Tarta de Galletas | Pachanga
Hoy quiero enseñaros mi particular versión de una tarta casera que no necesita horno, lo cual siempre se agradece, sobre todo cuando a pesar del calor toca hacerlo en verano, o te ves en la necesidad, por petición y deseo expreso de alguien a quien le gusta mucho las cosas de toda la vida, de preparar algo dulce para una merienda especial, y yo que no me hago mucho de rogar, en ocasiones así, le doy el gusto, porque ¿quién no se ha metido en la cocina para satisfacer la gula dulcera de aquellos a los que quiere? Desde luego, yo, la primera, porque es posible de manera rápida y sencilla, si de por medio está un postre socorrido donde los haya, cuya base es un Flan de Vainilla o unas ricas Natillas con Galletas.
Preparados a la manera tradicional, en su base de ingredientes son solo cuatro cosas las necesarias, y que por lo común solemos tener casi siempre a mano, huevos, azúcar, leche, un poco de maicena y algún que otro aroma al gusto, como canela, limón, vainilla, chocolate y las para mí imprescindibles galletas María, como colofón a uno de los postres caseros más deliciosos y fáciles de elaborar que podamos poner en nuestra mesa. Pero seamos francos y reconozcamos que desde que allá por la mitad del siglo pasado, cuando aparecieron en los mercados los socorridos preparados en sobre, fueron la tabla de salvación de muchas amas de casa, cuando deseando complacer dulcemente a la familia, sin que ello supusiera descuidar la economía doméstica, echaban mano de uno de estos dulces sucedáneos y problema resuelto.
Al igual que sucede con esta tarta, casera donde las haya, pues probablemente más de uno la hayáis preparado en cualquier época del año para festejar algún evento familiar, premeditadamente o como recurso de última hora. Porque no podemos negar que la Tarta de Galletas es un postre atemporal, y que en la década de los ‘70 fue la protagonista de cumpleaños por excelencia en la mayoría de los hogares españoles, una época en la que sin pretensiones, disfrutar de un momento dulce y sin derroches, hacía la vida mucho más agradable al común de los mortales. Y no solo en fiestas de cumpleaños, cualquier evento era perfecto para prepararla, al menos en nuestra casa, recuerdo que incluso hubo una en el día de mi Primera Comunión.
Fue una Tarta de Galletas, con mucho chocolate entre capa y capa, preparada por mi madre, además hubo otra tarta superbonita de merengue italiano, llevaba un montón de bolitas de anís plateadas, de aquellas que el ratón chiquitín de Susanita, comía con chocolate y turrón, estaba adornada con flores rosas de obleas y coronada por una minúscula muñequita vestida de blanco, la tarta de merengue, la hizo mi prima Mari Pepa, confitera por herencia y que por aquella fecha, acababa de llegar de Madrid donde estuvo estudiando pastelería, recuerdo imágenes grabadas en mi memoria, que no sé dónde fueron a parar, he buscado entre las fotografías antiguas y no he encontrado ninguna, una lástima porque me hubiera gustado enseñároslas, por aquel entonces mi padre era aficionado a la fotografía e iba con su Yashica colgada al cuello a todos lados inmortalizando escenas de familia, que guardaba y aún conservamos en una lata de dulce de membrillo; pienso en lo rica que estaban las dos tartas y se me hace la boca agua, aunque la que más éxito tuvo entre los niños, fue la tarta de galletas de mi madre, y mira que era sencilla, pero ya sabemos que habiendo chocolate por medio, no hay niño que se resista y este tipo de tartas lleva mucho, pero para mi gusto, en su justa medida.
De pequeña adoraba esta tarta elaborada con galletas María remojadas en leche con canela y un chorrito de Brandy, que ponía un toque de chispa entre capas de flan de sobre, a la que mi amiga Annie y yo, con el candor de la edad llamábamos «Pachanga» y nos moríamos de risa, no sé exactamente porqué, pero si entendemos por pachanga al alboroto, diversión bulliciosa, fiesta popular o familiar, generalmente con baile, le va como anillo al dedo por ser la tarta estrella de todas las fiestas en nuestra casa, ¡oye!, que igual la llaman así en otros sitios y aún no me he enterado, nunca es tarde para investigarlo, ya me contaréis cómo la llamáis vosotros; sólo recuerdo que en mi infancia habiendo pachanga de por medio, sacábamos los discos de vinilo y el picú (tocadiscos, del inglés Pick-up) que era más viejo que el hilo negro, heredado por mi padre, de mi abuelo, y daba igual si sonaban las canciones de Camilo Sesto, Jeanette, Los Brincos, Fórmula V, los Beatles, Boney M, los Bee Gees, y entre otros, mi idolatrada Concha Velasco, porque en cuanto escuchábamos a la “Chica Ye-yé”, mis hermanas y yo, bailábamos poseídas por el ritmo de la música como auténticas fanáticas, ¡Ja, ja, ja…!
