Magdalenas de Leche | Magdalenas del Niño


A estas magdalenas las llamamos en casa Magdalenas del niño porque, dejadme que os lo cuente, aunque no sé si os interesan mis historias, o quizá las leéis porque os resultan entretenidas, sea como fuere, este es mi espacio y aunque a veces me extienda, es imprescindible leerme para entender mis desmesuras, por si acaso, hoy no puedo menos que contaros el porqué las llamamos así.

Nunca he publicado en DBM nada que no haya cocinado yo, a excepción de algunos platos en los que he necesitado ayuda, cocinar y hacer fotografías a la vez, es complicado, sobre todo cuando son pasos en los que corres el riesgo de ver la cámara flotando dentro de la salsa y muera dentro de la cazuela, soy muy cuidadosa con mis cosas y no es cuestión de andar corriendo riesgos, la verdad.

Estas magdalenas que os enseño, no las hice yo, sino mi hermano, al que a pesar de ser el mayor, seguimos llamándole cariñosamente entre nosotras "El Niño" y le encanta ser nuestro niño mimado entre tantas niñas, amén de que en Sevilla es común referirse cariñosamente a quienes queremos, como niño o niña, sin importar la edad que uno tenga o el mencionado sea más viejo que Matusalén ¡Ja, ja, ja...! Que no, que es broma, que el niño tan solo tiene once años más que yo. En más de una ocasión, he contado que es un cocinero en ciernes, y como el niño es un intrépido, no hay reto que se le resista, siendo de familia confitera, incluye hacer incursiones en la repostería casera, a veces con mayor o menor éxito, pero que a nosotras, las niñas del Pepín (así nos llaman las primas de mi padre desde que eramos chicas), nos saben a gloria bendita, por el empeño que le pone a todo lo que hace. 


Hace unas semanas, desde Semana Santa hasta Feria, hemos pasado unos días de lo más ajetreados y moviditos en casa de mi padre, por diversas circunstancias, una de ellas y quizás la más agotadora, físicamente hablando, ha sido tener a los pintores, con toda la casa desmantelada metida en cajas, para hacer un integral, no ha quedado ni un rincón sin remover. Ya os hacéis una idea del lío que se monta, porque vaciar las habitaciones, se hace rápido, pero luego, tras la pintura, llega el zafarrancho de limpieza y vuelta a poner todo en su sitio, aunque es laborioso, también resulta entretenido, mientras distraes la mente, a la vez que vas encontrando cosas que se van guardando como tesoros o que se tienen completamente olvidadas. 

Es estas de organizar la casa estábamos "las tres mellizas", mi Carmen, mi Pepita y yo, cuando apareció uno de mis primeros cuadernos de recetas, casi se me sale el corazón de la emoción, por la cantidad de recuerdos que removió dentro de mí, pues recoge mis primeros experimentos dulciarius pasteleros, también me hizo sonreír al recordar la de intentos hasta conseguir que La receta de la Felicidad me quedara perfecta, o las guardadas como auténticos tesoros, la de los Pestiños de mi madre, o la del finísimo Cabello de Ángel para las dulces y deliciosas Empanadillas que ella preparaba como nadie, en fin que la cosa no quedó ahí, porque durante el almuerzo, entre un '¿me pasas el pan?' o un ‘sírveme un poco de Gazpacho, por favor', comentaba mi hermano cuánto le gustaban las riquísimas magdalenas que horneábamos en el antiguo horno de gas.


La receta era de esas pasadas de boca a oreja, entre mi madre y sus amigas, y que con mi tesón por conservar todas esas cosas tan deliciosas, anotaba en cuadernos con pulcra caligrafía infantil, de manera un tanto curiosa, enmarcando títulos con rotuladores de colores, e ilustraciones de mariposas, florecitas, caracolillos y gatitos, por aquel entonces no pensaba yo en el orden alfabético, el cuaderno es más bien una colección caótica, donde igual te encuentras la receta de mi primera Tarta de Manzana, seguida de cómo guisaba mi madre unas sustanciosas Cabrillas con Tomate, ¡ja, ja, ja…! Aunque aquí en DBM, todo lo tengo bien ordenado, en el Índice y las diferentes páginas temáticas, en cuanto a publicaciones, sigo haciéndolo a mi manera, sin seguir ningún patrón, sino que comparto cada domingo lo que me sale del alma.

