Rosquillas de Naranja


Estamos en plena temporada de naranjas y hay que comer de lo que nos provee el huerto, no son muchos los naranjos que tenemos, pero los suficientes como para abastecernos de naranjas de mesa, hasta la primavera como mínimo, incluso hasta mayo-junio, si me apuras tenemos naranjas de zumo, y que tienen un sabor incomparable a cualquiera que podamos comprar.

Estas rosquillas que os enseño hoy, son un clásico en la cocina de nuestra casa, mi madre era una repostera extraordinaria, no necesitando motivo alguno para ponerse el mandil y tener preparado un buen azafate en cualquier época del año, las hacía para merendar, y así cuando llegábamos del colegio a las cinco de la tarde, encontrábamos la inmensa mesa de la cocina con las tazas de chocolate calentito y un buen plato de roscos recién hechos, como si fuera una fiesta, nada tenía que ver con la bollería industrial, de hecho en casa no veíamos un Donut ni de lejos, aunque años después aprendí a hacerlos en casa, ella nos decía que los suyos eran los originales porque estaban crujientitos por fuera y esponjosos por dentro, y además estaban más ricos porque los había hecho con las naranjas de mi padre, evidentemente eran roscos, rosquitos o rosquillas caseras, diferentes, nosotras que éramos fáciles de conquistar por el estómago, sobre todo porque en casa olía siempre a gloria bendita, caíamos rendidas ante el plato, y emulando al famoso eslogan de los '70 mejor comerlos "de dos en dos", no parábamos hasta acabar con todos.


Cuando hice estas rosquillas, hace algunas semanas, mi Elsa, que vive en Madrid, me pidió que por favor le guardara una para cuando viniera, pensaba hacerlo de todos modos, porque sé cuanto le gustan mis dulces, y no le guardé solo una, por supuesto, sino un táper repleto, y que después de casi dos semanas desde haberlas hecho, que fue el tiempo que tardó en poder venir, se las comió con placer, diciéndome que estaban exquisitas, y es que aún estaban tiernecitas, y buenísimas, saber que gusta lo que les hago a mis niñas, es una satisfacción, un dulce casero siempre es más sano que uno comercial, por tanto es un plus para apostar por ellos. 

La receta de estas rosquillas es prácticamente la misma que la de mis Roscos de Mandarina y Canela, tan solo hago unos ajustes en los ingredientes, y como a ella le saben diferente por el aroma y el zumo de naranja, que es más intenso que en los de mandarina, me pidió que compartiera la receta ya que está comenzando a hacer sus primeras incursiones en la cocina, y hay que darle las recetas con puntos y comas, al detalle, y yo encantada, me conoce y sabe que disfruto haciéndolo, sobre todo porque espero que perdure el legado de las recetas de mi madre, y para ello nada mejor que mis niñas sepan apreciarlo y quieran aprender a hacerlo como ella.

Aunque no hice un detallado paso a paso fotográfico, como suele ser habitual en mis recetas, tomé algunos vídeos cortos para compartirlos en Whatsapp en formato vertical, con mis hermanas, unidos todos queda bastante bien, por eso lo he subido en forma de vídeo a mi canal de YouTube, para que podáis verlo si os apetece.

Espero que os gusten las rosquillas, tanto como a nosotros. Comenzamos.



INGREDIENTES
  • 400 gr de Harina de Fuerza
  • 100 gr de Azúcar
  • 3 Huevos de Gallinas Felices
  • 80 ml de Zumo de Naranja, natural, recién exprimidas
  • 60 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra
  • Ralladura de una Naranja
  • 1 Sobre doble de gaseosa El Tigre
  • 1 pizca de Sal
  • c/n de Aceite de Oliva, para freír
  • Azúcar y Canela, para rebozar las rosquillas


