Judías Blancas con Tagarninas y su Compango
¿Qué tal os va el inicio del año? Quizás porque voy un poco al salto de mata y no llevo aún una rutina constante, para mí, las tres semanas que llevamos de este mes de enero, han pasado en un suspiro, teniendo en cuenta que la pausa entre publicaciones, que me he tomado, a pesar de su brevedad me ha sentado de maravilla; tenía necesidad de desconectar del Blog, y aunque descansar, he descansado poco, entre idas y venidas, salidas y entradas, y tras recibir una dosis extraordinaria de familia, tanto que todavía me dura la resaca de un auténtico chute de puro amor en vena, sobre todo el de mis niñas, las que viven fuera y regresaron a casa por navidad, me siento fenomenal.
Aún así, no sé si a vosotros os pasa, pero yo tengo la sensación, después de hablar con mucha gente, y leer las impresiones en redes, de otras tantas, que hemos acabado todos hasta el .com de tanta fiesta, aunque lo estábamos deseando como agua de mayo, después de tantas restricciones por la pandemia, quizás lo hemos llevado al límite y con tanta intensidad, que para los que nos toca organizar y cocinar, ha sido agotador, para mí, el caos comienza a mediados de noviembre o principios de diciembre, entre pensar los menús, planificar y hacer compras, organizar la casa, en mi caso dos, cocinar para veintitantos comensales, una faena agotadora, de más de un mes, que quieras o no, termina extenuando al más pintado, aunque algunos ni se enteran porque son de los que llegan, se sientan a mesa puesta y mantel quitado, y aquí me las den todas, otros no tenemos esa suerte, eso sin contar que por los excesos cometidos, cuando pones tantas cositas ricas en la mesa, es imposible resistirse, algunos se dan un atracón que les deja el estómago hecho polvo, aunque no es mi caso porque cuando cocino tanto se me quitan las ganas de comer y apenas pruebo bocado. Por otro lado es fundamental volver a la rutina para retomar las buenas costumbres, en fin, que menos mal que todo llega a su fin, aunque sea hasta dentro de diez meses, cuando tanto trabajo haya quedado en un agradable recuerdo y estemos deseando que la navidad vuelva a empezar.
Bollo | Pan de Bollo | Bollo Sevillano |
Contaba la semana pasada, en la primera tortilla compartida este año, por si no lo habéis leído aún, en El Club de la Tortilla Perfecta, que mis menús festivos han sido los propios para la época, y aunque he tenido buen cálculo para no pasar días repitiendo plato, sin tener que tirar nada, las comidas navideñas no dejan de ser abundantes, y más para mí que llevo un año comiendo de manera diferente, más equilibrado y saludable, no es que en nuestra casa no se coma bien en navidad, pero a veces se nos va la mano, y una que lo quiere probar todo, acaba saturada de tanta comida, especialmente dulces, que naturalmente, más de uno ha caído también.
Para mí no ha supuesto un suplicio preparar tanta comida, ni siquiera los postres, al final hice el Tiramisú clásico que os comenté para 25 comensales en Nochebuena, gustó tanto que tuve que repetirlo para otros 16 comensales en Fin de Año, quedaron espectaculares en presentación y riquísimos, no sobró ni una cucharadita de ninguno de los dos, lamentándolo mucho no hubo fotografías, raro en mí conociéndome, me fue imposible tomar la cámara a la vez que tenía la cocina manga por hombro, ¡ja, ja, ja...! Aunque sí lo hice en un Trifle que preparé un día que invité a mis niñas, entre fiesta y fiesta, ya os lo enseñaré. Al ver tantos dulces en la mesa, he pecado no lo voy a negar, no pude evitar caer en la tentación, pero he comido de todo con mesura, para que la báscula no me diera un susto, y me alegro de la fuerza de voluntad y autocontrol que me caracterizan, porque después de tanto cocinar y comer, no he subido ni un kilo, lo que significa que sin dejar de disfrutar, no lo he hecho nada mal.
