Risotto de Arándanos | Risotto ai Mirtilli
Siempre que tengo una nueva receta en mente, no puedo evitar sentir mariposas en el estómago, es una extraña sensación que me hace sentir como si fuera la primera vez en mi vida que cocinase, pero que desaparece en cuanto me pongo delante de la cocina y enciendo los fogones.
Eso es lo que me sucedía con este Risotto; cuando cociné por primera vez mi Risotto de Fresas, me gustó tanto cocinar un plato salado con frutos rojos, que tuve la idea de hacer uno similar con Arándanos porque me fascinan, era una fijación que no podía quitarme de la cabeza, pero antes de hacerlo consulté en Google a ver si alguien lo había hecho antes que yo, ¡qué desilusión! O qué alegría cuando ante mis ojos aparecieron un sin fin de ellos, llamadme ingenua, pensé que sería la primera, nunca lo hubiera imaginado, las referencias se contaban por cientos (parece ser que ya está todo inventado); Por lo visto es una receta originaria de los Alpes Austriacos, ¡claro! cómo no iba a serlo teniendo los bosques que tienen, seguro están repletos de abundantes frutos del bosque en verano ¡y gratis!, lo extraño sería que no se les hubiera ocurrido a ellos; La disparidad de colores que vi me hacían sentir vértigo, no quería ni pensar en fracasar en mi "no-invento" habiendo Arándanos por medio, y no solo por lo caros que son, sino porque quería hacer algo distinto y que saliera bien a la primera, por eso he puesto los cinco sentidos para conseguir un plato excelente, y creedme que así ha sido.
A pesar de mi experiencia cocinando, no puedo evitar ponerme nerviosa cuando hago algo por primera vez, ya sé que no es el primer Risotto que cocino, pero si es algo novedoso para mí. Como es habitual en mi cocina, suelo guiarme con frecuencia de mi instinto, por eso después de mi desilusión por no ser yo la pionera en este impresionante risotto, y pese a haber leído unas cuantas recetas, decidí crear mi propia versión original.
Tenía un buen trozo de Pecorino Romano, un queso con denominación de origen protegida, que por su consistencia dura es ideal para comer en lonchas muy finas, pero añadirlo rallado a este plato, ha sido un acierto, la diferencia es notable con otros quesos, tiene carácter propio, al ser ligeramente salado aporta notas de sabor que contrasta con el dulce ligeramente ácido de los arándanos. Aunque la idea de utilizarlo, la tomé prestada del Risotto de Calabaza al Pecorino Romano que cocinó mi hermana Pilar para La Olla Vegetariana y que me dejó totalmente encandilada.
Este Risotto, no solo está buenísimo, sino que es una absoluta locura, es fino, es delicioso, es suave, muy sabroso y aromático (no imagináis la fragancia que he tenido en mi cocina toda la tarde), con un color precioso (las fotos no le hacen justicia, al natural es mucho más bonito) e increíblemente elegante y delicado. ¿Necesitáis que os siga contando lo riquísimo que está para probarlo? No lo dudéis ni un momento, hacedlo.
Además para aquellos a los que os apetezca cocinar una cena especial para San Valentín, este podría ser el plato perfecto, ya que enamora a primera vista. ¿Comenzamos?
INGREDIENTES
- 200 gr de Arroz Arborio
- 250 gr de Arándanos
- 30 + 10 gr de Mantequilla
- 1 c/s de Aceite de Oliva Virgen Extra
- 1 Cebolla Morada pequeña
- 120 ml de Cava Semi Seco
- 1 l de Caldo de Verduras
- 50 gr de queso Pecorino Romano
- Sal Rosa del Himalaya
ELABORACIÓN
- Lavar los arándanos, escurrir y reservar.
- Calentar el caldo y reservar.
- Rallar el Pecorino Romano y reservar.
- Poner 30 gr de mantequilla junto con el aceite en una cazuela.
- Picar la cebolla en brunoise y añadirla a la cazuela. Sazonar y sofreír la cebolla hasta que se vuelva transparente, sin dorarse.
- Añadir el arroz y remover para que se impregne con el fondo.
- Verter el cava. Remover.
- Añadir un cacillo de caldo y remover.
- Dejar que se consuma el líquido antes de añadir otro cacillo de caldo, esperar a que se consuma de nuevo, antes de añadir los arándanos (aproximadamente a los 5 minutos), reservando unos cuantos para decorar el plato al servir el risotto. Remover.
- Cocinar a fuego medio sin que pare la cocción.
