Judías con Chipirones | Fesols de Santa Pau

Cuando el invierno casi toca a su fin, con temperaturas más suaves, de repente el termómetro se ha desplomado y la cálida primavera, que casi está a la vuelta de la esquina, aparece con la lluvia jugando con nosotros al gato y al ratón, mientras el frío cala hasta los huesos, pero a pesar de todo, Sevilla respira en sus calles el aroma de azahar a punto de florecer en las ramas de los naranjos, sembrando las aceras de un manto de pétalos blancos, a causa del viento; Haga frío o calor, en casa respetamos las buenas costumbres en la mesa en cualquier época del año, y mucho más la cuchara, especialmente a la hora de almorzar, cuando después de una jornada intensa, lo que más apetece es un plato reconfortante y calentito, sin que eso implique excedernos en nutrientes, se puede comer bien de manera equilibrada, siguiendo las recomendaciones de la dieta mediterránea, deberíamos tomar al menos dos veces a la semana un plato de legumbres, hoy os enseño una manera diferente de prepararlas, podemos disfrutarlas al estilo tradicional, pero lo mejor es cocinarlas de manera mucho más ligera, sin añadir carnes, ni embutidos que nos hagan pasar una difícil digestión.

Hasta hace pocos años, en casa no solía cocinar las legumbres de otro modo que no fueran recetas heredadas de la Cocina Tradicional Andaluza y de la cocina de mi madre, las costumbres de la tierra de una, son difíciles de abandonar, todos platos riquísimos, pero algunos con un exceso de grasas poco recomendable y que en beneficio de nuestra salud acabaron siendo relegados a comerlos de tarde en tarde, por no ser precisamente muy "light", sobre todo cuando llevan su buena pringá, y todos sus sacramentos, eso no quiere decir que no se coman estas cosas, porque aquí sí que nos debemos atener muy seriamente a aquello de:

“Una vez al año, no hace daño”

Pero ¡#ojocuidao! Una y no más. Afortunadamente, como en la variedad está el gusto, si utilizamos el sentido común, y las combinamos de manera adecuada, no será necesario dejar de cocinar y comer cocidos y potajes, para seguir disfrutando de manera deliciosa de un alimento tan completo y sano, como son las legumbres.

Ideé este plato haciendo la compra, últimamente me pasa mucho, sé que por el norte de la península, y en las zonas de costa, es común encontrar guisos de legumbres con marisco, pero en casa no es lo habitual y amén de los Garbanzos con Langostinos, o el Menudo de Choco, suelo hacer poco más, así que lo cociné a mi manera; cada día intento comer lo más equilibrado posible, y si eso supone cambiar el chip de legumbres = chorizo, que tanto me gusta, pues lo cambio, ¡y aquí no pasa nada!

En mi subconsciente revoloteaba difusamente un plato visto en algún sitio, no recordaba dónde, como soy pertinaz, cuando se me mete algo en la cabeza no paro hasta dar con ello. Editando mi post, busqué en el blog de Bego Río | Acordes Culinarios, estaba segura que había compartido un plato similar, y ¡premio! Allí estaban, provocando mi voraz apetito, sus riquísimas Fabas de Lourenzá con Chipirones, aunque cocinadas de modo diferente a las mías, para comprobar (con retardo) una vez más, que mi mente sigue funcionando con la misma precisión de un reloj suizo, porque las cosas que me gustan, se me quedan grabadas 'a'jierro'.

Para dar salida a las legumbres que me regaló mi Pepita, he cocinado dos nuevos platos distintos con Fesols de Santa Pau, que están para chuparse los dedos, el que os enseño hoy, y otro que compartiré en cuanto lo tenga editado, ambos son potajes muy sencillos, y sin nada de grasa; en más de una ocasión os he hablado del problema de hipercolesterolemia, que padezco y me obliga a estar siempre alerta, ahora lo tengo en niveles óptimos, según mi doctora, la dieta que sigo funciona sin necesidad de tomar pastillas, y me siento mejor. Teniendo en cuenta esas limitaciones, este plato de Judías con Chipirones, resultó ser una exquisitez, solo con el mínimo de Aceite de Oliva Virgen Extra añadido, obtuve un plato de lo más ligero y equilibrado, que además de ser muy fácil de digerir, y de satisfacer mi apetito, me dejó la mar de contenta, el plato era un espectáculo a la vista, y ni os cuento del olor y el sabor, cada cucharada que comíamos, mi 'santo' y yo, eran puro elogio. Un potaje diferente, cien por cien recomendable y que una vez más invita a comer sin remordimientos de conciencia. Comenzamos.

INGREDIENTES 

• 200 gr de Judías | Fesols de Santa Pau 
• 400 gr de Chipirones 
• 4 dientes de Ajo
• 1 hoja de Laurel
• 3 Cayenas pequeñas
• 1 pastilla de Caldo Concentrado de Pescado 
• ½ c/s de Salsa de Ostras
• ½ c/s de Salsa de Soja
• ½ vaso de Vino Blanco 
• Perejil
• Copos de Cayena 
• Sal Rosa del Himalaya 
• 4 c/s de Aceite de Oliva Virgen Extra
• Agua

ELABORACIÓN

1. Poner las judías a remojo, en abundante agua fría, al menos durante 12 horas.
2. Una vez remojadas, volcar en una cacerola y cubrir con agua limpia, fría. Llevar a ebullición. Espumar, enjuagándolas bajo el agua fría del grifo. Volcar de nuevo en la cacerola, y cubrir con agua fría.
3. Añadir un diente de ajo entero con piel, la hoja de laurel, las cayenas, la pastilla de caldo de pescado desmenuzada, la media cucharada de salsa de ostras y la media cucharada de salsa de soja. Llevar a ebullición.
4. Cocinar a fuego lento, añadiendo un poco de agua fría a media cocción, repitiendo el proceso si fuera necesario. El tiempo de cocción será aproximadamente de una hora, en función del tamaño de las judías y la intensidad del fuego.
5. Una vez tiernas las judías, en una sartén, echar el aceite y añadir los tres ajos restantes, pelados y prensados. Cuando estén ligeramente dorados, añadir los chipirones limpios y cortados en anillas grandes, dejando las patas enteras.
6. Saltear a fuego fuerte, añadir el vino blanco, reducir un minuto y verter el caldo de cocción de las judías. Cocinar unos minutos, sazonar ligeramente.
7. En el vaso de la batidora, poner 2 cucharadas colmadas de judías, añadir el líquido de los chipirones y triturar. Verter el triturado sobre los chipirones nuevamente y llevar a ebullición.
8. Volcar los chipirones con la salsa sobre las judías. Mezclar con suavidad y calentar unos minutos. Añadir unas hojas de perejil troceadas.
9. Servir con unas hojas de perejil por encima y unos copos de cayena, al gusto.