Judión Blanco con Tagarninas

Primavera, esa época del año, que yo considero perfecta, bueno yo y casi todo el que conozco, y es que la temperatura es ideal, igual hace un calorcito estupendo, y dan ganas de quitárselo todo y tirarse a la piscina, que hace un fresquito mañanero que obliga a ponerte siete capas, como las cebollas, porque luego al mediodía no veas como aprieta el "Lorenzo"

Por eso y aprovechando que el rocío de la mañana y las temperaturas suaves de mediodía están haciendo maravillas en el campo, y lo mismo te regala un magnífico manojo de espárragos trigueros, que uno de sabrosas tagarninas, yo con mucho gusto jamás digo que no a lo que me regala la naturaleza. Bueno mejor dicho, lo que alguien muy generosamente tiene a bien en recoger en su salida al campo, para que yo les deleite con uno de mis riquísimos guisos de cuchara.

No es cuestión de echarme flores, pero dicen que las "bordo", y es que cada vez me gusta más hacer cosas como estas, auténticas delicatessen low cost y que cuando me las ponen por delante, me dan ganas de atarme el mandil a la cintura, allí donde me encuentre y ponerme a faenar de inmediato, aunque no sean horas.

En esta ocasión fueron a parar a este rico potaje de Judiones, que está para quitarse el sombrero, o al menos tuve esa impresión en casa y es que cuando de meter la cuchara en el plato se trata, suelen ser bastante críticos conmigo, que si están un poco duras, que si les falta sal, que si te quedaste corta en el aceite. Pues os aseguro que en esta olla, no sucedió nada de eso, sino todo lo contrario. Estábamos sentados a la mesa comiendo, y de soslayo miro sus caras, con ojos entornados, no se oía ni el vuelo de una mosca, solo el tímido ruido de las cucharas al chocar en el fondo del plato, y me digo: 

- "Concha, hoy has triunfado" ¡Ja, ja, ja!

Y es que cuando las cosas están bien hechas y tienen tan buena presencia, ¿a qué dan ganas de meter la cuchara en el plato? Si os gustan las legumbres tiernas y sabrosas, no os quedéis con las ganas y sentaos cómodos a disfrutarlo, mientras yo os cuento cómo se hace. Comenzamos.

INGREDIENTES

• 500 gr de Judión Blanco
• 300 gr de Tagarninas
• 1 Chorizo Ibérico
• 1 Cebolla
• 3 dientes de Ajo
• 1 Pimiento Verde
• 1 c/p de Pimentón de La Vera
• 1 c/p de Cominos
• 1 hoja de Laurel
• 4 c/s de Aceite de Oliva Virgen Extra
• Agua
• Sal

ELABORACIÓN

1. Poner los judiones en un recipiente con abundante agua (filtrada o mineral) a remojo, durante al menos 12 horas
2. Transcurrido el tiempo de remojo, escurrir y poner en la olla, cubiertas con agua fría (yo siempre utilizo agua filtrada) Llevar a ebullición, y cuando forme espuma, las echamos en un colador grande, y las enjuagamos bajo el chorro de agua fría.
3. Traspasar de nuevo a la olla y cubrir con agua fría.
4. Añadir las especias, la cebolla, los ajos (yo os pongo ensartados en un palillo, para retirarlo con facilidad una vez cocinados), el pimiento troceado y sin semillas, y el chorizo, al que quitaremos la piel y cortaremos en trozos.
5. Lavar bien las tagarninas y añadirlas a la olla. Remover para mezclarlas con el resto de ingredientes.
6. Añadir el aceite.
7. Llevar a ebullición, y tapar la olla. Cocinar a presión durante 30 minutos.
8. Transcurrido el tiempo, dejar perder la presión, y abrir con cuidado la olla. Sazonar y hervir unos minutos para que el caldo tome un poco de consistencia.
9. Traspasar a una cacerola, con cuidado de no quemarnos y con suavidad porque los judiones estarán muy tiernos, y no queremos destrozarlos.
10. Dejar reposar unas horas antes de servir. Este potaje está mucho mejor de un día para otro.