Tomates Ecológicos Fritos en Conserva
Es verano, tiempo de conservas, hace calor y las frutas y verduras del huerto de mi padre maduran con rapidez.
Pero antes de que se acabe la cosecha de los tomates quería hacer un poco de salsa de tomate frito en conserva, tal y como la hacía mi madre cuando yo era niña.
Es cierto que mi padre ya no siembra tanto como entonces, pero a pesar de sus 83 años, sigue haciendo un gran esfuerzo en cultivar algunas verduras de las que realmente merece la pena todo el trabajo que conlleva sembrarlas.
La recompensa llega cuando las comemos, su sabor es inigualable, todos los sentidos se ponen a funcionar, pues están tan ricas que lo único que deseas hacer es deleitarte en su sabor y en los recuerdos tan agradables que nos evocan.
Recuerdo que mi madre nos ponía a mis hermanas y a mí pelando y troceando los tomates, mientras ella los iba envasando para hacer las conservas de tomate natural, o se pasaba horas y horas cocinándolos al fuego de leña.
Cuando llegaba el invierno y no teníamos tomates frescos (entonces no existían las verduras de invernadero), hacía los guisos con alguna de esas conservas que habíamos elaborado durante los meses de verano.
Poder comer algo que al cien por cien se ha cultivado, cosechado, conservado y cocinado en casa, es un auténtico placer que no tiene precio.
¡De Lujo!
TOMATES
ECOLÓGICOS FRITOS EN CONSERVA
INGREDIENTES
- 8,600 kg de tomates rojos maduros ecológicos de nuestro huerto
- 600 gr de pimientos verdes ecológicos de nuestro huerto
- 600 gr de cebollas blancas
- 500 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra
- Sal y Azúcar (cantidad necesaria)
- Agua
- Frascos o tarros de vidrio esterilizados
ELABORACIÓN
- Lavar bien los tomates varias veces con abundante agua fría.
- Trocear los tomates en trozos no muy grandes e ir poniéndolos en una cacerola grande.
- Una vez hayamos troceado todos los tomates, los trituraremos con la batidora.
- Una vez triturados los tomates, los iremos trasvasando a una olla grande, pasándolos a la vez por un colador chino, donde recogeremos las semillas y las pieles que desecharemos.
- Ponerlos al fuego para que alcancen el punto de ebullición, cuidando que no rebocen pues al hervir se formará espuma que cortaremos echándoles un sofrito; Que tendremos preparado con las cebollas y los pimientos cortados en cuadritos y fritos en el aceite de oliva.
- Una vez echado el sofrito al tomate, éste dejará de formar espuma.
- Lo dejaremos a fuego fuerte para que hierva con intensidad y así vaya evaporándose el agua que contienen los tomates.
- Cuando comience a espesar y haya reducido casi a la mitad, sazonaremos con un poco de sal y rectificaremos la acidez con un poco de azúcar al gusto, pero mejor dejar el punto definitivo para el final, pues al reducir, el sabor se intensificará potenciando tanto de salado como de dulzor.
- Conforme vaya reduciendo el tomate, tendremos que bajar el fuego y remover de vez en cuando para evitar que la salsa se pegue al fondo de la olla y evitaremos también las salpicaduras.
- Terminada de cocinar la salsa, procederemos al envasado.
- Previamente habremos esterilizado los tarros de vidrio y sus tapaderas (bien en el lavavajillas en un programa de alta temperatura, o hirviéndolos en agua durante diez minutos).
- Los frascos deben estar completamente secos.
- Verter la salsa en los frascos dejando un centímetro aproximadamente de aire y tapar bien.
- Poner una olla grande donde quepan todos los frascos con agua suficiente para que los cubra, al menos cinco centímetros por encima de las tapas.
- Para evitar que se rompa un frasco, poner una rejilla que separe un poco los tarros del fondo, para que no se muevan por la fuerza del borboteo del agua al hervir.
- Una vez alcance la ebullición, cocer a fuego suave durante 20 minutos.
- Apagar el fuego pasado este tiempo y dejar que los frascos se enfríen dentro del agua y no se rompan con un cambio brusco de temperatura.
- Guardar en un sitio fresco y seco, alejados de la luz. Pasados unos quince días ya estarán listos para consumir.
- Hay quien exprime y escurre previamente los tomates antes de triturarlos, pero yo no lo aconsejo, pues es en esa agua donde se encuentra gran parte del sabor de los tomates, además como lo que queremos es una salsa lo más artesanal posible, lo mejor es hacerlo pausadamente y sin prisas, yo he tardado unas cuatro o cinco horas hasta terminar todo el proceso de cocinado y envasado. Contando además con la inestimable ayuda de mi hermana Pepa.
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