Alcachofas Rellenas y Guisantes al Azafrán
En estos días, cuando sales de casa, se respira Primavera por las calles de Sevilla, el azahar alfombra las aceras con su fragancia embriagadora, anunciando que la Semana Santa y la Feria están a la vuelta de la esquina. Si hablamos de comida, hay algo que me gusta con diferencia en esta época por estar en plena temporada, son las alcachofas y los guisantes, dos sabores que me traen siempre a la memoria gustativa, la cocina de mi madre y la casa donde vivíamos cuando era chica.
La construyó mi padre con sus propias manos siendo yo recién nacida, una casa preciosa, llena de luz, con dos plantas y azotea, donde tendíamos la ropa al sol, y donde mi padre sembraba sus pimientos y tomates en macetas, la hierbabuena, el perejil y la albahaca nunca faltaban en casa, recién cortados tienen un olor delicioso, me encantaba cuando mi madre me mandaba a por una matita para la sopa, y al deslizar mi mano suavemente por sus hojas, el aroma que desprendía era embriagador (siempre me han gustado las plantas aromáticas)
Nuestra casa también tenía dos patios, el pequeño era más sombrío y allí tenía mi madre las plantas verdes, los helechos, las aspidistras y las esparragueras, junto al brocal del pozo y que mi padre tenía bien tapado por seguridad, el patio principal era mayor y estaba orientado al sur, se salía a él por la cocina, estancia donde hacíamos la vida alrededor de una mesa enorme de madera, lo mismo para cocinar, comer, o hacer los deberes y que de tanto limpiarla, lucía pulida y suave como la seda.
Este patio lo tenían mis padres precioso, el suelo era de losetas de barro, y todo estaba lleno de macetas bien dispuestas en sus pies de forja; geranios, gitanillas, azucenas, begonias, calas, cinerarias, jazmines de príncipe y muchas más, era espectacular el colorido y el olor a flores, que mi madre con su buena mano para las plantas, cuidaba con mimo, nuestro patio era su orgullo, y la "envidia" de las vecinas que con la excusa de venir a admirarlo, se quedaban un ratito a tomar el cafecito vespertino, sin necesidad de ser invitadas, y es que eran otros tiempos, todo se compartía sin pensarlo dos veces, aunque no había excesos, eramos ¡tan felices! con lo poco que teníamos.
Dando un repaso a mis recetas, solo tengo publicada una de Alcauciles Rellenos, diferente al guiso que os enseño hoy, y que he cocinado con una salsa tan versátil, como habitual en mi cocina, lo mismo con verduras, que carnes, pescados, todo sale riquísimo. En mi Ragoût de Merluza y Guisantes queda fabulosa y también en mis Guisantes en Salsa Verde con Huevos Cuajados, que siendo frescos, es como más me gusta.
Como decía, estamos en plena temporada de alcachofas y guisantes, si tenéis la suerte de encontrarlos frescos (yo no los he conseguido y he tenido que echar mano de unos congelados), os lo recomiendo, lo mejor es aprovecharlos al máximo ya que el sabor es mucho más rico, si están recién cosechados.
Como punto destacable he añadido unas hebras de Azafrán de La Mancha a la salsa y un poco de Pimentón de La Vera a la farsa de carne para el relleno, consiguiendo dar la vuelta por completo a uno de los clásicos de nuestra casa. Con resultados inmejorables, os cuento cómo se hace. Comenzamos.
INGREDIENTES
- 4 Alcachofas
- 200 gr de Guisantes
- 400 gr de Carne de Pollo, picada
- 1 Limón ecológico
- 1 Cebolla pequeña
- 5 dientes de Ajo
- 1 Huevo M
- 1 rebanada de Pan (60 gr)
- 1 c/p de Pimentón de La Vera
- 50 + 50 ml de Vino Blanco
- 1 Pastilla de Caldo de Pollo Concentrado
- Unas hebras de Azafrán
- Perejil ecológico
- Hierbabuena ecológica
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Agua
- Sal
- Pimienta
ELABORACIÓN
- Poner la carne en un bol. Añadir el huevo, el pimentón, la mitad del vino y salpimentar.
- Mezclar hasta que todos los ingredientes estén bien distribuidos.
- Cortar el limón y exprimir medio en un bol con abundante agua fría.
- Cortar los cabos de las alcachofas, y quitar la piel con un pelador, echarlos al bol para que no se oscurezcan.
- Cortar las puntas de las alcachofas y quitar las hojas externas más duras.