Judías Blancas | Alubias | Chícharo |
Lo quieras o no, apetece volver a la normalidad, por fin está cada uno en su casa de regreso feliz de la vida, toda la decoración temporal recogida y organizada para la próxima, y en mi cocina vuelvo a preparar estos platos reconfortantes que tanto gustan a los míos, yo los tomo en menor medida, pero aún así los disfruto en la cantidad justa para que mi dieta siga siendo equilibrada. Cuando, hace unos días, mi hermano trajo una bandeja de tagarninas superfrescas y venían limpias, lo que es una ventaja a la hora de cocinar, no tuve que pensar cómo las prepararía porque él lo había hecho por mí y me dijo:
«“Concha, por favor, mañana pon un potaje de chícharos con tagarninas, como los de mamá, que desde que las he visto en la frutería, no me lo quito de la cabeza”»
Y así lo hice, en ese mismo instante puse las judías a remojo, y a primera hora, del día siguiente, la olla bullía a fuego lento, el guiso me quedó para chuparse los dedos, lo sé porque según dijo mi padre:
«“¡Ojú! Cómo estaba estaba el potaje, Concha, ¡bueno bueno bueno!”»
Y cuando me lo dijo con tanto entusiasmo fue porque rebañó el plato, no sobrando ni una judía para otro día, de esas que cuando te juntas con tres o cuatro tápers para un desavío, te solucionan un almuerzo. La verdad es que tampoco quise que sobrara nada, cociné la cantidad justa para los que iban a comerlo, y a la vista estuvo que quedaron más que satisfechos.
Como además quienes lo comieron, no necesitan recortar calorías (¡Qué suerte tienen algunos!), acompañé estas judías, con un combinado de embutidos, o compango asturiano, a base de chorizo, morcilla y lacón que hicieron un plato perfecto, no hay nada que le siente mejor a las judías, aunque soy andaluza y por aquí las chacinas llevan otro aliño diferente, para mi gusto, ese saborcito ligeramente ahumado, es gloria bendita, pero si vosotros preferís otros embutidos, con sabores y especias, propios de las típicas de vuestra tierra, ya sabéis, ponerlos sin problemas, sin duda conseguiréis un potaje igual de rico y completamente a vuestra medida. Comenzamos.
INGREDIENTES
- 250 gr de Judías Blancas
- 350 gr de Tagarninas
- 1 Chorizo Asturiano Ahumado
- 1 Morcilla Asturiana Ahumada
- 1 trozo de Lacón
- ½ Cebolla
- 3 d. de Ajo
- 2 Pimientos Rojos, pequeños
- 1 hoja de Laurel
- Azafrán, en hebras
- Unas ramas de Perejil
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Agua
- Sal
Tagarninas (cortadas y limpias) |
ELABORACIÓN
- Poner las judías a remojar al menos durante 12 horas, en abundante agua fría.
- Lavar las tagarninas, por si tuvieran restos de tierra, y repasarlas por si quedaran espinas de las hojas, en mi caso venían completamente limpias, aún así les di un agua.
- Poner las judías, remojadas, en una olla. Cubrir con agua fría y llevar a ebullición. Cuando comience a subir la espuma, volcar en un escurridor y enjuagar con agua bajo el grifo.
- Volver a poner las judías en la olla y cubrir de nuevo con agua fría. Poner al fuego.
- Añadir los embutidos, previamente enjuagados,
- Añadir la cebolla, los dientes de ajo ensartados en una brocheta y los pimientos cortados por la mitad y sin semillas.
- Añadir la hoja de laurel, las tagarninas y las hebras de azafrán.
- Añadir el aceite y las ramas de perejil (yo las pongo enteras hechas un lazo)
- Llevar a ebullición, y bajar el fuego.
- Cocinar a fuego medio hasta que las judías estén tiernas, añadiendo de vez en cuando un poco de agua fría, parando la cocción y así las judías no se deshollejen.
- Sazonar al gusto, teniendo en cuenta que los embutidos aportan sal al guiso.
- Trocear los embutidos y servir al gusto.
Mis recomendaciones y sugerencias
- El tiempo aproximado será de unas dos horas y media, aunque depende de la variedad de judías que utilicemos.
- Se pueden cocinar en olla a presión, en tal caso en 35 minutos estarán tiernas, dándoles un hervor a fuego medio durante unos minutos, una vez retirada la tapa de presión, para que espese un poco el caldo.
- Si tenéis otro tipo de olla, como la olla de cocción lenta, tapar y programar 8 horas en temperatura baja, o unas 4-5 horas en temperatura alta.
- Como es habitual en este tipo de potajes, saben mejor cuando están reposados, que recién hechos, por tanto recomiendo cocinarlos de vísperas.