Después del almuerzo, el niño me pidió con insistencia que hiciera unas magdalenas para merendar, tenía todos los ingredientes necesarios para ello, el único impedimento era la cantidad de faena y cosas por organizar acumuladas en las cajas, esperando ser colocadas tras la limpieza, y sin pensar que pudiera hacerlo, se me ocurrió decirle: 

«¡Niño!¿Porqué no las preparas tú, y nos sorprendes para merendar?»

Y lo hizo, como os lo cuento, que el niño tuvo un antojo y se metió en faena porque no le parecieron complicadas, y aunque puso la cocina manga por hombro, lo dejó todo bien recogido tras la batalla confitera, bajo amenaza de caerle la del pulpo, que conste ¡ja, ja, ja...! Y aquí está el resultado, unas deliciosas magdalenas, dignas de ser compartidas. Ya veis, como digo siempre, mis recetas son cien por cien fiables, a la vista está, que a mi hermano, siendo sus primeras magdalenas, siguió la receta al pie de la letra, con el único cambio del azúcar blanco por azúcar de abedul (recomendada para diabéticos) y refrigerando la masa previamente (porque lo había leído en Internet) Yo nunca lo hice y las suyas quedaron perfectas. Las magdalenas del niño me han hecho sentir tan feliz, que sin haberlas hecho yo, a excepción del relleno de las cápsulas y el azúcar espolvoreado por encima, que fue en lo único que metí mano, las recomiendo como si fueran mías, porque lo son.
Comenzamos.



INGREDIENTES
  • 3 Huevos de Nuestras Gallinas Felices (L)
  • 300 gr de Harina de Repostería
  • 200 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra (puede ser de Oliva suave, Girasol, Maíz)
  • 200 ml de Leche Entera
  • 200 gr de Azúcar de Abedul (o Blanco)
  • 16 gr de Levadura Royal
  • Ralladura de una Naranja Ecológica (o Limón)
  • Una pizca de sal fina.
  • c/n de Azúcar blanco para espolvorear.
  • Molde para magdalenas.
  • 24 cápsulas de papel para magdalenas


ELABORACIÓN
  1. Cascar los huevos en un bol. Añadir el azúcar y la pizca de sal. Batir hasta que se disuelva el azúcar y esté espumoso.
  2. Verter el aceite y la leche, junto a la ralladura de naranja. Batir ligeramente.
  3. Mezclar la harina con la la levadura. Tamizar.
  4. Añadir poco a poco al batido, mezclando con la espátula con movimientos envolventes, hasta conseguir una pasta uniforme.
  5. Tapar y reservar en el frigorífico unas dos horas como mínimo.
  6. Precalentar el horno a 200 ºC / 10 minutos. Calor arriba y abajo.
  7. Cubrir los huecos del molde para magdalenas, con las cápsulas de papel.
  8. Rellenar con un cacillo, en sus ¾ partes. 
  9. Espolvorear cada magdalena con una pizca de azúcar. (Hice la mitad con azúcar de abedul, y no surtió ningún efecto, la segunda hornada lo hice con azúcar blanco, y resultó un aspecto mucho más vistoso y ligeramente crocante).
  10. Hornear a 180 ºC / 18 minutos. Calor solo abajo, sin ventilador.
  11. Repetir para la segunda hornada vigilando los tiempos, ya que el horno estará caliente.





Para ilustrar la escena de las imágenes de estas ricas magdalenas, eché mano de un libro que leí allá por el pleistoceno de mi adolescencia, lo hice hace cuarenta años, como lectura obligada por mi profesora de literatura en el instituto, "La tesis de Nancy" de Ramón J. Sender. Es otro de los tesoros que he desempolvado mientras hacíamos la limpieza entre mis libros olvidados, y resultó especialmente curioso al abrirlo por una página al azar, la pág. 194, donde leía un fragmento por bulerías, que me viene como anillo al dedo para resumir la oleada de sentimientos que me hicieron fluir estas deliciosas magdalenas en una dulce y tranquila merienda familiar, tras estas semanas de zozobra. Y dice así:

«"Er querer quita er sentío,
lo digo por experiensia,
porque a mí me ha susedío"»