Existen multitud de variantes de este tipo de tartas de galletas, incluso no es una exclusividad en España, ya que también otros países la tienen como referente de los dulces rápidos caseros, como la famosa Chocotorta argentina de galletas chocolinas, os lo contaba hace unos meses cuando publiqué mi Trifle de Chocolate con Arándanos; es fácil de preparar, no necesita horneado, y si pedimos a los niños que nos ayuden, se apuntarán con alegría al sentirse parte importante de la elaboración de su tarta favorita, para ellos mismos o para sorprender a alguien.
La que os enseño hoy, la preparé para celebrar los cumpleaños de mi Pepita y "el niño", que casualmente coinciden en la misma semana; a pesar de lo grande que es, cayó casi entera entre todos los congregados, estaba tan buena y fresquita que apenas sobraron un par de porciones que al día siguiente estaban mucho más ricas, es una de esas tartas que ganan con el reposo, por eso será condición sine qua non prepararla como mínimo con un día de antelación, también para que solidifique y nos facilite el corte, dejando la decoración para último momento si queremos que los bombones estén a temperatura ambiente.
Sé que con esta tarta no voy a sorprender a muchos de los que me visitáis, porque es una tarta que prácticamente no necesita receta, pero cuando la hice, alguien a quien le gustó mucho y me pidió que le explicara cómo la había montado, y ahora le complazco para que la tenga siempre a mano. También, probablemente, habrá a quien le venga bien algunos de mis recomendaciones, que por sencillas que sean, no todos se atreven a prepararla por miedo a no conseguir ese punto de cuajado ideal de las cremas intercaladas entre capas de galletas, para que el corte quede limpio, prepararla con flan de sobre asegura un resultado perfecto, aunque tampoco pasa nada si se desparrama un poco por el plato, la vista no será tan atractiva, pero de sabor seguirá estando buenísima.
He utilizado galletas tostadas rectangulares, porque encargué a mi Carmen que comprara galletas sin concretar ninguna específicamente, y estas fueron las que trajo, pero podéis utilizar cualquier otro tipo que os gusten, normalmente las recomendadas son las galletas María o las María hojaldradas, que son las que prefiero utilizar ya que absorben bien la humedad de las natillas, creando más consistencia para soportar el peso de las capas, y así evitar que la tarta se rompa o desmorone al cortarla; con galletas hojaldradas mojadas en leche con un chorrito de brandy en molde corona o savarín era la versión que hubo en mi Comunión, aunque quedaría igual de rica con cualquier otro tipo de galleta y en el formato que más guste. Una puntualización sin importancia, pero ahí lo dejo por si interesa.
Comenzamos.
INGREDIENTES
- 300 gr de Galletas Tostadas
- 1 sobre de Flan Potax
- 1,200 l de Leche
- 4 c/s de Azúcar
- 10 c/s colmadas de Cacao 70%, en polvo (especial para chocolate a la taza)
- ½ tableta de Chocolate con Leche
- Bombones
- Canela molida
ELABORACIÓN
- Poner ½ l de leche en un cazo, diluir el sobre de flan y el azúcar.
- Llevar a ebullición, removiendo con una varilla. Hervir un minuto. Reservar.
- En una jarra de Pyrex, calentar ½ l de leche, en el microondas. Una vez templada, añadir el cacao y remover hasta diluir completamente los posibles grumos.
- Introducir en el microondas y calentar un par de minutos a máxima potencia. Remover y calentar 20 segundos más. Remover hasta conseguir una crema densa y fina. Reservar.
- Poner 200 ml de leche en un bol. Espolvorear con la canela. Mojar las galletas, una a una, y proceder a montar la tarta.