- Para que el chorizo y la morcilla no se rompan al cocer, pinchar con una brocheta, antes de añadirlos a la olla, esto hará que salga la grasa del interior poco a poco, espesando el caldo y el embutido no quede esparcido por todo el caldo, lo que daría un aspecto poco atractivo.
- Ensartar los ajos en una brocheta de madera para que sea más fácil retirarlos una vez acabada la cocción. Naturalmente si gustan así cocidos, pueden comerse, untados en pan acompañado de los embutidos, quedan riquísimos.
Otros platos con Tagarninas en DBM
Buenos días, Concha: te ha quedado un plato espectacular y eso que no soy muy de judías blancas, pero estas sí que me las comería.
ResponderEliminarPor cierto, acabo de descubrir que tenemos otro punto en común (y ya van...) y es que cuando cocino para taytantos se me quita el apetito, por eso en las fiestas multitudinarias no sólo no engordo sino que, incluso, adelgazo jajaja. Voy a tener que seguir invitando a gente jajaja.
Feliz domingo y besos.
Buenos días Gloria. No está mal la idea, eso de invitar para adelgazar, lo único malo que yo le veo, es que además de nuestro cuerpo, también mermaría nuestra cuenta corriente, porque invitar a comer a tantos cuesta un Picasso, ¡ja, ja, ja…!
EliminarBesos, pasa un buen día.
Buenos días Concha:
ResponderEliminarYa era hora bonita, de pausa breve nada, ya llevas tu tiempo y un pajarito me ha dicho (IG) que no ha sido todo trabajo. Bueno te lo perdono porque alguna que otra reseña ha habido para saber de ti. Después del rapapolvo, te diré que me alegro de leerte, ya sabes como está blogger, muy triste, se agradece una entrada amiga, pues aunque es cierto que aparece alguno que otro nuevo, se extrañan los que han desaparecido. Tu plato, que me voy por las ramas. Las tagarninas las conocí cuando vine a vivir aquí, en casa no se habían utilizado, aunque haberlas las había, pero no costumbre de consumirlas. A partir de entonces, de vez en cuando las cuelo en algún potaje o un revuelto, no dejan de ser verdura. El tuyo mira que ha salido completito, da gloria verlo, un guiso de toda la vida, con su pan y todo, ya que una se pone, lo hace todo bien.
Me alegro que tu Navidad haya sido bonita y tu recuerdo de ella mejor aún, ahora a disfrutar del año como mejor se pueda, que de todo habrá, lo bueno es ir salvando días de la mejor manera.
Un beso.
Buenas tardes Lola, ¿no te ha parecido breve? A mí me han faltado no digo días, sino semanas, que conste que es porque esto engancha y os echo de menos un montón, de otro modo no hubiera aparecido por aquí hasta febrero, bueno digo en primera fila, porque detrás de la ventana no se me escapa una, como la vieja del visillo, Jajajaja…
EliminarNo me hables de IG, que me han tiene “contenta” ya os contaré, que da para mucho.
Para acompañar estos potajes, un pan de calidad es importante, yo apuesto por las panaderías tradicionales, por aquí las hay que hacen un pan de primera, a la vieja usanza, por eso me gusta enseñarlo, ya quisiera yo tener paciencia para hacerlos en casa y con resultados tan perfectos, que aunque lo hecho en casa suele ser lo mejor, en cuanto al pan no siempre se consigue, y tampoco está la cosa para derroches.
Besos guapísima, que tengas una buena tarde de domingo.
Coincido contigo en que hemos cogido estas fiestas con tantas ganas que nos han saturado y que el personal (entre el que me incluyo), estaba deseando volver a la tranquilidad de la rutina diaria y eso que en mi casa no se montan los saraos que en la tuya, pero el empezar a organizar el menú en septiembre-octubre, las pruebas y adelantamiento de preparaciones entre octubre y noviembre y el remate en diciembre, eso no me lo quita nadie, seamos dos o un equipo de fútbol, jajaja... Y para remate este año la comida de navidad fue viajera, pues la empecé en mi casa y la acabé a doscientos kilómetros, que no sé yo si me volverán a pillar en otra igual. También a mi me pasa que después de cocinar tanto y ver tanta comida, quedo tan saturada que como mucho menos, por lo que mi peso no suele aumentar en esas fechas, aunque, ahora que no nos lee nadie, le tengo quitadas las pilas a la báscula, ojos que no ven, disgustos que te ahorras, jajaja...
