejo tiene un aspecto de lo más apetecible, y ahora que el calor ha bajado un poco, da gusto tomarlo no muy frío. Me gusta mucho la textura y el color que tiene. Me alegro de leerte de nuevo, y gracias por las recomendaciones literarias.
    Besos.

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    1. Silvia tienes suerte de vivir en Barcelona, lo hablo con mi hermana siempre que viene, es que allí lo tenéis todo y lo que no encuentras, te lo buscan. Así que ya sabes, la próxima vez que los veas, cómpralos.
      Besos.

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  13. Me encanta como te ha quedado la receta nunca lo había visto con tomates amarillos aunque seguro que está delicioso. Un besote y feliz semana!!

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    1. Son algo excepcional Laura, aunque dentro de poco seguro es un producto habitual en el mercado, sino tiempo al tiempo. Besos.

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  14. ¡Hola Concha! Que alegría de tenerte de nuevo por aquí y leer tus historias de pequeña, como todo lo que te ocurre... Yo no soy tan adicta a los libros... de pequeña si no tenía ilustraciones pues como que me daba mucha pereza leerlos... de hecho me podía tirar mucho más rato observando el dibujo, que en leer el texto de la página... y es que mi vena artística... siempre a estado ahí jajaa... Pero me gusta leer... y cada vez más... es algo curioso... algo que antes no me llamaba la atención... cada vez se hace algo más necesario... eso sí... sigo prefiriendo la lectura en papel... porque mis ojillos, no se lleva bien con las pantallas, ni con descanso de ojos activado... y ya bastante tienen los pobres... con el ordenador y el poco tiempo que paso en las redes con el móvil...

    Pues lo mío con el salmorejo y el tomate... ya sabes que no es mi fuerte... otra de las cosas que no entenderé... Cómo me puede gustar el tomate en un gazpacho o un salmorejo!!! es que hasta me da coraje... si es que se me van los ojos cuando los veo... pero cuando los pruebo... se me cierran... (y esto es tan cual, sin exagerar jajaa...) Bueno Concha... que me alegro mucho de tu vuelta.... Pasa una buena semana... Besos

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    1. Sí que es curioso Elisa, pero también es normal, muchos niños dicen que no les gusta leer, pero creo es más por falta de costumbre o de motivación, que otra cosa. De todos modos tú ya apuntaba maneras, al menos te entretenía mirar las lustraciones, jejeje. Yo leo de todo, hasta las vayas publicitarias cuando salgo a la carretera, jajaja, lo mío es que es único, creo yo, y si no tengo nada al alcance o me quedo tranquila hasta que no lo remedio con lo que sea, una revista o un folleto de supermercado, lo mismo me da, jajaja.
      Te vuelvo a decir que seguro si te tuviera cerca, te haría cambiar de opinión con respecto a gazpachos y salmorejos. No obstante, no desesperes, conozco a alguien que se ha pasado más de cincuenta años de su vida diciendo que no le gustaba el tomate, y desde hace un par de años, por un problema de salud tuvo que cambiar de hábitos alimenticios, y ahora hay que pararle los pies, como no andemos con cuidado, se los come todos antes de sentarnos a la mesa, jajaja.
      Besos y ya veremos que hago contigo ❤

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  15. Bienvenida Concha !
    La blogosfera estaba incompleta sin ti , me ha dado un alegrón ver que has publicado de nuevo.
    Ya veo que tus vacaciones las has pasado entre lecturas de libros , no hay mejor dedicación del tiempo libre que esa, sobre todo, para quien amamos leer .
    Yo no concibo mi vida sin un libro entre mis manos , me ayudan en el día a día, en mis momentos bajos y también en los altos . Son la compañía perfecta.
    Desconocía ese término que nos mencionas sobre ese tipo de novelas.
    Hace unos años también me he pasado al libro digital, pues en papel me costaba más leerlo por problemas de visión . Pensé que no me adaptaría porque la magia del papel y su olor es tan especial, pero poco a poco, me he ido amoldando y ahora estoy encantada con mi biblioteca andante ,así la llamo, porque va conmigo a todos lados.
    Me apunto ese libro para mi interminable lista , gracias por la recomendación.
    También me guardo la receta de este salmorejo tan rico . La verdad, es que no suelo prepararlo asiduamente , solo de cuando en vez , me imagino que en ello influye la diferencia de temperatura de tu bello Sur a mi Norte y que por ello, no tengo la costumbre adquirida.
    Bueno me despido que te he escrito un testamento . Comienzo y no paro .
    Un abrazo mi linda amiga.

