Mermelada de Kiwi

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Una de las cosas que recuerdo hacer a mi madre con maestría, eran las mermeladas y conservas, tan solo las preparaba durante los meses de verano, cuando el huerto de mi padre se encontraba a pleno rendimiento, con el excedente de cosechas llenando cajones enteros, no dábamos abasto a consumir tomates y hortalizas, además de frutas. Aunque el peso de la elaboración recaía sobre los mayores, nosotras las pequeñas participábamos, a veces voluntariamente y otras por necesidad, en el relleno de los tarros y envases de vidrio, antes del proceso de esterilización. Era una labor extenuante, porque al hacerlas en grandes cantidades, llevaba varios días, y eso para todas y cada una de las variantes que preparábamos.

Lo que menos me gustaba hacer era conservas de tomate, pelábamos, troceábamos y embotábamos kilos y kilos, acabando harta y con olor a tomate impregnado en la pituitaria, durante días ¡ja, ja, ja...! Una tarea tediosa, aunque luego me alegraba en la mesa, nunca he comido tomate frito o natural troceado, mas bueno que el de las conservas de mi madre. Era mucho trabajo, sí, pero compensaba porque así disponíamos de un sabor inigualable, hasta la siguiente temporada. Hoy en día no es necesario porque en el mercado encontramos todos los tomates que queramos en cualquier estación del año, además de la gran variedad de conservas de calidad que hay disponibles en los comercios, pero si habéis tenido o tenéis la suerte de probar conservas caseras elaboradas por vosotros mismos, estaréis de acuerdo conmigo en que son una auténtica satisfacción, sobre todo porque el hecho de prepararlas con productos de nuestro propio huerto son un lujo y un placer, del que pocos pueden presumir.

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En cuanto a producción de conservas y mermeladas para guardar como fondo de despensa, cuando más me gustaba participar era durante la elaboración de las mermeladas, con ciertas limitaciones porque hasta los trece años, mi madre no me dejó meter mano en las cacerolas, por precaución por el fuego, pero ya de pequeña ayudaba con alguna tarea, como lavar la fruta, pesar los ingredientes o rebañar las cucharas y el fondo de las cacerolas, ¡qué placer! Para una niña a la que siempre le gustó todo, incluyendo por supuesto el dulce, meter el dedo dentro del cazo templado para rebañarlo, era una tentación irresistible ¡ja, ja, ja…!

La Mermelada de Kiwi que os muestro hoy, no es precisamente una de las que mi madre preparaba, ya que el kiwi es una fruta que por supuesto mi padre no cultivaba, y que además en España se conoce hace relativamente poco tiempo, bueno no tanto, pero al menos hasta la década de los '80 o '90 no recuerdo haberlos visto nunca antes en la plaza de abastos, cuando comenzaron a llegar desde Nueva Zelanda como algo exótico, y mi madre siendo abierta a todo, no dudó en hacerlo indispensable en nuestra cesta de la compra.

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En realidad nunca había hecho esta mermelada en casa hasta ahora, alguna que otra vez la he comprado y me gusta, aunque las que he probado no acaban de convencerme porque no consiguen ese sabor natural a kiwi que he conseguido en la mía, que no es porque lo haya hecho yo, pero es una auténtica delicia. En una de mis salidas al mercado, sin comerlo ni beberlo, encontré en la frutería los kiwis en oferta por excedente, no dudé ni un segundo en comprar 4 kg que entre fruta de mesa, postres y mermelada, dimos cuenta sin tener que tirar ni uno solo. Cuando los compré, una de las cosas que se ancló en #micabecitapensante fue preparar mi propia mermelada, porque como os decía, nunca antes me propuse hacerla, ya que podría ser una delicatessen perfecta para incluir en DBM.

Fue llegar a casa y ponerme a ello, así que en una nueva de mis desmesuras blogueras, tomé unas cuantas tomas para enseñarlas en IG, de ahí que quienes me seguís en dicha red, lo pudisteis disfrutar el pasado mes de agosto en un Reels (os lo dejaré abajo para que lo veáis y así podáis ver cómo se hace paso a paso) y para los que os gusta más disfrutar viniendo a leer como me explayo contando las cosas que me gustan en mi espacio, aquí la tenéis con todo lujo de detalles. Comenzamos.