La Tesis de Nancy | Ramón J. Sender (1962) | Páginas 194/195

La tesis de Nancy es una novela epístolar, basada en diez cartas que Nancy, una chica americana con 24 años, escribió a su prima Betsy en Pensilvania. Nancy es una estudiante de Antropología y Literatura en la Universidad de Sevilla, aunque vive a unos 20 km, en Alcalá de Guadaira, distancia que salva a diario ayudada por una escocesa, Mrs. Dawson, propietaria de la pensión dónde se hospeda. Pasa en esta ciudad un año con el propósito de escribir su tesis doctoral, y durante ese tiempo cuenta sus experiencias andaluzas, vividas junto a su novio Curro, gitano celoso y extrovertido, y a Soleá, vecina de la que se hace amiga, todo transcurre mientras intenta descifrar los giros de la lengua andaluza, malinterpretando, en la mayoría de las veces debido a su ingenuidad, la idiosincrasia, el costumbrismo y la picaresca de la sociedad española de la primera mitad del s. XX. 

Como el propio R.J. Sender apunta según la cita de Miguel de Cervantes:  

«“Hacer reír es tarea de discretos”»

Así que sin más preámbulos os animo a leer y ¡Disfrutadlo!


La Tesis de Nancy | Ramón J. Sender (1962)








Comentarios

  1. Buenos días, Concha: me encantan tus historias, las leo, las voy recreando en mi mente y sonrío al imaginarlas. Lo de encontrar el cuaderno tuvo que ser increíble y "el niño" muy apañado que ni corto ni perezoso os hizo una merienda estupenda y las magdalenas le quedaron de lo más chulo.
    Besos y feliz domingo.

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    1. Gracias Gloria, si te gustan ya me doy por satisfecha. Besos y disfruta de un buen domingo electoral.

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  2. Buenos días, cuantos recuerdos me trae a mi también Ramón J. Sender, su "Réquiem por un campesino español" fue muy leído entre los jóvenes de mi generación en época de cambios de todo tipo. Si investigo yo en casa de mi madre, alguna joya, que no se hubiera llevado la riada hace unos años, encontraría seguro.
    Pasando a vuestras magdalenas, que hoy hay que hablar en plural, son las de toda la vida, que a lo mejor por ello nos saben mejor, las que educaron el gusto y las que hacían nuestras madres en su mejor época. Las ha preparado tu hermano con la receta de tu madre, tu libreta y su maña para que salieran bien y poder degustarlas en la mejor compañía, ¿habrá algo mejor? Yo creo que no.
    Mis vacaciones en Toledo han sido una pasada, cuatro días agotadores que han merecido la pena.
    Un beso.

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    1. Buenos días Lola. Creo que si juntáramos los libros que tenemos entre todas las Cabello, nos da para montar una biblioteca pública, que son muchísimos, pues todos somos lectores empedernidos. No concibo la vida sin un libro entre las manos, por eso son tantos los que he leído en mi vida, que cuando encuentro uno que no recordaba, y sé que me gustó, porque eso sí lo recuerdo, lo vuelvo a leer y descubro otra perspectiva que con los años no te hubieras planteado la primera vez.
      Me alegra saber que tu viaje ha sido un éxito, esas pequeñas escapadas son necesarias y hacen mucho bien.
      Besos y feliz jornada electoral.

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  3. Hola Concha, tu sigue en explayandote así que a mi de encanta leerte y disfrutar de tus historias que me sacan más de una sonrisa. Que subidón cuando encontraste el cuaderno, eso sí que es un tesoro y es que los recuerdos son nuestros tesoros.
    Mis felicitaciones para el "niño" que en un plis os preparó una merienda de lo más rica y con una pintaza tremenda 👌que disfrutes del domingo corazón te mando un abrazo grande achuchao

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    1. Buenos días corazón, gracias por las palabras y por tu fidelidad.
      Parece que como mi vena repostera se niega a aflorar con la misma intensidad de antes, el niño quiere tomar el relevo, y a la vista está que va bien encaminado, jajajaja…
      Besos achuchaos de todo ‘corasón’ Feliz domingo.

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  4. Hola Concha !
    Siempre que se hace limpieza en profundidad aparecen tesoros escondidos que ya teníamos olvidados .
    Hace unos meses también hicimos nosotros repaso en casa de mi suegra y rescaté unos libros de cocina antiguos que estaban guardados en cajas , unas cestitas de mimbre preciosas , platos etc… eso sí , no tuve a nadie que me preparara ninguna receta como tú has tenido a tu “niño”.
    Menudas magdalenas que se ha marcado , parecen de exposición .
    Una ricura que estoy segura desaparecieron pronto y que os ayudaron a seguir con la tarea mucho más contentos .
    Un beso y feliz domingo amiga .