- Abrirlas y hacer un hueco para el relleno, introduciendo los dedos con cuidado para que no se rompan, si fuera necesario quitar la pelusilla del interior de las alcachofas con la ayuda de una cucharilla saca-bolas, las alcachofas que he utilizado eran muy tiernas y no tenían.
- Introducir las alcachofas en el agua con limón, a medida que las vamos limpiando, para que no se oxiden.
- Una vez limpias; Escurrir bien y secar con un papel de cocina.
- Rellenar las alcachofas con la farsa de carne, apretando un poco para que no se desprenda al cocinarlas.
- Pasar la tapa del relleno por harina, sacudiendo el exceso.
- Poner un poco de aceite en un perol pequeño, y dorar las tapas del relleno.
- Disponer las alcachofas y los cabos troceados, en una cacerola lo más pequeña posible, para que no se muevan durante la cocción.
- En el aceite donde hemos frito las alcachofas, hacer unos picatostes con el pan troceado. Cuando esté dorado, ponerlo en una jarra.
- Cortar la cebolla en juliana, pelar los ajos, cortarlos por la mitad. Freír en el aceite donde hemos frito el pan. Cuando comience a dorarse, apagar el fuego y añadir las ramitas de perejil. Escurrir y echarlo todo en la jarra.
- Añadir unas hebras de azafrán.
- Verter el resto del vino y cubrir con agua (aproximadamente 300 ml) Triturar hasta que quede una pasta fina.
- En el fondo de la cacerola de las alcachofas, poner unas hebras de azafrán, la pastilla de caldo desmenuzada, y un par de cucharadas de aceite de la fritura. Cuando comience a tomar calor, añadir el triturado y un poco más de agua, hasta cubrir casi por completo las alcachofas.
- Añadir los guisantes y llevar a ebullición.
- Cocinar a fuego suave unos 45 minutos, hasta que las alcachofas estén tiernas, rectificar de sal si fuera necesario.
- Añadir una matita de hierbabuena justo al apagar el fuego y dejar reposar unos minutos antes de servirlo.
- Si no gustan las hojas exteriores de las alcachofas, podéis limpiarlas hasta dejar solo las más tiernas, entonces el tamaño de la alcachofa será más pequeño, y por tanto el tiempo de cocción será menor.
- Si no os gusta el sabor a limón que puede tomar la alcachofa durante el remojado, podéis sustituirlo por una buena cantidad de hojas de perejil.
- Si utilizáis guisantes naturales frescos, en lugar de congelados añadirlos al comienzo de la cocción junto con las alcachofas, de lo contrario con añadirlos 10 minutos antes de terminar la cocción, será suficiente para que conserven todo su color y el máximo de nutrientes. Yo no lo hice en esta ocasión, pero prefiero el método que os acabo de indicar.
- En las fotos no veis la hierbabuena porque no la puse, hasta el momento de servir el plato, pero es mejor ponerla dentro del guiso una vez apagado el fuego para que tome mejor el sabor.
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Una de mis verduras preferidas es la alcachofa, cuando no les doy protagonismo único en alguna receta, las pongo acompañando alguna comida, como guisos o arroces. Los guisantes como más me gustan son crudos directamente de la vaina, pero es difícil encontrarlos en el mercado, así que suelo tenerlos congelados para hacer con ellos lo mismo que con las alcachofas. Cuando mi padre tenía el huerto cultivaba cantidad de verduras que iban de la planta al plato, pero hace tiempo que ésto ya no puede ser y la agricultura ecológica se acabó. Mi madre sigue teniendo algunas macetas con plantas aromáticas, como romero, tomillo, lavanda, perejil,... y es una maravilla poder cogerlas para cocinar. Yo lo he intentado con algunas que he comprado y todas se pierden, tengo una mano horrorosa. El plato que nos traes hoy me parece rico no, lo siguiente, si algún dia me invitas a comer es el que prefiero. Yo dando ideas, por si acaso.
ResponderEliminarQue pases un buen domingo, por aquí hoy el cielo está con solazo. Un beso.
Lola yo encantada estaría de tenerte sentada a mi mesa, las comidas compartidas con quienes nos apetece en cada momento, son las mejores, a mí desde luego dame tiempo libre y te aseguro que en una reunión de amiga no tengo prisas, sé cuando llegamos, pero no cuando nos vamos, ¡Ja, ja, ja! Con la de cosas que nos tendríamos que contar, daria para más de un plato de alcachofas.
