Tortilla de Patatas con Hierbabuena y Perejil
La Tortilla de mi Tía María
Regreso tras mi ausencia con ganas, pero con el estado de ánimo un poco bajo, me siento triste y vacía pero la vida continúa y no hay más remedio que seguir adelante, para retomar esta nueva etapa en mi vida #Foodblogger, no podía hacerlo mejor que con una de mis mayores pasiones, gastronómicamente hablando, La Tortilla de Patatas, durante estas semanas he continuado escribiendo a través de las páginas de El Club de la Tortilla Perfecta, no he estado totalmente desconectada porque sentía que debía ponerme al día con todas mis #AmigasyBlogueras que de un modo u otro me enviabais vuestro trabajo para darme ánimos, y además de hacerme sentir mejor, me ha dado mucha paz, a la vez que me ha ayudado a mantener mi mente ocupada, dejando aparcada por momentos esta pena que me ahoga como si me faltara el aire.
Mi amor por la tortilla curiosamente no me nace por la que cocinaba mi madre, que para mí indiscutiblemente fue la mejor cocinera del mundo, sino por la que hacía mi tía María, que en realidad era mi tía abuela, por parte de padre, y que también tenía manos de ángel en la cocina.
Mi tía María, vivía en nuestra misma calle, a tan solo unas casas de distancia, los domingos, después de oír misa, era riguroso ir a visitarla para que viera cómo mi madre nos vestía como muñequitas, peinadas con tirabuzones y moña de terciopelo, luciendo flamantes zapatitos de charol y calcetines de ganchillo; mi tía siempre nos regalaba unas pesetas para chucherías, y aunque no nos moviera el interés, nos gustaba ir a su casa porque se deshacía en elogios con las niñas de su sobrino Pepín.
A veces, cuando regresábamos del colegio a las cinco de la tarde, si no encontrábamos a mi madre en casa, sabíamos dónde buscarla, seguro estaba tomando el café con mi tía y mis primas, por aquel entonces era habitual hacer labores, coser, ganchillo, calceta, etc., una manera de echar la tarde de forma entretenida, mientras compartían unos dulces caseros o comían "montañas" de pipas (de girasol), y así transcurría el tiempo entre chascarrillos y charlas de mesa de camilla, y porqué no decirlo, si a cuento venía, referir, que no criticar, a algún pariente descocado, ¡Jajajaja! Aunque los mayores ya se privaban de hacerlo delante de nosotras, unas niñas que llenas de vida, tan solo queríamos disfrutar nuestro pan con chocolate, antes de salir pitando, para jugar un ratito en la calle con las amigas; eran otros tiempos y los juegos eran más interesantes, siempre se hacían en grupo, nada de individualidad ni mirando una pantalla aislados del resto del mundo. Jugábamos a la comba, al elástico, a la rayuela, al pilla pilla, al escondite inglés, a los cromos, a las casitas, mi Carmen y yo teníamos una pizarra verde plegable que compartíamos con los niños de nuestra calle, en la terraza de mi casa, jugando a las maestras, en fin, todos los que crecisteis en los ‘70 sabréis a qué juegos aludo.
La casa de mi tía María, era fascinante, con la curiosidad intrínseca de una niña modosa pero llena de inquietudes, me gustaba investigar siempre que no me saltara las normas, que no eran otras que las de no moverme de la silla, hasta que me dieran permiso. No creáis que yo era una niña intrépida, sino que era mi Carmen más atrevida y menos cauta que yo, la que me instaba a acompañarla en sus aventuras, así que movidas por el miedo a ser descubiertas en una incursión de su intimidad, cortos eran los límites a los que nos atrevíamos a desplazarnos. Mi lugar favorito era la cocina, de esas que hoy definiríamos como Vintage, naturalmente, era amplia y luminosa con su armario chinero azul celeste y muebles de mampostería con cortinillas de cuadros de Vichy y encimera de mármol blanco de Macael, en las paredes, pintadas de un amarillo canario brillante que además de calidez, transmitía calma y tranquilidad, colgaban sartenes, cazos y todo tipo de artilugios destinados a cocinar y a la repostería, quizás heredados de mi bisabuela Concha, dueña de una Confitería en mi pueblo, que yo no llegué a conocer, pero mi padre me ha hablado estos días de infinidad de cosas que allí vivió durante su infancia, pero eso os lo relataré en otro momento.
