Menudo con Garbanzos

Esta semana, el frío se ha vuelto a sentir, rescatando con ello, en la cocina de nuestra casa, los platos de comida reconfortante. No sé si recordáis que, hará como unas ocho semanas o así, reedité uno de los platos más significativos para mí, el Menudo o Callos a la Andaluza, lo había publicado en un principio, allá por el 2013, pero están tan buenos que merecía la pena darle un lavado de cara a la entrada. Necesitaba hacerlo porque a este guiso, le tengo un cariño especial, ya que es una receta que cocino siguiendo la original de mi madre, os contaba tal cual ella me enseñó a cocinarlo, a su manera; cuando lo pongo en mi mesa, es como si el plato hubiera salido directamente de sus manos, según mi gente, quedan exactamente igual de ricos que los suyos, y eso, de alguna manera, me hace sentir como si aún la tuviera conmigo. 

Como os iba diciendo, ha llovido, no mucho, pero lo suficiente para que hiciera fresquito, y eso me motivó a sacar la olla, no sé porqué, pero en días fríos, me apetecen guisos contundentes, ¿a vosotros no os pasa lo mismo? Aunque se pueden preparar en cualquier época del año, puedo dar fe de algunos, a los que les gusta comerlo hasta en agosto, sin importarles que haga 40 ºC, y disfrutan rebañando el plato, como si no hubiera un mañana, sudando la gota gorda, ¡ja, ja, ja…! Yo intento ser más moderada en las cosas del comer, en mi caso este guiso lo reservo exclusivamente para días puntuales, por ejemplo, para una reunión familiar; en esta ocasión, no busqué excusa alguna para darme el gusto, no importó que no hiciera frío invernal, o que la familia ese día solo fuéramos dos a la mesa, me propuse hacerlo, y lo hice. La verdad es que si los callos de por sí son bastante sustanciosos, con los garbanzos ya ni os cuento, aún así me serví el plato bien colmado, ¡total!, tan solo es un guiso que cocino muy de tarde en tarde, como mucho, una o dos veces al año, un día es un día, tampoco pasa nada si cuido lo que como el resto de la semana, para permitirme estas licencias sin remordimientos de conciencia, ¿podría haber excusas encubiertas, entre líneas, para saltarme la dieta? Yo no digo nada..., ¡Ja, ja, ja...!.

El Menudo o Callos, con o sin garbanzos, es un plato elaborado con las partes más económicas de la carne, ternera en mi caso, como el estómago, las manitas, el morro, etc., perteneciente a la cocina tradicional española, y aquí no valen etiquetas regionales, al estar extendido por todo el territorio nacional, es más, incluso diría cocina internacional, ya que traspasa fronteras, he investigado un poco encontrándolo en cocinas tan desconocidas para mí, como la mexicana, donde en el estado de Michoacán lo cocinan con cerdo, de manera muy similar, y en lugar de garbanzos, le añaden un tipo de maíz blanco, llamado cacahuazintle, como base del pozole, un guiso caldoso, cocinado de manera similar a nuestros cocidos o potajes, aderezado con un triturado a base de chile de árbol, guajillo y poblano, en cantidad suficiente como para echar humo por las orejas, ¡Ja, ja, ja...! Para mí, que ya sabéis lo que me gusta #untoquecanalla  el punto picoso, como dirían en México, lo hace irresistible. Por lo que he podido averiguar, también es un plato tradicional de la región de La Normandie, en Francia, elaborado con cordero, conocido como Tripes à la mode de Caen, ciudad donde existe una hermandad de gastronomía normanda dedicada a la degustación, promoción y protección de esta receta, conocida como Confrérie de Gastronomie Normande "La Tripière d'Or".