Eliminar¡Qué pena! Que viviendo en el país considerado la huerta de Europa, nos dejen el “rejú”, como dice mi madre, jajaja.
Besos, disfruta del día.
Concha, me ha encantado la rememoranza que has hecho de esa casa, tanto visual como sentimental, precioso relato. Siempre te digo lo bien que escribes y lo que me gusta leerte. Esa capacidad con pocas palabras de decir tantas cosas, veo el patio y esa mesa de madera en la cocina, ese suelo pulido y rojizo del barro, en fin, precioso.
ResponderEliminarBueno, alcachofas. Me encantan aunque me da pereza hacerlas rellenas, a veces las compro y solo las hiervo.
Tu receta es para un día de fiesta.
Muy ricas. Muchos besos, amiga, te deseo una semana primaveral llena de buen tiempo y buenos paeos.
Patty gracias, solo he plasmado un recuerdo que me vino de repente. Mi cocina está hecha de ellos, siempre hay algo que asocio a cada sabor o a cada aroma determinado, porque he crecido entre fogones.
EliminarYo también suelo dejar este tipo de platos para los domingos o festivos, son entretenidos de hacer, efectivamente, pero básicamente porque suelo dejar algunas cosas para comerlas de tarde en tarde, y así las disfrutamos el doble.
Besos, disfruta la semana igualmente.
Buenisima , es como mas me gusta las alcachofas y esa salsa de lujo besitos
ResponderEliminarGracias Inma. Besos.
EliminarHola Concha. Esta receta de alcachofas tiene una pinta deliciosa, además de ser muy original, ya que nunca las había visto preparadas de esta forma. En casa nos gustan mucho las alcachofas, sobre todo a mi marido, que siempre me pide que se las prepare, aunque reconozco que soy un poco perezosa para hacerlo. Casi siempre las cocino salteadas con jamón.
ResponderEliminar¡Qué recuerdos mas bonitos de tu infancia nos cuentas, Concha! Puedo ver tu casa y oler sus flores.... Esos recuerdos nunca se pierden, siempre perduran en nuestra memoria.
Tomo nota de tu receta para prepararla a no más tardar. Un abrazo.
Elvira mi madre cocinaba así las alcachofas, incluso a veces ponía patatas rellenas del mismo modo, para hacer que el guiso cundiera más. Y es que aunque parezca entretenido, en realidad no lo es tanto, y luego al final recompensa porque está riquísimo.
EliminarYa verás si lo haces algún día como os gusta.
Besos.
Qué pintaza Concha. Qué bien has definido la casita de tu infancia, todo un lujo de hogar. Eran otros tiempos e incluso no era necesario cerrar la puerta durante el día. Por lo menos en la casa de mis abuelos siempre permanecían abiertas.
ResponderEliminarQué ricas las alcachofas, a mí me encantan. Nunca las he cocinado rellenas de carne pero tienen una pinta estupenda. Curioso cómo las has dorado. La salsita deliciosa.
Un beso y feliz semana
Sil
Silvia, yo también recuerdo que mi casa solo cerraba la puerta con llave por la noche, para dormir, y a veces ni eso, porque se nos olvidaba. Pero era tan normal que nadie entraba en casa de nadie a menos que te invitaran.
EliminarMerece la pena pasar un rato en la cocina, este plato es delicioso. Ya lo verás. Besos.
Hola Concha! Unos recuerdos entrañables que me gusta leer, y de paso conocer de ti. Gracias por compartirlos con nosotros, Se me antoja una casa feliz, y eso en fantástico. Se me antoja una casa llena de todo lo bueno, Y hablando de bueno, tu plato de hoy. Una exquisitez de presencia y de ingredientes. Un acierto con el pollo. Te hago una ovación. Muchos besos de los "apretaos".
ResponderEliminarGracias Alicia, mi casa siempre estaba abierta a todo el mundo, éramos, bueno, somos una gran familia, que puede presumir de los momentos felices que vivimos siempre que estamos juntos.
EliminarSi te animas a probarlo ya me dirás que te parece. Creo que te encantará. Me alegra verte de nuevo.
Besos achuchaos de todo corazón.
