Croissants de Manzana y Nueces Caramelizadas

Que levante la mano quien no haya comido o preparado nunca un hojaldre precocinado en casa, bueno seguro que alguno habrá por ahí, porque a veces no todos somos de naturaleza golosa, en el caso que sea la versión dulce lo que vayamos a hacer, porque también se hace salado, pero a ver, quien no se pueda resistir a una tentación tan asequible, que confiese ahora o calle para siempre ¡ja, ja, ja…! Yo no podría y reconozco que no soy excesivamente golosa, pero no sé si en mi subconsciente tengo una necesidad que desconocía hasta ahora, pues estoy notando, al ver mis moldes y utensilios de pastelería criar telarañas, que mi vena repostera está despertando poquito a poco, sintiendo como el gusanillo confitero comienza a removerse en mi interior y no precisamente para hacer cosas complicadas.

¡No, qué va! Si lo mío es el menos es más y como en estas cuestiones siempre tiro por la calle de en medio, ya que en mi ocupada vida lo único que me da lugar a preparar son cosas sencillas, pues eso que si un bizcochito por aquí, que si una tarta de manzana por acá y doy por satisfecho mi momento dulciarius repostero; Y hablando de manzanas, la semana pasada os enseñé en Instagram el paso a paso de estos mini croissants que preparé a prisa y corriendo para merendar el domingo (por si os interesa, abajo os dejaré el Reels), por los que no apostaba ni un real, la masa de hojaldre era bastante pequeña, y no se me ocurrió otra cosa que estirarla con el rodillo, resulta que como hacía bastante calor en mi cocina, perdió frío al instante y me costó la propia vida trabajarla, quedándose pegada al papel tanto que hasta me dieron ganas de tirarme de los pelos, y mira que no es la primera vez que los hago.

Podría decirse que es una cosa que tengo más o menos dominada, pero es que cuando se me mete algo en la cabeza no paro hasta haberlo realizado, aunque no sea el momento más oportuno, en fin, que para completar el cuadro, se me ocurrió hacer una sesión bloguera y me puse a grabar con una mano, mientras con la otra intentaba hacer malabares con el hojaldre, en mi desespero me pasó por la mente mandarlo todo al garete porque aquello parecía cualquier cosa menos los preciosos cruasanes que en mi mente visualizaba, ¡mujer de poca Fe! Me dije a mí misma, ¡Ja, ja, ja…!, porque cruasán cruasán como que no, en fin que pensé que lo peor que podía pasar, es que salieran un poco amorfos, o que el vídeo me lo tuviera que comer con papas, que también pero no, mira, al final no quedaron tan mal, y aquí dejadme que haga un paréntesis al más puro estilo «el polémico Juan del Val», y es que no soporto la expresión “ni tan mal” no sé porqué todos repiten esa muletilla como auténticos papagayos, parece que no tuviéramos más palabras en el diccionario, según la RAE no conculca ninguna pauta gramatical del español, por tanto no hay razones claras para rechazar su uso, pero como en el caso de otras muletillas, conviene no abusar de ella, aún así la oigo aunque no venga a cuento; Como explica la RAE en su cuenta de Twitter, la fórmula «ni tan + adverbio» se usa coloquialmente para atenuar el sentido de lo dicho, expresando al mismo tiempo lo contrario: «ni tan mal» (= ‘[relativamente] bien’), «ni tan lejos» (= ‘[relativamente] cerca’). El caso es que suena tan de…, bueno que no sé a vosotros, pero a mí me chirría cada vez que la oigo o la leo, ¡ja, ja, ja…! 