INGREDIENTES
  • 1,200 kg de Kiwi (sin piel y troceado)
  • 500 gr de Azúcar
  • 2 Limas 
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ELABORACIÓN
  1. Lavar, pelar y trocear los kiwis.
  2. Lavar y exprimir las limas.
  3. En una cacerola mezclar los kiwis, el azúcar y el zumo de lima.
  4. Tapar y dejar reposar unas horas, para que el azúcar se diluya y macere la fruta.
  5. Esterilizar los tarros vacíos: Introducirlos en una cacerola cubiertos con agua fría y llevar a ebullición. Hervir a fuego medio durante 10/20 minutos. Sacarlos con ayuda de unas pinzas y dejarlos secar bocabajo en un paño limpio.
  6. Poner la cacerola, con los kiwis ya macerados, al fuego. Llevar a ebullición y cocinar a fuego fuerte durante 20 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se pegue al fondo de la cacerola. Cuidando las salpicaduras para no quemarnos.
  7. Triturar hasta conseguir la textura deseada.
  8. Llevar de nuevo el fuego y cocer 5 minutos más a fuego lento, sin dejar de remover para que no salpique.
  9. Rellenar los tarros y cerrar inmediatamente.
  10. Voltear y dejarlos enfriar con la tapa hacia abajo, para que hagan el vacío. 
  11. Para la esterilización de los tarros llenos: Introducir los tarros en una olla con un paño en el fondo, y cubrirlos con agua. Llevar a ebullición y cocer a fuego lento 20 minutos.
  12. Apagar el fuego y dejar enfriar dentro del agua.
  13. Sacar los tarros del agua, una vez esté fría, secar con un paño, etiquetar y guardar.
Mis Recomendaciones y Sugerencias
  • En función de la intensidad del calor de cocción, reducirá más o menos. Las semillas del kiwi son ricas en pectinas, con lo cual habrá que tener en cuenta que aunque en caliente aparente estar muy fluida, al enfriar quedará bastante densa.
  • Si la esterilización y el vacío se ha hecho correctamente, se conserva en perfecto estado más de un año.
  • Para que los tarros no pierdan el vacío es necesario tratarlos con cuidado y sin darles golpes.
  • Conservar en lugar oscuro y seco. 
  • También se pueden guardar en el frigorífico.
  • Obviamente para consumirla de inmediato, no será necesario hacer el proceso de vacío, ni esterilización de los tarros.

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Puedes  ver el paso a paso en este Reel






Comentarios

  1. ¡Hola Concha, parece que el calor asfixiante nos ha abandonado! ¡Aleluya!
    Permanentemente, la cocina nos retrotrae a nuestra infancia, porque está muy ligada a nuestras madres, a nuestras valiosísimas madres.
    Tu mermelada tiene un aspecto genial. Le has dado consistencia y no te has desmadrado con la cantidad de azúcar.
    Que tengas una gratificante semana. 😘

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    1. Buenos días Emma. Sí, por fin hace una temperatura acorde con la estación, acabo de venir caminando a casa de mi padre, y es un placer, entre la lluvia que ha caído toda la noche de manera sosegada y que no hay un alma por las calles, da gusto.
      Esta mermelada es consistente pero se extiende con facilidad, el kiwi tiene mucha pectina, es lo que la hace así, y aunque por las fotos no se aprecia, tiene un color verde dorado muy bonito, invita a comerla.
      Besos y pasa un buen domingo.

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  2. Buenos días. Que bien que nos traes el desayuno, ya me ha entrado por los ojos, menos mal que hace un par de días preparé una mermelada de arándanos porque a mi tampoco me puede faltar por la mañana en mis tostadas junto al queso cottage, ya que mi colesterol me está dando la lata. De pequeña también he visto hacer, verduras más que nada, en tarros y alguna mermelada. Mi madre aún sigue guardando tarros de cristal, aunque ya solo hacemos de membrillo y si yo estoy allí. De kiwi no la he probado, pero sin duda me gusta, no hay más que ver lo bonita que es y con eso ya gana enteros. La frescura y el dulzor, a nuestra preferencia, nada tienen que ver con el de una mermelada comprada, por eso te felicito. Ahora viene la época de los membrillos y será la que prepare, pero en cuanto pueda haré la de kiwi, yo no me quedo sin probarla.
    Que tengas un buen domingo. Un beso.