ResponderEliminarNo he comido nunca tagarninas, aquí no las hay, pero tus alubias tienen un aspecto buenísimo y seguro que repetiría plato (por eso lo de las pilas, jjj), no solo porque las judías me encantan sino porque no las cocino casi nunca ya que en casa solo las como yo y cuando las hago, habitualmente sólo las guiso estofadas sin más acompañamiento que un poco de verdura, que también quedan muy ricas, pero nada que ver con las tuyas, por supuesto.
Feliz domingo. Un beso.
Bueno bueno Isabel, sarao exactamente no es lo que se lía en nuestra casa, pues aunque somos muchos, no somos de jarana, somos una familia tranquila, eso sí las risas y el buen ambiente no nos lo quita nadie, y a pesar de lo que pueda parecer, la casa no queda arrasada como si hubiera pasado una tropa, jajaja…, algo hay que limpiar, no te digo yo que no, pero bueno tampoco es para tanto.
EliminarYo siempre he estado peleada con la báscula, pero ya nos hemos reconciliado, es más me siento mejor cuando veo que gracias q mis nuevos hábitos mantengo un peso ideal, y eso quiera que no hace que todas las rencillas entre las dos, hayan sido olvidadas, jajaja…
Las tagarninas tienen un sabor muy delicado, recuerdan un poco a los espárragos trigueros, pero sin el amargor tan pronunciado, una vez cocidas son suaves y tiernas, lo que la hacen un bocado exquisito, lástima que no las encuentres por ahí porque merecen la pena.
Besos, que tengas un domingo perfecto.
¡Hola Concha! Ya hacía tiempo que no compartías un riquísimo plato de legumbres, estos chícharos como le llaman en tu tierra debieron triunfar. 😋😋 Cuando te puedes permitir lo que hoy es un lujo para muchos, como el chup chup de a fuego lento, resulta una gozada, la alubia no se abre, el caldito se traba, en fin, no se puede pedir más, bueno si, acompañarlo con un magnífico pan como enseñas, al que en Cádiz llamamos “cundi”.
ResponderEliminarEn cuanto al trabajo que hemos tenido en estas fiestas, bienvenido sea, ello significa reencuentros, besos, abrazos, risas, en fin, … Lo que más necesita el ser humano es AMOR, aunque me temo que hay muchos que no lo han descubierto todavía, y piensan que la felicidad está en ganar mucho dinero para consumir más.
Concha, tu tienes mucha suerte de tener cocinero en casa, que comparte responsabilidades y te aligera la carga. 😊😊
Aquí está soplando el viento con mucha intensidad. A media tarde tengo que coger un avión y veremos a ver si va a despegar.
Cuídate. Feliz semana. 😘
Hola Emma, no sabía que en Cádiz llamaban al bollo, “cundí”, aunque supongo que es un pan tan propio de esta zona que en cada sitio le pondrán un nombre. Aquí simplemente dices: “dame cinco bollos” y ya sabe el panadero que ese día tienes comida rica para rebañar, jajaja…
EliminarYo no tengo suerte, yo tengo una gran familia, y eso sí que no tiene precio, feliz y orgullosa de contarlo.
Espero que tengas buen viaje y tu vuelo salga a su hora, no te preocupes, a veces los vientos no son igual en tierra que en alturas, y se sienten de diferente modo.
Besos y feliz salida y llegada a tu destino.
Buenos días de domingo mi Concha!!
ResponderEliminarQué rápido ha pasado el tiempo, es verdad.
Aún recuerdo cuando te despedías hasta el 22 de enero, que lo vi cómo una eternidad, y ya estás aquí de nuevo.
Me imagino cuanto trabajo debe de dar para complacer a tantos comensales, además que lo sé porque cuando iba a casa por Navidad me pasaba lo mismo. Sólo mi hermana mayor y yo lo organizábamos todo, mientras otros/otras sólo era sentarse a la mesa e incluso atreverse a criticar el menú. En fin, al final también compensa el estar todos juntos y echar unas risas y sobre todo el empezar a recordar aquello de... te cuerdas cuando... Y ahí es cuando llegan las carcajadas hasta echar las lágrimas.
Este plato riquísimo además de entrañable, ya que lo hacía tu madre, se ve que te ha quedado pues para eso, para que no sobre nada.