Que receta más maravillosa , me trae un montón de recuerdos. Mi madre la hacía aunque con carne de ternera y cerdo y a mi padre le encantaba, siempre quería que mi madre se la cocinara . Hace mucho que no la como y al ver tu plato me ha emocionado. Te ha quedado divina y con pollo nunca la he probado, así que tengo una variante del plato. Bonita descripción de tus recuerdos en tu casa familiar .😚😚😚😚
ResponderEliminar¡Qué bien! Este plato es de esos que no suelo ver nunca en ningún lado, por eso me entusiasma saber que tú también lo asocias a recuerdos bonitos. Espero verlo alguna vez en tu cocina, seguro que tú lo haces delicioso igualmente.
EliminarBesos, disfruta una buena semana.
Hola preciosa; no sabes como me ha gustado tu post de ayer, aunque yo lo vea hoy y eso que ando entre el ordenador y los fuegos cocinando un cous cous con verduras y pollo. Pues eso que te decía, me encanta cuando explicas de tu niñez porque conociéndote , se que lo revives y yo puedo imaginarlo y asi disfrutamos las dos.
ResponderEliminarSabes que me encantan las alcachofas pero nunca las he comido rellenas, haber si me pongo un día y las pruebo, te ha quedado un plato maravilloso, te lo cambio por uno de mi cous cous.
Un besazo y que tengas una linda semana.
Raquel encantada y con mucho gusto sabes que cambio mi plato por tu cous cous, o mejor todavía por ese arroz rosa que has cocinado hoy que me tiene loquita, jajaja.
EliminarHay cosas que nos marcan para toda la vida, y la cocina de mi madre está llena de historias entrañables como esta, me encanta contarlas, y que os gusten.
Besitos.
¡Hola Concha! Que bueno leerte... te siento tan cerca que parece que estoy en tu casa y oliendo las flores, que tu madre cuidaba con tanto esmero... La verdad que era unos tiempos preciosos... no había tantos prepararos como tenemos hoy en día... pero ese aire familiar que se sentía con los vecinos... que entraban en casa sin llamar (principalmente porque la puerta esta abierta siempre jajaa..) pues ahora es bien distinto... casi que ni nos conocemos... Las alcachofas rellenas, tienen que estar deliciosas Concha... nunca las he probado asi... con los guisantes que me encantan... (ya estoy deseando que mi tio me traiga del campo, para sentarme en la mesa, a sacarlos de sus vainas.. que buenos están!...) Bueno corazón... espero que pases feliz semana... Un beso
ResponderEliminar¡Oh, Elisa! Quién pudiera estar en tu cocina el día que tu tío te traiga esos guisantes frescos, yo los adoro, a ver si el frutero del barrio de mi hermana los trae, que también tiene cosecha propia, porque en mi barrio por lo que se ve este año, no están por la labor.
EliminarAquellos años de mi infancia, lamentablemente no volverán, no solo por que una ya va cumpliendo años, que también, jajaja, sino porque como bien dices hoy en día cualquiera se atreve a dejar la puerta de casa abierta de par en par, sin preocupaciones, esperando a que los vecinos te den los buenos días, como mínimo, parece ser que además de ser más independientes y celosos de nuestra intimidad, nos hemos vuelto unos maleducados en toda regla.
Besos, disfruta de una buena tarde Preciosa.
Hola Concha,
ResponderEliminarCada vez que oigo "huele a primavera" me arde la sangre. Aquí el frío continua junto a la lluvia y el aire. Se empieza ver brotar las plantas, pero nada más. Aún no apetece ni a dar paseos. Yo sigo en "stopped time" en mi sofá jeje.
Has descrito tu infancia y me has traído recuerdos de la mía. Qué bonito es recordarlo!!
Sobre la receta... que decirte que no te diga siempre. Me parece una combinación estupenda y mira que yo las alcachofas... mejor mirarlas de lado. Pero este plato llama mucho la atención, y me da que debe de estar exquisito!!
Besos
¡Ay, Pepi! La vida es como una caja de bombones, ya lo decía Forrest Gump, lo que nos toca es lo que hay, nos guste más o menos. Seguro que tú en tu Frankfurt también encuentras cosas preciosas, aunque haga un frío de mil pares de c..s, jajaja. No creas, y seguro tú lo sabes de buena tinta, que aquí más de un día daríamos dinero por tener el clima del norte de Europa, especialmente en cuanto asoma mayo, que ya sabemos lo que nos espera hasta octubre como mínimo.
EliminarLo de las alcachofas contigo, es una elección, que seguro tiene sus razones fundadas, a mí me pasa con el cilantro y el romero, y es olerlo y saber que te has cargado el guiso, al menos para mí, jajaja. Bueno con el romero, tengo un pase, en la mata me encanta como huele, pero con el cilantro nada de nada, me da nauseas y hasta dolor de cabeza, ya me lo dijo mi amiga Silvia Gomes, que es muy erudita, y me contó que mi aversión al cilantro, es una cuestión genética, em serio, hay estudios científicos que lo demuestran.
