Castañas Asadas
Al llegar los primeros días fríos del otoño, comienza a oler en todas las calles de nuestra ciudad a ese característico aroma de castañas asadas, y de humo inundándolo todo.
Es típico, en todas las ciudades españolas ver el carrito del castañero asándolas en un puchero al calor de las brasas del picón de encina, así como también es irresistible comerse unas pocas servidas en un cartucho de papel de periódico, y casi quemándonos las manos, comérnoslas poniéndonos los dedos negros del hollín del asado, que a su vez es lo que les da ese rico sabor ahumado, que junto con el dulce de la castaña, inunda la boca de un indefinido sabor umami, haciéndonos sentir que el invierno está por llegar y en consecuencia que se aproxima la navidad.
Quiero dedicar esta receta a mi querida amiga Carmen M. Beleño, ella tuvo la ocasión de recoger unas ricas castañas en la Sierra de Aracena y regalarnos algunas, que estaban buenísimas por cierto.
Nosotros en casa las asamos en una sartén, aunque se pueden hacer en el horno, en microondas, incluso en la popular freidora de aire, y aunque no tienen el mismo sabor que las del castañero, no dejan de estar muy sabrosas.
A veces también las asamos en los rescoldos de la chimenea cuando está encendida, y el humillo de la leña de encina las perfuma, asemejándolas a las de la calle.
Carmen espero que te gusten y que disfrutes esta entrada.
¡A tu salud!
- 500 gr de castañas
- sal
- Practicar un corte por la mitad a las castañas y ponerlas en una sartén al fuego, con una pizca de sal.
- Cocinarlas lentamente y removiéndolas de vez en cuando, tapándolas para que se hagan mejor por dentro y no queden crudas.
- Servir calientes sobre una hoja de periódico.
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