- En una fuente de Pyrex o molde rectangular, montar las capas:
- Cubrir el fondo con una primera capa de galletas mojadas en leche con canela.
- Verter un poco de flan, hasta cubrirlas.
- Disponer una segunda capa de galletas mojada en leche con canela.
- Añadir la mitad de la crema de cacao y extenderla con ayuda de una lengua de repostero, por encima de las galletas.
- Cubrir con un tercera capa de galletas mojadas en leche con canela.
- Verter un poco de flan para cubrir las galletas.
- Disponer una cuarta capa de galletas, de nuevo mojadas en leche con canela.
- Cubrir con el resto de crema de cacao.
- Espolvorear con virutas de chocolate con leche, que haremos con un rallador.
- Tapar con film de plástico. Guardar en el frigorífico.
- Decorar al gusto con los bombones en el momento de servir.
Hola Concha, hoy con tranquilidad me he paseado por tu blog para saborear esta delicia de tarta. Nunca he hecho este tipo de dulces, ni tengo el recuerdo de haberlo comido. Eso si, lo he visto mucho por las redes. Se ve muy fácil, sin horno y como bien dices con ingredientes que siempre tiene una en la despensa. Veo por tus recuerdos que es un dulce tradicional, de los de la abuela. Ese corte que nos has presentado con la capita de chocolate en medio debe ser el detonante de un sabor increíble. Me la apunto. Un día u otro cae.
ResponderEliminarFeliz domingo.
Qué curioso, Mj, al ser una tarta tan popular, pensaba que todo el mundo la tendría como referente en sus recuerdos. Quizás por eso de verla tanto en las redes y que en nuestra casa, si era un fondo imprescindible de dulcerío del bueno, jajajaja…, por lo que pensaba eso, que todo el mundo la ha comido en su momento. Te invito a prepararla, ya verás cómo gusta a todos en casa.
EliminarBesos guapísima y feliz domingo.
Hola Concha. Pues hoy en día no me sorprendes con esta tarta pero si retrocedemos unos 17 años, ya lo creo que sí pues no la descubrí hasta hace aproximadamente esos años, cuando me la pusieron en un restaurante de un pueblo de Andalucía. Para mí fue todo un descubrimiento, no la conocía, se la suele llamar "tarta de la abuela" y como le tengo un poco de manía a todo lo que bautizan "de la abuela", nunca la pedía. Aquélla vez es que ya no quedaba otro postre...
ResponderEliminarVaya memorión que tienes, qué envidia. Yo no recuerdo absolutamente nada del menú de mi comunión, sí del resto del día pero ni idea de la comida. Veo que guardas unos bonitos recuerdos, lástima de fotos, me ha salido la vena cotilla y me hubiera encantado ver alguna.
Tu tarta de galletas tiene una pintaza estupenda, no me extraña que apenas sobrara nada. ¿Sabes que es una receta que no he preparado nunca? Tengo todos los ingredientes, incluido el flan de sobre, que hay que ver lo socorrido que es. A lo mejor me animo, reduciendo los ingredientes a un tercio, que sólo somos dos en casa y una tarta grande nos dura casi lo mismo que una pequeña y no es plan...
Feliz domingo. Un beso.
Isabel, a lo mejor, como le comentaba anteriormente a Mj, es por efecto de las redes sociales, que pensaba es algo tan común en todas las casas. Al menos en mis círculos si lo es, incluso ahora que lo mencionas, quizás sea un postre andaluz, cualquiera sabe, porque no me atrevería yo a certificarlo, jajajaja…, también sé que la llaman tarta de la abuela, pero yo no la tengo como referencia, a mi abuela, digo, porque cuando yo era chica, ellas ya eran bastante mayores , y a excepción de algún que otro guiso, poca cosa más probé de ellas, así que tampoco me gusta llamarla así, con la casualidad coincidencia que, a mí me produce cierta sensación incómoda todo lo etiquetado como tal, jajajaja…
EliminarA las cosa me gusta llamarlas por su nombre, y eso de: “la abuela”, “mi madre”, “ la tía Fulanita”, “la tata Mengana”, etc., no lo utilizo en mis recetas, por regla general, que no es que tenga nada contra eso, que conste, jajajaja…
Es cierto que tengo una memoria de elefante, ya me lo dicen en casa, especialmente para los recuerdos bonitos, y si, lo del menú de mi comunión lo tengo latente, porque hemos hablado de ello no hace mucho, en una de las reuniones familiares, donde afloran sentimientos a raudales y te producen todo tipo de sensaciones, en fin, ya sabes lo que es esto de la nostalgia, a veces una, incluso se pone ñoña, jajajaja…
Anímate y prepáralo para los dos, puedes hacerlo en las cantidades que te apetezca, ya ves que no es una receta que dependa de las medida, aquí todo es relativo.