ELABORACIÓN
  1. Poner en un bol amplio (o en la amasadora) el azúcar, la ralladura de la piel de naranja, los huevos, el zumo de naranja y el aceite de oliva virgen extra.
  2. Batir con una varilla de repostero (si lo hacemos a máquina, a velocidad media) hasta que el azúcar esté casi disuelta y todos los ingredientes estén bien mezclados.
  3. Tamizar la harina y mezclar los sobres de gaseosa. Añadir la pizca de sal.
  4. Añadir la harina al bol con la mezcla de ingredientes líquidos, en un par de veces o tres, batiendo ligeramente hasta integrar la masa. Debe tener una textura blanda, que se pegue ligeramente a los dedos. No será necesario añadir más harina para que no resulten duras las rosquillas.
  5. Con las manos ligeramente untadas en aceite, dar forma a las rosquillas, haciendo pequeñas bolas, del tamaño de una nuez, a la que practicaremos un agujero en el centro, con los dedos, girándolas con suavidad hasta obtener el tamaño deseado, sin estirar demasiado para que queden homogéneas y no se rompan.
  6. En una parisina, verter aceite en cantidad suficiente para freír las rosquillas. Para reducir la acidez, se puede aromatizar con la cáscara de naranja, o de un limón, que dejaremos dentro del aceite hasta que comience a tostarse, mientras procedemos a freír las rosquillas. 
  7. Freír las rosquillas por tandas, controlando la temperatura del aceite, ha de estar bien caliente, sin que se queme.
  8. Mezclar en un bol el azúcar y la canela molida para el rebozado.
  9. Una vez bien doradas las rosquillas, retirar a un plato, y pasar por la mezcla de azúcar y canela, mientras aún estén calientes, de lo contrario el azúcar no quedará pegada a la rosquilla.











Comentarios

  1. Buenos días,Concha: no sabía lo que era un azafate y, de hecho, no conocía esta palabra. ¡Me ha encantado!, a ver si la incorporo a mi vocabulario. Otra cosa es que me entiendan jajaja.
    Las rosquillas son de los pocos dulces que me gustan y estas tuyas de naranja entran por los ojos y ya no te cuento si las tuviera a mano jajaja.
    Me ha llamado la atención que utilizas harina de fuerza, las pocas veces que las he hecho, cuando mis hijos eran pequeños, usaba harina normal. Imagino que la harina de fuerza las hará más esponjosas.
    Feliz domingo y besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días Gloria, ya sabes que soy una apasionada de las palabras, a menudo utilizado espontáneamente palabras andaluzas que son familiares en mi día a día, azafate para mí no es un descubrimiento, en casa se ha utilizado toda la vida, no sé si recuerdas los pestiños que publiqué en diciembre, allí enseñé una fotografía del azafate al que me refiero, es el original de mi madre y puede tener, sin exagerar más de 70 años, y con muchísimas batallas, eso sí, siempre lo hemos cuidado, nada de lavavajillas, hay que fregarlo a mano para que el esmalte no pierda ese brillo tan bonito. Ya lo he utilizado muchas veces en el Blog, en ensaladillas y todo tipo de repostería, es casi de uso obligado en Navidad.
      Mi madre utilizaba harina de fuerza, la compraba en el obrador de la panadería de Manolito, famosa en mi pueblo. Yo utilizo normalmente harina normal de repostería, incluso harina integral, y quedan perfectas, pero en esta ocasión eché mano de la única que me quedaba en la despensa.
      Besos, pasa un buen día.

