Tortilla de Berenjena
Son muchas las tortillas que tengo subidas al blog, la mayoría en versión "extendida" o lo que es lo mismo, con patatas. La tortilla de verduras me encanta, y suelo hacerlas muy habitualmente, pero cuando quiero que esta sea un poco más grande, corro el riesgo que quede por dentro un poco sin cuajar, y eso es algo que no me gusta; por eso si lo que quiero es una tortilla XXL le añado patata y me aseguro que se cocine bien por dentro.
Claro ejemplo lo tenéis en mi Tortilla de Berenjena con Jamón a la que para darle un toque de gracia le añadí unos taquitos de jamón, y ¡no te veas el cambio! está riquísima.
¡La de Tortillas que habré cocinado en mi vida! He perdido la cuenta, pero esta que os propongo hoy es una de las que más me gusta cocinar en verano, me gusta casi más fría que recién hecha, por lo que es ideal para preparar por la mañana, y la tienes lista a la hora de cenar, o para un tapeo si se tercia, incluso para llevar en tupper, al trabajo, a la playa, o al campo.
No te lo pienses dos veces, coge tu sombrero y póntelo, vamos a la playa "calienta el Sol"...♫♪ ♫♪, y llévatela que seguro no te arrepientes.
- 2 Berenjenas
- 1 Cebolla
- 6 Huevos Ecológicos
- Cebollino
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Sal
- Tomates Cherry
- Pan Tostado
- Pelar y picar la cebolla en brunoise. Ponerla en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra, sazonar ligeramente y cocinar a fuego medio, hasta que esté bien tierna.
- Lavar, secar y quitar la piel a las berenjenas, a tiras alternas. Cortarla en dados.
- Poner en un bol apto para microondas, las berenjenas con una pizca de sal, taparla y cocinarla a máxima potencia, unos tres minutos. Si al terminar el tiempo consideramos que necesita un poco más, volver a introducir en el microondas otros dos minutos.
- Cascar los huevos y echarlos en un bol, con el cebollino picado.
- Añadir las berenjenas, si fuera necesario escurrir el agua que hubiera soltado, yo no he necesitado hacerlo.
- Sazonar ligeramente, y mezclar con un tenedor, pero sin batir.
- Calentar la sartén donde hemos sofrito la cebolla y añadir un poco de aceite cuando esté bien caliente.
- Verter la mezcla, y proceder a dar forma a la tortilla a fuego medio, cuando cuaje un poco, le daremos la vuelta con la ayuda de una tapa o plato, y cocinar a fuego suave, volteándola varias veces para que haga bien por dentro. Al ser una tortilla solo de berenjenas tardará un poco más en cocinarse ya que esta contiene bastante agua. Yo suelo pincharla con un tenedor varias veces, antes de darle cada vuelta, y esto ayuda a que penetre el calor dentro y se cuaje antes.
- Una vez lista, servir cortada en cuñas, sobre rebanadas de pan tostado y acompañadas de brochetas de tomates cherry y una ramita de cebollino.
- ¡Y lista para disfrutar!
Con este post participo por primera vez en el 8º Reto BBSS. BBSSeo para el veraneo que nuestra querida Marisa, en esta ocasión nos propone para que contemos nuestras historias asociadas al veraneo y la comida Buena Barata Sana y Saludable, yo como podréis imaginar tengo muchas, algunas ya las he contado en ocasiones anteriores en este blog, y como mi cocina se basa casi al 100% en este tipo de platos, creo que esta tortilla reúne todos los requisitos necesarios.
Espero que le guste a Marisa y a vosotros también, y que recordéis con esta tortilla vuestra propia historia veraniega.
Y esta es mi Historia:
Historias de Tejados y Azoteas
Cuando era pequeña, adoraba la llegada del verano, acababa el colegio, y teníamos por delante casi tres meses completos de vacaciones, además con el solsticio de verano llegaba mi cumpleaños, y la noche de San Juan, una semana muy intensa para mí porque eran las fiestas de mi pueblo, y mi madre nos dejaba a mis hermanas y a mí bajar solas a la Velá, una mini feria donde además de casetas donde poder beber alguna gaseosa, también bailábamos al ritmo de una orquesta de pachanga, la canción del verano.
Cuando llegábamos a casa, mi madre nos tenía la cena preparada, que solía ser algo ligero y que no necesitara calentar, por eso la Tortilla tenía un papel muy relevante en las cenas del verano.
Cuando llegábamos a casa, mi madre nos tenía la cena preparada, que solía ser algo ligero y que no necesitara calentar, por eso la Tortilla tenía un papel muy relevante en las cenas del verano.
Como mi pueblo, por aquel entonces no era muy grande, y además teníamos "la suerte" de vivir junto al campo de la feria, una vez en casa seguíamos con ganas de marcha, y aprovechando el buen tiempo, mi madre nos dejaba subir a la azotea de casa a dormir con mis vecinas.
