24 de Diciembre de 2022 ¡Feliz Navidad!

Parecía que nunca íbamos a volver a celebrar unas Navidades como las de antes, aunque ya nada es ni será igual, al menos lo podemos intentar, donde no nos falte ni un polvorón, con sus mantecados y turrones, sus lucecitas de colores como estrellitas titilando, tras las ventanas de las casas y adornando con embrujo mágico las noches de pueblos y ciudades. Serán unas fiestas sin restricciones, todo en la vida tiene un principio y un final, y aunque esto esté colgado con pinzas, podemos dar gracias a Dios por poder disfrutar, después de más de dos años, de unas fiestas con la familia al completo sentada en la misma mesa, los que vienen de lejos, los que están junto a nosotros todo el año y los ausentes presentes en nuestros corazones.

Celebraremos una Feliz Navidad sin limitaciones, pero con cautela, no debemos olvidar que tras la pandemia, la llamada nueva normalidad no lo es tanto si no utilizamos el sentido común, en lugar de descocarnos, que toda precaución es poca, cuidémonos los unos a los otros, para no volver a revivir nunca jamás lo que tanto daño ha causado. Y que la mala experiencia, después de todo, nos haya servido para algo; así que SEAMOS FELICES (con mayúsculas) ahora que podemos. Sin olvidarnos especialmente de aquellos que se ven abocados al sufrimiento causado por la locura de un desalmado y no podrán respirar tranquilos, si sobreviven a ello, hasta sabe Dios cuando.

Por eso paso hoy por mi rinconcito, para estrecharos en un fuerte abrazo virtual, deseando que esta Nochebuena transcurra de lo más serena y apacible, si esperamos algo, que sea poder contarlo y tener la dicha de estar junto a aquellos que queremos, motivo suficiente para dar gracias a la vida, y si no puede ser hoy, tampoco habrá que desesperarse, quizás exista otra oportunidad en una próxima ocasión. Hay que vivir el momento tal como viene, intentando ver lo positivo, que en mi caso, es sentir como mi gente me colma de felicidad, sin pedir nada a cambio. Al igual que os la deseo a vosotros, los que me regaláis una buena ración cada semana, con vuestras visitas y comentarios, desde cualquier lugar del Mundo, sed siempre bienvenidos a De Buena Mesa.

Por todo eso, desde el calorcito reconfortante de los fogones de nuestra casa, os deseo ¡Feliz Navidad!

¡Un millón de besos y muchas cosas bonitas!