    Bego de Acordes Culinarios

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    1. ¡Oh, vaya por Dios, Bego! Es increíble que nadie se apiadara de ti, Jajajaja…, ya sé que tú te las pintas solas divinamente para hacerte unas magdalenas o lo que haga falta, sin que se te mueva el flequillo, jajajaja…, pero de vez en cuando guasa que nos lo pongan por delante, pero no te quejes, que también sé que tienes por ahí a tu media naranja, que te hace unos panes de locura, igual con un poco de mermelada, te das el caprichito y más feliz que una perdiz, ¿o no? Jajaja…
      Besos guapísima y feliz tarde de domingo.

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  5. Hola Concha. Las obras en casa y las mudanzas son los momentos perfectos para encontrar "tesoros" que teníamos traspapelados u olvidados y que en un abrir y cerrar de ojos nos transportan a otra época, otros sueños, otras nosotras... Casi siempre hay cierta nostalgia en esos tesoros pero tú encontraste unas ricas magdalenas que le han quedado estupendas a tu hermano, ese primer plano lo dice todo, estoy por cogerte una cuando no mires, jajaja...
    Feliz tarde de domingo. Un beso.

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    1. Pues nada Isabel, sírvete a gusto que aquí hay magdalenas para todos, jajajaja…
      Besos y feliz semana.

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  6. "El querer quita el sentío"
    Y estas magdalenas también, porque que mejor cosa para mojar en leche de buena mañana o acompañando un cortadito por la tarde; aunque... a cualquier hora vienen bien, y el NIÑO, tuvo buena mano vaya que si!!!
    Bueno, finalmente todo quedó en su sitio después de la pintura; y como dicen que "no hay mal que por bien no venga", ya ves que recuperaste tesoros semi olvidados para poder volver a revivirlos y disfrutar con ellos.
    Como siempre ha sido un placer leerte; y no solo porque nos entretengas, sino porque siempre aprendemos contigo.
    UN BESO CON ABRAZO INCLUÍDO AMIGA QUERIDA ^:^

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    1. Gracias Conxita, si te resulta entretenido mi post, me doy por recompensada a todo el trabajo que me da escribir, aunque lo hago con gusto por supuesto.
      Besos guapísima y feliz semana.

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  7. Hola, Concha!. Jajajaja, me parto con tu post de hoy.¡Qué anécdotas tan bonitas nos cuentas hoy!. Qué apañado 'el niño', qué maña se da haciendo magdalenas, le han quedado deliciosas. Qué ilusión cuando encontraste tu cuaderno de recetas, yo guardo el mío con mucho cariño, y también recoge las recetas principales de abuela y mi tía. Desde luego que cuando pintas se lía una gorda, pero mira el lado positivo pensando el buen rato que habéis pasado todos los hermanos. Un abrazo y feliz domingo 😘😘

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    1. La verdad es que era una tarea que nos ha costado hacer, porque el trabajo era mucho, pero ahora ya está todo en su sitio, y da gusto verlo todo tan blanco y luminoso.
      Ya sabes que me gusta contar historias, si además os hace reír, mira, mejor, yo no tenía ni idea que mis cosas pudieran ser entretenidas, pero cuando se narra la vida de manera amena, puede ser hasta gratificante para una misma.
      Gracias Elvira, si mis magdalenas tienen tu visto bueno, para mí es un sobresaliente, jajajaja…
      Besos y feliz semana

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  8. Vaya tela el niño... qué buena mano tiene para la repostería, cada vez le sale mejor... qué pena que estoy tan lejos y no las pude catar...
    Ya sé el repaso integral que habéis dado a la casa... papá me daba el reporte cada noche, "chiquilla, cómo han trabajado hoy tus hermanas..."; hacía tiempo que esta tarea estaba pendiente, ¡cuánto me hubiera gustado estar ahí con vosotras!
    El libro de de La tesis de Nancy, me lo leí en la facultad, y me encantó, a mi también me trae muy buenos recuerdos, creo que estaba entre mis libros "olvidados", a ver si algún día me los puedo ir trayendo para poder volverlos a leer, hay joyas literarias que nunca pasan de moda... Besos, mi preciosa, te quiero mucho.

