Arroz Caldoso con Foie de Ave
Si oímos la palabra Foie, todos pensamos de inmediato en lo mismo, en una auténtica delicatessen, sin pensar en su significado (foie en francés significa hígado) que bien sea Entier, Mi Cuit o Bloc, de Pato o de Oca, se nos hace la boca agua. A mí particularmente me encanta el Foie Mi Cuit con unos granos de Flor de Sal de Camargue y unas rebanadas finas de pan blanco tostado, para apreciar al máximo su sabor, pero que solo consumo en ocasiones puntuales, no vayáis a pensar que me paso el día comiendo pan con foie-gras 😂 y no solo por su elevado precio, sino por su alto contenido en colesterol.
Sin embargo es increíble como el poder de sugestión nos motiva a hacernos ideas más o menos apetecibles, según el modo de presentación, porque si decimos Foie de Ave, no todos pensamos en lo mismo, y si decimos que es Pollo, automáticamente pensamos en "higaditos-de-pollo", que no tienen nada que ver en su elaboración con el de pato o el de oca, pero prácticamente es lo mismo, el hígado del ave en cuestión.
Pero ya sabéis que yo me muevo por otros derroteros, que no son otros que los de la Cocina Tradicional Casera, y hablando de pollo, mi madre no tenía costumbre de cocinar los higaditos a excepción de utilizarlos como espesante en alguna que otra salsa de guisos de carne como el pavo, pero cuando nació mi sobrino mayor, mi hermana le hacía Arroz con higaditos, porque decían que era muy sano para los niños, ya que es rico en hierro y no sé cuántas cosas más, el caso es que a mí me gustaba (nunca he sido delicada en el comer) y alguna que otra vez lo hacía para todos los pequeños de la casa.
Nunca en mi vida lo había cocinado hasta que hace unas semanas hablando con mis hermanas, en uno de nuestros ratitos del café, sacamos a colación las cosas tan ricas que comíamos de chicas, y me apeteció de repente volver a comerlo, para ver si era cierto que aquello estaba tan bueno como recordaba.
Cociné fondo para cuatro comensales (Las cantidades que os doy en ingredientes por tanto son para cuatro, en función de los que vayan a comer, tendréis que multiplicar o dividir) Saqué un poco de fondo en un cazo y cociné el arroz solo para un comensal porque estaba sola en casa, me quedó un poco oscuro el caldo, recuerdo que a mi hermana le quedaba un amarillo más claro, a lo mejor era porque ella utilizaba colorante en lugar de cúrcuma, ya sabéis que nunca utilizo colorante artificial, y también porque no calculé bien y mi plato llevaba demasiados trocitos, ella ponía menos cantidad, cocinaba los higaditos enteros, y luego los troceaba en el plato, quizá así el caldo no se ponga tan marroncito, pero ya os digo que no pasa nada, porque a mi me pareció que estaba riquísimo. El fondo restante, lo congelé para otras ocasiones, no sabía si una vez cocinado se podría congelar, tampoco lo pregunté a mi hermana, pero cuando lo descongele, os cuento* el resultado.
Y ahora si os apetece, vamos a cocinar. Comenzamos.
INGREDIENTES
- 300 gr de Arroz Redondo Vaporizado
- 400 gr de Higaditos de Pollo
- 1 Cebolla
- 1 Pimiento Rojo
- 1 Zanahoria
- 2 dientes de Ajo
- 1 Tomate maduro
- 1 Pastilla de Caldo de Pollo Concentrado
- 1 hoja de Laurel
- 1/2 vaso de Vino Blanco
- Cúrcuma
- Sal
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Agua
ELABORACIÓN
- Lavar y escurrir los higaditos de pollo, quitar los restos de grasa si los tuvieran, trocearlos a dados. Reservar.
- Cubrir el fondo de una cazuela con unas cuatro cucharadas de aceite aproximadamente.
- Pelar y picar la cebolla y añadirla a la cazuela.
- Lavar, quitar las semillas y picar el pimiento. Añadirlo a la cazuela.
- Lavar, pelar y picar la zanahoria en dados. Añadirla a la cazuela.
- Pelar los ajos y prensarlos. Añadirlos a la cazuela.
- Sazonar ligeramente y sofreír las verduras.
- Pelar y trocear el tomate. Añadirlo al sofrito. Sofreír.
- Añadir los higaditos troceados y el laurel. Remover con cuidado y saltear.