Todo lo que salía de sus fogones, olía a gloria bendita, para mí era fascinante ver cómo se desenvolvía con destreza preparando comida para un “regimiento” aunque solo eran nueve de familia, todo lo cocinaba a lo grande, porque rara vez, no había algún que otro convidado extra sentado a su mesa, quizás pude haber heredado de ella la hospitalidad y mi amor por la cocina a lo grande, aunque en esto mi madre tampoco se quedaba corta.
Recuerdo cómo me gustaba toda su comida, en especial cuando cocinaba Tortilla de Patatas, por su olor, por su sabor y porque eran enooormes, no sé cuántos kilos de papas, ni cuantos huevos le pondría, pero aquello más que una Tortilla parecía un bizcocho por el tamaño y la altura. Mi tía era una persona de porte menudo, pero con una fuerza increíble, ya os digo que para darle la vuelta a aquellas tremendas tortillas, no sería capaz hoy de hacerlo yo. Y el olor, qué os cuento de los aromas que emanaban de sus cazuelas, aunque yo siempre he sido de buen comer, nunca fui glotona, y solo comía lo que me ponían por delante, pero prometo que si hubiera dependido de mí, habría perdido las formas con su tortilla en más de una ocasión, nunca en mi vida he comido otra igual.
Aunque ya sabéis que he cocinado para El Club de la Tortilla Perfecta casi 60 tortillas con historia, nunca os había contado esta, que hemos rememorado, mis hermanas y yo cientos de veces, pero justo vino de nuevo a mi memoria cuando vinieron, hace unos días, mis primas a darnos sus condolencias por el fallecimiento de mi madre, echamos un buen rato charlando de cosas de nuestra vida en común y que ellas a pesar de su edad, tened en cuenta que son primas hermanas de mi padre que tiene 90 años, recordaban con nostalgia, porque las niñas de su primo Pepín, siempre fuimos recibidas con especial cariño en su casa.
La Tortilla que os enseño hoy, era una de sus tres especialidades, la Tortilla francesa, la Tortilla de patatas con o sin cebolla, según el fondo de despensa, y la Tortilla de hierbabuena con perejil, que para mi gusto era de las más fragantes, por un ingrediente secreto que ponía y que descubrí ya siendo mayor, un puntito de ajo fresco que hacía que aquello desprendiera unos efluvios que embriagaban, y que si rica estaba recién hecha, mucho más cuando se enfriaba, a temperatura ambiente, para mí era un manjar de dioses, nada hay más que me guste en este mundo que una buena tortilla con to’sus avíos, así que este es mi pequeño homenaje, para las dos cocineras más importantes de mi vida, mi madre y mi tía María, que casualmente las dos dejaron este mundo con 87 años.
Y ahora como siempre os cuento cómo se hace. Comenzamos.
INGREDIENTES
- 4 Patatas grandes (1 kg aproximadamente)
- 7 Huevos M
- ½ diente de Ajo
- ½ c/c de Levadura Royal
- Un poco de Leche
- Unas ramitas de Hierbabuena Ecológica (solo las hojas)
- Unas ramitas de Perejil Ecológico
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Sal
Hierbabuena y Perejil Ecológicos, de nuestro huerto |
ELABORACIÓN
- Pelar y lavar las patatas, cortarlas a láminas irregulares, volver a lavarlas para que suelten el almidón, escurrir.
- Poner abundante aceite de oliva virgen extra a calentar, yo utilizo una sartén honda con cestillo, es ideal para que las patatas se frían perfectamente y no se rompan.
- Introducir las patatas en el aceite aún frío, y llevar a ebullición. Freír hasta que estén pochadas, sin que lleguen a dorarse en exceso, esto es importante para que la tortilla quede jugosa.
- Escurrir sacando el cestillo del aceite, una vez las patatas alcancen el punto de fritura deseado.
- Cascar los huevos en un bol.
- Añadir la sal y el ½ ajo prensado y un poco de sal.
- Lavar y secar la hierbabuena y el perejil. Picar finamente y añadirlo a los huevos.
- Añadir ½ cucharilla de levadura Royal y un chorrito de leche, esto hará que la tortilla quede esponjosa y muy jugosa.
- Añadir las patatas y mezclar sin batir en exceso, ligando con movimientos envolventes.
- Calentar una sartén y añadir un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- Verter la mezcla de la tortilla, y ligar ligeramente como si hiciéramos un revuelto.
- Dar forma y dejar cuajar un poco antes de voltear, con ayuda de una tapadera o plato liso. Cocinándola a fuego suave, volteando varias veces hasta cuajar al gusto y conseguir un bonito color dorado.
