Atún Encebollado Frío
Para los amantes del Atún, que sé que sois muchos, os quiero enseñar cómo lo preparamos en casa a modo de aperitivo, en tostadas o canapés, también es ideal para añadir a ensaladas, en platos de pasta con verduritas salteadas o alguna salsa cremosa, de entrante en un menú ligero para estos días en que ya vamos pensando en dejar los platos sustanciosos de cuchara, y que nos han acompañado durante todo el Invierno hasta estos días en que el calorcito comienza a notarse, haciéndonos suspirar para que lleguen días de sol, playa y piscina, y nos haga desear que volvamos a retomar el Otoño cuchara en mano.
Mientras tanto y como os contaba hace poco, sigo con mi lenta reconciliación con el Atún, lo que no quiere decir que lo coma solo una vez al año, ni tampoco todas las semanas, pero de vez en cuando no hace daño, y así procuro no cansarme. Me estoy haciendo un lío, no sé si me explico 😅
En casa a quién más gusta es a mi hermano ¡le encanta! Cuando mi madre cocinaba no le faltaban mimos y caprichos al niño, aunque él es un cocinillas en ciernes, soy yo quién cocina a diario y como no suelo hacérselo porque lo come en el bar de mi hermana, me pidió que se lo preparase en casa para tenerlo en el frigo, una fuente bien grande para él solo, que fue comiendo en pequeñas cantidades para saborearlo deleitándose con cada tapa y ensalada que preparó.
Lo tuve que probar claro está para saber si me gustaba, y así fue, aunque es difícil cocinar sin probar las cosas, suelo hacerlo a ojímetro, me guío mucho por el instinto y la experiencia de tantos años de prácticas, también por el olor, no sé cómo, pero suelo saber el punto de sazón aunque mi Santo diga que no tiene lógica; el caso es que suelo acertar.
Una vez reposado el sabor es diferente al atún en conserva, es como más natural, menos intenso, tan solo unos pequeños trocitos hicieron de mi ensalada de lechuga y tomate, un plato ¡de lujo!
Hoy os explico cómo prepararlo con el atún cocinado previamente en un poco de aceite, marcado ligeramente, el atún queda jugoso pero no está crudo, ya sabéis que no puedo con el pescado crudo; Cocinado así me gusta más que cocido (que es otra forma de prepararlo y que también hacía mi madre a veces) en un poco de agua con sal, una hoja de laurel y unos granos de pimienta, vigilando el punto de cocción para que no quede seco, lo dejáis escurrir bien, incluso lo podéis secar con una servilleta de papel, y termináis de hacerlo como explico a continuación. ¿Comenzamos?
INGREDIENTES
- 500 gr de Atún, en filetes de 1 cm de grueso
- 1 Cebolla Morada, pequeña
- 100 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra, de calidad
- Sal
- Agua
ELABORACIÓN
- Pelar y cortar la cebolla en juliana fina.
- Ponerla en un cuenco con agua muy fría y dejarla unos diez minutos aproximadamente (mientras cocinamos el atún) para endulzarla, y que pierda un poco el sabor fuerte que suele tener y no pique.
- Poner un poco de aceite en una cazuela o sartén antiadherente. Marcar los filetes de atún, medio minuto aproximadamente por cada lado (debe estar hecho, no crudo ni pasado)
- Disponer los trozos de atún en un plato o fuente honda, que se ajuste a la cantidad de filetes que tengamos para no tener que utilizar mucho aceite. Sazonar.
- Escurrir bien la cebolla y esparcirla por encima del atún.
- Continuar de igual modo por capas, hasta completar todo el atún.
- Cubrir por completo con el aceite.
- Dejar enfriar y reposar al menos un par de horas en el frigorífico para que tome sabor.
- Se conserva en el frío al menos una semana siempre que esté cubierto de aceite.
- Servir al gusto.
Quiero agradeceros vuestro paso por este rinconcito de la cocina de nuestra casa.
Todo lo que comparto lo hago sin interés ni ánimo de lucro, y siempre pensando en haceros la vida lo más feliz posible. Espero que os haya gustado, y que no os marchéis sin dejar un comentario con vuestra opinión o sugerencia.
¡¡Gracias!!
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