- Cuando comience a cambiar de color, verter el vino y la pastilla de caldo desmenuzada. Reducir un minuto y cubrir con agua.
- Añadir la cúrcuma y llevar a ebullición.
- Cuando vaya a romper el hervor, añadir el arroz. Cocinar 18 minutos a fuego suave. Rectificar de sal si fuera necesario, al final de la cocción.
Mis sugerencias y recomendaciones
- Opcionalmente se pueden añadir los higaditos enteros, marcándolos previamente en el aceite antes de añadir el vino y el agua.
- La cantidad de agua será aproximadamente el triple que el volumen de arroz que vayamos a añadir.
- Si fuera necesario añadir un poco más de agua, queremos un arroz caldoso, no ha de quedar seco, ni tampoco una sopa.
- El tipo de arroz debe ser de grano redondo, yo he utilizado un arroz vaporizado porque al no ser glutinoso, el grano queda entero, suelto y absorbe todo el sabor del caldo, quedando una textura perfecta para mi gusto. Podéis utilizar uno tipo Bomba, aunque contiene más almidón y el caldo quedará más espeso.
- La pastilla de caldo se puede sustituir por caldo de pollo, complementando la cantidad total de líquido necesario para la cocción del arroz.
- Una vez tierno el arroz, servir inmediatamente. Los arroces caldosos no necesitan reposo.
- *Nota: Pasadas tres semanas, en el congelador, lo he sacado al frigorífico unas horas hasta su total descongelación, al cocinarlo quedó como recién hecho, por tanto, guardado en un táper hermético o bolsas de congelación, se conserva sin problemas.
Espero que os haya gustado y no os marchéis sin dejar un comentario.
¡¡Gracias!!
Se ve delicioso, Concha!! Un plato así apetece mucho estos días de frío. Feliz semana!!
ResponderEliminarGracias Eva, es un sabor de la infancia, que he querido recuperar, muy gratamente. Besos.
EliminarConcha querida, los hígados de pollo acá en Brasil y sobre todo en el Sur son tradicionales, en casi todos los restaurantes los consigues asados en la churrasquera, se nota que estamos al Sur a unos 100 km de Uruguay y los asados son parte de la cultura de cada familia. Les ponen sal gruesa y a la brasa, quedan tiernos, jugosos y deliciosos. Esta semana estuve limpiando la churrasquera que las personas que habitaron este apartamento antes, eran demasiado dejadas, estaba terrible, nunca había tenido una churrasquera en casa y con ella se abren las posibilidades para hacer asados, ya veremos cómo me va con ello, por ahora ha quedado despejada de cenizas, pulcra y con sus rejillas lo más limpias de óxido y suciedad posible, y ya me fui por otro lado…
ResponderEliminarLeyéndote, veo que es un plato de infancia y con más o menos color, solo sé que se me hace la boca agua, me encantan todas las vísceras, las mollejas me gustan un montón, alguna vez hice unas en el blog, pero no he realizado nada con hígados y esta manera de prepararlos con su arroz es un plato que despierta unas ganas enormes de hacerlo. Se va para mi tablero de delicias, me gusta eso de que nunca has sido delicada en el comer y es que lo más rico que hay es disfrutar de todo, por lo menos probar, así que somos del mismo clan, que, aunque no lo parezca soy de muchos matices, te imaginas a las dos sentadas en una plaza de mercado de cualquier lugar probando delicias tradicionales como estas ;)
besinos
¡Ja, ja, ja! Claro que lo imagino Natalia, me encanta comer, y cuando salgo de viaje, me gusta probar todo lo típico de cada lugar. Hablando de comer sentadas en una plaza, recuerdo en mi último viaje a Münich, comimos en la Plaza del Mercado Central, unas salchichas exquisitas con unas cervezas tamaño XXL, el día estaba despejado e invitaba estar al aire libre, pero de repente se nubló y cayó una fina llovizna que nosotros vencimos gozosamente sentados en los bancos, bajo nuestros paraguas disfrutando del ambiente festivo que inundaba toda la plaza, al rato cesó la lluvia, y el sol volvió a lucir y todo brillaba como en un sueño.
EliminarSé de lo que hablas con respecto a los anteriores inquilinos de tu apartamento. De ese tipo de gente, hay por todos lados, y no tiene ningún tipo de pudor dejándolo todo como si un huracán hubiese arrasado la vivienda. Pero después de un poco de trabajo, seguro lo tienes todo como los chorros del oro, jajaja.
Besitos y un millón de achuchones. Continuamos, jejeje.