      Eliminar
  2. Buenos días mi Concha, en casa de mi madre hay un naranjo, un mandarino y un limonero que son una bendición, echan fruta con una generosidad enorme, los zumos de naranja y las naranjas y mandarinas son las que me salvaron de la gripe A que tuve en Navidad y que me impedía apenas comer. Estos roscos también los hacía mi madre, están dentro de las frutas de sartén propias de Don carnal y Doña Cuaresma, aunque disfrutarlos mientras hay naranjas frescas, es lo suyo. Nada tienen que ver con los donuts, soy capaz de comerme dos o tres de una vez con el café y quedarme tan ancha. Es que los estoy viendo y me dan ganas de encargarte unos poquitos yo también. Me quedo con la receta, aunque la gaseosa "el tigre" no es tan fácil de encontrar, en el pueblo antes la conseguía en tiendas de barrio, ahora como no quedan, cuesta más trabajo. En último caso el bicarbonato y el limón tienen casi el mismo efecto. Que buen desayuno nos has ofrecido esta mañana.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego que sí Lola, tener tus propios árboles frutales es una bendición, da fruta para el uso normal de una familia. Una de las cosas que me da pena no haber sembrado en mi jardín, fueron frutales, mi padre me lo decía, pero estaba abierto a la calle y no quería que hubiera algún amigo de lo ajeno que se enamorase de ellos, jajaja… Pero bueno, tengo los de mi padre, que al fin y al cabo son también míos, porque dispongo de ellos cuando quiero, Jajajaja…
      Ahora hay gaseosas en los supermercados, de otras marcas, las he visto y dan el mismo resultado, aunque a mí me quedan aún un buen lote de las que gané en el concurso de Tortillas que El Tigre celebró en IG. El bicarbonato y el limón es un buen apaño, añadiéndolo al final, es cuestión de probar con pequeñas cantidades.
      Besos, que tengas un bonito día.

      Eliminar
  3. Buenos días Concha. Tampoco a mi madre le costaba arremangarse y ponerse a hacer un cangilón de rosquillas o cualquier otro dulce, porque sabía que las golosas de sus hijas iban a dar buena cuenta de lo que hiciera, como tu Elsa (supongo que será una sobrina) que con lo bien explicada que está la receta no creo que tenga ninguna duda para replicarla.
    No tengo instragram y no sé exactamente qué te ha pasado con la cuenta, pero por lo que he podido ver en facebok (que me tienen "contenta", por cierto) parece que te la han eliminado sin ningún motivo. La verdad que dan ganas de... no lo digo que queda muy feo, pero ya te lo imaginas. Mucho ánimo en tu nuevo comienzo.
    Feliz domingo. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Ay, Isabel! Qué bonita palabra, cangilón, creo que al único que se la he oído mencionar es a mi padre, con 92 años tiene un vocabulario bastante interesante y que a mí me encanta rescatar.
      Con lo de IG, no te cuento, me han dado un disgusto enorme eliminando mi cuenta, sin previo aviso, y por más que he insistido dando Fe de mi buen hacer y muestras de que era yo la única propietaria, no ha habido manera, y de esto ya hace dos semanas. La tenía desde hace 10 años, cuando Instagram era una cosa excepcional, donde se valoraba las fotografías bonitas y el contenido de calidad, luego fueron implementando los vídeos cortos de 15’ y el debacle fue cuando ahora están como locos por imitar a otra popular red, y lo único que están consiguiendo es que los creadores de contenido te acribillen con publicidad, y contenido de dudosa calidad. Yo tenía una cuenta con casi 2500 seguidores y más de 1400 publicaciones, aunque tengo la copia original guardada, paso de volver a regalarles a estos ingratos tantísimo trabajo a cambio de nada. Ahora he creado una nueva, aunque me temo que nada volverá a ser lo que ra, incluso quizás los mande algún día a txc, jajaja… Así que no te pierdes nada, no te mates por crear una cuenta porque son los mismos de Facebook y si te tienen bloqueado el link al blog, en IG será lo mismo, ya me pasó a mí con la cuenta del Club, y por eso eliminé la cuenta en Facebook y si mantengo la de IG, es por las bloggers que participan con su trabajo, pues tengo también muchísimo trabajo invertido en ella.
      Besos, disfruta un bonito día.