Besos y gracias por estar, mientras tanto sigue disfrutando de tu modo “stopped time”, yo también lo haría, jajajaja.
Buenas tardes Concha ya me tienes encantada de nuevo por tu blog,y me traes unas de las verduras que más me gusta.........alcachofas..........que pintaza y ese relleno y lasalsa de guisantes esta para hacerle un monumento¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarVamos yo me como ese plato sin hablar¡¡¡¡¡
Mañana voy por unas a ver si las encuentro buenas y prietas¡¡¡¡
Muchos besitos y feliz semana preciosa¡¡¡¡
Victoria pues ahora es 3l mejor momento, esta misma tarde estado haciendo unas compras y las he tenido en mis manos, de nuevo me miró mi marido con cara de: “¡hija mía, no te hartas ni en un verde! ; ¡Ja, ja, ja!
EliminarVerás cómo te gustan. Besos.
Eran otros tiempos..., esa es la frase también de mis padres mi querida Concha, cuando nos recuerdan su infancia, compartir era premisa siempre, la tranquilidad de las regiones, los tiempos de grandes familias, de casas con solares inmensos, patios llenos de materas y flores, al leerte me pierdo entre tus palabras y hasta alcanzo a ver unas chiquillas limpiando esa gran mesa de madera luego de compartir una comida como esta que nos traes. La verdad es que por acá las alcachofas no son muy comunes, yo nunca las he probado, pero ya sabes, como soy de probar sabores nuevos, cuando llegué a ver unas lindas en algún mercado, no dudaré en comprarlas. Estas que nos regalas, con su maravilloso relleno de pollo y su copete crocante entre la salsa resultante ya la puedo imaginar, me parece un platillo delicioso. Contigo todo me parece un plato reconfortante y lleno de memoria. Me encanta intentar conservar la memoria y tradiciones de platillos que al día de hoy muchas ya ni quieren preparar porque sencillamente no contemplan entrar a la cocina y menos hacer delicias que llevan su mimo y ahí ya una se siente en este nuevo tiempo un poco como bicho raro. Y ya me desvié de la conversación, a lo que voy es que siempre que se disfrute de las elecciones en nuestras cocinas y de las preparaciones, lo más lindo es hacerlo con cariño y amor y de ello tu eres maestra
ResponderEliminarBesitos bonita
Natalia aunque yo he crecido en una gran familia, en una época un poco convulsa, no hemos pasado estrecheces, vivíamos con lo que teníamos, eso sí, pero tampoco necesitamos más. No como ahora que los niños y jóvenes tienen de todo y aún no están contentos. No entiendo cuando un niño dice que se aburre, y su madre le da el teléfono móvil o el iPad para que juegue, ¿perdona? Dale algo más constructivo, un libro por ejemplo, yo he intentado inculcar a todos los niños que he tenido cerca el amor por los libros, con mayor o menor éxito, pero ahora me enorgullece ver como mis niñas prefieren llevar un libro de bolsillo en su bolso, para leer en el metro o el autobús de camino al trabajo, a perder la vista en la pantalla de un teléfono.
EliminarMe resulta curioso que las alcachofas no sean algo común para ti, cuando aquí es algo que se consigue en cualquier frutería o supermercado a precio súper económico; para mí lo normal es no haber probado yo algo que muestras tú o cualquier otra blogger americana, para mí esos son los productos exóticos y aunque la gran mayoría ya se pueden conseguir por aquí gracias a la gran cantidad de productos latinos que hay en nuestros mercados, no dejan de ser para mí cosas excepcionales.
Gracias por tus palabras de cariño, ya quisiera ser yo maestra en algo, pero me alegra que te gusten mis cosas.
Besos. Disfruta de una buena semana.
Hola Concha, todas las semana tengo alcachofas en casa, alcauciles que decimos nosostras, qué ricos!!! Es cierto que no pueden faltar entre nuestras recetas de Cuaresma. Qué ricas las has preparado. Así es como más me gustan, rellenas y con guisantes, si son frescos mejor pues ya el sabor es insuperable. Como siempre me llevo mi platito y si te sobra alguna más me llamas. Un beso!!!