Lástima que por aquí no se consigue buenas legumbres que si no me ponía mañana en ello.
Un beso y qué tengas un lindo domingo ♥
Buenas tardes Pepi, aunque dice el refrán que en todas las cocinas se cuecen habas, en la mía a veces también, jajaja…, pero nosotros somos de llevarnos bien todos, a veces hasta colaboramos todos, unos más que otros, eso sí, pero aunque al final ya sabes, los que somos polvorilla, no podemos estar de brazos cruzados si queremos que todo salga perfecto, y a veces lo conseguimos, jajaja…
EliminarLástima que por ahí no encuentres buenas legumbres, aunque siempre tienes la alternativa de tirar de conservas, seguro que para un potaje dan buen resultado, aunque yo no suelo hacerlo, siempre será mejor que privarse del placer de comerlas.
Besos Preciosa, feliz de volver a leerte.
Hola Concha. La verdad es que al leerte se produce una sensación como de querer ir a hacerte una visita en esas fechas, total no creo que un par de bocas más se noten mucho en tu mesa 😂😂, pero si tienes inconveniente me quedo en casa 😂😂.
ResponderEliminarDebe ser una locura estar a tu lado en esos días ya que el ajetreo debe ser de tomo y lomo, pero me da la impresión de que al final lo disfrutas y lo que es mejor, lo disfrutan y eso es fundamental.
Por esta zona no he visto tagarninas, no sé si las hay y viendo como las incluyes en ese plato tan delicioso de judías blancas ya sé que tienen que estar de fábula.
Un plato, como todos los tuyos, excelso, de los que al saborearlos hace que uno se encuentre como si estuviera en el paraíso. Un plato para disfrutar y saborear. Exquisito, sin duda.
Un abrazo.
Buenas tardes Juan, no creas que se nos encogería el ombligo de sentar a un par de comensales extras en nuestra mesa, no sería la primera vez que alguno se presenta, y ya sabes que donde comen dos, comen tres, Jajajaja…
EliminarTampoco creas que nuestra casa esto días es una locura, lo cierto es que cuando estás acostumbrada a este ajetreo puntual, solo hay que repetir un patrón para precisamente eso, no volverse loca, después de toda una vida viéndolo hacer a mi madre, acabas adquiriendo las mismas costumbres, pero con los adelantos y comodidades que hoy en día disponemos gracias a Dios.
Un abrazo, disfruta un buen domingo.
Y con este frio, ❤️
ResponderEliminarEs lo que pide el cuerpo. Gracias.
Eliminar¡¡Hola Concha!! Me alegra verte de nuevo por aquí también, no sólo por el club de la tortilla haciendo el prólogo a las maravillosas tortillas, sino también cocinando tus fantásticas recetas. Además, después de las navidades hay que volver a la rutina, a cocinar platos de cucharas, y más ya con este frío, que por lo menos por aquí por el levante ya ha llegado y como cada vez estamos menos acostumbrados el frío, cuando viene nos parece que aún es pero de lo que realmente es. Un plato de judías blancas con su verde y su compango, no tiene que estar nada, pero nada mal. Es verdad que el chorizo y la morcilla es para comerlo ocasionalmente y no todos los días, pero un trocito de chorizo y morcilla a la semana no creo que a nadie le haga mal, incluso estando de dieta. Y bueno, que hay que darle alegría a la vida y con la comida es posible hacerlo.
ResponderEliminarEntiendo el estrés que produce cocinar para tanta gente, pero por mí podían haber durado las navidades otras dos semanas más. Aunque sí es cierto de que tenía ganas de comer más saludable, pues está claro que solemos pasarnos esos días, pero eso de tener vacaciones, después de venir de unos meses muy cansados en el trabajo, te aseguro que no me apetecía volver para nada, me hubiera quedado en unas navidades permanente, pero qué se le va a hacer, toca volver a la rutina en todo, tanto en las comidas como en que suene el despertador aunque no se tengan ganas. Besitos.
Buenas noches Isabel. Es verdad, las vacaciones deberían durar más, especialmente cuando llegamos a ellas, agotados por el trabajo y las obligaciones de la vida, aunque estuviéramos deseando que terminaran, ahora ya relajados y de vuelta a la rutina, se nos hacen cortas, ya deseando que vuelvan otra vez, sea navidad, Semana Santa o lo que caiga.