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    1. Buenos días Lola. Desde que comencé mi dieta, aunque ahora ya estoy en fase de mantenimiento, unido todo lo que como, precisamente por la hipercolesterolemia, que gracias a ello, no tengo que tomar simvastatina, lo cual es un alivio. Una vez te acostumbras y cambias el chip, no es difícil porque realmente solemos comer bastante saludable, pero no por eso debemos bajar la guardia.
      A mí me gustan todas las mermeladas, de calidad, y las caseras nunca faltan en mi despensa, para mis niñas y para nosotros, que cuando vienen a casa anda mirando la despensa a ver con qué arramblan, jajajaja…
      Estoy deseando que comience la temporada de membrillos, antes teníamos una vecina que tenía varios en su huerto y nos proveía para todo el año, mi padre tuvo uno también, pero hubo que cortarlo para construir la casa, así que cuando los veo en el mercado, además de arrasar con todos, me entra un sentimiento de nostalgia impresionante, que aplaco con mis postres, jajajaja…
      Te recomiendo esta, es fácil y rápida de hacer, te va a encantar.
      Besos y feliz domingo.

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  3. Hola Concha. Recuerdo a mi madre hacer kilos y kilos de conserva de salsa de tomate. Al no tener huerta los compraba en el mercado porque no podía renunciar al sabor casero que recordaba de la casa de mi abuela. Yo he heredado esa "manía" y en mi despensa no verás salsa de tomate industrial, pues ninguna puede compararse a la casera, por buena que sea aquélla. Más paridad encuentro en las mermeladas, aunque siempre que se puede consumimos la que hago con la fruta de nuestros árboles. El kiwi me gusta mucho, en casa de mi madre se consumió desde el principio pues también era muy abierta a las novedades, otra cosa que heredé de ella. No tengo sembrados kiwis, así que si quiero hacer mermelada, tendré que comprarlos, aunque con el precio que tienen cara mermelada sale, pero un par de kilos no me arruinarán, aunque lo peor de todo es lo verdes que suelen estar y para mermelada es mejor que estén bien maduros.
    Me encanta el color que le ha quedado a tu mermelada, invita a meter la cuchara y comerla sin tiento.
    Feliz domingo, aquí ya cien por cien otoñal. Un beso.

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    1. Buenos días Isabel. Quizás sea un recuerdo que muchas personas de nuestra generación compartimos, lo casero era lo habitual. Hoy es más sencillo comprarlo todo hecho, incluso muchos jóvenes que comienzan su incursión en la cocina, no tienen este tipo de experiencias vividas, por lo que difícilmente lo echarán de menos. Pero afortunadamente, hay muchos que comienzan y que desean dar un cambio en sus hábitos de consumo, y es ahí donde nosotras como Bloggers jugamos un papel importante haciéndoles ver que hoy también es posible crear este tipo de recuerdos para el futuro.
      Yo siempre digo que comer calidad no es más caro, solo es mejor, y en la medida de lo posible, invertir en productos de este tipo, dado la cantidad que luego comemos, no es ningún dispendio. Aunque yo aproveché que estaban en oferta y me di el gusto, jajajaja…
      El color de esta mermelada es muy bonito, estoy muy satisfecha a pesar de que aún lo era más, antes de hervir los tarros una vez llenos, para esterilizarlos, una vez hervidos se oscureció un poco, así que si no pretendes conservarla durante meses, puedes saltarte ese paso y disfrutarás de un verde más claro, aunque el sabor es el mismo.
      Besos y feliz domingo.

