Macarrones con Pollo y Calabacín al Aroma de Limón

Tras unas semanas de descanso por vacaciones blogueras, regreso intentando dejar mi bandeja de recetas pendientes, más limpia que una patena, basta ya de remolonear procrastinando publicaciones, y que tarde o temprano sé que las tengo que compartir porque son interesantes; Si os dijera que este plato de macarrones lo tengo guardado desde junio del año pasado, bueno, el plato no, las fotografías, costaría creerlo, pero la marca de agua me delata, aunque podría haberlas reeditado, la pereza se apodera de mí por instantes, quien me conoce de veras no daría crédito, porque siempre estoy dispuesta para todo, especialmente si es para cocinar, pero estoy agotada mentalmente, un cúmulo de circunstancias que se van sumando, y cuesta hacer las cosas con la disposición que me caracteriza.

Hice este plato para abrir el frasco de Limones Encurtidos al estilo marroquí, que preparé en conserva allá por febrero, el primer plato que cociné con uno de esos deliciosos limones fue para probarlos, como no sabía si me gustaría no hubo sesión bloguera, una cosa es lo que se tiene en mente y otra muy distinta el resultado, pero una vez el guiso iba tomando consistencia me fue enamorando, especialmente por el suave aroma a limón, el plato quedó tan rico que volví a prepararlo tan solo unos días después, hice las fotografías, lo edité, lo guardé en borradores y lo fui dejando dejando, hasta hoy.

👉 Limones Encurtidos 👈

Como primera impresión os comento que su sabor cítrico me ha gustado muchísimo, con notas claramente de limón, pero nada ácido, tampoco es dulce, con una curiosa textura, al sacarlos del líquido de conserva, agua con sal únicamente, son un poco resbaladizos, escurridizos como una anguila, al tocarlo tuve esa sensación que produce en las manos, cuando te pones crema hidratante en exceso, y por más que te frotes, o pases un pañuelo, siguen estando untuosas. Después de manipularlos, y tras enjuagarme y secarme las manos, quedaron suaves y con un agradable aroma de limón un buen rato. Quien sabe, a lo mejor hasta he descubierto, sin tener ni idea de cosmética natural, una nueva fórmula hidratante de manos, aunque no lo veo probable, tal vez sucedería como con mi Risotto de Arándanos.

Lo que hice fue pasarlos ligeramente por agua, pero de pasada, temía que perdieran sabor, pero no fue así. Aunque he leído en diferentes sitios, que se puede utilizar hasta la pulpa, en mi plato sólo añadí la cáscara pues no me quise arriesgar a que fuera tan invasivo que el protagonista absoluto fuera el limón, quitando relevancia a la pasta o el calabacín, y aunque se nota ese agradable toque cítrico no es para nada dominante, quizás sea este uno de los platos de pasta más deliciosos que he cocinado nunca, es fragante y sabroso, todo queda en equilibrio y armonía. 

Para la elaboración de este plato, utilicé un calabacín de los del huerto de mi padre, era de tamaño exagerado así que no lo puse entero, aún siendo tan grande no tuve que pelarlo, estando recién cosechado y dada la calidad de las hortalizas ecológicas, tienen una piel fina, que incluso se puede comer en crudo. También he utilizado un poco de Salsa Marinara para cubrir la base de la fuente y así queden más jugosos y no se peguen al hornearlos, también se pueden servir sin necesidad de gratinarlos. Aunque no es la protagonista de mi receta, ya os he hablado en alguna ocasión de ella por ser un imprescindible en mi despensa, sirva como reseña que es una salsa de tomate frito originaria de Nápoles, esta conserva que compro en un gran almacén americano, está elaborada con tomates ecológicos de verano, y no lleva nada de azúcar, sin embargo no es nada ácido, por lo que me gusta mucho más que las conservas de tomate frito, ya sea de grandes marcas o marcas blancas, porque en la mayoría de los casos tienen un alto contenido de azúcar extra añadido. La salsa marinara original se hace con tomate, cebolla, ajo, apio y albahaca, y por supuesto, un buen aceite de oliva virgen extra, aunque al ser casera existen muchas variantes según los gustos, pudiendo contener incluso anchoas y alcaparras, se utiliza como base de arroces, salsas para carne o pescado, pasta, pizza, etc. En definitiva no deja de ser una salsa de tomate, pero con un sabor especialmente casero, muy natural, que te transporta a la Bella Italia en un soleado y radiante día de primavera o verano.

Me alegra haber preparado, tanto el encurtido, como este plato de pasta, aún habiendo sido de manera inopinada, estos aromáticos limones deberían pasar a ser una buena conserva como fondo de despensa, según tengo entendido, tienen muchas posibilidades de utilización, tanto en platos salados como en dulces, que yo por cierto aún no he probado, pero lo pienso hacer en cuanto la vena repostera vuelva a aflorar en mí, imagino el saborcito que deben tener en un suave y mullido bizcochito o un jugoso plumcake de lima limón, con su glaseado por encima y se me hace la boca agua, ¿no pensáis lo mismo? Comenzamos.

Macarrones

INGREDIENTES 

• 200 gr de Macarrones
• 1/2 Calabacín Ecológico XXL (900 gr)
• 2 Pechugas de Pollo (430 gr)
• 3 Cebollas pequeñas 
• 1 Limón Encurtido
• 2 c/p de Especias Otomanas
• 3 c/s de Salsa Marinara
• Sal y Pimienta 
• Aceite de Oliva Virgen Extra
• 60 gr de Mantequilla 
• 30 gr de Harina
• 300 ml de Leche
• Queso curado de oveja, recién rallado 

Calabacín Verde Ecológico

ELABORACIÓN 

1. Cortar las pechugas de pollo en dados de 1 cm.
2. Salpimentar el pollo, añadir las especias y un poco de aceite. Mezclar. Reservar.
3. Pelar y picar las cebollas en brunoise.
4. Cortar el calabacín en dados pequeños, conservando la piel si son tiernos.
5. Cubrir una sartén parisién con aceite, añadir la cebolla y sofreír.
6. Añadir el pollo y saltear hasta dorar la carne.
7. Añadir el calabacín y saltear a fuego fuerte unos minutos.
8. Quitar la pulpa al limón, enjuagar ligeramente bajo el grifo y cortar la corteza finamente.
9. Añadir el limón picado al calabacín, mezclar.
10. Cocinar unos cinco minutos a fuego fuerte hasta que el calabacín esté tierno y los jugos hayan reducido.
11. Cocer los macarrones en abundante agua con sal, según tiempo recomendado por el fabricante.
12. Cubrir el fondo de una fuente de horno, con la salsa marinara.
13. Escurrir los macarrones y extenderlos sobre el tomate.
14. Cubrir con el salteado de pollo y calabacín.
15. Hacer una crema ligera, tipo bechamel líquida.
16. Verter por encima del salteado, cubriendo toda la superficie.
17. Espolvorear el queso rallado, en cantidad al gusto.
18. Precalentar el horno 10’ a 250 ºC. Hornear 20’ a 180 ºC, gratinando unos minutos hasta que el queso adquiera un ligero tono dorado. Y listo para servir.