Pero volvamos a nuestro Menudo, en esta ocasión, para aumentar el guiso, es decir, que salieran más platos, decidí hacerlos con garbanzos, y de paso hacer unas fotografías para compartir la otra variante de la receta, que como veréis, es muy sencilla, solo es cuestión de darle el punto de densidad y untuosidad necesario, hay quien lo hace con un sofrito y un poco de harina, pero en mi casa nunca se han hecho así, lo hacemos poniendo todo en crudo, en el caso del plato de hoy, por un lado se cocinan los callos, y por otro se cuecen los garbanzos, juntándolos luego y quedan perfectos, os aseguro que están para repetir plato, eso sí, como las cantidades que doy a continuación en los ingredientes de la receta, dan para muchos platos, según lo comilones que sean los comensales, podéis guardar unas fiambreras, incluso congelar, porque este guiso es un aliado perfecto para tener como fondo de despensa, y así, el día que más nos convenga, nos sacará de un apuro.

Azucena | Lirio | Lilium candidum

Hoy en España, primer domingo de Mayo, se celebra el día de la madre, en nuestra casa, como no podía ser de otro modo, también lo celebramos, y quisiera dedicar este Post a la memoria de mi madre, con una de las flores que ella cultivaba y que amaba contemplar en nuestro jardín, este día siempre fue muy festivo para nosotros, estando ella lo hacíamos con una comida especial, aprovechábamos el buen tiempo primaveral, para sentarnos en el patio, entorno a una buena mesa, bajo los toldos, y disfrutando del trino de los pájaros, admirar el verde floreciente de las hermosas vistas que nos regalan los naranjos y el huerto de mi padre. Y aún lo hacemos, tal como le gustaba a ella, hoy volveremos a comer en familia, ya os contaré que pondremos para la ocasión, sin duda habrá mucha y buena comida. Mientras tanto os enseño mi Menudo con Garbanzos aún sin haber sido el menú elegido, bien podría serlo, espero os guste tanto como a nosotros. Comenzamos.

INGREDIENTES

• 1 kg de Menudo (Cocinado según nuestra receta de Callos a la Andaluza)
• ½ kg de Garbanzo Blanco Lechoso
• 1 Cebolla
• 2 d. de Ajo
• 2 hojas de Laurel
• 1 p. de Caldo de Carne Concentrado
• Sal
• Agua
• Unas matitas de Hierbabuena

“La delicadeza de las manos de mi madre”

❤❤❤

ELABORACIÓN

1. Cocinar previamente los callos, según nuestra receta. Reservar.
2. Poner a remojo, en abundante agua fría con sal, los garbanzos, al menos durante doce horas.
3. Una vez remojados los garbanzos, ponerlos en la olla a presión, cubiertos de agua templada, en cantidad suficiente para que los sobrepase unos cinco centímetros.
4. Llevar a ebullición y espumarlos exhaustivamente.
5. Añadir la cebolla entera, los ajos con piel, el laurel, y la pastilla de caldo desmenuzada.
6. Llevar de nuevo a ebullición, y tapar la olla a presión. 
7. Cocinar a fuego medio, durante 35 minutos. Despresurizar la olla y destapar con cuidado.
8. Desechar la cebolla, los ajos y el laurel.
9. Calentar previamente el menudo, que tendremos cocinado de víspera. Una vez llegue al punto de ebullición, añadir los garbanzos, que sacaremos con cuidado de la olla a presión, con ayuda de una espumadera, reservando el caldo de cocción.
10. Cocinar a fuego lento unos minutos, para que se unifiquen los sabores. 
11. Al apagar el fuego, añadir unas matitas de hierbabuena. Reposar antes de servir.

Mis sugerencias y recomendaciones

• Añadir, si fuera necesario, a los callos con los garbanzos, un poco de caldo de la cocción de los garbanzos, hasta conseguir el punto de densidad deseado.
• No será necesario añadir ningún tipo de espesante, ya que el caldo adquiere una untuosidad ligeramente densa, gracias a la gelatina de los callos, y el almidón o fécula, que desprenden los garbanzos cocidos.
• Aconsejo cocinarlo de víspera, el guiso mejora en sabor con el reposo.
• Aunque podemos utilizar garbanzos cocidos, en conservar, el sabor y textura de los cocinados en casa, es mucho más bueno.