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  4. BUEN DÍA CONCHA!!!
    La consistencia de esta MERMELADA, es como un elixir de REJUVENECIMIENTO, tan rica y concentrada se ve, invita a cucharear sin parar :)))
    Y desde luego que no hay nada que iguale a las hortalizas de huerto propio, porque como bien dices tienen un sabor AUTÉNTICO, y se disfrutan de otra manera; no hay nada como abrir un tomate cultivado en huerto, echarle un pelin de sal o no!!! y comerlo a bocados; recién sacado de la mata... hummm casi que puedo sentir el sabor en mi boca a través de mi mente:)
    Pues nada guapa a disfrutar de tus tarritos lo que duren; que imagino que sera bien poco, jajaaa.
    UN ABRAZO ENORME TESORO ^:^

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    1. Buenos días Conxita. En ef3cfo, esta mermelada es bastante densa, aunque eso también dependerá de lo que reduzca, y si la deseamos más ligera, solo es cuestión de añadir un poco de agua y cocerla unos minutos menos. Pero tal cual queda riquísima. Si te animas, puedes hacer unos tarros para regalar a tus chicos, les encantará en el desayuno, sobre todo a Uma, los pequeños suelen ser bastante golosos y aunque esta mermelada no es excesivamente Dulce, una tostada con mantequilla y mermelada es una gozada.
      Besos guapísima y feliz tarde de domingo.

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  5. Pués quien sabe, igual me animo un día que esté fuertecilla :))))

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  6. ¡Buenos tardes, Concha!. Qué recuerdos me trae tu post de hoy. En casa, cuando vivía mi abuela, a finales de verano, también hacíamos conserva de tomate, y lo envasábamos al vacío en unos botes de cristal grandes altos. Como bien dices, como el sabor de las conservas hechas en casa no hay nada, igual que la mermelada de kiwi y lima que nos traes hoy. Me parece muy original. Los kiwis que has utilizado se ven buenísimos. Me imagino el sabor tan rico que tiene que tener, tiene una pinta exquisita. Me gusta tomar la mermelada con pan y queso crema, guardo tu receta para hacerla en cuanto tenga oportunidad. Besos y feliz tarde de domingo.

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    1. Buenas tardes Elvira, ahora que lo comentas, mi madre también utilizaba esos frascos altos, de un litro, recuerdo que algunos eran de zumos y otros comprados, lo de reutilizar y reciclar ya era algo usual por aquellos años.
      Ahora es normal encontrar mermeladas de todo tipo, pero aún así, lo casero siempre gana con creces. Esta te gustará.
      Besos guapísima, igualmente para ti feliz tarde de domingo.

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  7. Buenos días Concha, soy súper fan de los kiwis, y el mermelada es una manera perfecta para tenerlo siempre a mano. Además es súper saludable, y al ser casera no tiene comparación con las comerciales. Aunque yo alguna vez compro algunas que se vende calidad. Pero vaya que como las caseras ningunas. Un beso.

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    1. Buenas tardes Silvia. Hacer nuestras propias mermeladas compensa cuando tenemos excedentes de frutas, o también si las encontramos a buen precio. Para todo lo demás, efectivamente, tenemos en el mercado un amplio surtido de marcas de calidad por las que siempre me gusta apostar como alternativa.
      Besos y feliz tarde.

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  8. Querida Concha, cuando te leo expresando tanto sentimiento me emocionas. Tus recuerdos cocinando junto a tu madre y hermanas también los tengo muy parecidos. Como la tuya mi madre es una excelente cocinera y un poquito se nos ha pegado a cada una de mis hermanas. Ya sabes que tengo bastantes, igual que tu. Por eso leyéndote me conmueves y me gusta.
    Debo decirte que esa mermelada de kiwi es todo un lujo. Te ha quedado estupenda ¡¡¡ Vale la pena hacerla mermelada casera ya que en el mercado no hay muchas de esta fruta. Además, la calidad de tu mermelada no puede ser inferior a la de compra. Tiene un brillo precioso.
    Besos.

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    1. Buenos días Mj. Gracias por tus palabras, ya sabes que estas cosas me salen del alma y me cuesta moderar lo que cuento sin resultar empalagosa, pero es que yo soy así, por delante y por detrás de la ventana.
      Nuestras madres nos han dejado un legado de recetas y buen hacer en la cocina, que aunque nosotros lo adaptemos a los tiempos que corren, se nota que hay una buena base, y no todo el mundo puede presumir de ello. Yo me siento orgullosa de poder compartirlo, por eso mi espacio es tan personal.
      Te recomiendo probar esta mermelada, es una alternativa muy sencilla a las comerciales y sin nada añadido extra que debamos minimizar.
      Besos, disfruta de un lindo día.

