Gazpacho de Arándanos y Tomate Negro

Acostumbrados como estamos a cocinar para satisfacer a quienes damos de comer a diario, solemos caer en la rutina, como un bucle infinito de 'más de lo mismo', un toma y daca que no nos deja abrir nuestras mentes, por no disgustar a nadie, aunque en ocasiones nos complicamos demasiado por innovar cuando, la mayoría de las veces, las cosas más sencillas son las más exquisitas. No sé vosotros, pero yo suelo cocinar pensando en quienes van a comer y si les gustará lo que preparo. Pero tampoco es que en casa surjan muchas controversias a ese respecto, somos todos de buen comer, más bien de pico fino, por lo que estamos abiertos a todo tipo de novedades en los menús, incluyendo improvisaciones de última hora que suelen salir, sorprendiéndome a mí misma, siempre exitosas.

Por segunda semana consecutiva, vuelvo con un Gazpacho de fruta, el domingo pasado os enseñaba mi Gazpacho de Papaya, que os recomiendo especialmente, y es que este verano me he propuesto cocinar algunos nuevos adaptándolos a mi dieta, para minimizar el número de calorías, todo va pesado y así evitamos excesos, no lleva pan, ni falta que le hace, he seguido los cánones para hacer un gazpacho perfecto, donde todo ha de ir en consonancia manteniendo el equilibrio entre sabores e ingredientes, si es un gazpacho, ha de ser salado no dulce, es una sopa fría ideal para servir como aperitivo, entrante o primer plato, aunque lleve fruta por tanto no es un postre; probablemente es el gazpacho más exquisito que he preparado en toda mi vida, y no son pocos, lo he elaborado con ingredientes de primera, al alcance de cualquiera. Quizás no sea el gazpacho más económico que podamos cocinar, ya que tanto arándanos como tomates negros, son dos productos de precio relativamente alto, pero con la calidad no hay que jugársela, en su totalidad es producto neto, es decir, es comestible al 100%, con lo que al final el desembolso compensa.

Arándanos

Me gustan los arándanos con locura, no es mi primer plato compartido, que los incluye entre sus ingredientes, pero hoy digamos que son al 50% protagonistas de la receta, junto con el tomate negro, otra delicatessen natural que ahora están en su mejor momento, por lo que hay que sacarles partido siempre que podamos, ya que su sabor supera a la mayoría de tomates que encontramos en el mercado.

Los Arándanos azules (Vaccinium myrtillus) son ricos en antioxidantes, vitaminas y fibras, su consumo frecuente ayuda a mejorar la salud cardiovascular, protegen el hígado, controlan la diabetes; por su bajo número de calorías y alto contenido en nutrientes, pueden incluirse en dietas hipocalóricas. Así también ayudan a reducir el colesterol, regulan la presión arterial, aportan antocianinas cuyos efectos antiinflamatorios y antioxidantes, reducen el estrés y la inflamación de las células cerebrales, mejorando la función cognitiva, aumentando la capacidad de la memoria y retrasando el envejecimiento mental, además de ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. Tanto los arándanos azules, como los rojos, tienen propiedades antibacterianas que ayudan a prevenir y a tratar la infección urinaria causada por la bacteria Escherichia Coli, contienen compuestos llamados proantocianidinas que junto a su alto contenido en vitamina C inhiben el crecimiento bacteriano en el sistema urinario, entre otras muchas propiedades, están considerados como un superalimento, por lo que siempre será beneficioso incluirlos en nuestra dieta diaria.

El Tomate negro, es una variedad gourmet, perfectamente equilibrada entre dulce y ácido, además de ser muy aromático, se caracteriza por su color verde oscuro, mezclado con tonalidades rojizas y marrones oscuras, llegando en ocasiones casi al negro, mantiene una textura crujiente en su exterior, incluso después de alcanzar su punto optimo de maduración, siendo de pulpa más jugosa y tierna que otras variedades de tomate conocidas. El tomate negro es una fuente natural de antioxidantes, relacionados con la prevención de enfermedades degenerativas y cardiovasculares como cáncer, cataratas y cardiopatías. Bajo en calorías, contiene vitaminas E y C, y minerales como el potasio, es un tomate considerado de alto valor nutritivo y beneficios para la salud, incluso ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre.

Tomates Negros

En definitiva, el Gazpacho que os presento es delicado, elegante, sabroso, donde todos los ingredientes juegan un papel importante, sin destacar ninguno, se notan perfectamente todos los sabores y aromas. Estoy muy satisfecha con el resultado, porque todo quedó en equilibrio, incluidos ese punto de ajo, que siempre os recuerdo que es importantísimo no pasarse en cantidad, mi gazpacho lleva la cantidad justa, ni se nota, ni repite, pero lo lleva porque en necesario, y por otro lado, el sabor del vinagre, otro error en el que solemos caer, es pasarnos en exceso, sin embargo las medidas que os proporciono en mi receta, son las justas y necesarias, tened en cuenta que el vinagre es necesario para detener la oxidación de las verduras, pero si nos excedemos, conseguiremos un efecto adverso, ya que en tal caso, el exceso de acidez, vuelve agrias las verduras con facilidad. El vinagre que he utilizado, es una variedad elaborada con frambuesas, no es reducción balsámica, que sería demasiado dulce para un gazpacho con fruta, pero siempre es una opción si os gustan los sabores dulzones, este vinagre que he utilizado, es muy suave y aromático, con un intenso sabor a frambuesa natural, ya que no lleva ningún ingrediente químico añadido, si tenéis oportunidad comprarlo, todas las ensaladas aderezadas con él, resultan deliciosas, es como si tomaran vida propia. Comenzamos.

INGREDIENTES 

• 700 gr de Tomate Negro (6 unidades)
• 350 gr de Arándanos 
• 250 gr de Pimiento Rojo (1 unidad)
• 220 gr de Pepino (1 unidad)
• 1/4 de diente de Ajo
• 3 c/s (30 gr) de Vinagre de Frambuesas, ecológico sin filtrar (con la madre)
• 4 c/s (40gr) de Aceite de Oliva Virgen Extra
• 1 c/p de Sal Rosa del Himalaya

Para la presentación 

• Arándanos 
• Tomates Cherry Pera Kumato

ELABORACIÓN

1. Lavar y escurrir los arándanos, los tomates, el pimiento y el pepino.
2. Poner en la jarra de la batidora, el pepino pelado y troceado.
3. Añadir el trozo de ajo, el pimiento troceado y sin semillas, los tomates troceados sin pedúnculo.
4. Añadir la sal, el vinagre y el aceite.
5. Tapar la jarra y triturar a máxima potencia.
6. Añadir los arándanos, triturar hasta conseguir una textura homogénea. Rectificar de sal y vinagre, si fuera necesario, en mi caso no lo ha necesitado.
7. Verter en una fuente, previamente colado con el chino, con ayuda de la batidora de brazo, si queremos una textura aún más fina.
8. Tapar con film transparente y enfriar antes de servir al gusto.