EliminarHay que vigilarla dieta, incluso los que no tenéis problemas de salud, pero también de vez en cuando un poco de embutidos no hace daño, al contrario así el cuerpo no lo echa de menos, y no lo acumula de reserva para cuando hay carencia, jajaja…
Besos y feliz semana.
Hola Concha. Hoy no he estado en redes y no sabía si habías publicado. Me alegra tu vuelta y que hayas disfrutado de la familia en al amplio sentido de la palabra.
ResponderEliminarYo este año ha sido el primero en el que nos hemos ido de viaje al empezar el año y creo que no será el último. Desconectar del todo pero estando en Navidad en otro sitio es muy agradable.
Tu hermano supo elegir bien y este plato debe estar muy bueno aunque como bien sabes, para mí está prohibido.
A repetirlo que con el frío que hace es de lo más reconfortante.
Besos y feliz semana.
Marisa haces bien, yo estoy canse redes, y poco a poco quiero ir desconectando, deseo centrar mi tiempo en el Blog, que es lo que realmente me gusta, lo demás no me aporta nada, al revés si acaso me genera hastío y ansiedad, así que zapatero a tus zapatos y a disfrutarlo.
EliminarHace un viaje siempre que sea por placer, sienta de maravilla, yo nunca he viajado en navidad, siempre las paso en casa, aunque me parece una propuesta perfecta para salir de la rutina, especialmente cuando buscas desconectar, que también es una buena terapia para ser feliz.
Besos y cuídate.
Hola, Concha. Te ha quedado un potaje de judías buenísimo. Si te soy sincera, no sabía que eran las tagarninas, pero consultando en internet, descubrí lo que aquí se llaman cardillos. Además, me han traído muy buenos recuerdos, ya que cuando era pequeña, los iba a coger con mi abuela al campo, y los sabía distinguir perfectamente de otros tipos de cardos. Luego los pelaban con cuidado, los lavaban y los ponían a cocer. Eran un manjar para los adultos, porque yo no los llegué a probar (ya sabes, los remilgos de los niños), y ahora me arrepiento de no haberlo hecho. No he visto que vendan cardillos en ningún súper ni frutería de Talavera, pero como los vea alguna vez, no dejaré de comprarlos, para probar este pote tan rico de judías blancas con tagarninas que nos regalas hoy. Besos y feliz semana.
ResponderEliminarBuenas noches Elvira, en alguna de mis entradas de tagarninas he mostrado fotos de la planta, incluso decía los diferentes nombres con las que se conocen según qué sitio, cardillo también es una de las maneras más comunes de llamarlas, pero aquí todo el que las conoce las llama tagarninas, incluso tengo una pequeña historia con ellas de cuando era pequeña, que acabo de recordar, y algún día la contaré, es realmente divertida.
EliminarSi tienes oportunidad te las recomiendo están riquísimas.
Besos, disfruta una buena noche de domingo.
Un plato delicioso para estos fríos!!!
ResponderEliminarLLevas razón, a mi me impone más la PLANIFICACIÓN, que preparar el menú en si.
Y decirte que yo ando aún desmotivada después de estos días de cariño familiar y amistoso, esperando que llegue la primavera para sentirme renacer.
UN ABRAZO BONITA vamos a seguir como siempre... o eso espero ^:^
Gracias Conxita. Realmente el frío de estos días solo pide platos calentitos, así que hay que sacar todo del fondo de despensa y aprovechar la cuchara, antes que vuelva el calorcito, ya sabemos que cuando aprieta el Lorenzo, estos platos quedan otra vez en reserva.
EliminarBesos y ánimo, que la Primavera está a la vuelta de la esquina.
Hola concha no se por que no me sale mi cuenta , sale anonimo , soy inma de lacocinadicharachera, que rico este plato me encanta besitos
ResponderEliminarBuenas noches Inma. No sé porqué, a mí también me pasa si quiero comentar desde el móvil, no me deja iniciar sesión, solo poner mi nombre si comento como url, en lugar de modo anónimo. Lo mejor es dejar tu nombre como has hecho ahora, así sabemos quienes somos. Gracias guapa. Besos.
EliminarBuenas tardes Concha, como bien dices, todos necesitamos desconectar de vez en cuando. Y más después de estos tiempos de pandemia, la necesidad de estar con los nuestros en lo posible. Nos traes un plato riquísimo, perfecto para estos días de invierno que por fin ha llegado el frío. Se ve muy rico y muy completo. Y con ese buen pan acompañando, ya es el broche perfecto. Un beso.
