Tortilla de Zanahoria con Cebolleta Morada y Ajetes

Hace un par de días que ando enredada con Hacienda y la dichosa declaración de la Renta, ya sabéis que es un deber que tenemos todos, algunos como yo de manera conjunta, pero nos guste o no, hay que hacerlo, no es que ponga ninguna objeción por pagar impuestos, al contrario, muchos poquitos hacen un montón, necesario para mantener el sistema.

Me sucede lo mismo que a Maruchi, probablemente algunos ya la conoceréis, es la peculiar amiga de mi querida Sonsoles Furones, que en su exquisita Cocina con Vistas, entre delicias y charlas, pasa el tiempo contándonos retazos de la vida y que a mí me fascina leer los domingos; igual que a ella, quizás “el contable de mi empresa” se equivoque echando los números, me parece que la coma la pone siempre dónde no debe, al comienzo de las cifras, es decir 0,0 ¡Ja, ja, ja! Y digo yo que quizá no sea un error, porque los que trabajamos cuidando de los nuestros, sin recibir remuneración a cambio, por mucho empeño que le pongamos, no hay de dónde rascar 😅

El caso es que andaba cavilando qué podría preparar para la cena y de repente me vino a la cabeza la riquísima Tortilla de Zanahoria que Sonsoles me regaló para #ElClubdelaTortillaPerfecta hace tiempo, y como dicen que nunca es tarde, si la dicha es buena, llegó el momento de probarla.

Mientras de fondo sonaba la voz de Ferreras, en La Sexta, me engancha con su sempiterno aire intrigante y enfático, hablaba sobre no sé qué de una supuesta nueva trama de corrupción, y pensé "¡Vaya! Para que luego vengan los de la AT con advertencias al común de los mortales", que a mí me suenan a amenazas; y es que hace un par de años, casi me da un soponcio cuando nos llegó una notificación (no sé porqué cuando me llega un certificado de esos que el cartero te entrega con cara de "¡Uf! Qué Dios nos coja confesados", me echo a temblar si nunca he cometido delito alguno), bueno pues decía que por 5€ a ingresar, tendríamos que haber presentado la declaración del ejercicio anterior y que al parecer, nos habríamos escaqueado de hacerlo. 

¡Imposible!, no soy yo amiga de lo ajeno, y mucho menos señalarme por 5 miserables euros, si no hubiera sido porque presentamos más papeles que un notario, tendríamos que haber pagado una buena suma (por lo visto era una sanción administrativa de esas que yo llamo con “cláusula suelo”, en la que aunque sólo debas 5€, lo “mínimo” que estás "obligada" a pagar son 300€), y es que el desconocimiento de la ley, no te exime de la responsabilidad, o sea qué o pagas, o multa al canto, bueno al final no fue para tanto, sí, ya sé, el sofocón que me llevé y el estrés de varios días buscando papeles entre mis archivos, porque el tiempo corría en contra nuestro, no me lo quita nadie, pero como pudimos demostrar que efectivamente estábamos exentos, no tuvimos que pagar nada.

Y ahora, si os parece, mientras termino de hacer cuentas con la Agencia Tributaria, os voy contando cómo se hace, la Tortilla, no la declaración 😅 Comenzamos.

INGREDIENTES

• 400 gr de Zanahorias
• 5 Huevos XL
• 2 Cebolletas Moradas
• 5 Ajetes
• 1 c/p de Perejil liofilizado
• 1 c/p de Orégano
• 2 c/s de Vinagre de Manzana
• Aceite de Oliva Virgen Extra
• Sal

Para el emplatado

• Semillas de Sésamo
• Tomates Cherry
• Pan de Avena
• Brocheta de Bambú

ELABORACIÓN

1. Lavar, secar y pelar las zanahorias. Rallar y reservar en un plato.
2. Quitar la primera capa a los ajetes y cortarlos. Ponerlos en una sartén con un poco de aceite de oliva.
3. Lavar y cortar las cebolletas, desechando la primera capa, las raíces y los tallos verdes más fibrosos. Añadirlas a la sartén.
4. Sazonar ligeramente. Sofreír a fuego medio para que se pochée, sin dorarse.
5. Añadir la zanahoria rallada, sazonar y añadir el vinagre. Remover.
6. Cocinar a fuego medio durante 10 minutos, hasta que la zanahoria se ablande.
7. Cascar los huevos en un bol, sazonar y añadir el perejil y el orégano.
8. Batir ligeramente y añadir el salteado de verduras. Mezclar.
9. En la misma sartén que hemos hecho las verduras, añadir un par de cucharadas de aceite y cuando esté bien caliente, verter la mezcla del bol.
10. Cuajar ligeramente (a fuego medio) y dar la vuelta con ayuda de un plato o tapadera lisa. Proceder a dar forma, alisando la superficie, para que quede del mismo grosor por todos lados.
11. Cocinar a fuego lento, volteando varias veces, para que cuaje al gusto por dentro, sin que se dore en exceso por fuera.

• Servir al gusto, en caliente, templada o fría, aunque para mí a temperatura ambiente está deliciosa.
• Poner vinagre en las verduras cocinadas, es algo que suelo hacer con frecuencia, sobre todo en los salteados y esparragados, aunque nunca lo había hecho en una tortilla, Sonsoles lo hace en la suya, y me pareció interesante probarlo, no me ha defraudado, al contrario me gustó.
• La acidez del vinagre contrarresta el dulce de la zanahoria, en caliente se nota un poco en el aroma, pero en frío la tortilla queda absolutamente deliciosa, nadie diría que lleva vinagre (especialmente los que no son amantes de él, ya que no se nota) y creo que le da un buen puntito.