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  9. Buenos días, Concha: no soy consumidora de kiwis, pero esta mermelada sí que me gustaría. Sólo ver la textura y el color ya invita a probarla. En mi caso no sería con una tostada, me seduce más como acompañamiento de ciertas carnes tales como el solomillo y la presa ibérica o el magret de pato o incluso en una buena tabla de quesos.
    Me imagino la animación que habría en la cocina de tu madre cuando hacía las conservas y le ayudabais en la tarea. Debía ser trabajoso para una niña, pero ahora los recuerdos ahí siguen. Y ya veo que de tal palo, tal astilla jajaja.
    Besos.

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    1. Buenas noches Gloria. Pues no creas que es mala idea tu maridaje, al ser esta una mermelada diferente, casa con platos a los que un ligero toque dulce lo haga brillar. Yo suelo utilizar mermeladas especiales en tablas de quesos, así que gracias por la sugerencia.
      Mi casa siempre fue una casa con mucha vida, un continuo ir y venir porque somos muchos, y aún a día de hoy, raro es el día que no nos juntamos unos pocos sin necesidad de excusas, ni botes de conservas, jajajaja…
      Besos y feliz noche.

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  10. Buenas noches, Concha:

    ¡Qué pintaza tiene esa mermelada! La verdad es que llevo unos cuantos blogs visitados que han publicado mermeladas y esta es una de mis elaboraciones pendientes. Me da un poco de respeto por el envasado. Ahora bien, lo explicas de maravilla y me la voy a guardar para probar.

    Un besito y feliz fin de semana.

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    1. Buenas noches Rosa. Quizás la primera vez te resulte un poco complicado, pero no lo es, como ves es una tarea sencilla, tan solo tienes que tener cuidado para no quemarte, porque hay que rellenar los frascos con la mermelada hirviendo, por lo demás, como explico, solo es cuestión de organizarse y tener paciencia, para esperar a probarla, pasados unos días, aunque sí no la vas a conservar por mucho tiempo, puedes guardarla en el frigorífico sin necesidad de hacer el vacío y dura bastantes días sin estropearse, aunque yo prefiero hacerlo y así no tengo que comer mermelada todos los días, a todas horas y durante un mes, Jajajaja….
      Besos y buen fin de semana.

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  11. Hola Concha. No sé la razón, pero pensaba que la semana pasada no habías publicado y menos mal que al venir a leerte la del domingo, he descubierto esta rica mermelada. Yo sí que tengo dos de kiwi con manzana y son favoritas. La tuya queda espectacular.
    Recuerdo rellenar botellas con tomate rosa que es el que se cultivaba en mi pueblo e incluso algún verano en casa. Recuerdo el olor y sabor inigualables y lo que costaba sacarlo de las botellas. Lo que no sé es qué eran los polvillos que le ponían imagino para que se conservara mejor, pero ni idea.
    Pongo pan para tomar mermelada de kiwi y también me comería un buen tomate de aquellas botellas. Para consolarme, justo hoy he descubierto ai estar en Valencia una herboristería que vendía unos tomates rosa y me he llevado kg y medio a 3 euros. Dados los precios, no está mal pero me falta comprobar que están ricos.
    Un beso.

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    1. Ya ves Marisa, mientras nada me lío impida, aquí estaré m puntual como un reloj.
      No estoy demasiado satisfecha con las fotografías, la luz no era la adecuada y parece más oscura de lo que en realidad es, pero si tienes tus mermeladas, que ya he ido a echarles una ojeada, sabes que además de un color precioso, está riquísima, por lo que merece la pena hacerla.
      El otro día compré tomates Rosa a 2’40€ y ya me parecieron caros, pero el sabor compensa, espero que los tuyos también.
      Besos y feliz día.

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  12. Mi querida Cancha. No soy yo mucho de kiwis, aunque en mermelda seguro que si me iba a agradar. Con este calorcito tan rico...besos

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    1. Gracias Olga. Te recomiendo probarla, quizás hasta cambiarias de opinión y descubres que esta es tu mermelada.
      Besos

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