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    1. De casta le viene al galgo ¡Ja, ja, ja...!
      Ya sabes que no ha sido fácil, además del trabajo, también hemos tenido que lidiar con otras tareas, tú ya sabes, pero con la ayuda de Dios todo está encauzado y superado, ahora sólo hay que mirar adelante y contar los días para que volvamos a estar juntas, y si de paso el niño nos deleita con una de sus obras culinarias, el plan será perfecto, jajaja...
      Besos 'miarma' yo también te quiero una jartá ♥♥♥

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  9. Hola Concha, me ha hecho mucha gracia lo de el niño. Porque en casa pasa lo mismo, todos somos mayores y sin embargo vamos diciendo el niño, o la niña, o la nena. En fin cosas de familia que se hacen con mucho cariño. Las madalenas se ven buenísimas, y me las imagino súper tiernas, solo hay que verlas, un beso.

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    1. ¡No me digas, Silvia! Es que en España somos muy de demostrar el cariño a nuestras familias, de manera intensa, y parece que con diminutivos es cómo más tierno, jajaja...
      Besos y feliz semana.

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  10. Buenas tardes Concha!. Menudas magdalenas y menuda historia. Ya sabes que me encanta leerte, paso un rato ameno. Me imagino tu ilusión al descubrir tu libreta de recetas, me hubiese pasado lo mismo.
    Buena semana!.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Gracias Concha, es un placer para mí saber que te gusta lo que escribo. Besos guapísima y feliz semana.

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  11. Buenas noches Amore, ya he llegado de trabajar y he cenado, pero viendo tus magdalenas, se me han antojado y que disgusto tengo porque esta semana no he horneado ninguna y mira que me apetecen, en fin me quedo con las ganas.
    Que bien encontrar ese cuaderno te olvida de todo el zafarancho que te queda por delante.
    Vaya con tu niño que buena mano tiene tambien en la cocina, de casta le viene al galgo, jaja.
    Le han quedado divinas esas magdalenas, yo le hago siempre el truco de la nevera y horno caliente y menudo copete salen.
    Buenas noches 😘

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    1. Buenos días Raquel.
      Hay veces que las cosas son necesarias hacerlas, otras porque te vienen y no hay más remedio que afrontarlo, te gusten o no, y si te genera ansiedad, estrés o cansancio, incluso las tres cosas a la vez, es gracias a este tipo de cosas, ¡vamos! Lo que se dice, agarrarse a un palo ardiendo, lo que te hace sentir que hay que echar para adelante con lo que nos echen. Por eso me resulta tan buenos estos ratitos de placer.
      Besos Amore, feliz día.

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  12. Hola Concha, buenos días. Por lo que te comenté en Instagram ya sabes que tanto las magdalenas (libreta de recetas), como el libro forman parte también de mi vida en cierto modo.
    En mi casa nos ha faltado el niño porque éramos todo chicas, pero hace gracia que también se han conservado diminutivos que surgieron en la infancia.
    La pintaza de las magdalenas es impresionante y me ha entrado un mono enorme, me comería una ya mismo.
    Con azúcar de abedul la masa una vez horneada se desmenuza más pero también están buenas, aunque nunca es lo mismo que con un copete con azúcar.
    Ahora ya no tenéis excusa para pedirle al niño que os prepare más cosas ricas.
    Me ha hecho ilusión que me recuerdes la Tesis de Nancy, no añado nada más porque ya te lo dije por Instagram y ahí la tengo a pesar de que tuve que deshacerme de muchos libros éste lo conservo.
    Me voy a desayunar que me ha entrado mucha hambre.
    Felicita a tu hermano y feliz día.
    Besos.

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    1. Buenos días Marisa. Recuerdo cuando me contaste todo lo que has tenido que ir dejando atrás, estos últimos años. No es bueno aferrarse a las cosas materiales, pero a veces es precisamente por cosas como estas, por las que mantenemos la cordura y nos sentimos mejor. Los libros para nosotras, que amamos la lectura, son auténticas dosis de felicidad, aunque sean historias ficticias, reconforta recrearse en los personajes, haciéndonos una imagen a nuestra manera. En el caso de La tesis de Nancy, lo recordaba tal cual lo estoy leyendo ahora, pero es cierto que al releerlo, descubres nuevos detalles, incluso algunos personajes los visualizas de manera diferente, y eso hace que la historia parezca otra vez más interesante.
      Es cierto que con el azúcar de abedul, la miga se deshace un poco más, en el Reels de Instagram que compartí se aprecia perfectamente, pero la verdad es que está muy bien conseguido, y para los que no podéis tomar azúcar blanco, os viene perfecto, al menos no tenéis porqué privaros de algún dulce, de vez en cuando. Siempre que no tengamos problemas de salud, es mejor hacerlas con azúcar normal, todo con moderación no hace daño.
      Besos y feliz día también para ti.