      Eliminar
  4. Hola Concha!. Estos roscos de tu madre seguro que estarán de vicio e imposible comerte solo uno, que bien llegar a casa y que tu madre os los tuviera preparados, seguro que fue una gran cocinera y una gran madre.
    De nuevo ando por aquí pero una muy buena cosa me ha tenido aportada de los blogs, mi hija que por fin ha podido venir y te puedes imaginar.
    Espero sigas bien.
    Buena semana!.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes Concha, ya sabes que estos recuerdos que nos dejan las cosas que nos gustan, ya sean de nuestras madres o los que nosotras estamos creando a nuestros niños, nos marcan para toda la vida.
      Me alegra saber que tu ausencia ha sido por tener de nuevo a tu hija contigo, precisamente en mi post de hace dos domingos hablaba de esa necesidad que tenemos de desconectar de redes y del blog para compartir con los nuestros esos días que vienen de vuelta a casa, por navidad o en vacaciones.
      Lo mismo digo, disfrutar de la familia es la mejor dosis de felicidad que podamos pedirle a la vida.
      Besos y feliz tarde de domingo.

      Eliminar
  5. Hola Concha !
    Las rosquillas o roscos son el dulce de infancia por excelencia de los que ya tenemos una edad . A mi me traen recuerdos bonitos de cuando mi madre nos las hacía ,acompañadas de un chocolate bien calentín, qué gustazo, algo tan simple era una verdadera fiesta que ansiábamos con ganas siempre.
    Es importante que estas recetas no se pierdan en el olvido , ya veo que tú tienes quien siga con la tradición. Tesoros culinarios que a la vez nos alimentan cuerpo y alma.
    Las fotografías te han quedado espectaculares, transmiten ese calor de hogar , ese refugio en el que nada ni nadie nos puede lastimar.
    Un abrazo mi niña y feliz domingo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes Bego, plasmar nuestros recuerdos en las páginas de un Blog, es una manera bonita de dejarles a nuestros descendientes, recopilados en un mismo sitio todas esas cosas que nos llevó a ser la familia de la que tan orgullosa nos sentimos, el lugar de donde venimos y los conocimientos culinarios que queremos dejarles en herencia, para cuando nos tomen el relevo.
      Besos guapísima, disfruta una buena tarde, y si es con algo dulce, muchísimo mejor.

      Eliminar
  6. Hummm me encantan las rosquillas bien azucaradas, con anís o como las tuyas con sabor a naranja, esta especie de masa entre blanda y consistente en boca, son una delícia para disfrutar.
    No me extraña que tu hija cuando venga a verte se las coma con énfasis, porque a buen seguro que estan deliciosas.
    Decirte que esos platos y tazas verdes, me han traído muchos recuerdos. En su momento los tuve y supongo que después de haberlos usado mucho los regalé a alguien que los necesitaba y le gustaron, eso hago más de una vez con platos vasos y copas a las que les he dado bastante uso en el blog, porque sino acumularía y tendría que irme de casa.
    Pues nada niña, me ha encantado tu receta, vamos a endulzarnos la semana.
    Un besín
    Conxita. ^:^ tedeternura

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Conxita, no hay quien se resista ante un buen plato de rosquillas, al menos en casa que son de los dulces caseros que más me piden mis niñas para merendar, incluso algunas se los llevan en el táper para el trabajo, dicen que a la hora del café les sientan de maravilla, jajaja…
      Estas tazas eran de mi madre, las utilizo con frecuencia, y ahora que está de moda todo lo de Duralex, quise lucirlas en mis fotos porque están nuevas a pesar de tener más de sesenta años.
      Besos y feliz semana.