Hola Concha!! Mira si te echaba de menos que no he podido esperar a mañana para venir a visitarte. Y vengo y me encuentro una entrada de 10, con una historia, con lo que me gusta a mí leer recuerdos de antaño, sobre todo cuando son tan bonitos como los tuyos. Nos traes además, una de tus maravillosas tortillas que tanto echábamos de menos. Y como siempre, nos aporta frescura y buen hacer cuando cocinas. Por cierto, nunca he probado una tortilla con hierbabuena, supongo que le aportará frescor a la tortilla y tiene que quedar muy rica también una vez fría.
ResponderEliminarConcha, la blogosfera vuelve a tener color y sabor gracias a ti. Bienvenida de nuevo. Besitos.
Buenos días Isabel, como ves, yo madrugadora como siempre, ya no por necesidad, sino por hábito, tengo la hora cogida y no hay manera, en cuánto son las seis de la mañana y comienzan los mirlos a cantar, me despierto y no hay manera de volver a cerrar los ojos, es que mi cabeza se niega también, no para de dar vueltas y para acabar con el corazón partío, me pongo a leer, y ya mi gata se me sube encima y ahí sí que no hay manera porque es una pesadita , solo quiere mimitos y a mí naturalmente, no me cuesta nada acariciarla mientras con su agradable ronroneo, me vuelvo a dormir, Jajajaja...
EliminarGracias por leerme, esta historia es muy bonita y siempre me hace feliz recordarla.
Te recomiendo que pruebes esta Tortilla, solo una cosa, la hierbabuena y el perejil han de ser muy frescos, mejor si son ecológicos y están recién cortados, porque el aroma es totalmente espectacular, a veces la hago con hierbabuena o perejil, del mercado, y aunque sigue estando riquísima, la cosa cambia bastante.
Qué pasa un bonito domingo, besitos.
Buenas noches Concha. Como no podía ser de otro modo, regresas con una tortilla de patatas, en este caso con un aromático y refrescante sabor a perejil y hierbabuena y una bonita historia familiar. Me imagino la calle de tu vecindario, a las hermanas Cabello vestidas de domingo con esos calcetines de ganchillo correteando alegremente por ella, a tu madre, tu tía y tus primas haciendo calceta alrededor de la mesa camilla o en el patio a la sombra, según la época del año (me imagino la casa de tu tía con patio, aunque tal vez no lo tuviera) y esa cocina con cortinillas de cuadros verdes (tienen que ser verdes, a lo mejor porque así son las de la cocina de la casa del pueblo de mi madre) y tal vez una cocina bilbaína como la que tenía mi abuela...
ResponderEliminarMe llevo un trozo de tu tortilla mientras te imagino merendando pan con chocolate, de aquél que llevaba un gran vaso de leche en cada tableta, que para mí fue de las mejores meriendas de mi infancia y que seguro ahora casi ninguna madre se la da de merendar a sus hijos.
Me alegra que hayas encontrado el ánimo suficiente para escribir esta entrada, en la que nos regalas una deliciosa tortilla y unos bonitos y dulces recuerdos.
Un beso.
Buenos días mi querida Isabel, imaginas bien, la casa de mi tía también tenía patio, lleno de macetas de helechos y aspidistras, con geranios y gitanillas colgadas en las paredes, donde especialmente en verano, se estaba super fresquito por la tarde después de baldearlo y sentadas en butacas y mecedoras, disfrutando mientras no había prisas, viendo la vida pasar. Las cortinillas de Vichy, cambiaban según las estaciones, y si, recuerdo que las tenían de varios colores, rojas, amarillas, azules y por supuesto verdes.
EliminarLa cocina era antigua, supongo que similar a la de tu abuela porque era lo que había en las casas de la época, tendrá más años que Matusalén porque antes las cosas duraban toda la vida y pasaban de generación en generación, sin obsolescencia programada. El chocolate también, aunque a mí me gustaba más el de la campana, porque el envoltorio era también amarillo, que era mi color favorito además las onzas eran mucho más gorditas, Jajajaja...
Besos y feliz día de domingo.