Besos y feliz domingo.
Hola de nuevo amiga.
ResponderEliminarNo te lo vas a creer, pero no recuerdo haber comido nunca esta tarta cuando era pequeña (parece mentira, verdad) la descubri de mas grande, cuando una compañera dectrabajo la trajo un dia por su cumpleaños al trabajo y me dije, por fin la pruebo.
En casa nunca la he preparado, tendre que hacerla alguna vez.
Por cierto esa musica que dices siempre sonaba en mi casa, a mis padres les gustaba mucho la musica y siempre estaba puesto el tocadiscos con toda clase de musica.
Me llevo un trozo de tu tarta recordando esos momentos, que los echo de menos!!
Un besazo
Ya ves, Amore, pues yo pensaba que era tan popular, que todo el mundo la había probado en algún momento, evidentemente, no era así, por tanto, ya tienes aquí cómo prepararla, y pones solución al problema, jajajaja…
EliminarSolemos asociar la música a la felicidad, y esos recuerdos hay que mantenerlos vivos para que perduren en el tiempo.
Besos y achuchones para los tres, de los dos.
QUIEN NO SE PONE "DULZONA" ANTE ESTA MARAVILLA!!!
ResponderEliminarLeyéndote, he recordado tantas cosas que me recuerdan a mi niñez, que estoy convencida que somos de la misma "quinta".
Incluso el nombre de tu prima MARI PEPA, parece sacada de un libro de la época.
Me gustan tus NARRACIONES, rememoras y aprendes leyéndolas, y tu que eres una ESCRITORA escondida en un cajón, sacas todo lo que llevas dentro a la primera que puedes.
Aparte de rogarte que me prepares un buen pedazo de esta tarta (eso si es que aún queda), me llevo sin tu permiso un bonboncín de lsa que lleva, porque ahora mismo termino de comer y se me ha antojado.
Y para premiarte, te dejo un regalito, que creo que te puede gustar.
https://www.youtube.com/watch?v=y5V76SjUsgU
UN ABRAZO MI REINA ^:^
Conxita
Buenas tardes Conxita, soy de la generación de la E.G.B., ya sabes, la mundialmente conocida como generación X, esa que creció aprendiendo a leer con la primera cartilla de Palau, y comíamos donuts y phoskitos, en los recreos, Jajajaja…, así que seguramente andamos cerca.
EliminarMi prima era y es, mucho mayor que yo, y aún seguimos llamándola Mari Pepa, es su seña de identidad.
Gracias por tus elogios, dudo estar dotada para la escritura, pero el haber sido, toda la vida amante de la lectura, y obsesa de las palabras, me lleva a escribir correctamente hasta los WhatsApp, jajajaja…, no soporto, en mis textos, las faltas de ortografía, aunque si alguna hubiera, sería por un gazapo, y en cuanto lo veo, no vivo hasta corregirlo, lo que algunas veces, me ha dado un poco de ansiedad , si no puedo hacerlo al instante, jajaja…, pero si, es cierto, cuando me pongo a escribir, sale todo lo que pasa por mi cabeza, y lo cuento tal cómo soy, sin filtros, ni medias tintas.
Por mí estaría encantada de hacerte llegar un trozo de esta tarta, lástima que el Glovo no llegue tan lejos, Jajajaja….
Besos guapísima, que tengas una buena tarde con tu Pucky.
Ya veo que eres mucho más joven que yo, porque en mi niñez no existían los donuts ni los phoskitos; además a buen seguro que ni los hubiera probado porque tuve una madre muy estricta ::(
ResponderEliminarSi, si eres una buena escritora, y eso ni se compra ni se vende.
Yo en lo único que no pongo acentos es en Instagram para no entretenerme, pero también sufro por ello.
