Trifle de Cerezas y Arándanos con Granola de Fresas

Esta semana ha sido festiva en España, y en casa naturalmente hemos estado entre una cosa y otra, la mar de liados. Todos los años, por estas fechas, me gusta publicar algo que haya cocinado para celebrar mi onomástica, el 8 de Diciembre, Día de la Inmaculada Concepción. Concha es el hipocorístico por el que me llama mi gente, desde antes incluso de haber nacido, mis padres lo tenían clarísimo, por ser el nombre de la abuela de mi padre, y también de su hermana, es decir, mi bisabuela y mi tía, y porque mi madre quiso que llevara el nombre de su tía materna, mi tía abuela, a la que adoraba.

De pequeña, si me llamaban de otro modo, no hacía mucho caso. Según explica la RAE, el nombre propio «Conchita» no era en su origen un diminutivo, sino una forma procedente del italiano «Concetta», dando origen al nombre propio «Concha». Cuando mis hermanas y yo teníamos nuestros rifirrafes infantiles, me importunaban diciéndome “Doña Concha”, cantando una coplilla que me hacía enfurruñar porque lo hacían engolando la voz, con cierto tonillo impertinente, ahora no me acuerdo de la letra, ni falta que me hace, ni siquiera mi Pepita, presumiendo de su buena memoria, la recuerda ¡menos mal! Porque con lo cansina que puede llegar a ser, cualquiera la aguantaría, ¡Ja, ja, ja…! Concha, un nombre de los de antes, aunque para una niña, con coletas y zapatitos de charol, sonara muy mayor, siempre me gustó, qué cosas tiene la vida, hay quien no se siente a gusto con el que lleva, y yo a pesar de tener uno nada glamuroso, pero de arraigada tradición en España, lo llevo con satisfacción, pues me viene de familia.

Cerezas del Valle del Jerte

Para el post especial de hoy, he elegido un postre, quizás recordéis que el año pasado os enseñé el primer plato que serví en el menú ese día, mi Bacalao Mozárabe, una receta de lujo, fácil de elaborar y con una presentación exquisita; hoy he cambiado el tercio, llevo varias semanas con propuestas para menús festivos, y faltaba una sugerencia dulce, sencilla, en mi línea habitual, que no nos lleve más de diez minutos prepararlo, pero con una presencia espectacular, estos postres en vaso tipo Trifle, me entusiasman, porque admiten tantas variaciones como deseemos, por lo que dan mucho juego a la hora de prepararlos, adaptándolos totalmente al gusto de los convidados. 

El Trifle de Cerezas y Arándanos con Granola de Fresas que os muestro, me tiene enamorada hace meses, la primera vez que lo preparé estábamos en plena temporada de cerezas, fue cuando hice la sesión fotográfica para publicarlo, pero he ido demorándolo porque como os he contado en varias ocasiones tengo una reserva de platos para publicar, bastante extensa; pero la semana pasada, cuando fui al mercado, encontré cerezas en la frutería, obviamente a precio de oro porque no son nacionales sino de importación, y por cierto no tan ricas, estaban buenas con matices, pero como quería algo especial para el día de mi santo, compré unas poquitas que me sirvieron para prepararlo de nuevo y pensé que sería oportuno recomendarlo como propuesta para navidad. Mereció la pena, porque estaba delicioso, y como todo lo que lleva son pequeñas cantidades, no resulta excesivo, aunque evidentemente siempre podéis adaptar las cantidades y el formato de presentación, a vuestro gusto y necesidades, ya que esto no es un factor imprescindible para que resulte perfecto.

La granola de fresas que he utilizado, es la misma que utilicé para hacer mi Tiramisú de Fresas, otro de mis postres que me tienen como loca, por lo rico y porque fue un éxito cuando lo preparé, y que os recomiendo hacer, aprovechando que por estas fechas navideñas, seguramente volveremos a tener fresas en el mercado, si las conseguís, hacedlo, os garantizo que triunfaréis. Este tipo de cereales granola suele ser mi desayuno diario, por eso apuesto por ellos en mis postres, son ricos en nutrientes y muy saludables, además de tener un precio bastante asequible, es interesante tener en cuenta la granola como alternativa a las galletas de avena que utilicé en mi Trifle de Lima con Frutos del Bosque, o las galletas de chocolate, en mi Trifle de Chocolate con Arándanos, si deseamos conseguir texturas y sabores diferentes. 

Al igual que con la mermelada, esta aporta un poco de jugosidad a los cereales de base, que son un ingrediente seco, en esta ocasión he utilizado Mermelada de Calabaza y Naranja Especiada que tenía guardada de la que hice en primavera, no es excesivamente dulce, ni tampoco espesa, por lo que el postre resulta bastante ligero, aunque por supuesto también podéis utilizar alguna otra, os recomiendo probar diferentes sabores, como mi Mermelada de Membrillo y Arándanos es una delicia, quedaría fenomenal con mi Mermelada de Ciruela con Cardamomo y Canela, o mi Mermelada de Kiwi, nada empalagosa y con sabor a fruta de verdad, y por cierto, tendría que volver a cocinar unos cuantos frascos, pues ya no me queda ni uno de los que hice. Poned la que prefiráis, mejor si es casera, lo importante es que sea de vuestro gusto. Comenzamos.

INGREDIENTES (para 2 comensales)

• 60 gr de Granola de Fresas
• 300 gr de Yogur Vegano de Frutos Rojos con Dátiles
• 100 gr de Arándanos
• 6 Cerezas del Valle del Jerte
• 2 Chocolatinas de Chocolate Belga con Coco y Almendras
• 4 c/p de Mermelada de Calabaza y Naranja Especiada
• 2 copas Balón de 41 cl

Granola de Fresas

Arándanos

Chocolate Belga con Coco y Almendras

ELABORACIÓN

1. Cubrir el fondo de la copa con granola de fresas.
2. Cubrir la granola con unas cuantas cucharadas de yogur.
3. Cubrir con los arándanos.
4. Esparcir una fina capa de granola.
5. Añadir la mermelada.
6. Cubrir con una fina capa de yogur.
7. Decorar con la chocolatina y las cerezas.

Y como colofón, a un completo año en De Buena Mesa, pongo punto y aparte, que no final, esto no es una despedida, tengo una cita ineludible con vosotros aquí, los próximos días 24 y 31 de diciembre, con mis consabidos posts de felicitación de Navidad y Año Nuevo. Mientras llega ese momento, concluye hoy un 2023 intenso, gratificante, y repleto de recetas e historias desmesuradas, donde ha primado la variedad y la cocina sencilla, al alcance de todos, comer bien no es sinónimo de derroche, en mis publicaciones para DBM, intento diversificar sin excesos, y si eso os gusta, vuestras visitas son la recompensa.

Mientras tanto, todos necesitamos unos días de desconexión, aunque conociéndome, sé que estaré tras esta ventana virtual pendiente de vosotros, por si os apetece visitarme, o necesitáis de mis consejos y ayuda en alguno de mis platos. Por mi parte iré conectando en redes, y si se tercia, os enseñaré algunas de las cosas que pasan en la cocina de nuestra casa, y que no suelo publicar por aquí, así que ya sabéis dónde encontrarme. La familia requiere toda mi atención en estos días de navidad, imagino que vosotros igualmente tendréis esos encuentros tan deseados, por eso si no ha lugar conectarnos, nos vemos a la vuelta.

¡Un millón de besos, y muchas cosas bonitas!