Ternera con Setas Estofada al Oporto

Mi plato de hoy, es de los de sentarse a comer en la mejor compañía e invitan a mantener una larga y agradable sobremesa, un estofado sabroso y reconfortante, que he disfrutado desde que comencé a prepararlo todo para cocinarlo a fuego lento en mi Cocotte, (Qué ganas tenía de decir esto, y qué bien suena, me he cerciorado antes para hablar con propiedad, jajaja...), de la que estoy completamente enamorada al igual que con mi Braisière, porque todo lo que cocino en ellas sale riquísimo, pero lo mejor es que no me he gastado un dineral, ¡vamos a ver! Que no tengo nada en contra de las cacerolas caras, pero cuando tienes la cocina abarrotada, da cosa tirar con pólvora de Rey.

Bueno, el caso es que las compré el año pasado en un día de estos que por puro aburrimiento, nos fuimos a Ikea para darnos una vueltecita, mi Santo y yo, y de paso comprar unas bombillas LED y unas fundas para las almohadas, pero como en el monólogo “El catálogo de Ikea, que ella no lo vea”  si no ando espabilada, casi me pierdo dejando allí la paga del mes, todo lo que veía se me antojaba, que entras para comprar unas bombillas y sales con la estantería Billy aunque no te haga falta, pura mercadotecnia sueca, ellos sí que saben bien hacer negocio, ¡Ja, ja, ja...!

Y yo encantada, ¡eh! Que me vuelve loquita un cacharro de cocina, y aunque tengo un buen surtido de ollas y cacerolas, llevo toda la vida debatiéndome entre si comprar o no una cocotte de hierro fundido esmaltado de esas naranjas tan preciosas de Le Creuset, pienso en ellas y me enamoro, luego las levanto en peso y me lleno de dudas, aunque no descarto algún día caer en la tentación, pero es que pesan un quintal, y mi Santo que sabe bien de qué habla, hartito está de repetirme la misma cantinela: "Te arrepentirás Concha, entre lo que pesan, y el calor que guardan, ya me veo subiendo y bajando para echarte una mano a cada rato, para cambiarlas de sitio, que yo encantado ¡vale! Y no es por frenar tu desmesura, pero seguro no podrás con ellas" 

Y es que entre mi constante dolor de cervicales, la capsulitis del hombro, la epicondilitis del codo, y la tendinitis de la muñeca, estoy que no valgo un real, menos mal que la cabeza me funciona como un reloj suizo, de momento ¡Ja, ja, ja...!

Entre eso y que en mi cocina no cabe ni un alfiler, tampoco sabría dónde meterlas, porque claro no sería sensato mudarme de casa para trasladarme a vivir a un almacén, por querer tener más cacharros, pero ¿realmente son necesarios tantos? Es que no he visto más que me gusta el menaje de cocina ¡Ayomá! Mi sueño hubiera sido trabajar en los antiguos Almacenes Cecilio del Pueyo de la calle San Pablo o en la sección de menaje del hogar de El Corte Inglés de la plaza de la Magdalena, ahí si que me hubiera sentido como pez en el agua, jajaja...

En fin, que el otro día, me apetecía un guiso calentito, y como disponía de toda la mañana para hacerlo, lo preparé a ritmo de un suave chup, chup; cada vez hago menos uso de la olla a presión, es una herramienta útil si vas con prisas o cuándo es mucha cantidad la que se cocina, pero solo compré medio kilo de ternera de la mejor calidad, y quise esmerarme para que luciera en la mesa, así que eché mano de las setas Fredolics de mi Raquel | Mi diversión en la cocina, que tenía reservadas para una ocasión especial, también le añadí un chorrito generoso de un buen vino de Oporto Tawny que suelo tener en casa porque me encanta, no es excesivamente dulce y pone su puntito aromático que hace de cada bocado un goce infinito, y he aquí el resultado, un delicioso Estofado de Ternera de los que se disfrutan solo con mirarlo, y más cuando te sientes recompensada viendo lo bien que comen los que se sientan a tu mesa. Comenzamos.

INGREDIENTES 

• 500 gr de Ternera troceada
• 350 gr de Setas Portobello 
• 230 gr de Setas Fredolics
• 145 gr de Chalotas
• 100 gr de Tomates Cherry 
• 100 gr de Apio
• 85 gr de Zanahoria 
• 150 ml de Vino de Oporto Tawny
• 80 gr de Salsa Marinara
• 70 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra
• Sal Rosa del Himalaya

ELABORACIÓN 

1. Pelar y cortar a rodajas la zanahoria, ponerlas en una cazuela con el aceite de oliva.
2. Añadir la carne y saltear. Sazonar ligeramente.
3. Añadir el apio cortado muy fino. Remover.
4. Limpiar las chalotas y añadirlas enteras a la cazuela. Remover.
5. Limpiar los Portobello y cortarlos en cuartos, añadirlos a la cazuela. Sazonar y Remover.
6. Añadir la salsa de tomate. Remover.
7. Verter el vino. Llevar a ebullición y tapar. Cocinar a fuego bajo durante 40 minutos, sin destapar, para que la carne se cocine en su propio jugo.
8. Añadir los Fredolics y los Cherry. Rectificar de sal y tapar. Cocinar 10 minutos a fuego lento.
9. Rectificar de sal y reducir la salsa si fuera necesario, espesándola con un poco de maicena diluida en agua.
10. Servir al gusto, acompañado de unas patatas cerillas, o arroz Pilaf.