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    1. Muchos son los lectores que dicen no sucumbir al libro electrónico porque no tiene la misma magia que el papel, pero no sé si será porque yo siempre he dominado las nuevas tecnologías, o porque me gusta experimentar todo lo nuevo, que fue casi pionera en utilizarlo, y desde el minuto cero que tuve mi ebook en las manos me alegré de haberlo hecho. Especialmente por la vista, incluso en alguna ocasión me he sorprendido leyendo un libro en papel y hacer el gesto con los dedos de ampliar el tamaño del texto en la pantalla como si tuviera mi iPad en las manos, Jajajaja. Creo que ya no podré renunciar a ampliar la fuente a mi gusto y según las circunstancias.
      Besos, yo me alegro de verte un montón.

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  16. Este salmorejo tiene un color y una pinta estupenda Concha! Nunca he visto los tomates amarillos, no sé si se diferencian con los rojos solo en el color, o también en sabor. Si los encuentro los compraré. A mí también me encanta leer, y he leído algunas novelas de literatura feelgood, que acabo de conocer que se llaman así gracias a tí. Tomo nota de La librería del Sr. Livingstone. Besos!!

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    1. Pilar los tomates amarillos son menos ácidos que los rojos, contienen más agua, la pulpa es menos densa y el sabor es muy suave, ligeramente afrutado. Pero es tomate y sabe a tomate, ¿me he explicado bien? Jajajaja.
      Besos

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  17. Vaya tela que aunque yo no estaba en esas siestas veraniegas, en la casa de San Juan, me parece haberlas vivido de tan bien que las has descrito y lo bien que os conozco, por ser mis hermanas... jajaja!!

    Tu salmorejo me hubiera encantado probarlo, la verdad, que pena que cuando yo llegué ya no había tomates amarillos, pues son preciosos y seguro que riquísimos... solo me dio tiempo a probar un pequeño aliño, y como estaban ya demasiado maduros, no fue lo mismo.

    Te ha quedado una receta preciosa y única, sin lugar a dudas. Besos linda y nos vemos pronto, bienvenida de nuevo!!!

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    1. Bueno cariño, yo fui la pequeña durante nueve años hasta que naciste, y para cuando comenzaste a tener uso de memoria, ya habíamos crecido bastante, pero aún conservamos bonitos recuerdos de aquella preciosa habitación que nos vio crecer a todas.
      Ya le he dicho a papá que los próximos tomates amarillos del huerto los tiene que sembrar un mes más tarde, así cuando llegues en verano estarán en plena cosecha, y si no, te hago el salmorejo y lo congelo, que también es otra buena opción, ¿o no? Jajajaja.
      Besitos.

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  18. Mi querida Concha, ya sabes que me encanta leerte y que disfruto de tus post y contestaciones. Sabes igualmente que yo no leo en digital (libros) pues como dices es irreemplazable el olor y el tacto de los de papel.
    Me ha gustado mucho este recorrido que has hecho de tus primeras lecturas infantiles españolas, yo apenas he leído tebeos, “ellas” me ponían otras cosas por delante... ja, ja, ja.
    Me gustaría mucho leer este libro que has comentado perteneciente a la onda “feel good” sobre esa librería de Mister Livingstone y las cosas que pasa esa chica mientras busca trabajo. Seguro que ha sido muy agradable para no pensar mucho, solo soñar entre esa cantidad de libros y los personajes que aparecen seguro, alrededor de esa librería de Londres la Moonlight... hasta el nombre es bonito tanto como tú salmorejo amarillo, se nota la textura en la fotografía. Imagino el sabor y la sorpresa de esos tomates tan originales. Seguro que tu padre estará muy orgulloso de su huerta y que le compensa y recompensa ese esfuerzo de cuidarlo tanto. Yo si los veo los compraré y probaré. Esta semana he probado el tomate rosa de Barbastro... un espectáculo también como estos tuyos de hoy.
    Cada vez todo mejor.
    Muchos besos, amiga.

