Judías del Pilar con Carrilleras y Portobello

Esta semana no he podido resistirme a preparar un buen potaje, para enseñaros un plato de cuchara de los que sientan de maravilla, calentito, delicioso y reconfortante, como sólo las legumbres lo pueden ser, aunque por aquí no está sucediendo extremadamente desabrido, el temporal de viento y lluvia, ha vuelto a aflorar un desapacible tiempo invernal, con un frío de los que cortan el cutis, y en días así, además de manta, sofá, película y un buen libro, lo que más me place es poner en mi mesa guisos contundentes, pero con el mínimo aporte de grasas para seguir cuidando la dieta, bueno, este, alguna cosilla extra sí que lleva, pero que repartido entre tantos platos, como salieron de la olla, tampoco hubo que echarse las manos a la cabeza.

Al menos yo lo estoy disfrutando mucho, y digo estoy, porque las cantidades que indico en la receta, dieron para unos cuantos platos, que aparte del par que nos comimos, mi 'santo' y yo, el mismo día que lo cociné, tengo guardado unas cuantas fiambreras en el congelador para ir sacando, poquito a poco, cuando vayamos con prisas, bueno, y qué queréis que os diga, también para que el "pecado" pese menos en mi conciencia, tanta dieta tanta dieta me tiene loca, la carne es débil y a veces una se la salta, que todo hay que confesarlo, !ja, ja, ja…!

Esta preciosidad tiene un nombre tan eufónico como el de Judías del Pilar, o Alubia Pilarica, os las enseñé por primera vez en mi ensalada de Judías del Pilar con Pulpo y Alcachofas, ideal para servir templada o fría; que una legumbre lleve el nombre de mi hermana, con lo lejos que la tengo, me toca en el alma cada vez que las cocino; fueron un regalo que me hizo mi Pepita, a la que tendría que hacerle un tributo por la cantidad de ingredientes interesantes que aporta a mi cocina, y las muchas veces que os he hablado de ella. Mi Pepita podría considerarse parte inherente de este espacio, sobre todo en el capítulo Legumbres juega un papel importante, ya que son muchas las variedades que me trae en sus idas y venidas, siempre con el objetivo que las luzca en el Blog en algún plato exquisito, y yo claro, lo hago con placer, pues cuando ponen en mis manos, productos excepcionales, da gusto cocinarlos.

La idea de preparar este plato, surgió de la necesidad de crear algo diverso a lo ya publicado, para enseñároslo, siempre que puedo y tengo un producto interesante, no dejo escapar la oportunidad de lucirlo como merece, de hecho, si echáis un vistazo a la página LEGUMBRES, veréis que hay recetas de todo tipo y para todos los gustos, además de los clásicos imprescindibles en la cocina de nuestra casa, y de la Cocina Andaluza, también encontraréis un buen número de platos creados por mi, con la única intención de hacer este espacio más variado, pero sin extravagancias, mi cocina es sencilla, de andar por casa, pero cuidando todos los detalles para que incluso un humilde plato de legumbres, pueda hacer de vuestro menú, una ocasión extraordinaria. Comenzamos.

INGREDIENTES 

• 200 gr de Judías del Pilar
• 475 gr (4 piezas) de Carrilleras de Cerdo
• ¼ de Pimiento rojo
• 1 Cebolla pequeña 
• 1 Tomate pequeño 
• 1 Zanahoria pequeña 
• ½ vaso de Vino Blanco
• 1 hoja de Laurel
• 1 rama de Tomillo
• 1 Guindilla Cayena
• 1 c/p de Pimentón de La Vera
• ½ c/c de Bovril
• 1 c/s de Salsa Worcestershire 
• Pimienta negra en grano, recién molida
• 1 p. de Caldo de Carne concentrado
• ½ kg de Setas Portobello
• 2 d. de Ajo
• Sal
• Aceite de Oliva Virgen Extra

ELABORACIÓN 

1. Poner a remojo, en abundante agua fría, las judías al menos durante doce horas.
2. Limpiar las carrilleras de las pieles o grasa exterior que puedan tener. Salpimentar y dorar en la cocotte, con un poco de aceite.
3. Añadir las verduras cortadas en brunoise. Sofreír.
4. Verter el vino. Añadir las especias, las hierbas aromáticas, el concentrado de carne, el Bovril y la salsa Worcestershire.
5. Cubrir con el agua justa, sin exceso, y llevar a ebullición.
6. Hervir en una cacerola aparte con abundante agua fría, las judías remojadas, cuando espumen, volcar en un colador y enjuagarlas con agua fría. Añadirlas a la cocotte con las carrilleras.
7. Llevar a ebullición y cocinar a fuego lento, con la cocotte tapada, durante 1h y ½ más o menos, vigilando que no se queden secas, añadir pequeñas cantidades de agua fría si fuera necesario, esto ayuda a que las judías no se rompan.
8. Cuando las carrilleras estén tiernas, si las judías aún están un poco duras, retirarlas a un plato y reservar. Continuar con la cocción de las judías hasta que se ablanden por completo.
9. Picar los ajos y dorarlos en una sartén con un poco de aceite.
10. Lavar y cortar los Portobello en cuartos. Saltearlos con los ajos, sazonar ligeramente.
11. Añadir, una vez tiernas las judías, las carrilleras y los Portobello.
12. Cocinar unos minutos hasta conseguir el espesor deseado. Rectificar de sal si fuera necesario.

Mis Sugerencias y Recomendaciones

• Servir una pieza de carrillera o media, según tamaño, por comensal. Mejor cortarlas una vez cocinadas, para que no se deshagan, ya que este tipo de carne es muy tierna y se desmiga con facilidad.
• Los tiempos de cocción total, dependerán de la calidad de la legumbre, y de la dureza del agua, cuanto más dura sea este, mayor será el tiempo necesario hasta que queden bien tiernas. En el mejor de los caso, utilizar agua filtrada o a ser posible, agua mineral de mineralización débil.
• Se pueden cocinar en olla a presión, ajustando los tiempos de cocción. 
• Para una olla a presión tradicional, contar veinticinco minutos desde que la válvula comience a dar vueltas. A fuego medio.
• Despresurizar y comprobar que la carne y las judías estén tiernas, si fuera necesario, volver a tapar la olla a presión y cocer unos 5/10 minutos más, a fuego bajo.