Mi madre tenía el suelo de la azotea más limpio y reluciente de todo el vecindario, tanto que casi se podía ver una en las losetas, del brillo que tenían.
Subíamos con la cena, un bocata de tortilla y una botella de agua fresquita, y nos sentábamos en una manta como si de un picnic nocturno se tratara.
Podéis imaginar a cinco niñas, ¡la que formábamos!, esa noche era casi imposible dormir, entre el ruido de la música de la calle del infierno, y nuestras ganas de risas, nos daban las tantas mirando las luces por encima de los tejados colindantes intentando distinguir algo o a alguien, hasta que se apagaban.
Rendidas por el cansancio, nos tumbábamos en la manta, mirando las estrellas, entonces si era normal ver muchas en el cielo nocturno, y comenzaban las historias, hablábamos de todo lo imaginable y que a unas niñas les podía interesar, os hablo de la década de los 70, cuando ni la tele ni las tecnologías modernas ocupaban nuestras mentes; las que más nos gustaban eran las de vampiros, siendo fans incondicionales de las películas de Drácula no podría ser menos; cuando pasaba por encima de nosotras un murciélago revoloteando, dábamos tantos gritos, que hasta que mi padre no se ponía un poco "serio" con nosotras no parábamos de reír.
Cuánto anhelo aquellos maravillosos años, en los que no nos preocupábamos de nada, solo teníamos que darnos con mis vecinas el silbido de contraseña, para anunciar que ya habíamos terminado de cenar, y nos esperábamos en la azotea, viendo los gatos pasar.
Mi madre tenía el suelo de la azotea más limpio y reluciente de todo el vecindario, tanto que casi se podía ver una en las losetas, del brillo que tenían.
Subíamos con la cena, un bocata de tortilla y una botella de agua fresquita, y nos sentábamos en una manta como si de un picnic nocturno se tratara.
Podéis imaginar a cinco niñas, ¡la que formábamos!, esa noche era casi imposible dormir, entre el ruido de la música de la calle del infierno, y nuestras ganas de risas, nos daban las tantas mirando las luces por encima de los tejados colindantes intentando distinguir algo o a alguien, hasta que se apagaban.
Rendidas por el cansancio, nos tumbábamos en la manta, mirando las estrellas, entonces si era normal ver muchas en el cielo nocturno, y comenzaban las historias, hablábamos de todo lo imaginable y que a unas niñas les podía interesar, os hablo de la década de los 70, cuando ni la tele ni las tecnologías modernas ocupaban nuestras mentes; las que más nos gustaban eran las de vampiros, siendo fans incondicionales de las películas de Drácula no podría ser menos; cuando pasaba por encima de nosotras un murciélago revoloteando, dábamos tantos gritos, que hasta que mi padre no se ponía un poco "serio" con nosotras no parábamos de reír.
Cuánto anhelo aquellos maravillosos años, en los que no nos preocupábamos de nada, solo teníamos que darnos con mis vecinas el silbido de contraseña, para anunciar que ya habíamos terminado de cenar, y nos esperábamos en la azotea, viendo los gatos pasar.
Hola Concha, buenos días. Llegó corriendo porque al leer tu comentario he sabido que está tortilla no está en el blog BBSS. Lo sé porque he estado mucho tiempo editando una a una cada entrada. Muchas cosas no funcionaban.
ResponderEliminarEs raro porque tampoco está aquí mi comentario y yo eso lo controlaba siempre y en seguida acudía al blog participante a agradecerle su atención.
En cuanto pueda hoy lo soluciono y le doy el protagonismo que merece, la tortilla y el relato tan emotivo que me hace recordar mis veranos. Vosotras 5 y nosotras 4. Sigue disfrutando de familia y de la cocina de las emociones.
Gracias por estar ahí.
Besos.
Claro Marisa, sé que siempre lo llevaste con extremado mimo, ni siquiera yo me había dado cuenta de ello, hasta hoy que has compartido el décimo aniversario del BBSS.
EliminarNo te preocupes y hazlo solo cuando puedas, no creo que nadie se perciba de ello. Gracias de igual modo.
Lo de tu comentario es por lo que te dije, como ves en la imagen que cierra este post, con el cierre de G+ todos los comentarios que se hicieron en mis Post anteriores a abril del 2019 fueron borrados por Google+ y lo pase un poco mal, había verdaderos testimonios llenos de sentimientos en muchos de ellos.
Besos guapísima y que tengas un buen día .
¡Ah! es verdad, pues sí que es una pena. Nos hacemos mayores y creo que ambas somos de una sensibilidad extrema y la edad no ayuda en eso. Echamos la vista atrás y nos emocionamos con recuerdos de vivencias y personas que ya no volverán. Sé que lo del BBSS es agua pasada, al igual que tu Google + pero me apetecía compartir. De hecho, en marzo le eché muchísimas horas revisando todo. Da igual lo que hacemos con ganas y cariño es valioso.
EliminarLo haré aunque nadie se dé cuenta ya lo sabes.
Buen día Concha.
Gracias Marisa, eres un encanto.
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