ResponderEliminarBuenas noches Sílvia. Así es, era una necesidad para todos, aunque nada volverá a ser como era, al menos nos queda el vivir el presente como si no hubiera un mañana, pero con cautela para no volver a caer en lo que hemos pasado.
EliminarEste es un plato perfecto para estos días, el pan es esencial para disfrutarlo.
Besos
Hola Amore, ya ando por aqui de vuelta, se acabo el descanso y vuelta a la rutina.
ResponderEliminarHe de reconocer que me cuesta la vuelta después de un buen descanso, pero creo que ya toca ponerse al lio, jaja.
Espero que hallas pasado unas felices fiestas y hallas disfrutado a tope de tus niñas, que se que eso te recarga pilas, entiendo que no hallas fotografiado nada en fiestas, yo tampoco lo he hecho y es normal estas tan pendiente de complacer a los tuyos que ni acordarte.
Valla este plato es perfecto para el dia de hoy, que hace un frio aqui hoy que pa que, hasta unos copos de nieve han caído, poco eso si, pero frio hace mucho no hemos superado los 4 grados hoy y ese plato tan calentito es lo que mas apetece hoy, oye quieres creer que nunca he probado las tagarninas, imagino que deben tener un sabor parecido a las borrajas, no?
Anda que no este plato de judías tan ricas con ese chorizo y morcilla, dice cómeme!!
Bueno Concha voy a ponerme al dia haber que me he perdido por aqui.
Mil besos achuchaos!!
Buenas noches guapísima, feliz de volver a nuestra rutina bloguera también, que es lo que realmente me llena y me hace sentiros más cerca.
EliminarEfectivamente las tagarninas tiene un cierto parecido, con matices, a las borrajas, aunque más finas y no tan amargas, también depende de cómo se cocinen, a algunos incluso se les puede poner por delante un cocido de estos y no sabrían distinguirlas.
Un besazo y disfrútalo mucho.
Concha, ya te he leído y tienes mucha razón, yo creo que lo mejor de la Navidad es que terminan y te vuelve a dar alegría cuando se va acercando la fecha, eso sí es un milagro.
ResponderEliminarEstos platos me gustan mucho aunque los hago de vez en cuando ya que últimamente no nos sientan bien, sobre todo las judías que nos vuelven locos, pero se ve que todo cambia y hay que adecuarse.
Me encantan tus mise en place, perfectos. Las imágenes muy bonitas como de costumbre, hay que descansar del blog yo estaba saturada. Lo volveré a retomar en cuanto pueda, entre trabajo y navidades he estado superocupada.
Estuvieron aquí los chiquititos y siempre con ellos nos parecen pocos días, pero cansan porque es un no parar y eso que son buenos, muy buenos hasta que por cualquier cosa dejan de serlo… ja, ja,
Soy Patty.
Besos grandes.
Efectivamente Patty, somos lo que no hay, cuando no podemos, queremos, cuando podemos, no queremos y cuando queremos y podemos, es una locura porque lo llevamos todo al límite, hasta acabar hartos y deseando parar, Jajajaja…
EliminarYo tampoco como tantas legumbres como quisiera, me encantan todas, pero no llevo bien la digestión, solo si como muy poquita cantidad y de tarde en tarde, las disfruto un montón y sin problema, pero a los míos les sientan bien, y las comerían a diario, si no fuera porque hay que comer de todo.
Esos pequeños tuyos tiene que estar en la mejor edad, sé a qué te refieres, son incombustibles, pero dan vida.
Besos guapísima y feliz de leerte de nuevo.
Hola Concha. Vaya potaje rico que nos traes...lo que echo yo de menos unas buenas tagarninas que por los madriles no se encuentran...A mi las Navidades no me gustan y acabo de ellas un poco saturada. Estas recetas de diario son las que a mi me gustan y me hacen recordar una rutina necesaria para mi.Espero que estés bien, guapisima. Un beso enorme
ResponderEliminarBuenos días Olga, entiendo tu pesar, es natural que al estar fuera de tu Cádiz se te encoja el alma ante un plato de estos, y es que son sabores de nuestra tierra que nl se pagan con dinero.
EliminarBesos