Tortilla de Patatas con Cebolla, Pimientos y Cebollino
¡Hola a todos! ¿Qué tal os está yendo el verano?
El mío no ha estado mal, mis vacaciones han sido quedarme en casa, pero las he disfrutado como si hubiera estado en el mejor Resort de Punta Cana.
¡Bueno! Quizá soy un poquito exagerada, pero no han faltado barbacoas a sol y sombra, café "on the rocks" entre chapuzón y chapuzón en la piscina y cenas familiares, muchas cenas familiares, con aromas de albahaca recién cortada, dama de noche y jazmines, en el jardín de casa; Desde que llegaron mis niñas, todo ha sido un no parar, Comer, Beber, Amar, sí, como en la película de Ang Lee, una joya del cine de Autor que tanto me gusta, que ya de paso os recomiendo, he perdido la cuenta de las veces que la habré visto, pero sigo disfrutándola cada vez que lo hago, es un placer desde el comienzo, y con un final absolutamente inesperado, para nada es el típico guión previsible, en el que pasan situaciones muy actuales, a pesar de ser una película de 1994. Hemos tenido tiempo para todo, cocina, debates, sobremesas interminables hasta bien entrada la madrugada, sin ganas de moverte de la tumbona de lo a gusto que se estaba, en fin, un poco de todo lo normal cuando nos juntamos con los que queremos.
- Agridulce comedia sobre la vida de Chu, un viejo chef de Taipei, viudo y con tres hijas (Jen, Chien y Ning) muy distintas pero con algo en común: la rebeldía. Un buen día, sus vidas empiezan a complicarse: una gruñona viuda se muda al apartamento de al lado, alguien se queda embarazada, alguien cae en una profunda depresión, alguien muere y alguien encuentra el amor verdadero.
Con un calor de justicia, a pesar que este verano está siendo un poco más liviano de lo que estamos acostumbrados en Sevilla, no deja de ser insoportable, este mes de Agosto pasado, hemos alcanzado algunos días los 44º C a la sombra, pero mejor así, cada estación tiene su encanto, y ¡Ya, ya llegará el frío! Ese que tanto echamos de menos cuando nos asamos de calor, y nos hará desear de nuevo que arriben los calores estivales.
Y hablando de verano y de recomendaciones, en mis escasas horas de asueto, también he tenido tiempo para leer, o en este caso para releer una novela que cayó en mis manos por casualidad el año pasado y que me gustó bastante; una historia entretenida, que me parece perfecta para definir como, no solo las vacaciones (o su ausencia si es el caso), pueden hacer que pasemos un verano inolvidable, en todos los sentidos, un libro que os enganchará de principio a fin, lo devoré en un par de días, y ahora lo he disfrutado mucho más, la segunda lectura me ha hecho descubrir detalles que mi impaciencia por leerlo la primera vez, no me dejó ver, pasando inadvertidos.
La novela en cuestión es El año sin verano del escritor Carlos del Amor; con una trama bien desarrollada, y un texto claro, directo, sin rodeos, donde se nota la calidad del autor, un periodista español, que sigo desde hace años, y que con su fresco y desenfadado estilo personal, hace interesante hasta la noticia más cotidiana, te cuenta historias en menos de un minuto y medio, que te enganchan, deseando continuar oyéndole narrar noticias, sean de la índole que sea, como si de un cuento se tratara; Espero que os animéis a leerla y me comentéis que os pareció.
- Un periodista que sufre bloqueo creativo cuando está a punto de comenzar a escribir su primera novela se encuentra un día en su edificio un manojo de llaves. Pronto descubre que las llaves abren todas y cada una de las puertas de su inmueble. Es agosto, no está ninguno de sus vecinos, Madrid está vacío y tiene tiempo y ganas de curiosear. Lo que en principio empieza como un pasatiempo (visitas nocturnas a todos los pisos de su edificio) acaba por convertirse en su ocupación principal, cuando descubre las vidas ajenas de aquellos que tiene a su alrededor, conocidos y al mismo tiempo tan desconocidos, y sobre todo, una historia de amor y una misteriosa muerte a la que se ve abocado, inevitablemente, a investigar.
Y ahora sí, vamos de lleno a lo nuestro, que es cocinar; Podría comenzar la temporada con un plato sensacional como suele ser lo esperado en las mejores rentrées, ya que después de mi descanso veraniego, vuelvo con ganas renovadas.
