Pollo al Ajo

Confieso que el plato que os enseño hoy, tendría que haber visto la luz en estas páginas antes de tomarme mi tan necesario #OffBlogger este verano pasado, lo tengo cocinado y editado desde Junio, en espera de escribir la entradilla, cosa que suelo hacer en todos mis post justo antes de publicar, pero por una cosa u otra no pudo ser antes.

Lo cociné el mismo día en que Lola | Con sabor a huerto publicó su delicioso Fricasé de Pollo, al que había añadido unas setas Portobello que son mi perdición, fue verlo y desear comer pollo de inmediato, así que eché mano de lo que disponía en casa, precisamente acababa de hacer la compra por la mañana y traje en mi cesta unos muslos de pollo, pero no setas, como lo que deseaba de inmediato era comer pollo y con esa idea lo había comprado, decidí cocinar mi Pollo al Ajo o al Ajillo, que para saciar mi deseo era perfecto; un plato sencillo al que recurro en momentos desesperados, ya que me soluciona el almuerzo. Me encanta el pollo cocinado de este modo no solo porque está riquísimo y se prepara en un abrir y cerrar de ojos, sino porque es una manera de salir airosa, salvándome el pellejo, sin que se note demasiado que me pasé el tiempo leyendo, blogueando o haciendo mis cosas, y de repente soy consciente que casi dejo sin comer a mi gente ¡Ja, ja, ja! 

Además temiendo que el otoño se nos echara encima, ¡Pero qué ilusa puedo ser a veces! He ido publicando casi todos los salmorejos y gazpachos que tenía en mi #ToDoList para enseñaros, y no es que este verano me haya dado el siroco cocinando salmorejos, pero como os decía la semana pasada, DBM estaba escaso en Sopas Frías, y me parecía importante tener publicados algunos de los que más me gustan, que no son todos los que están, tengo unos cuantos más para cocinar y publicar, los que he compartido hasta el momento, son los que mejor acogida tienen en casa.

Pero hablemos del plato de hoy, para las fotos lo presenté sencillo (para muestra, un botón), como os decía, para no variar, entre página y página de mi libro de turno se me fue el santo al cielo y se me echó la hora de comer encima, así que tiré de plato único y postre (a la carta: fruta o yogur), lo ideal sería servirlo acompañado de unas Patatas Gajo o Bastón fritas en un buen aceite de oliva virgen extra son ¡Gloria bendita! (Si queréis pecar al completo, ¡Pecad! Sin remordimientos, ja, ja, ja...) O  qué me decís servido con un Arroz Templado con Arándanos, Pasas y Nueces, un tazón de Gazpacho, o una Ensalada de Tomatitos, por sugerir alguna guarnición, con todo quedaría perfecto ya que al pollo le va bien lo que le pongas.

No me diréis que no es una propuesta más que apetecible y sobre todo saludable, porque ¿acaso no es importante comer equilibrado, sin sentirnos saturados? 😄

¿Y vosotros cómo lo serviríais? Como sugerencia os he propuesto algunas cosita ricas que no os den mucho trabajo, si me preguntáis a mí, elegiría las patatas, para mí no hay cosa más rica que un pollito con papas, lo dejo a vuestra elección; Si os apetece probarlo tal cual, os cuento cómo se hace. Comenzamos.

INGREDIENTES

• 6 Jamoncitos (Muslos) de Pollo
• 1 Cabeza de Ajo (12 dientes)
• 250 ml de Vino Blanco
• 2 hojas de Laurel
• 1 Pastilla de Caldo de Pollo Concentrado
• Sal y Pimienta
• Aceite de Oliva Virgen Extra

ELABORACIÓN

1. Salpimentar los muslos de pollo.
2. Pelar la cabeza de ajos y hacer un corte longitudinal a cada diente.
3. Cubrir el fondo de un perol amplio con aceite de oliva virgen extra.
4. Añadir los ajos rajados y los muslos de pollo. Dorar un poco por todos lados para sellar la piel, y evitar que esta se desprenda durante la cocción.
5. Añadir las hojas de laurel y espolvorear con la pastilla de caldo desmenuzada. Remover.
6. Verter el vino. Tapar y llevar a ebullición.
7. Cocinar a fuego suave durante 30/40 minutos hasta que la carne esté tierna.
8. Servir al gusto, napar con un poco de la salsa resultante.