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  13. Hola Concha!!
    Felicita al niño de mi parte porque estas magdalenas se ven de panadería!! ESPECTACULARES.
    Las historias que cuentas las transmites tan también que es como estar viendo y viviendo las situaciones.
    Madre lo que cuesta remover toda una casa!! Y cómo es normal, es ir encontrando tesoros olvidados. Eso si que entretiene jeje.

    Ahora viene la parte que me vas a matar... En una de esas renovaciones en la casa, y hará cómo 4 años, me encontré un montón de libretas con recetas que escribí cuando era adoleciente. Libros que me dejaban y los escribía enteros pasado a mano. Pues los tiré todos a la
    basura :( .
    ¡Y como son las cosas!, que este fin de semana me lo recordaba mi hija jeje.
    Qué le vamos hacer... ya no hay cuenta atrás, me pilló en un momento de hacer mucha limpieza y rápida.
    En fin, esta es también mi historia jaja. Así que unas magdalenas como estas, si estaban en mis apuntes, no las podré hacer. Me apunto ahora las del niño ;)

    Besos ♥

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    1. Gracias mi Pepi Preciosa, lo haré de tu parte.
      Me gusta amenizar mis platos con historias verídicas, y que más auténtico que la vida de una, son pequeños retazos porque plasmarlo todo en un post sería imposible, por eso intento sintetizar para no extenderme, pero conservando lo esencial para que os hagáis una idea de lo que se mueve detrás de la pantalla, jajaja...
      Y sí, te mataría, jajaja, pero también te entiendo porque a mí me ha pasado con otras cosas, en momentos de agobio, no te paras a pensar en las consecuencias de un acto como el de tirar cosas, y luego llegan las lamentaciones cunado eres consciente que tampoco ocupaban tanto espacio, y sobre todo si merecía la pena deshacerse de ellas. Lo que yo hubiera dado por ver esos cuadernos tuyos, los imagino con ordenados y caligrafía, un tesoro que hoy ya no nos concedemos, porque cada vez escribimos menos en papel, una lástima la verdad, yo escribo mucho sí, pero ayer mismo precisamente estaba anotando una receta que voy a compartir próximamente, y al repasarla me costó trabajo descifrar algunas palabras, y eso que reconocería mi letra hasta en la oscuridad, jajaja..., pero esto de los dispositivos móviles, sobre todo yo, que soy una mujer a un iPad pegada, jajaja..., me priva del placer de la escritura sobre papel.
      Besos y feliz tarde preciosa.

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  14. Mi querida Cancha, qué ricasnson las magdalenas, y éstas tuyas están diciéndome "cómeme, cómeme". Un beos enorme

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    1. Gracias Olga. Me alegra que te gusten. Besos igualmente para ti.

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  15. Pues tendré que probarlas Concha, primero por lo riquísimas que parecen y segundo porque aún no he conseguido una magdalenas decentes, y si a tu niño le han quedado así de preciosas, malo será que yo no lo consiga jajaja, guarda ese cuaderno como oro en paño que esos recuerdos no tienen precio.
    Besos A vueltas con los pucheros

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    1. Buenos días Cristina, ya te digo yo que si al niño le salieron a la primera, es porque la receta está chupada, jajajaja…
      Besos y buen finde.

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  16. Querida Concha¡¡¡ llego con una semana de retraso y aunque ya las había visto en tus otras redes no sabía que la mano que las había elaborado era la de tu hermano. Caramba con el hombre, le han quedado preciosas, con su sombrerito abultado y un color precioso. Felicidades a ambos. Y digo a los dos ya que imagino que tu has sido la autora de las fotos.
    Espero que ya estés recuperada del lio de la pintura y orden en la casa de tu padre. Yo pinté el año pasado una parte de mi casa y es muy trabajoso.
    Besos. Y buen inicio de semana, en Barcelona es fiesta el lunes , la segunda pascua.
    😘🌺🌺

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    1. Pues ya ves Mj, mi hermano entra poco en la cocina, pero cuando se propone algo, no pierde el tiempo, lo estudia al detalle para que le salga a la primera, y le sale, otras no tanto, pero mientras no desista en el intento, yo lo dejo que actúe a su libre albedrío, jajajaja…
      Besos

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