- Continuar añadiendo pequeñas cantidades de caldo, removiendo continuamente, y esperar que se consuma casi completamente antes de seguir añadiendo más caldo. Así hasta que el arroz esté tierno (aproximadamente unos 18 minutos). Debe estar jugoso, ligeramente cremoso.
- Rectificar de sal si fuera necesario (cuidado con la sal, ya que el Pecorino es un queso bastante sabroso)
- Apagar el fuego y añadir 10 gr de mantequilla en dados y el queso rallado.
- Remover y reposar 5 minutos antes de servir.
Quiero agradeceros vuestro paso por este rinconcito de la cocina de nuestra casa.
Todo lo que comparto lo hago sin interés ni ánimo de lucro, y siempre pensando en haceros la vida lo más feliz posible. Espero que os haya gustado, y que no os marchéis sin dejar un comentario con vuestra opinión o sugerencia.
¡¡Gracias!!
Que receta tan original me ha sorprendido que fuese el ingrediente principal de este arroz. Un beso
ResponderEliminarGracias, realmente es un Risotto sorprendente, perfecto para una comida romántica. Besos.
EliminarConcha, te ha quedado con un aspecto buenísimo. Imagino que la primera vez que a alguien se le ocurriera mezclar el arroz con frutos rojos tuvo que sorprenderse del resultado. Es verdaderamente una buena combinación aunque yo no lo he probado, no he tenido oportunidad aun. Se ve precioso con ese color tan llamativo.
ResponderEliminarA mí de vez en cuando me pasa cuando voy a cocinar algo que me emociona, pero no es en todas las recetas, suele ser con cosas dulces curiosamente no siendo golosa, pero es algo que al no dominar me produce algo de vértigo.... como cuando preparé la famosa Sacher. Esas cosas raras que no sabes el porqué.
En fin, una receta muy buena la que nos regalas hoy.
Muchos besos y buena semana (creo que mucho calor hasta por lo menos el viernes... un levante de los que te tiran).
Patty este es uno de los platos que he cocinado para DBM que más satisfacción me dio, el resultado es bueno, evidentemente, pero es que nunca imaginé que un arroz con arándanos en versión salada fuera excepcional, quizás más de uno piense que es imposible, y que podría confundirte con un postre, pero te aseguro que no, cuando lo comes no piensas para nada en postres, sino en un Risotto impresionante con un sabor exquisito que yo recomiendo para ocasiones muy especiales, a quien se lo pongas disfrutará en grande.
EliminarAquí el día ha sido caluroso, pero la noche es fresca, da gusto estar con el ventanal abierto, mirando las estrellas. Besos.
Maravilloso blog has creado te felicito
ResponderEliminarGracias
EliminarMe acabas de dejar con un tremendo antojo de tu risotto, yo nunca jamas habia visto un risotto con frutos rojos y se ve delicioso! No seras la primera pero creo que muchos no lo habíamos visto, ademas estas haciendo tu propia version asi que tu muy bien! Los arándanos, mirtilos o blueberries son caros, pero vale la pena hacer un plato como este. Aunque te dire que este año como cosa curiosa, los arándanos no subieron tanto de precio. Siempre los compro desde la mitad de la primavera hasta la mitad del otoño (aquí cerca de donde vivo hay muchas granjas que los producen y de muchas variedades) y luego tengo que dejarlos porque empiezan a encarecerse, pero este año no subieron de precio, no se porque. Yo te pediria doble racion!
ResponderEliminarBesos
Gracias Diana, si tienes la opción de comprar arándanos a buen precio, siempre merece la pena por la cantidad de ventajas que tienen frente a los congelados y los deshidratados, nunca serán igual de ricos que los frescos, que precisamente en este Risotto además de imprescindibles, adquieren un sabor excepcional.
EliminarBesos.
Ummm Concha que rico!! mira que siempre me sorprendes y hoy no ha sido una excepción, la pintaza que tiene es tremenda pero es que además me estoy imaginando el sabor y creo que será espectacular, me gustan muchísimo los arándanos así que ya llevas mucho ganado.
ResponderEliminarMil besos preciosa.
Gracias Cristina, este es un plato super especial, de esos que reservo para grandes ocasiones, porque si por la vista te parece impresionante, imagina lo riquísimo que está. Tengo la suerte de vivir cerca de la zona donde se cultivan arándanos y aunque no son muy económicos, compensa porque el cien por cien del producto es comestible, además de ser de calidad excepcional. Ahora los compro en bandejas de medio kg de un tamaño perfecto para todo, y en tarrinas de 225 g con un tamaño enorme, tanto que casi parecen cerezas, y como comprenderás, me vuelvo loquita con ellos, Jajajaja...
EliminarBesos y feliz sábado.