ResponderEliminarY es que están tan buenas, siendo frescas no hay comparación con las congeladas o en conservar, además que no se les puede dar el mismo uso, al menos yo nunca he cocinado alcachofas rellenas con otras que no sean naturales.
EliminarBesos.
Es curioso cómo asociamos ciertos sabores directamente a nuestros recuerdos de la niñez... y que por más años que pasen (no lo digo por nosotras que somos muy jóvenes jaja) se quedan ahí alojados, dispuestos a salir en forma de exclamación cuando podemos volver a degustarlos, y qué bonito volver la vista atrás... con esa casa familiar llena de cariño donde mires... me ha encantado leerte, Concha!! A mí, no sabes cuánto me gustaría vivir en una casa con patio como la de mis abuelos de Jerez, pasando las horas de calor ahí tan a gusto en el patio, con el frescor de la palmera y las plantas y flores... pero bueno, quién sabe si algún día se puede convertir en realidad.
ResponderEliminarTus alcachofas se adivinan deliciosas con ese relleno y la salsa ni te cuento!!
Muchos besos y que disfrutes del buen tiempo y el aroma a azahar ;-)
Esther con el paso del tiempo tenemos tendencia a magnificar los recuerdos, pero cuando de cómoda se trata, es fácil conseguir degustarlos de nuevo si disponemos del modo de elaboración exacto que cocinaban nuestras madres y abuelas, no quiero que esos recuerdos tan bonitos se pierdan, por eso los estoy plasmando aquí en forma de recetas.
EliminarMe cuentas lo de la casa de tus abuelos y mi imaginación se echa a volar, viéndote tumbada en tu hamaca bajo las palmeras al fresco.
Besitos.
Qué buenos recuerdos, de aquellos años, y eso que yo soy la chica y la que menos tiempo viví en aquella casa, solo hasta los 13 años; después nos fuimos al campo... Pero recuerdo perfectamente la cocina y el patio de San Juan, y cómo papá y mamá se tumbaban en las mecedoras, las largas noches de verano, con todas las luces apagadas para aprovechar al máximo el fresco de la madrugada... qué buenos tiempos. Y yo mientras jugando en la calle con la Carmen Mari, y sin ganas de que nos llamaran para dormir... jajaja! Qué trasnochadores!!
ResponderEliminarTu plato me encanta, a pesar de la carne, pues me acuerdo también perfectamente de cómo lo hacía mamá. Siempre comíamos alcachofas en casa, y eso que deberían ser caras para tantas bocas que alimentar... en fin, es que ellos siempre nos han dado y nos quieren dar lo mejor. Besos linda, qué suerte que seamos hermanas y tengamos estos recuerdos tan bonitos juntas, a pesar de la diferencia de edad.
Yo también me alegro de tener a mis hermanas, y a ti que eres la pequeña, y la más mimada, Jajajaja. Lo que disfrutábamos en aquel patio, y lo que jugábamos en aquel cuartito de la azotea.
EliminarEstoy pensando que no deberías privarte de estos sabores, podrías cocinar estas alcachofas exactamente igual, sin rellenarlas, porque realmente el sabor lo pone la salsa y ese sofrito triturado con ese sabor tan característico, y que no lleva nada de carne. Incluso recuerdo que mamá, a veces, lo cocinaba sin carne. Es perfecto para vosotros.
Besitos ❤️
Qué maravilla de receta nos compartes hoy Concha . Me gustan mucho las alcachofas pero no las suelo preparar a menudo y siempre que las veo se me apetecen y me digo , esta semana las preparo , pero después me lío con otras cosas y se me olvida jaja...
ResponderEliminarRespecto a la infancia , a las horas y horas jugando en la calle con los amigos , disfrutando de cualquier cosa , las meriendas compartidas , la ingenuidad , las risas ....qué lejos se ve aquello y cuanta nostalgia brota , ya que hoy en día ha cambiado todo de una forma brutal y no siempre para bien ...
Un abrazo.
Que recuerdos mas bonitos Concha ! yo recuerdo un patio parecido y una cocina grande con su mesa enorme ,también eramos muchos en casa
ResponderEliminarlas alcachofas a si no las he preparado y me han gustado mucho ,tienen que estar muy buenas
besitos
Mary, como ves son bien sencillas de hacer, te las recomiendo porque quedan muy ricas y dan un toque exquisito a tu menu festivo.
EliminarBesos.