      Eliminar
  7. ¡¡Hola Concha!! Pues si la receta era de tu madre, esto no es una receta, es una auténtica joya, así que gracias por compartirla con nosotros. Me alucinado eso de que aún estaban tiernos pasado tanto tiempo, los que hacía mi madre están muy buenos de sabor pero se ponen duros para mi gusto pronto. Mi hermana sigue haciendo su receta todas las semanas santas, pero yo nunca he sido mucho de dulces de sartén, como se dicen por aquí.
    Y vaya meriendas tan estupendas que os hacía vuestra madre, pues llegar a casa y tener el chocolate y las rosquillas de naranja en la mesa, tenía que ser una gozada, daría ganas de ir al colegio sólo para que a la vuelta te esperara algo así de rico.
    Son una pasada de rosquillas, gordotas y de lo más apetecibles. Gracias por la receta y por la historia, sólo por lo que nos cuestas, merece la pena ponerse a cocinarlas. Besitos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente Isabel, yo no entiendo mucho o casi nada de harinas, pero las recetas de mi madre son fiables, quedan perfectas, y aunque no son unas rosquillas tipo bizcocho, si están tiernas, lo suficiente como para que sean perfectas para aguantar muchos días. No sé si hoy ha sido el día de las rosquillas, pero he visto en IG que muchas cuentas que sigo han compartido algunas variantes y ya estoy pensando en volver a hacer otras que también nos gustan mucho, a ver cuando tengo ocasión para fotografiarlo todo.
      No creas, aunque parezcan grandes, no lo son, mi madre sí que las hacía enormes, mi padre decía que parecían ruedas de carreta, Jajajaja…, y ella decía que las hacía grandes, para acabar antes, y es que cuando se ponía a repostear, preparaba como mínimo un kilo de harina.
      Besos y feliz semana.

      Eliminar
  8. Hola Concha. Me encanta tu post, ya que estas recetas es importante que no se pierdan. Estas rosquillas de tu madre tienen que estar deliciosas, y siendo de ella, me alegro mucho tener su receta. Me llama la atención que echas harina de fuerza en vez de harina floja. Cuando hago rosquillas me gusta prepararlas a mano, al principio bato con un tenedor, y después en el mármol para terminar el amasado, ya que cogen menos harina que si amasas con la amasadora. No sabía nada de lo de tu cuenta de IG. No entiendo cómo pueden pasar esas cosas. Entonces ahora tendrás que volver a subir todas tus recetas, vaya faena. Cuánto lo siento, Concha. Besos y feliz semana 😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Elvira, como le comentaba a Isabel, no soy muy entendida en harinas, sólo sé que mi madre utilizaba harina que compraba directamente en la tahona del pueblo, era la mejor para hacer los dulces. Y yo utilizo normalmente harina de repostería, pero está de fuerza también me va bien, no me preguntes porqué, pues ahí me pierdo.
      Yo también hago las masas a mano, pero en ocasiones echo mano de la amasadora porque me parece más cómodo, según me parezca.
      No voy a volver a compartir en IG todo, sería una locura, ya que han sido 10 años de publicaciones borradas en un segundo, además si Instagram no ha sido considerada conmigo y no ha atendido mis ruegos, creo que sin haber hecho nada mal, no merece que pierda mi tiempo regalándole mi trabajo a cambio de nada.
      Besos, que tengas un buen día.

      Eliminar
  9. Buenos días mi querida Concha, aquí estoy intentando poner mi cabeza en orden...y que mejor que acercarme a tu cocina que con tus rosquillas me llega el olor a nostalgia y Buenos recuerdos. En breves retomaré mi día a día que necesito una dosis de mis queridas compañeras. Un abrazo achuchao corazón

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola ‘corasón' ¡qué Alegría verte! Ya sabes que esto es una terapia de desconexión, entre unas y otras nos entendemos y nos ayuda a disfrutar un poco de lo que nos gusta, aunque como solemos decir, la procesión vaya por dentro, que no decaiga el ánimo y fuerza para continuar, es lo que toca.
      Besos y feliz tarde.

      Eliminar
  10. Hola Concha!!
    Ayer estuvimos todo el día sin Internet y no me pude pasar. Oye qué mal se pasa!! Ni Netflix ni ná. Mi móvil que tiene sólo 3 GB y qué siempre me queda a final de mes 2,9 jaja, ayer me quedé en un momento con 1,5 y sólo fue un momento mirando por IG, y es por tantos Reels que al fin y al cabo no dejan de ser vídeos. En fin, que no me enrollo más.
    Por fin esta mañana, y no sabemos cómo, volvemos a tener Internet.