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    1. Patty para mí esto solo es un aperitivo, ya sabes que soy extensa por naturaleza, y como dice el refrán: “Entre col y col, lechuga” ¡Ja, ja, ja! Por eso lo llevo todo por delante, precisamente ahora estoy leyendo una novela, de otro estilo, pero que también engancha. No podría decir cual es mi género favorito, porque leo según mi estado de ánimo, y tiempo disponible.
      Yo creo que el papel da una sensación de intimidad por el contacto físico entre las letras y nuestros ojos, que hace más creíble el libro que estemos leyendo. Pero la comodidad del electrónico me puede, especialmente cuando tengo la vista cansada y con un solo movimiento de pantalla m aumento la fuente a un tamaño de mi gusto. Tendrías que probarlo y ya verías como también tiene sus ventajas.
      Los tomates rosa, los he comido y cocinado, otros años también los ha sembrado mi padre y son deliciosos, me parece que contienen más agua que por ejemplo los de corazón de buey que ha sembrado este año mi padre, y que son de pulpa más consistente.
      Besos .

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    2. Concha, tienes razón, será cuestión de probar, pero la sensación de intimidad cuando estás a solas con tu libro y que no lo quieres nos dejar para saber qué sucede en las siguientes páginas... a ver di me decido. Mil besos.
      P.D.: yo también he estado muy comedida como tú en cuanto a nuestros escritos, parece que nos regalan las letras para ir colocándolas a medida que pasa el día.

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  19. Hola Concha!!!
    Me alegro que el verano haya sido para hacer las cosas que más te gusta.

    Este tipo de tomates no es tan fácil de encontrar. El color que aporta es muy suave y agradable. Te ha quedado un salmorejo muy fino y suave como se aprecia en las fotos.
    Ayy cuántos platos me debes ya jeje.

    Besos

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    1. Gracias Pepi, poco a poco vamos encontrando productos nuevos en los mercados, quizás pronto estos tomates sean habituales en las fruterías. Albergó la esperanza de que así sea, ya lo verás.
      Besos
      PD: Para ti todos son pocos ;)

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  20. ¡Pero Bueno querida Concha! Veo que has descansado bien este verano, por la fuerza de tu entrada.
    Me has hecho viajar en el tiempo con tus lecturas, creo que los de nuestra generación todos empezamos o leíamos lo mismo jaja.
    El momento siesta-lectura, también lo pasaba, aunque lo compaginaba con la escritura.
    También he sucumbido el ebook aunque a medias, intento leer lo que puedo en papel, como tu dices, lo que mi vista me permite, aunque he de decir que si el libro es muy gordo, también me paso al digital.
    Me alegra mucho ver la energía con la que has vuelto y además con ese Salmorejo tan delicioso con tomates caseros y amarillos, y es que dónde haya un tomate casero que se quiten los demás, cuando voy al pueblo, tengo la suerte de poder disfrutar de ellos y te diré que hay noches que solo ceno ensalada de tomate con el pan mojado en su jugo y en el aceite también casero, disfruto como una niña.
    Me alegra mucho verte tan bien.

    Un besazo gordo
    Un besazo gordo.

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    1. Merche y qué alegría verte de nuevo, también sé que has descansado y disfrutado del verano, a nuestra manera es como mejor se vive, sin prisas, sin presiones y en casa, al menos yo que lo necesitaba como agua de mayo, desconectada y sin ruidos, ¡la gloria! Jajajaja.
      Además de disfrutar de los productos del huerto de mi padre, que emita que es chico, pero más rendimiento ha dado este verano, pero ya que solo quedan a penas cuatro pimientos y alguna que otra berenjena blanca, ya cuento los días para que llegue el verano que viene, mientras tanto nos quedan las granadas, las manzanas, las naranjas y alguna cosilla más con la que mi padre nos sorprenda.
      Besos, feliz de tenerte aquí de nuevo.

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  21. Mi querida Concha que bueno es sentarme a leer esta entrada y tu regreso a tu cocina virtual, que no nos hemos desconectado por redes y has venido a verme incluso estando en modo descanso (detalle que valoro y agradezco un montón). Eres un sol lleno de buena energía, de todas esas aventuras y pilatunas de niñez en la búsqueda de mundos pérdidos e ilustraciones maravillosas, me has hecho recordar mis días de vacaciones en casa de mi abuela, me gustaba juntar las tiras comicas del periodico de los domingos que eran estupendas, prácticamente un librillo de lecturas dominicales lleno de ilustraciones, y yo leía, recortaba e incluso combinaba historias, mientras luego saliamos a jugar a ayudar en alguna cosa a mi abuela Margarita. Siempre seremos del club de preferir las bellas curvas de un lindo cerebrito a lo superficial ehh..., (digo esto porque justo hoy vi en pinterest un mensaje con una foto del cerebro y es que concuerdo con ello y cae estupendo para tu entrada). De libros siempre fui muy costumbrista, luego clásicos, lecturas fantásticas, luego cosas de filosofía..., pero me suena mucho este tipo de lecturas y tomaré nota de tus recomendaciones.
    Ahora de la receta, si te digo que en verdad eres un sol y un ser de luz y de una energía tan bonita es porque eso es lo que me transmites y eso también es lo que transmite este salmorejo (que cuando lo vi en IG, pensé que sería algún batido dulce tan cremoso con ese precioso amarillo), pero es aún mejor un salmorejo amarillo que sin duda lo haré. De las recetas de España que más me han gustado el gazpacho de sandía (una cosa deliciosa y tan refrescante...). Ahora este segurito cae, ingredientes sencillos (así que no hay excusa).
    Te mando un beso grande y feliz de verte por aquí bonita,
    que bueno que te haya gustado la canción ;)

