Feliz 2025

Justo hace una semana que celebramos la Nochebuena, y cuando el reloj acaba de dar las doce campanadas anunciando la hora, comienza un nuevo día, y con entusiasmo he arrancado la hoja en el calendario, porque hoy estrenamos mes y año, 1 de enero de 2025, que mejor fecha para iniciar una nueva etapa en nuestras vidas, o al menos eso es el propósito de la mayoría. Año nuevo, vida nueva. Quien sabe, quizás sí, quizás no, probablemente todo siga igual, o no, las cosas son como son, y no podemos evitar lo que ha de acontecer en el futuro, ni siquiera adivinar aquello que nos depare nuestro destino, por tanto, mejor afrontarlo con energía, pasión y con la esperanza puesta, una vez más, en que todo va a mejorar.

Deseo con ansias que la Paz llegue a cada rincón del planeta de una vez por todas, una utopía en un mundo este, donde el sin sentido y la avaricia de algunos tiranos, hacen que todo vaya de mal en peor, pero ¡Ojalá! Algo les hiciera reflexionar, haciéndoles ver que realmente no merece la pena tanta lucha innecesaria, donde siempre acaban pagando los más débiles, los que menos culpa tienen, y que son los que luchan por conseguir, no precisamente riquezas, sino un mundo en el que poder vivir tranquilos, donde nadie se sienta con derecho a ser superior a los demás, faltando al respeto a los que estén bajo su influencia.

¡Ojalá! Y se acaben de una vez, todas las guerras, esas que la mayoría sufrimos en la distancia, con impotencia, y otros, para su desgracia, en sus propias carnes, viendo como la desolación arrasa sus países, sesgando vidas, destrozándolo todo, por culpa de unos cuantos insensatos que solo piensan en el poder del dinero. ¡Ay! El dinero, poderoso caballero 'don Dinero', como escribió Francisco de Quevedo en su sátira poética, ese que todo lo puede, pero que no lo compra todo. El dinero, que en el mejor de los casos, debería tener fecha de caducidad, y si la vida fuera un juego como el Monopoly, todos comenzaríamos el año, al igual que en una partida, saliendo de la misma casilla, con la misma cantidad en los bolsillos.

¡Ojalá! Los estragos de un más que evidente cambio climático, no provocaran más daño en ningún sitio, pero cuando esto sucede, no podemos mirar a otro lado, echando la culpa a los demás para evitar responsabilidades de lo sucedido, y es que contra las inclemencias de una naturaleza embravecida y desaforada, poco se puede hacer, sin embargo, si está en nuestra mano, prevenir y preservar lo bueno que aún nos queda, en una catástrofe todo lo material es reparable, no tanto así lo son la pérdida de vidas humanas, por eso hay que poner todo lo que está en nuestra mano para cuidar a los demás, a como dé lugar.

¡Ojalá! Y este 2025, sea un buen año, un año en el que no tengamos nada que lamentar, probablemente eso no sea posible, sospecho que entre risas, también surgirán las lágrimas, en las que no quiero pararme a pensar porque hoy es un día especial, un día de fiesta, un día para celebrar con alegría, por eso no quiero ponerme en lo peor que pueda suceder, y que ¡ojalá! No suceda. Hoy quiero ser positiva, para que fluyan las buenas energías, siempre deseosa de disfrutar una vida plena, tranquila y feliz, junto a los que amo.

"Tus días están contados. Úsalos para abrir las ventanas de tu alma y que entre el sol. Si no lo haces, el sol se pondrá en el horizonte y tú con él”

Marco Aurelio

Hoy es 1 de enero de 2025, y mientras observamos esta realidad caótica que nos rodea, hagamos que merezca la pena vivir nuestra vida, solo tenemos una oportunidad de vivirla, por eso no debemos dejar de hacer aquello que realmente nos apasione. Por mi parte, desde el reconfortante calor de la cocina de nuestra casa, deseo lo mejor para todo aquel que pase a leer mis recetas, mis reflexiones y mis desmesuras, y para los que no me lean, también, porque todos merecemos vivir en paz. Alcemos juntos las copas y brindemos por un feliz y próspero año para todo el Mundo. Sed felices.

¡Feliz año nuevo!

¡Un millón de besos y muchas cosas bonitas!