Nos leemos bonita ^:^
Bueno Conxita, no es que yo los comiera a diario, pero de vez en cuando, alguno caía como recompensa a mi buen comportamiento, jajajaja…
EliminarGracias de nuevo, eres un cielo.
Querida Concha. No me sorprendes porque esta tarta es muy famosa, pero te puedo asombrar a ti diciéndote que yo, hasta que no tuve blog, no tenía ni idea de que existía. En mi casa se cocinaba muy tradicional, recetas de familia, de la zona... pero cuando se salió mi madre que no era la que cocinaba porque tenía tía abuela en casa que lo hacía por ella, aprendió la de moka y esa fue la más famosa de la época.
ResponderEliminarTambién te parecerá extraño que no la haya hecho yo ni probado y es que cuando abrí el blog, mi dieta sin casi todo, ya estaba en mi día a día. En casa la golosa soy yo y aún no la he adaptado a sin azúcar porque las galletas que no lo llevan me sientan fatal por el tipo de edulcorante que llevan.
Como ves, una pena y a lo mejor es una buena idea ponerle galletas con azúcar y hacerla mini.
Imagino que tras leerme, entiendes que me encantaría comerla porque con lo que me gustan las natillas y la canela más el chocolate, el mono dulce se ha activado en seguida.
Es siempre un placer leer tus recuerdos de familia. Sois afortunados porque aún, aunque nunca será lo mismo, podéis seguir reuniéndoos alrededor de la mesa con la excusa de cocinar para disfrutar en familia.
Gracias por compartir todo. Ese corte enamora.
Besos.
Buenas tardes Marisa, realmente la sorprendida hoy, estoy siendo yo, como en mi casa está era una tarta tan habitual, he dado por sentado, debido a su popularidad en redes, que era algo común, ahora me explico porqué he visto en muchos blogs interpretaciones que nada se parecen a la original, con mucho queso, o nata, que eso sí que no lo lleva la original, pero ya sabemos que a veces los cambios, no hacen sino versiones distintas, pero igualmente ricas.
EliminarQuizás encuentres la versión adecuada para ti alguna vez, cada día hay más galletas sin azúcar en el mercado, he probado muchas, porque las compra mi hermano, y algunas están muy bien conseguidas, con respecto al sabor. Todo es cuestión de experimentar, o incluso hacerte tus propias galletas, y de eso sabes más que yo.
Besos y feliz tarde de domingo.
Hola concha en mi casa se hacia mucho cuando era pequeña , es una delicia besitos
ResponderEliminarBuenas tardes Inma. Claro que sí, es una tarta riquísima.
EliminarBesos y feliz semana.
Hola Concha. ¡Cómo disfrutábamos con las cosas sencillas hechas con tanto amor por nuestras madres!. Si te soy sincera, nunca he preparado esta tarta pero tenía ganas de tener la receta, así que la tuya me viene de lujo. Te ha quedado con una pinta increíble, con un corte limpio. Seguro que a mis chicos les gustaría probarla. Mi hermana la ha hecho alguna vez, y también la he visto en algún restaurante. Es una tarta sencilla y rica a la vez, para darse un capricho de vez en cuando. Besos y feliz semana 😘
ResponderEliminarBuenas noches Elvira. Ya ves que esta tarta es muy sencilla, a ti seguro te queda perfecta. Yo he querido hacerla fiel a la receta original, con flan de sobre y chocolate a la taza, bien denso, como una ganache, pero admitiría otros cambios, como indico, aunque confieso que nunca la hago diferente, tal cual nos gusta mucho en casa.
EliminarSi te animas, ten por seguro que tus chicos te darán el like, jajajaja…
Besos, disfruta un buen lunes.
Mi querida Concha. Esta tarta es una auténtica delicia. La conocí hace unos años, con el blog, pues de pequeña nunca la comi. Mi nadie no hacía tartas, las compraba, y no ne gustaban, las comía mis amiguitos y yo ni probar jajaja.te ha quedado divina.besos
ResponderEliminarBuenos días Olga, ya veo que muchos la conocéis gracias a la Blogosfera, es curioso, porque en mi entorno era muy popular.