    Qué curioso que de pequeñas no habéis comido ni un Donut cuando en San Juan estaba la empresa de Donuts. No sé si aún está.
    Mis primas que vivían ahí y el balcón daba para la empresa... no veas el olorcito que llegaba tan rico. Aunque bueno... teniendo una madre tan apañada que en una tarde se ponía hacer rosquillas cómo éstas... quién iba a echar de menos un Donut.
    Estoy segura que te quedan tan ricas como a ella. Las fotos hablan por si sola.

    Un besote grande ♥♥♥

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas mi Preciosa, sí que se pasa mal, jajaja…, dependemos demasiado de internet, y cuando desconectamos voluntariamente no pasa nada, yo al menos puedo estar unos días y me da igual, pero otra cosa es que quieras y no puedas por algún fallo técnico, que ahí es cuando surge la ansiedad, porque no es lo mismo, no hacerlo sabiendo que tienes conexión en cualquier momento, y otra muy distinta es que por más que quieras, no depende de ti, jajaja…
      Es cierto Pepi, en San Juan estaba la fábrica de donuts, ya no, y eran increíble lo bien que olía todo el día, la hija de mi vecina Rafaela trabajaba allí, y de vez en cuando nos regalaba unos cuantos, pero si era mi madre la que tenía que comprarlos, se negaba rotundamente, y es que no sé si recordarás, que justo enfrente estaba el cementerio, y sigue estando, y mi madre decía que los donuts se hacían con polvo de huesos de los muertos, Jajajaja…, aunque nosotras sabíamos que era pura guasa, y cuando los había, nos volvía locas de lo ricos que estaban, jajaja…, no recordaba esta historia, me ha venido a la memoria justo ahora leyendo tu comentario ¡Ayomá, qué tiempos!

      Eliminar
    2. Jaja Concha!!
      Tu madre si que sabía quitaros las ganas de Donuts jaja
      Del cementerio no me acuerdo. Quizás es porque nunca nos dijeron eso del polvo de los huesos jaja que si no... seguro que me acordaba. ;)

      Eliminar
  11. Hola de nuevo Concha, no hay nada como unos buenos roscos, o rosquillas para una merendola con una taza de té o chocolate caliente. Así me los tomaría esta misma tarde, se ven deliciosos. Y más ahora que estamos en temporada de naranjas como bien dices, vale la pena aprovechar. Como gustan estas recetas de siempre, son una maravilla. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, Silvia, qué te voy a contar, que tú no sepas. Cada día que pasa me gusta más recrearme en estos sabores de antaño, que tantas veces disfrutamos en familia, seguro que a ti también te pasa.
      Besos

      Eliminar
  12. Hola Concha. Llevaba desde el domingo intentando comentar pero entre una cosa y otra, no he podido, aunque sí que leí la entrada. Todo lo que lleva naranja es preferido en mi cocina y no veas si la receta viene con firma de alguien que sabía de repostería mucho, cocinaba on cariño y no aceptaba un donuts comercial fácilmente o al menos eso me ha parecido.
    En casa no tenemos costumbre de hacer rosquillas, esto es más tierra de buñuelos, pero ya me tomaría yo el tiempo para no dejar ni una.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días Marisa, efectivamente, mi madre apostaba por lo casero, eso quita méritos a lo comercial, pero cada casa es un mundo, y cuándo tienes que adaptar la economía doméstica a un salario de trabajador, ya me dirás, aún así lo catábamos de vez en cuándo, no creas, mi madre tampoco se hacía mucho de rogar y nos mimaba un montón.
      Aquí también se hacen buñuelos, aunque no es costumbre en casa.
      Besos