Seguiré tu receta 💞💞💞
ResponderEliminarHola Concha
ResponderEliminarMe alegro que estés de nuevo por aquí, la vida sigue aunque no como quisiéramos, es ley debida, y tenemos que seguir que la vida es muy corta. Yo estoy muy baja de moral y a veces me dan ganas de pegar un parón, a ver si remontó si no pararé un poco. Bueno vamos con esta hermosa tortilla, se ve ideal, te cuento, aquí en mi huerto la hierbabuena se da solo en meses de verano, al llegar el frío se muere, igual me pasa con la albahaca, sin embargo el tomillo, el orégano, el romero, la salvia, el cebollino, la menta y alguna más que seguro se me olvidan las tengo todo el año, como te digo la hierba buena no la consigo tener, esa tortilla con el aroma de la hierbabuena tiene que estar divina, menuda pinta tiene, cuando hago tortilla y sobra mi marido ya esta frotando las manos porque ya tiene para un bocata a la noche y no hay nada que más le guste. Feliz domingo reina, y disfrútalo mucho. ..Bess
Esther espero que tu ánimo se venga arriba pronto, somos nosotros quienes tenemos la potestad de controlarlo, aunque a veces no depende de nosotros, sino de las circunstancias que nos rodean y eso sí que es más difícil de mantenerlo a raya, yo lo intento cada día y casi lo consigo, sobre todo por mi salud mental.
EliminarSi crees que necesitas un respiro, tómatelo ya verás que bien te sienta.
Aquí las hierbas aromáticas también se dan bien, en verano cuesta un poco más por el calor, pero la albahaca especialmente es cuando está en su mejor momento.
Besitos y disfruta de tu peque que seguro hoy toca tenerlo en casa. Feliz domingo.
Buenos días Concha,
ResponderEliminarQué bien que estés de vuelta. Hoy nos traes un 'regalazo'. No hay mejor regalo en gastronomía que recibir una receta de abuelas, madres, tías... sin duda grandes cocineras. Que con pocas pesetas 'apañaban' la compra semanal como ellas solo sabían hacerlo.
Gran relato la receta de tu tía María. Lo que son los recuerdos de la infancia..., adorables.
Me hace gracia cómo paseabais por la casa y los juegos tan 'sanos' que a todos nos han hecho tremendamente felices.
Has elaborado una rica tortilla, con perejil y hierbabuena no muy picados. Veo que no añadiste el 'secreto' de tu tía, los ajos tiernos.
No acostumbro a hacer muchas tortillas, ya sabes pero cuando las hago, ni me acuerdo de la opción de añadirle un poco de impulsor aunque hace muuuchos años alguna hice con él. A mí el impulsor me pone un poco áspero el paladar y quizás por ello lo agrego en únicamente en repostería y cuando no me queda más remedio.
Concha, ¡bienvenida! te deseo una bonita semana.
Hoy por aquí brilla el sol.
Achuchones
Gracias Sil, espero que esto me ayude a recuperar mi ritmo de vida, aunque es imposible que sea igual, solo pido tener paz y tranquilidad, que no es poco.
EliminarSi he puesto el ajo, al esa puntita de ajo fresco que me refiero, no es a los que conocemos como Ajetes, sino a los normales, los ajos morados o castaños, solo que aquellos eran recién sacados del huerto de un familiar que los cultivaba y frescos, sin secar, son una delicia de sabores y aromas. Yo es que siempre he estado muy unida a las verduras y hortalizas de campo, campo, que son muchísimo más ricas.
Yo suelo poner a veces la levadura con la leche porque hace las Tortillas mucho más jugosas cuando no lleva un extra de cebolla o pimiento.
Besos y gracias por ser y estar ❤️
Los ajetes mi abuelo los comía crudos, le encantaban♥♥♥dan un sabor espectacular. Un achuchón
EliminarEsto es lo que yo llamo coger impulso para entrar con la fuerza de un ciclón, recetita con cariño e historia con corazón. Las meriendas de pan y chocolate, los juegos en la calle, las cortinillas de cuadros en la cocina, ... Son recuerdos que nos llegan a lo más profundo, porque hasta que no te paras a pensar, no caes en la cuenta del paso del tiempo. Felizmente, surgen cuando hablamos de un ser querido que se acaba de ir, es un arma que la cabeza emplea para compensar el mal momento. Y eso ayuda y mucho. Como te ha ayudado a ti volver a la blogosfera de la mano del club de la tortilla, es un lugar especial al que acuden los amigos a pasar buenos ratos, quizás por eso, has relacionado la tortilla de tu tía con el club y has elaborado una que conecta dos hechos buenos de tu vida. Con perejil sí la he probado, con hierbabuena no, así que ya estoy tardando, tengo una planta de hierbabuena en la cocina que curiosamente no se ha secado, no consigo tener plantas aromáticas en macetas, a pesar del empeño que les pongo, yo creo que es exceso de celo.
ResponderEliminarEncantada de tu vuelta a tu casa, que también es la nuestra.
Un beso.
Lola confieso que yo aunque tengo buena mano para las plantas, la hierbabuena en maceta no consigo tampoco mantenerla es todo su esplendor, mucho tiempo, pero nunca me falta porque aquí en el huerto crece bajo los naranjos con una vitalidad increíble, gracias al agua de pozo, la calidad de la tierra y el sol, fundamental para que esté siempre vigorosa.