EliminarImagino que de pequeña te pasaría lo que a muchos niños, comerías con melindreo y ahora gustarte todo, o casi, jajajaja…
Besos
Buenos días mi Concha: esta tarta es a la que mi marido llama "la tarta" y mis hijos casi que también, y preparada como toda la vida de Dios, con "Flanín el Niño", que es como está buena, porque a veces le he puesto crema pastelera y aquí no le gusta, dice que no le pega. Lo que es el disco duro del cerebro, cuando algo se recuerda con deleite, no hay quien se lo saque. De todas formas tu tarta pelín actualizada está porque el cacao y los bombones no se le ponían, esas "chuches" son de cosecha personal, aumentan el sabor y son más vistosas desde luego, pero antes no se paraban tanto, por lo menos en mi casa. Tampoco daba tiempo, hasta caliente nos la comíamos. Seguro que ha servido para que pasarais uno de esos ratos en familia que tanto os gustan y hacéis bien en celebrar. Eso es lo que importa al final y si es con dulce, mejor.
ResponderEliminarUn beso.
¡Ay, menos mal! Pensaba que yo era la única que veía esta tarta como “La Tarta” jajajaja…,
EliminarEfectivamente, tiene que ser con ”Flanin el Niño” o "Flan Potax” que son los que quedan con esa cremosidad perfecta, he probado otras marcas como “ Royal” o marcas blancas, y no es lo mismo, que no digo que no sean buenas, pero para que esta tarta quede perfecta, me gusta apostar por lo seguro.
Lo del cacao y bombones, efectivamente es de mi cosecha, porque mi madre la hacía preparando el flan con colacao, para la capa de chocolate, no recuerdo cómo lo hacía , pero quedaba riquísima, yo le he dado una textura de ganache, para que quede con cuerpo, pero se pueda cortar perfectamente, ya sabes que a veces hay coberturas demasiado crocantes y fastidian el resultado de un corte limpio. Evidentemente al ser una tarta en la que las medidas no son estrictas, como en la pastelería en general, siempre admite variantes, y darles nuestro toque personal. En mi caso, los bombones fueron un acierto, porque además de los de puse para decorar la tarta, tuve que poner la caja en la mesa, para que los chocolateros se quedaran a gusto, con el chocolate hay algunos que no tienen límite, jajajaja…
Besos, disfruta un buen lunes.
Buenos días, Concha: Mi madre era muy golosa y solía preparar postres caseros (natillas, flanes, arroz con leche, rosquillas, torrijas...) sin embargo no recuerdo que hubiera hecho nunca tartas ni otro tipo de repostería. En las fiestas de cumpleaños u otras celebraciones el encargado de ir a la pastelería a por la tarta y/o los pasteles era mi padre que también era muy dulcero.
ResponderEliminarLa primera vez que probé esta tarta fue en una fiesta de cumpleaños de una amiga de la carrera. No recuerdo como la llamaba, aunque creo que el nombre era más bien descriptivo, algo así como tarta de galletas y chocolate. La fiesta se celebró en el piso de estudiantes donde residía y la tarta la preparó ella misma. No debieron de quedar ni las migas, jajaja. Más o menos lo que debió ocurrir en tu casa en la fiesta de tu Pepita y "el niño".
Ya sabes que no soy muy de dulces, pero sí que me tomaría una porción para probarla.
Besos.
Buenos días Gloria, eran otros tiempos, como digo, celebrábamos cualquier cosa con dulces sencillos, y efectivamente, si queríamos una tarta más especial, evidentemente había que ir a comprarla. Y no creas que ahora no es lo mismo, al menos en nuestra casa, porque teniendo un confitero en la familia, con su propio obrador, para momentos así, siempre echamos mano de sus pasteles y tartas.
EliminarEntiendo lo que pasó en la fiesta de tu amiga, no recuerdo ni una sola ocasión similar, en la que sobraran dulces, porque el goloseo es como una fiera indomable, que en cuanto entra por los ojos, no hay quien lo pare, jajajaja…
Venga, no te contengas, esta tarta entra sola y no te arrepientes haberla hecho, por lo riquísima que está.
Besos, pasa una buena tarde de lunes.
Buenos días Concha!. Sera sencilla, será fácil, será muy vista pero...siempre quedas de lujo con ella, a mi me encanta y la tuya pìntaza.
ResponderEliminarSiempre este tipo de tartas te traen un montón de recuerdos, es lo que me ha sucedido a mi.