Hola Concha, las alcachofas me encantan, y siempre que puedo comprar lo hago. Me gusta mucho tu receta, las alcachofas rellenas ya por si solas están de muerte. Pero ya cn el acompañamiento que llevan,hacen un tandem perfecto. Los guisantes le van como anillo al dedo, más completo no podía ser. Para mi ya es un plato único, me recuerda también a mis padres, que solían hacer guisos con los guisantes y las alcachofas. Un beso!! feliz día :)
ResponderEliminarGracias Silvia. Verdad que estos platos que nos despiertan la memoria, nos suelen regalar momentos únicos y muy especiales. Me alegra que te guste mi receta.
EliminarBesos.
Este plato tiene una pinta deliciosa y además es muy sano porque lleva un poco de todo, tiene una pinta deliciosa. Un besote y feliz semana!!
ResponderEliminarGracias Laura. Besos.
Eliminar¡¡Hola Concha!! ¡¡Ya estoy aquí!! Supongo que habrás imaginado que he estado en las fallas, ¡¡oh, qué cuatro días más buenos!! Llegamos anoche y acabo recién de encender el ordenador y aunque tengo muchas visitas pendientes a mis blogs amigos, tenía sí o sí que empezar por ti y visitarte, incluso antes de subir mi publicación de los miércoles.
ResponderEliminarBueno, imagina, en fallas hemos comido todos los días fuera, y ya con ganas de comer algo más confortable para el estómago, y vengo y me veo estas riquísimas alcachofas, ¡¡con lo que me gustan las alcachofas!! Es verdad, tanto a mi marido y a mí, nos gustan muchísimos y las comemos varias veces por semana. Rellenas también nos gustan, así que tu relleno de pollo para estas alcachofas, tan estupendas, por cierto, no hay más que ver lo buenas que eran ya sin rellenar. Y esa salsita de guisantes, ¡¡puro espectáculo, tanto de sabor como de presentación!! Además, la receta más fácil de lo que parece, tú sabes siempre como hacer un plato que se hace sencillo pero con una pinta espectacular.
Y tan bonito como te ha quedado el plato, han sido esos bonitos recuerdos, y una casa luminosa, donde parece que siempre todo tiene luz y allí sólo pueden pasar cosas buenas, por eso tus recuerdos son siempre tan bonitos, porque realmente lo fueron y estuvieron llenos de luz. Muchísimas gracias por compartirlos, también nos llenas a los que te leemos con esos rallitos de luz tan hermosos. Besitos.
Gracias Isabel, por ser tan especial, me siento tan bien cuando hablo contigo.
EliminarYa he visitado tu plato de esta semana, y es un señor plato, de categoría, jejeje.
Las alcachofas tienen muchas propiedades beneficiosas para la salud, entre ellas está la de ser de fácil digestión. Este plato, es muy completo, pero para nada contundente, aunque lo veas así en primer plano, no son tan grandes, y como es casi todo alcachofa, resultan muy ligero. En definitiva te sacia, pero sin llenarte. Bueno también depende de la cantidad de pan que lo acompañes, porque ya te adelanto, que pide pan, y no poco, jajaja.
Hoy he querido emular el relleno que ponía mi madre, pero a mi manera, ya que de entrada ella siempre ponía cebolla, ajo y perejil a la farsa, pero yo hace tiempo que no lo pongo, ni siquiera en las albóndigas, porque me sienta mejor, del otro modo siempre acababa con el relleno repitiéndose toda la tarde.
Besos.
Concha, me ha gustado mucho tu entrada de esta semana; he disfrutado pasearme por tu casa, entre estos aromas y recuerdos...yo extraño vivir en casa con un patio o jardín, como la de mis padres o en la que viví luego de casarme y que el jardín era inexistente y yo fui recuperando, ay suspiro!...
ResponderEliminarBueno, y qué decir de tu receta, me parece maravillosa y exquisita, es un plato muy festivo, lo disfrutaría feliz.
Y aquí un chiste entre tú y yo, creo que has tomado nota de lo que comentaba Elisa de las alcachofas, eh? jaja.
Besos, que tenga un lindo día y lo que queda de semana!
Angélica siempre viviremos tiempos futuros, que nos hagan recordar con nostalgia el pasado. Pero lo bueno es que con la memoria también se disfruta, y si podemos rescatar los sabores de antaño, mucho mejor.
EliminarMe alegra que te guste. Besitos.
