Merluza Dorada

En mi publicación del Solomillo a la Pimienta Verde, del domingo pasado, prometí que hoy os enseñaría el plato que preparamos para celebrar mi onomástica el martes, 8 de Diciembre, un revuelto exquisito, fácil de elaborar, con una presencia impecable y con méritos suficientes para incluirlo en un menú especialmente festivo, también es perfecto para comer de manera sencilla y elegante en Nochebuena o Navidad.

Este plato surgió de manera casual la pasada Primavera, durante las semanas de confinamiento; con la situación en la que vivíamos, todas las precauciones eran pocas, ya sabéis, entre restricciones de movilidad, distanciamiento social, extremar medidas de higiene, etc., en casa establecimos la norma de salir a hacer la compra cada 15 días cómo mínimo, bueno yo no la hacía, en realidad fue mi santo quién asumió esa obligación, y así no exponernos los dos a tantas idas y venidas, minimizando los riesgos.

Sucedió un día que quería cocinar Bacalao Dorado para almorzar, y teniendo todo preparado, al ir a echar mano de un paquete de bacalao desalado, suelo prepararlo y congelarlo para ir sacando cuando se tercie, no quedaba ninguno guardado, echándome las manos a la cabeza, le dije muy apurada: «¡Oh, cielos! ¿Y ahora qué hacemos?» Con pasmosa tranquilidad me dijo: “Concha, mantén la calma, y piensa en un plan B” Como tampoco era cuestión, de salir a prisa y corriendo, para comprar sólo un poco de bacalao, mi santo, con la agilidad mental que lo caracteriza y acostumbrado a solucionar problemas bajo presión, decidió sustituirlo por unos filetes de merluza y asunto solucionado, teniendo la despensa a tente bonete !¿Cual era el problema?!

El revuelto estaba tan bueno, que me dejó completamente enamorada, y de aquello que fue un recurso para no cambiar nuestro plan de comida, surgió un plato sorprendentemente delicioso, y que por aquello de la necesidad de poner etiquetas y nombres, como buena Foodblogger, a todas mis recetas, decidí nominarlo Merluza Dorada, por su similitud al original Bacalhau á Brás o Bacalhau Dourado, y que siendo muy meritorio estará incluido desde hoy en DBM como un nuevo imprescindible de nuestro bien nutrido recetario.

Tenía ganas desde entonces de compartir esta nueva versión del Bacalao Dorado, con Merluza, y que en todos estos meses hemos cocinado con frecuencia, pues es una de esas cosas sorprendentes, que siendo tan asequibles, nunca hubiera cocinado si no nos hubiésemos visto en el brete. 

Cada vez que lo hemos preparado, durante todo este tiempo, nos ha gustado más que la anterior, así que vestí mi mesa de largo, para hacerle los honores como merecía el descubrimiento y la ocasión, además según mi santo, no celebrábamos solo mi onomástica (mi Santo), sino que también estábamos celebrando su día o sea, el día de "mi santo", ya que en realidad mi verdadero santo es él, aunque no se llame Santo, perdonad el galimatías con tanto santo ¡ja, ja, ja...! Pero con lo que me cuida y la paciencia que me tiene, se merece mucho más que un rico plato y un festivo en el calendario. Al menos no me diréis que no os he tenido expectantes y un tanto entretenidos leyendo una nueva de mis historias, al más puro estilo “Concha y sus divagaciones desmesuradas” 

Y ahora, en serio, este plato, el segundo de mis recomendaciones propuestas como menús navideños, merece realmente la pena probarlo, os lo aseguro, y para el próximo domingo os tengo preparado otro que cerrará el año en mi cocina virtual de manera deliciosa, no os lo perdáis por nada del mundo, tenemos esa cita pendiente, ¿de acuerdo? Mientras tanto si os apetece, os cuento cómo se hace nuestra riquísima Merluza Dorada. Comenzamos.

INGREDIENTES

• 400 gr de Merluza (en filetes congelados)
• 1 kg de Patatas
• 2 Cebollas Moradas
• 8 Huevos de Gallinas Felices
• 15 gr de Cebollino
• Aceitunas Negras 

ELABORACIÓN

1. Descongelar en el frigorífico los filetes de merluza. 
2. Secar el pescado con un papel de cocina y cortar a dados pequeños. Sazonar ligeramente. Reservar.
3. Lavar y secar el cebollino. Picarlo finamente. Reservar.
4. Lavar las patatas, pelar y cortar en paja. Lavarlas con abundante agua para que suelten todo el almidón. Escurrir y freír en abundante aceite de oliva virgen extra. Escurrir. Reservar.
5. Pelar y cortar las cebollas en juliana. 
6. Cubrir el fondo de un perol con aceite de oliva virgen extra y sofreír las cebollas. Sazonar ligeramente.
7. Cuando estén bien pochadas y comiencen a dorarse, añadir la merluza. Saltear a fuego fuerte, para que no suelte agua, removiendo con cuidado.
8. Cascar los huevos y ligar ligeramente, a fuego medio, haciendo un revuelto muy jugoso.
9. Añadir las patatas paja y mezclar. Rectificar de sal, si fuera necesario.
10. Espolvorear con el cebollino picado.
11. Servir al gusto, acompañado de aceitunas negras.