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    1. Mi Nati preciosa, la música alimenta el alma, no podría vivir sin ella, creo que si volviera a nacer y pudiera elegir mi destino, me inclinaría por la música y las letras, tengo el corazón dividido entre ambas cosas, aunque la vida no me regaló ese don.
      Ir a verte no es ninguna obligación, al contrario es un placer infinito porque me gusta lo que haces y como lo haces, y disfruto mucho hablando contigo, aunque sea virtualmente.
      Detesto la superficialidad, las mentes vanas y las cabezas huecas, Jajajaja. Creo que la vida es muy corta como para desperdiciar el tiempo y no hacer cosas constructivas, bueno quizá haya algunos que piensen lo contrario, respetable, pero en mí cabeza no cabe ni un minuto perdido.
      Ya verás cuando comiences a hacer gazpachos y salmorejos cómo no pararás de cocinarlos, son un clásico para nosotros, una novedad para ti, y qué harás tuyos sin lugar a dudas, y es que es de las cosas más fáciles y personales de nuestra gastronomía, cada uno lo hace a su gusto, y todos están buenos. Aunque ya que estamos, te recomiendo no experimentar la primera vez, para que no tengas un concepto erróneo de algo tremendamente delicioso, si se hace como es debido.
      Besitos y sigue recomendándome todas esas cosas bonitas que te gustan.

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  22. Hola, Concha:

    ¡Cómo me ha gustado esta entrada! Adoro leer y siempre tengo empezados dos libros al mismo tiempo. La mayoría de las ocasiones leo libros por profesión o formación y necesito tener otros por afición empezados, así compagino un poco y salgo de la obligación. Al ver la viñeta de la adorada Mafalda me he retrotraído a numerosos momentos de mi vida en los que hombres y mujeres me han comentado: "¿Y tú cuándo vas a dejar de estudiar y leer para disfrutar de la vida?" Desconocía por completo el libro del que nos hablas en esta entrada y parece bastante interesante. Tomo nota.

    Respecto a la receta, solo he visto los tomates amarillos bien pequeños (como los de tu foto) y mezclados con rojos, esos que venden en paquetes combinados. Me pregunto si existirán más grandes. El color es precioso y me ha encantado esta versión del salmorejo, plato tan sabroso que hacéis de maravilla por tu tierra.

    Un beso enorme y feliz tarde, preciosa.

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    1. Rosa comprendo que haya personas que no les guste leer, y que no entiendan que leer y estudiar es una necesidad vital para otras, como nosotras, natural por otra parte, en una mente pequeña, no cabe tanto entendimiento. Pero no lo critico, ni me meto con lo que cada uno guste hacer con su vida y su tiempo, para mí preocuparme por lo que otros piensan de mí, está fuera de mis quehaceres.
      Quizá estos tomates son una novedad, ojalá pronto los haya en todos los mercados porque es un producto que se cultiva como cualquier otro tomate rojo.
      Si tienes oportunidad, pruébalos porque son una delicia.
      Besos.

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  23. Hola concha me alegra ver que ya has vuelto de las vacaciones con tus fantasticas y deliciosas recetas ,aqui el verano este año ha sido genial pues no hemos alcanzado los 40 y muchos grados habituales asi que imaginate lo que es dormir tapandote con la sabana en pleno mes de agosto.
    Tambien he leido unos libros que tenia pendientes desde el año pasado ademas de disfrutar de la familia ,yo he cocinado mucho pero nada para el blog tengo muchas recetas pendientes de publicar algunas desde hace dos años .
    El salmorejo me pierde y aunque no lo he comido nunca con tomates amarillos me imagino lo rico que tiene que estar este tuyo.
    Te ha quedado de relujo para no variar.
    Bicos mil wapisimaaaa.