Son muchas las notas e ideas que he ido recopilando, algunas más elaboradas que otras, todas muy apetitosas, pero me pareció ideal volver con algo tan mío como una de mis singulares Tortillas.
En esta ocasión me he inclinado por la más clásica entre las clásicas, La Tortilla de Patatas, o esa era mi primera intención, ya que al final no pude evitar introducir unos pequeños cambios, conforme al leitmotiv de mi colección en Google+ El Club de la Tortilla Perfecta, añadiendo un punto de sabor y color (que aportan el pimiento rojo y el cebollino), que si bien no designa a esta tortilla, como la tortilla perfecta, si le pone una nota bien alta.
Considerando que una reunión de amigos, no es lo mismo sin una rica tortilla, las cocino siempre bien grandes, tamaño XXL, para que nadie se quede sin comer; No sé si a vosotros os pasa lo mismo que a mí, siempre las hago pensando que sobre "el trocito de la vergüenza", que no es otro que ese pedacito que queda en el plato y que nadie, por educación, se atreve a tomar, y aunque estés deseando meterle mano, no lo haces porque no está bien visto dejar la bandeja vacía, aunque cuando de tortilla se trata, es difícil conseguirlo, cuando pasa, adoro encontrarlo tapado en un plato, cuando tienes gazuza comerlo sin pudor, a hurtadillas, sin que nadie te vea para "no compartirlo" es puro placer, o metido en un mollete calentito, para desayunar, ¡Es la gloria!
Así que levante la mano quién se apunte a un buen pincho, porque hay para todos, ¿Y tú, te apuntas? Estás invitado. Comenzamos.
INGREDIENTES
- 1,200 kg de Patatas
- 8 Huevos ecológicos (De nuestras Gallinas Felices)
- 1 Cebolla pequeña
- 1 Pimiento verde
- 40 gr de Pimiento rojo asado, en conserva
- 15 gr de Cebollino
- Sal
- Aceite de Oliva Virgen Extra
ELABORACIÓN
- Pelar las patatas y cortarlas a láminas irregulares. Lavar en abundante agua y escurrir.
- Freírlas en abundante aceite, introduciendo las patatas en el aceite cuando esté aún frío, para que vaya tomando temperatura a la vez que la patata, y esta no quede cruda por dentro. Una vez comiencen a dorarse ligeramente, escurrir y reservar.
- Pelar la cebolla y picarla en brunoise.
- Lavar y secar el pimiento verde, picarlo en brunoise igualmente.
- En la sartén donde vayamos a hacer la tortilla, sofreír la cebolla y el pimiento verde, con un poco de aceite de oliva.
- Poner en un bol un poco de sal y los pimientos rojos bien escurridos y picados.
- Lavar los huevos y secarlos con papel absorbente. Cascarlos y añadirlos al bol.
- Lavar y secar el cebollino con papel absorbente. Trocearlo y añadirlo al bol.
- Añadir las patatas y el sofrito, bien escurridos. Mezclar con suavidad, sin batir.
- Calentar bien la sartén donde hicimos el sofrito, añadiendo un poco más de aceite si fuera necesario. Verter la mezcla del bol, y proceder a dar forma a la tortilla. Cuando comience a coger calor, bajar el fuego y voltear con la ayuda de un plato o tapadera lisa. Cocinar a fuego lento, volteando varias veces hasta que cuaje por dentro al gusto.
- He utilizado 8 huevos porque al ser ecológicos suelen ser pequeños, si son grandes, tamaño XL, utilizad menos cantidad, pero teniendo en cuenta que la mezcla del batido debe quedar bien líquida, para que la tortilla quede jugosa y cuaje bien.
- Se puede sustituir un huevo por 1 c/p de levadura Royal y un chorrito de leche, esto hará que la tortilla no se reseque y quede esponjosa, si la hacemos con antelación, manteniéndose jugosa incluso estando fría.
- Para que el calor penetre dentro y cuaje más rápido, pinchar la superficie de la tortilla varias veces con un tenedor, antes de dar cada vuelta.
- Servir caliente o fría al gusto.
Espero que os haya gustado y no os marchéis sin dejar un comentario.
¡¡Gracias!!
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