Hola Concha! Primero que nada decirte que me has transportado a tu casa de la infancia, la has descrito a.la perfección y ya os imagino alrededor de la mesa a toda la familia, disfrutando de los guantes de tu madre y oliendo las fragancias que desprenden las flores, se de qué hablas, aunque soy hija única, me he criado en el campo, rodeada de naranjos y con un jardín de césped, rosales que parecían terciopelo. Bueno, que me has hecho recordar y casi saborear está deliciosa receta de alcachofas que no faltan en mi mesa y los guisantes, me los como frescos y hervidos con un chorrito de aceite y sal. De echo tengo una receta pendiente de salir de alcachofas, u a foto del corte muy parecida jaja. Hoy solo me traes buenos recuerdos y una receta que me apunto, me parece deliciosa y muy original.
ResponderEliminarUn besazo enorme
Merche yo también crecí entre naranjos, en las calles de Sevilla los hay por todas las aceras, parques y jardines, además de los huertos, pero a mi vida llegaron cuando con 8 años mi padre compró el huerto, y que hoy también está la casa donde viven, aunque ha evolucionado un montón, los naranjos siguen siendo los originales y dan unas naranjas espectaculares. Ya las enseñé el año pasado en mi post del Bizcocho de Mango, Manzana y Naranja, por si te apetece verlo.
EliminarDeseando ver tus alcachofas, te mando besos.
Ay mi Concha!! No sé que me ha gustado más si sumergirme en el patio de tu madre y admirar sus plantas o en tu receta...que bonito nos lo has contado tanto que has sido capaz de llevarnos a todos hasta él. Y en mi caso, con cierta envidia de ese hermoso patio lleno de flores frente a la austeridad de los patios castellanos entre los que yo me crié. Todo hoy ha sido maravilloso al leerte. Bss preciosa.
ResponderEliminarSonsoles querida, cada sitio tiene su encanto, seguramente ese patio castellano, también era especial para ti, mira que yo siempre me los imagino con sus soportales de columnas y sus balaustradas de madera, incluso si cierro los ojos veo la sillas de eneas junto a un arcón del ajuar, decorando el sitio más destacado para que lo vean las vistas. Mira yo, como siempre echando la imaginación a volar, que hasta yo sola, me he hecho una película ¡Ja, ja, ja!
EliminarBesitos.
Hola Concha. Ya ves que he tardado un poco en visitarte, el motivo no ha sido otro que las fiestas jj y lo malo es que han finalizado las de Valencia y mañana dan comienzo las de Castellón. Ya ves que no voy a aburrirme jj. A ver hasta cuando aguanto jj.
ResponderEliminarMe ha encantado la lectura de esta entrada porque has hecho una preciosa muestra de tu casa. A medida que se va leyendo parece como si nos transportaras al interior de la misma y que fuéramos siguiendo tus indicaciones. Debe o debía ser una maravilla ya que ignoro si en la actualidad sigues viviendo en esa casa.
Me encantan las alcachofas y no me canso de prepararlas porque en casa nos gustan mucho. Las tengo rellenas de atún, de jamón, de rape y de un pescado que me encanta, el bacalao y además al pilpil, te dejo el enlace por si te apetece verlas, seguro que te gustarán alcachofas rellenas de bacalao al pilpil .
Por eso estoy seguro de que estas alcachofas con ese relleno de carne, y que nunca las he rellenado, tienen que estar de vicio. Una salsa deliciosa para unas alcachofas exquisitas.
Que disfrutes del fin de semana tanto como yo disfrutaría saboreando un plato de estas alcachofas tentadoras.
Un abrazo.
Juan veo que estás inmerso de pleno en modo festivo On total, jajaja. Haces muy bien, hay que vivir haciendo lo que nos haga feliz, y si eso conlleva entrar y salir, comiendo y disfrutando el ambiente festivo y contagioso que lo inunda todo, mejor todavía.
EliminarMe has tentado con tu propuesta, ya he visto la receta, y me quedo con ella para probarla. Sigue disfrutando de todas esas fiestas, y ya nos contarás lo que creas conveniente, siempre es un placer leerte.
Un abrazo, y que lo pases genial.
A mi marido, que le gustan mucho las alcachofas, le encantaría este plato, cuestión de darle una alegría. A mi tu casa de la infancia me parece un sueño. Y que razón tienes, antiguamente si había poco se compartía igual, hoy, si hay poco queremos más y si hay mucho, acumular y acumular.
ResponderEliminarUn abrazo
Nena por complacer a tu marido, tienes que ponerte a cocinar estas alcachofas ya, y le harás el más feliz del mundo mundial, le encantarán.
EliminarBesos.