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    1. Gracias Chus, yo también me alegro de verte de nuevo.
      Qué suerte tenéis en Galicia, buen clima, buena gastronomía y buena tierra que os da esos fantásticos productos. Cada lugar tiene su encanto, tampoco me quejo de mi tierra, pero el calor, a veces lo llevo fatal, no sé si será la edad, o que esto no hay quien lo aguante, pero es lo que toca cuando vives en Sevilla, para mí la ciudad más calurosa pero también la más bonita del mundo, Jajajaja.
      Yo no tengo tanto fondo de armario como tú, Jajajaja, si acaso para un par de meses, si consideramos que solo publico los domingos, pero de aquí a entonces ya tengo algunas ideas de platos rondando en mi cabeza.
      Besos

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  24. Mi queridísima Concha, largo ha sido el verano, pero como todo en esta vida, toca a su fin y ha llegado el momento de reencontrarnos. Me consta que soy la más rezagada en volver a tu cocina, pero tu entrada de hoy, que nos transporta a tus veranos e ilustra tu vena lectora se merecía un comentario sin prisas, hazaña un tanto ardua últimamente en mi vida.

    No sé qué pasa que este mes de septiembre está siendo absolutamente caótico en lo que a mi organización se refiere y si llego a una cosa me falta tiempo para cuatro más.

    Me he sentido muy identificada contigo. Las tardes de verano con un libro en las manos ha sido lo habitual en mi vida hasta hace bien poco. Con la llegada de las niñas el descanso de la tarde ha pasado a muy segundo plano (muy a mi pesar) y los ratos para leer brillan por su ausencia aunque sé que es cuestión de un poco más de tiempo que la vida encaje sus tiempos de otra manera.

    Se te nota relajada y distendida a la vuelta del parón estival, pero sobre todo con muchas ganas de compartir y enseñar lo que has cocinado para tu familia y también para nosotros. Amén de tener recetas para compartir en la retaguardia "por si acaso"

    Dudo mucho que nadie pueda poner pega alguna a este salmorejo con ese color tan llamativo aunque estuviera hecho hace cinco minutos si bien es frío como más apetece. Me encanta cómo lo has presentado y el lebrillo tan bonito que has usado.

    Lo dicho, que estoy encantada de tenerte por aquí de nuevo y prometo intentar no tardar tanto en pasar a deleitarme con tus recetas porque cuando llego ya no queda nada para mí (bueno, igual no es tan malo y me ayuda a recuperar la figura pre embarazos ji ji ji)

    Besos mil!

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    1. Querida Cuca, lidiar con dos bebés no es cosa de risas, no sabes cómo te entiendo, yo que he criado a unos cuantos niños, sé lo que ocupa el tiempo, pero llevas razón m llegará el momento en que todo tome un rumbo fijo y cada cosa encaje perfectamente en su sitio.
      Me encanta la palabra que has utilizado, lebrillo, es tan nuestra y tan poco utilizada. Precisamente lo tengo desde hace veinticinco años, y solo lo utilizo en contadas ocasiones para cuando tengo visitas, como tu misma dices, solo hay que dar tiempo al tiempo para que todo vuelva a tener un ritmo normal, y eso me está sucediendo a mí en este preciso momento, que vuelvo a controlar las cosas, adaptándome a lo que me toca, y he decidido rescatar toda esa vajilla bonita que tengo guardada hace años y que por ir siempre al salto de la mata, no había sacado aún en mis fotos.
      Besos y ánimo que tú puedes, Jajajaja.

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    2. Lebrillo es un término muy nuestro que me niego a perder. Haces bien en sacar las cosas bonitas para el blog. A mí me pasa un poco lo mismo porque hay cosas que tengo menos a mano y siempre voy con prisas.

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  25. Hola Concha, vengo tarde, pero quiero que sepas que he disfrutado leyendo tu entrada y el paseo que nos haces por tus libros, historietas y los recuerdos amarrados a ellos. Te imaginé curucuteando en los cajones de tu hermano, jaja!
    Creo que en los ajetreos de este mundo que vivimos hoy, esta onda feel good hay que hacerla viral porque niña, tanta cosa que sucede a diario que deprime y hay que buscar a donde escapar y no perder la sanidad...gracias por las recomendaciones!!
    Quería decirte también que si las tortilas son tu plato estrella, el salmorejo va por el mismo camino, es que haces tantas variedades y combinaciones, todas tan ricas y mas si la sirves en unos cacharritos tan lindos como estos que tienes, me encantan!
    Esta comida también es feelgood...
    Abrazos y feliz fin de semana!!

