Salsa Boloñesa de Pollo

Como buena Blogger, tengo la cabeza en constante “ebullición”, son muchas las ideas que surgen en mi mente para cocinar y enseñároslo, pero como no siempre puedo coordinar tiempo y sesión fotográfica, tengo guardados un montón de proyectos, con notas, incluso recetas redactadas de platos improvisados que me gustaron tanto como para volver a repetirlos y compartir en algún momento.

Dándole vueltas a una de esas ideas, me fui al mercado, y es que lo tenía tan claro, que sin una receta específica, sabía qué ingredientes necesitaba mi nuevo plato, reunido todo en mi cesta, regresé a casa, dispuesta a meterme en la cocina para una de mis intensas sesiones blogueras; ante un imprevisto pospuse la nueva receta, pasando al plan B cocinando algo más sencillo que incluyera la carne de pollo picada que acababa de comprar, como os conté en mi Estofado de Pavo a la Andaluza no me gusta congelar la carne, a menos que sea estrictamente necesario.

El caso es que hice Salsa Boloñesa de Pollo como para dar de comer a un regimiento, había comprado 1 kg de carne, que junto a los demás ingredientes, a punto estuve de tener que echar mano de dos cacerolas, pero, me salvé por un centímetro del borde, ¡Ja, ja, ja...! Y encima, con lo escandaloso que es el tomate, ¡Ayomá, cómo se puso todo!, tuve que estar con la bayeta limpiando, para que no llegaran las salpicaduras al techo, ¡Ja, ja, ja...! Pero mereció la pena, porque conseguí una salsa tan deliciosa, que me animé a hacer unas fotos del resultado para compartirlo, pero no en el perol donde la cociné, porque quedó de pena, sino en el bonito cazo que heredé de la abuelita Rosario, así llamábamos cariñosamente a la suegra de mi Pepita, la quisimos tanto como a nuestras abuelas, formaba parte de nuestras vidas desde que yo era pequeña, siempre estaba con nosotros en casa, el 2 de Enero hubiera cumplido 106 años, ese día siempre nos invitaba a merendar Churros con Chocolate, y utilizaba este cazo para calentar la leche, cuando la leche era leche, y se calentaba al fuego y no en el microondas; Rosario, además de buena cocinera, era una persona bondadosa, generosa, cariñosa, elegante y educada, dejó en mí, como legado, su amor incondicional a la familia y su pasión por el ganchillo, entre otras muchas cosas bonitas, también este cazo esmaltado, una auténtica pieza vintage, que se conserva como nuevo pues lo guardo como oro en paño.

La salsa boloñesa o Ragù alla Bolognese, cuya receta original está depositada en la Cámara de Comercio de Bolonia por la Academia Italiana de Cocina, es un clásico de su gastronomía, la he versionado en distintos platos, lo ortodoxo sería hacerla con Ternera y un poco de panceta de Cerdo en el sofrito, para la receta de hoy la he preparado con Pollo y queda riquísima; Esta salsa es perfecta para todo tipo de Pasta larga y plana, seca o fresca, lo ideal son los Fettuccine, los Tagliatelle y los Papardelle, cuya única diferencia entre una y otras es en el ancho de las cintas, al ser planas se impregnan con facilidad de la salsa, lo que hace que la Pasta quede mucho más sabrosa, aunque con Spaghetti también se sirve, no es lo habitual ya que estos son originales de Nápoles; forma parte integrante de la Lasagne al Forno, otra variante sería mi Lasaña de Pollo, puede ser el relleno perfecto de Canelones tipo Rossini, como relleno de Empanadas, Empanadillas, Agujas de Hojaldre, para pasteles de carne como el Shepherd's pie británico, para hacer Berenjenas Rellenas o Pastel de Berenjenas tipo Pasticcio o para la tradicional Musaka griega y todo aquello que se os ocurra preparar con este tipo de salsas elaboradas con carne picada y verduras.

Por lo de la cantidad resultante, una vez cocinada, no me preocupé, puesto que bien guardada en 5 tápers herméticos, una vez fríos fueron directos al congelador, más la cantidad que cociné con Macarrones, para el almuerzo del mismo día; en total obtuve salsa para 6 veces, es decir que con estas cantidades que a continuación indico, se prepararía comida para 12 comensales, eso siempre y cuando la utilicemos tal cual, pero sí a esas porciones le sumamos otros ingredientes como bechamel, verduras, etc., la cantidad aumentará y dará de comer a más comensales, en función del plato que preparemos.

La boloñesa es un básico imprescindible que todos deberíamos tener como fondo de cocina de resistencia, término que ha popularizado Alberto Chicote, pero que todos llevamos haciendo de alguna manera toda la vida en nuestras casas, porque a ver, quién no tiene como previsión de fondo en el congelador algún táper guardado, para comer otro día, de esos que cuando vamos con prisas, o no hemos tenido ocasión de ir a la compra, te salvan la vida.

Aunque el proceso de elaboración de esta salsa sea largo, casi dos horas de cocción a fuego lento y sin prisas, es tan fácil hacerla, que una vez preparada, nos ayudará a salir de un aprieto en más de una ocasión, por eso todo el trabajo recompensa.

¿No estáis de acuerdo conmigo? Seguro que sí, y ahora os explico al detalle cómo se hace. Comenzamos.

INGREDIENTES 

• 1 kg de Carne de Pollo, picada
• 800 gr de Tomate Natural, triturado
• 400 gr de Tomate Natural, troceado
• 50 gr de Tomate Concentrado
• 1 Cebolla Morada
• 1 Zanahoria 
• 1 Pimiento Verde
• 1/2 Pimiento Rojo
• 1 rama de Apio
• 2 dientes de Ajo
• 1/2 Vaso de Vino Blanco
• 2 pastillas de Caldo de Pollo Concentrado 
• 1 c/s de Orégano, liofilizado 
• 1 c/s de Albahaca, liofilizado 
• 1/2 c/s de Tomillo, seco
• Unas ramas de Tomillo, fresco
• Sal y Azúcar 
• 150 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra

ELABORACIÓN 

1. Pelar y picar en brunoise la cebolla y la zanahoria.
2. Quitar las semillas y picar en brunoise el pimiento verde y el rojo.
3. Quitar las hebras a la rama de apio y picar finamente.
4. Pelar los ajos y prensarlos.
5. Cubrir el fondo de una sartén parisién con aceite de oliva virgen extra. Añadir las verduras picadas. Sazonar ligeramente y sofreír.
6. Cuando las verduras estén bien doradas, añadir la carne de pollo y saltear. Sazonar y añadir la pastilla de caldo desmenuzada.
7. Cuando el pollo haya tomado color, verter el vino y dejar evaporar unos minutos.
8. Añadir el tomate triturado, el tomate troceado y el tomate concentrado. 
9. Llevar a ebullición y cocinar a fuego lento hasta que el tomate esté bien frito. Aproximadamente una hora y media.
10. Añadir el orégano, la albahaca, el tomillo seco y las ramitas de tomillo fresco. Continuar cocinando unos 15 minutos más aproximadamente.
11. Durante los últimos minutos de cocción, rectificar de sal y añadir un poco de azúcar al gusto, para reducir la acidez del tomate.
12. Servir al gusto.

Sugerencias con Salsa Boloñesa en DBM

Salsa Boloñesa | Clásica

Boloñesa de Berenjenas | Sin Carne

Lasaña al Forno

Lasaña de Pollo y Calabacín

Macarrones Boloñesa

Spaghetti Bolognese

Berenjenas Rellenas