Un placer leerte y en cuanto a las puntualizaciones dé todo se aprende, ya sabes como pienso al respecto.
Que tengas una buena semana!.
Un fuerte abrazo.
Buenas tardes Concha. Me alegra saber que tengas recuerdos agradables, espero, con tartas de galletas, cuando vemos estas cosas que nos remueven por dentro, mejor si son sentimientos agradables.
EliminarBesos y feliz tarde de lunes.
¡Hola Concha! Este pastel si que es fruto del ingenio, lo que ahora llamamos creatividad. Hace apenas cinco o seis décadas muy pocas cocinas en nuestro país disponían de horno. Llegaron las galletas María y Flanín El Niño, que no Royal. Las abuelas y madres del momento pudieron obrar el milagro de la maravillosa tarta sin horno. Hoy nuestras cocinas se desbordan acumulando muchísimo más de lo que necesitamos.
ResponderEliminarLa tuya lleva tu toque personal y seguro que está fantástica.
Gracias por traer esta propuesta que nos recuerda la historia reciente de nuestro país.
Feliz tarde. Bstes.
Buenas noches Emma, sin duda la habilidad que derrochaban las amas de casa de la época, hoy sería arrasaduras en redes sociales, no olvidemos que con los escasos medios que disponían, hacían verdaderas maravillas. Quizás esta tarta es una de las más sencillas, tampoco tiene mucha ciencia, pero lo importante era tener algo dulce y vistoso, y evidentemente, la necesidad agudiza el ingenio.
EliminarBesos
Madre, madreeee!!!
ResponderEliminarEsa vena dulzona que te sale por todos lados.
Poquito hay que rogarte de algo dulce para que ya lo estés preparando.
A mi cada vez me cuesta más dar caprichos gastronómicos, la verdad. Es que estoy con una vagancia que no sé yo como va a terminar la vida bloguera.
Cuando me contabas el otro día que ahora tienes a "tu santo" en casa y que no para de darte ideas para el Blog, en mi caso es todo lo contrario. Desde que tengo yo el mío en casa, dedicarme a esto me cuesta horrores. Con decirte, que los últimos platos que he cocinado y eran interesantes para el Blog, ya no los he fotografiado. De hecho, tengo en la cámara tres platos fotografiados desde hace 2 meses. Eso de acumular nunca me había pasado, pero es que prefiero aprovechar el buen tiempo en paseos y no estar horas delante del ordenador. Uff no quiero seguir hablando de esto, que la protagonista es tu estupenda tarta. Seguro que a tu Pepita le encantó. Eso habrá sido cómo volver a los '70 ;) . Que por cierto... Felicidades por su cumpleaños!!!
Besos ♥♥♥
Buenas tardes Preciosa. Te entiendo, y es que no creas que yo estoy a punto todo el tiempo, me cuesta, lo que pasa es que cuando tienes al lado a alguien mucho más activo que tú, es imposible quedarse quieta, de hecho, hoy mismo he cocinado un plato de pasta, y no he podido evitar sacarle fotos, lo tenía a mi lado azuzando para que lo hiciera, jajajaja…
EliminarAhora el único problema es que me falta tiempo para publicar, ya sabes que mis entradas no son escuetas precisamente, y necesitan un buen rato para editarlas.
Comprendo que quieras salir, aprovechando el buen tiempo, aquí sigue haciendo tanto calor, que, por lo menos a mí, me da pereza y lo que hago es sacarle partido al estar en casa más horas.
Besos y gracias de parte de mi Pepita.
Buenas noches Concha, no sabes los recuerdos que me trae esta tarta de galletas. En casa se preparaba mucho, para cumpleaños, para ocasiones especiales. Es una tarta que nos gustaba a todos, y realmente la devorábamos porque es una verdadera delicia. A mí me encanta y hace muchísimo tiempo que no la he probado, ahora al ver la tuya me han entrado ganas de prepararla de nuevo. Un beso.
ResponderEliminarBuenas noches Silvia, es cierto, esta tarta nos remueve por dentro en cuanto la vemos, a mí me pasa igual, por eso tenía pendiente compartirlo hace años, y ahora ha llegado el momento perfecto porque es ideal para no encender el horno, pero no quedarse sin tarta.
EliminarBesos