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    1. Angélica querida, nunca es tarde, si la dicha es buena ;)
      Cuando no podemos cambiar la realidad, bueno es soñar, que es gratis, esto no son sueños, lo que cuento en este post, son retazos de mi vida, que vienen a mi memoria cuando me pongo a escribir.
      Me alegra que te guste y que haya servido para sentirte bien, esa es la finalidad de mi trabajo, hacer felices a los demás.
      Tienes que probar mis sopas frías, son una necesidad vital que hay que comer alguna vez en la vida, Jajajaja.
      Besos

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  26. ¡¡Hola Concha!! ¡¡Cómo he echado de menos venir a tu rincón durante todas estas semanas!! ¡¡Y cuánto me alegra ver que has tenido un poquito de tiempo para ti este verano!! Y leer, y leer, maravillosa aventura que nos hace soñar, vivir otras vidas, reír, soñar...sentir.
    Yo soy otra gran lectora, aunque voy a mi ritmo, en verano aprovecho para leer mucho, y ahora, a penas si he leído unos capítulos del nuevo libro que empecé a mediados de septiembre. Ahora, el tiempo que tengo es más limitado y me da rabia que un libro me cueste uno o dos meses. Pero procuro leer aunque sea unas líneas aunque me esté muriendo de sueño, pues en verano cualquier momento es bueno para leer, pero ahora, sólo puedo leer un ratito por las noches, si no me duermo antes por el cansancio y lo tarde que llego algunas noches.
    A mí también me gusta leer desde pequeñita, y a mis siete y ocho años, ya leía esas novelas de Corín Tellado que mi hermana mayor se dejaba por la habitación. Una lectura nada recomendable para una niña de mi edad, pero vivir en un lugar que no había donde comprar libros, o me adaptaba a lo que había por casa o no podía leer nada más a parte de mis libros de textos. Menos mal, que al cambiar de colegio en quinto de EGB, ya pude acceder a libros más adecuados para mi como Alfred Hitchcock y Los tres Investigadores, que me encantaban, o Los Cinco, ya que teníamos biblioteca en ese colegio. Pero hasta entonces, tuve que conformarme con literatura para mayores o las biografías de gente que ni sabía quienes eran, que mi padre solía tener en su pequeño estante con libros. En mi infancia tuve pocos cuentos, y los poco que tuve, los guardaba como un tesoro. Hasta mi libro de lectura del colegio, me lo leí cientos de veces y hasta me dieron el libro de lectura de un curso superior, y así estuve, siempre con un curso adelantado en lectura, hasta que me cambié de colegio donde ya volví a llevar los libros que me correspondían.
    Bueno, y aquí he venido a ver tu salmorejo, que ya había visto en una foto adelantada que nos pusiste en verano y nos dejaste a todos babeando, y no era para menos, ahora, con todas las fotos al completo y viendo el paso a paso, ya nos tienes a todos rendidos a tus pies.
    No había visto antes tomates amarillos, son divinos, todo un lujo tenerlos y poder hacer con ellos esta crema dorada tan fantástica. Me encanta ese espesor que tiene el salmorejo, realmente ideal para el verano y para este otoño un poco cálido que estamos teniendo. Menuda temporada tan estupenda del blog nos estás preparando, este nuevo curso bloguero, me da que nos vas a tener babeando a todas horas, ja, ja. Besitos.

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    1. Gracias Isabel por pasarte a leer todos mis post atrasados.
      Yo también leía de adolescente esas novelas de Corín Tellado, jajaja, con decir que mi hermana tenía una colección de más de 200 ejemplares que por cierto no sé muy bien dónde han ido a para con el paso de los años. Aunque mi novela, esa que me leí con once años, y casi no entendí, y luego he perdido la cuenta de las veces que la he leído es Jane Eyre, es mi novela, quizá en otra ocasión le dedique un post especial, tendré que volver a releerla por si se me ha pasado algo por alto, jajajaja.
      Y de mis libros de lecturas escolares, no vas a creer que aún conservo unos cuántos, y cuentos y libros ilustrados, yo es que soy muy cuidadosa con todo, y a las pequeñas cosas les doy un valor importante cuando encierran muchos sentimientos y bonitos recuerdos.
      Me alegra que te gusten mis fotos, viniendo de ti es un honor. Aún tengo unas cuántas recetas por publicar cocinadas en verano, pero por su versatilidad, son perfectas para cualquier momento del año, y las verás.
      Besitos.

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