Torrijas | #SemanaSantaenSevilla


Hoy quiero compartir con vosotros un dulce tradicional, e imprescindible, en nuestra casa, para la merienda del Jueves Santo y Viernes Santo, las Torrijas de mi madre.
No ha habido ni un solo año, sin excepción, que no las hayamos cocinado. Recuerdo, cuando era niña, a mi madre los primeros días de la Semana Santa, metida en la cocina desde el amanecer, haciendo todo los platos, postres y dulces típicos de estas fechas, para cuando llegaran el jueves y el viernes, no tener que hacer nada en la cocina, tan solo calentar y servir la mesa. Era tan eficiente, que no sé cómo era capaz de hacer tantísimas cosas ella sola, sin ayuda de nadie, y en algunas ocasiones ayudada por mi padre que después de estar todo el día en el trabajo, llegaba a casa, y ya nos tenía mi madre a todas acostadas, y él sin dar muestras de cansancio, se arremangaba, para ayudarla a hacer lo que ella ya tenía medio fraguado:

Además de todos los platos salados:
Estos son los básicos más esenciales de nuestra casa en Semana Santa, pero además ahora que ya somos nosotras las que en cada caso, tenemos que poner para nuestras familias, nuestros propios menús, los vamos intercalando con un sinfín de nuevas recetas, eso sí, siempre a base de Bacalao, con lo que la lista de platos se hace interminable.
Valga esta pequeña muestra como ejemplo:

Y un largo etc., que por falta de tiempo aún no he podido subir al blog, pero no os preocupéis que todo se andará.




INGREDIENTES
  • 1 Barra de pan especial para torrijas 
  • 1 Kg de Miel 
  • Un vaso de agua para la miel 
  • ½ l de vino blanco afrutado
  • ½ l de agua 
  • Canela molida 
  • Clavo molido 
  • 4 Huevos 
  • Un chorrito de leche (para los huevos) 
  • Un chorrito de agua (para los huevos) 
  • 1 l de Aceite de girasol

ELABORACIÓN

  1. Orear el pan un rato antes de utilizarlo. 
  2. En un bol mezclar a partes iguales el vino y el agua, mezclar con una pizca de canela y clavo. 
  3. Mojar las rebanadas de pan en dicha mezcla, y ponerlas en una fuente o bandeja. 
  4. Batir los huevos con un poco de leche y agua (esto es necesario, para que al freír las torrijas, el aceite no se vuelva espumoso) 
  5. Pasar las rebanadas de pan por el batido de huevos, y freír en el aceite, que tendremos en un perol bien caliente, (iremos controlando la temperatura del aceite para que no se caliente en exceso, ni llegue a humear, ni tampoco se enfríe demasiado). 
  6. Freírlas por tandas de a dos, y sacarlas a una bandeja. 
  7. Calentar la miel con un poco de agua, cuando comience a hervir, ir enmelando las torrijas, dejándolas dentro de la miel hirviendo al menos un minuto. 
  8. Una vez bañadas en la miel, disponerlas en una fuente amplia, y rociar con la miel sobrante para que queden bien jugosas. 
  9. Es necesario que se enfríen bien antes de comerlas. 
  10. No introducirlas en el frigorífico para que no se pongan duras.















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