      Eliminar
  13. ¡Hola Concha! Esta rica receta 😋😋, tiene el valor añadido de las emociones, de lo vivido junto a tu madre y herman@s, recuerdos que te hacen ser quien eres.
    Estos dulces tradicionales, debemos cuidarlos para que no desaparezcan. De momento los conventos están preservando ese legado, esperemos que dure.
    Veo que has utilizado la palabra “azafate” que es de origen árabe, assafát que significa, cestillo. Otro tesoro que está en declive, el habla andaluza, que debemos defender con orgullo.
    Bueno, Concha, se acaba el tiempo de desayuno y hay que regresar al trabajo.
    Feliz miércoles. 😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días Emma, como amante de las palabras, soy defensora a ultranza de nuestra lengua andaluza, para mí todos los idiomas tienen su valor, aunque no hablo siete idiomas, ya lo quisiera, es una de mis pasiones, y por eso en mi blog cabe todo lo que sea una palabra bonita y bien empleada. Me gusta indagar sobre el origen de las palabras, aunque conocía el de azafate, gracias por la anotación, nunca viene mal para quién nos lea, y si no hago más uso de explicaciones en cada entrada, es por no extenderme, ya sabes que soy de tecla fácil, jajaja...
      Besos y te deseo pases una buena y tranquila, en la medida de lo posible, jornada laboral.

      Eliminar
  14. Hola Concha. Al principio de mi andadura por estos lares publiqué unas rosquillas de naranja, son muy parecidas a las tuyas pero con menos cantidades. Fue una de mis primeras publicaciones, desde entonces no he vuelto a hacerlas y ahora al ver las tuyas me he propuesto para estas fechas volver a hacerlas porque lo cierto es que son fabulosas.
    No me cabe duda que no hay comparación entre las dos, máxime cuando se trata de una experta cocinera y un simple aficionado.
    Por el aspecto que tienen sé, aunque no las haya probado, que tienen que estar exquisitas. Para este tiempo son ideales para acompañarlas con un café y disfrutar con un buen libro.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes Juan, ya veo que lo tuyo con la repostería casera lo llevas con tranquilidad, pero también entiendo que tantos años de blog, hace que vayamos priorizando nuevas recetas, y algunos clásicos cuesta repetirlos, aunque yo no soy de muchas innovaciones, ya me conoces, y en cuanto s dulces apuesto por recetas de toda la vida, en casa son las que prefieren todos. Aunque las rosquillas son atemporales, en días lluviosos son ideales para entonar el cuerpo con ese café o un chocolate calentito.
      Saludos, pasa una buena tarde con ese libro.

      Eliminar
  15. Mi querida Concha, estas rosquillas son un manjar para los sentidos, a mí las rosquillas me encantan y no suelo hacerlas mucho porque me puedo comer 10 ó 12 de una sentada...sin exagerar...qué suerte tener naranjas de casa, eso es un tesoro...
    Muchos besos guapisima

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas noches Olga. Pues creo que a mí me pasa Max o menos lo mismo, y basta que no deba, para desear comerlas, y claro, una ya de niña tiene poco, así que las hago pequeñas y si me como una, me pesa menos en la conciencia, jajaja…
      Besos

      Eliminar
  16. Qué entrañable todo lo que cuentas , los recuerdos culinarios de tu madre y el poder replicar las recetas que hacía . No me extraña que tu niña se emocionará saboreando tus deliciosas rosquillas. Mi madre no ha hecho nunca, pero si que las he probado de alguna de mis tías . Te han quedado muy bonitas, redonditas y con un color tostado precioso. Saboreando una de tus rosquillas y una buena taza de infusión me despido hasta la próxima receta. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Mj, recordar las cosas de mi madre, me hace sentirla presente, son esas cosas que ayudan a no estar triste y menos cuando mis niñas lo comparten conmigo.
      Estas rosquillas son un bocado tentador, anímate a probarlas.
      Besos

      Eliminar

Publicar un comentario

No te marches sin dejar un comentario, cuéntame alguna cosa, quiero conocer tus dudas, tus sugerencias, tu opinión me interesa siempre.