Dios me libre de criticar a nadie, no es mi intención, pero que ya puestos, podríamos emplearnos un poco en la correcta utilización de nuestra lengua y no reírnos sin piedad del prójimo por no pronunciar bien un anglicismo, como me pasó el otro día cuando en una amena conversación se me ocurrió decir la palabra «hater» tal como suena en español, sabiendo cómo se pronuncia en inglés, aunque la RAE recomienda no utilizar anglicismos, siempre que dispongamos de una palabra en español, también destaca la pronunciación literal como alternativa, alguien soltó una risita perversa con apostilla incluida que me hizo sentir ridícula, a mí, siendo una defensora a ultranza del uso correcto del lenguaje, podría haber utilizado cualquier otra de las muchas que contiene el diccionario, donde un mismo concepto puede ser definido con muchas palabras distintas, a la vez que una misma palabra puede definir multitud de conceptos diferentes, pero me dejé arrastrar por las modas, en el discurso de lo absurdo vino a mi memoria la anécdota de como Miguel de Unamuno cuando dando una conferencia en la Universidad de Salamanca, en el trance de mencionar a William Shakespeare, se refirió a él llamándole «Chaquespeare», ante la creciente oleada de murmullos producidos en la sala, espetó: «No sabía que los distinguidos componentes de la audiencia tuvieran tanto dominio del inglés», continuando como si tal cosa su discurso en el idioma del ilustre autor británico; a ciertas personas mejor ignorarlas por no ser las más cultas, en mi caso continuaré hablando en un correcto andaluz para que se me entienda claramente, también en la lengua de Cervantes o si se diera el caso en la de «chaquespeare» si me place, aunque sinceramente, en esta última quedaría un tanto pedante ¡Ja, ja, ja…!

En fin que después de este paréntesis en mis divagaciones desmesuradas, os cuento cómo se preparan mis cruasanes porque seguro se os está haciendo la boca agua con tanta fotografía, eso sí, no son los más perfectos en su forma del mundo mundial, hasta pudor me daba compartirlos, visto la cantidad de reposteros que hay por la red enseñando verdaderas maravillas, pero qué queréis que os diga, entre que no tengo miedo a las críticas, siempre que se hagan con respeto cada uno es libre de opinar lo que quiera, y que en mi espacio tengo patente de corso, pues eso, que estos mini croissants fueron el resultado de una realidad sin trampa ni cartón y para que conste que meterse en camisa de once varas cuando no lo tienes todo bajo control, es lo que tiene, a veces te puede salir bien, y otras no, o como en estas que no estuvo tan mal, pero sobre todo lo que me ha motivado a enseñároslo, ha sido lo riquísimos que quedaron, el hojaldre en su punto perfecto, con sus mil capas ligeras y crujientes, bien horneado y el relleno equilibrado, lo justo para no empalagar y disfrutar de un bocadito dulce durante mi ratito del café. Comenzamos.

INGREDIENTES

• 2 láminas de Hojaldre de Mantequilla 
• 1 Manzana Golden Delicious 
• 30 gr de Nueces peladas
• 1 c/p de Mantequilla 
• 1 c/p de Azúcar Mascabado 
• 1 c/p de Canela molida

ELABORACIÓN

1. Pelar y cortar la manzana en trocitos.
2. Saltear con la mantequilla y las nueces picadas.
3. Añadir el azúcar mascabado y la canela.
4. Cocinar a fuego medio hasta que caramelice. Enfriar y reservar.
5. Cortar el hojaldre en triángulos (la masa debe estar bien fría para conseguir que al enrollarlos queden lo más perfecto posible, si fuera necesario meterla un rato en el congelador, sin que llegue a congelarse).
6. Hacer un pequeño corte de un centímetro en el centro de la base.
7. Añadir una cucharadita de la manzana y nueces caramelizadas.
8. Estirar suavemente los extremos de la base (para que salgan bien definidos los picos) y enrollar sobre sí mismo.
9. Pintar con un poco de leche o huevo batido (yo lo hice con leche, aunque no quedan tan brillantes como con huevo).
10. Precalentar el horno a 220 ºC | 10. Hornear sobre papel sulfurizado 25’ | 170 ºC.
11. Enfriar sobre una rejilla 
12. Espolvorear generosamente con azúcar glasé y listos para disfrutar.

Puedes ver el Paso a Paso en este Reel en Instagram

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