Este es un rico bocado, que a modo de aperitivo o entrante, preparamos casi al instante, ideal para una cena ligera.

La berenjena es una de mis hortalizas favoritas, sobre todo las que durante el verano, recogemos del huerto de mi padre, están tan buenas que las cocinamos de tantas formas diferentes, como se nos ocurre.

Las que utilicé para hacer esta receta son berenjenas de invierno, criadas en viveros, por lo que son poco sabrosas. Para mejorarlas, podemos utilizar especias y aderezos realzando su sabor, consiguiendo un sabor, si no idéntico, al menos parecido a las verduras de temporada.

El queso utilizado para estas berenjenas, ha sido un buen trozo de Parmigiano Reggiano que mi sobrina me trajo de Italia, de una calidad buenísima, con 30 meses de curación, que le aportan un sabor y aromas excelentes.

Podéis sustituirlo por un queso rallado tipo Grana Padano, o alguno español, de oveja curado, o incluso de cabra, es cuestión de lo que dispongamos en el momento.

BERENJENAS CON PARMESANO

INGREDIENTES

• 2 Berenjenas grandes
• Sal Rosa del Himalaya
• Aceite de oliva
• Orégano
• Queso Parmigiano Reggiano 

ELABORACIÓN

1. Lavar bien y secar con un paño las berenjenas, cortar en rodajas de 1 cm aproximadamente.
2. Calentar bien la plancha y engrasarle ligeramente si fuera necesario, en nuestro caso no lo hemos hecho, pues esta es antiadherente.
3. Marcar bien las rodajas de berenjenas por un lado y voltear cuando estén doradas.
4. Espolvorear con una pizca de sal fina y un poco de orégano.
5. Una vez doradas por ambos lados, disponerlas en una bandeja de horno, ligeramente engrasada, y poner un poco de queso recién rallado por encima.
6. Gratinar unos minutos, hasta que el queso se dore sin quemarse.
7. Servir inmediatamente.