Risotto de Calabaza de Otoño con Pecorino Romano
Hace un par de semanas en mi Crema de Manzana y Calabaza con Cheddar os mostraba una selección de las calabazas del huerto de mi padre, y aún quedan algunas más que no enseñé por no llenar esto de fotos monotemáticas. Pero es que son espectaculares, hace pocos días terminó de cosecharlas, y ha recogido algunas con formas retorcidas, son unas auténticas preciosidades.
Mi padre estaba deseando meter mano a una de las dos grandes tamaño XXL, no dejaba de darme la vara con que un día tarde o temprano tendríamos que cortarla, que si se iba a estropear porque mi hermano le había roto el tallo cuando la cosechó, y cosas por el estilo. Es de una variedad autóctona de El Aljarafe Sevillano, la Calabaza Roteña y que es la que más se consume aquí, es la que más gusta a mis padres, precisamente por no ser dulce en exceso.
Arroz Arborio para mi Risotto de Calabaza de Otoño |
Así que por no oírle, el sábado pasado le hice caso y nos pusimos a ello. No sé cuantos kilos habrá pesado "la condenada", porque una vez la subimos a la encimera de la cocina, se veía aún más grande y no era cuestión de ponernos a pesar los pedazos, amén de no saber por donde empezar, así que yo que a veces soy un poquito obstinada queriendo hacerlo todo sola, imaginad la escena: La calabaza, yo remangada hasta los codos, pelo recogido en un moño, delantal anudado a la cintura, resoplando previamente y apartando mi flequillo inexistente, me persigno y me digo a mí misma, ¡quién dijo miedo! Introduje el cuchillo por la base, con decisión y sin problema, aunque estaba un poco dura la piel, la cortamos entre mi padre y yo, "peleando" por ver quién manejaba mejor el cuchillo, en un montón de trozos de entre un kilo o dos, obviamente fotos no pude hacer ni una, porque cuando vi la cocina de punta a cabo llena de calabaza casi me da un síncope, ¡la madre niña!, que cosa más tremenda, allí había calabaza para un regimiento ¡Ja, ja, ja! A esto que llegó mi hermana Carmen, y menos mal que me echó una mano, porque creí que iba a acabar enterrada en calabaza 😅 ya me veía al más puro estilo Pesadilla en la cocina, guardando calabaza hasta debajo de las baldosas.
Una vez cortada la calabaza, la metí en bolsas herméticas para repartir entre toda la familia, y además de cortar algunos trozos más pequeños para congelar (sin piel ni pipas), al final todo quedó limpio y recogido, después de un montón de trabajo, y algún que otro chascarrillo que nos hizo pasar un buen rato de risas y complicidad.
Trozos de Calabaza de Nuestro Huerto |
Y como dicen que para muestra un botón, he utilizado un trozo de 500 gr aproximadamente, que una vez limpio pesaba 400 gr, pero podéis apreciar el bonito color de su pulpa, y del que no podía haber hecho mejor uso, que en este delicioso Risotto de Calabaza con Pecorino Romano, inspirado en el que hace tiempo mi hermana Pilar compartió en La Olla Vegetariana y que deseaba cocinar con la mejor materia prima, ya que no es cosa que debamos tomarnos a la ligera, por muy sencillo que sea un plato, cuanta mayor sea la calidad, mejores resultados obtendremos.
Y ahora si os apetece disfrutarlo, os cuento cómo lo hice. Comenzamos.
INGREDIENTES
- 250 gr de Arroz Arborio
- 400 gr de Calabaza Roteña (pesada sin piel)
- 100 gr de Pecorino Romano
- 1 Cebolla
- 30 gr de Mantequilla
- 2 c/s de Aceite de Oliva Virgen Extra
- 1 pastilla de Caldo de Pollo Concentrado
- 1 pastilla de Caldo de Verduras
- 1'200 l de Agua
- 100 ml de Vino Blanco
- Sal y Pimienta
Pecorino Romano recién rallado
ELABORACIÓN
- Rallar el Pecorino Romano y reservar en un plato.
- Poner en un cazo el agua y las dos pastillas de caldo desmenuzadas. Llevar a ebullición y reservar a fuego mínimo.
- Lavar la calabaza, quitar la piel y trocear en dados.
- Poner en una cacerola la mitad de la mantequilla y el aceite de oliva.
- Picar la cebolla y echarla a la cazuela. Pochear.
- Cuando la cebolla esté transparente, sin dorarse, añadir el arroz. Remover para que se impregne con el fondo.
- Verter el vino y reducir.
- Añadir la calabaza y mezclar con el arroz.
- Añadir un cazo de caldo hirviendo, y remover.
- Continuar añadiendo caldo poco a poco, y removiendo durante unos 18 minutos, hasta que el arroz esté tierno. Rectificar de sal si fuera necesario sin pasarse ya que el queso es ligeramente salado.
- Apagar el fuego, añadir la mantequilla y el Pecorino y mezclar con movimientos envolventes.
- Reposar 5 minutos.
- Servir con un poco de Pecorino Romano rallado, un toque de pimienta recién molida y unas hojitas de albahaca al gusto.
Espero que os haya gustado y no os marchéis sin dejar un comentario.
¡¡Gracias!!
Me gusta mucho esta receta , tanto como esta época del año con sus colores dorados y con productos buenos que nos da la naturaleza desde las calabaza, boniatos y castañas. Productos que enriquecen nuestras receta, un beset
ResponderEliminarGracias Paloma. Besos.
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