EliminarYa sabes que me gusta contar historias, y de estas que son verídicas y además muchos se sienten identificados de algún modo con vivencias parecidas.
Gracias por estar aquí hoy, aunque siempre sé donde te tengo cerca ❤️ Besos
Muy BUENOS dias! Concha sabía que hoy vendrías a tu rincón y me vine 🏃♀️si tu tía me viera las pintas que tengo sin peinar ni na...seguro que una prenda me cortaría 🤣los recuerdos son maravillosos y nostálgicos a la vez unas veces nos sacan unas lágrimas y otras sonrisas pero son nuestro tentempié. Según te leo me vienen tantos recuerdos de esas tardes de familia y amigos jugando en la calle con las espinillas llenas de raspaduras y moratones ( al menos yo por lo perico que era..☺)pero que felices que éramos. Esa tortilla tiene que estar riquisima con esos ramilletes fresquitos😋que bien tiene que oler tu cocina mmm!!Gracias corazón por sacarme una sonrisa aunque sea acompañada de unas lágrimas de nostalgia. Me voy a adecentar un poquito 😏mil besos y abrazos achuchaos
ResponderEliminar¡Jajajaja..., Ay mi queridísima Fely! Si te viera mi madre le daba algo, para ella era un sacrilegio sentarse a desayunar sin peinarse y lavarse la cara, como mínimo, y en pijama ya ni te cuento, Jajajaja..., nunca nos dejó andar en pijama los días que no salíamos a la calle, en casa siempre había que estar compuestas, porque nunca se sabía qué podía suceder, y ahora yo también hago lo mismo, y es que quien hizo el famoso anuncio del detergente, no pudo dar más en el clavo, cuántos más años cumplo, más me parezco a mi madre, Jajajaja...
EliminarGracias por venir, y por tu llamada, no imaginas lo feliz que se puso mi padre cuando le he contado que me llamaste desde Asturias, para él, que es un amante del teléfono, no hay cosa que le anime más que pillar el listín telefónico y dar el repaso a toda su gente, le encanta hablar, creo que eso lo he sacado de él, Jajajaja...
Besitos y ya sabes que yo también te quiero un montón “corasón” ❤️
Hola Amore aquí estoy ya en nuestra cita de los domingos, recién levantada con mi café con leche en mano leyéndote.
ResponderEliminarMe alegra tu vuelta, se que te irá bien y se lo que te digo, a pocas palabras buen entendedor.
Me ha encantado tu historia con tu permiso Me he metido en ella y os acompañaba a tu hermana y a ti a jugar también.
Que bonitos estos recuerdos, te llenan de felicidad inmensa recordarlos.
Por cierto bonito homenaje a tu madre y tía, te estarán tirando besos desde el cielo.
Sabes esta tortilla con hierba buena no la he probado nunca, quizás porque sea más típica del sur.
Pero la tengo que probar si o si, porque como la describes tiene que tener ese punto exquisito.
Te deseo un feliz domingo, besos a ti a a tu costillo.
Gracias Raquel, ya imagino que el fin de semana para ti, es una válvula de escape para descansar del ajetreado día a día, con el trabajo, la casa, en fin, miles de obligaciones que hacer, por eso que dediques tu ratito del desayuno a leerme, es un honor.
EliminarTienes que probar esta Tortilla, la hierbabuena es una aromática que no se emplea tanto como merece, aunque aquí en Sevilla, la llevamos por bandera y se la ponemos a todo con acierto, y en la Tortilla de Patatas es un plus.
Besos, pasa un feliz domingo.
Hola Concha !
ResponderEliminarBonitos recuerdos de infancia que hacen revivir la memoria de aquellos tiempos felices , en los que la única preocupación era jugar con los amigos , corretear y disfrutar de las meriendas y comidas ricas que nos preparaban .
Qué papel tan importante es el de las tías , en mi caso por la parte materna , son como segundas madres . Ya solo me quedan dos de cinco que eran, pero mi corazón está lleno y repleto de sus pedacitos de amor .
Agárrate a esas lindas vivencias mi Concha bonita , que aunque llenan de nostalgia y pueda parecer contradictorio , igualmente reconfortan .
No podías haberle hecho un mejor homenaje a las dos , seguro que te están sonriendo al ver esta fabulosa tortilla y tus palabras cariñosas .
Nunca he puesto hierbabuena a la tortilla , ni la he probado en ningún sitio .
Me imagino que le dará un sabor fresco espectacular. Me ha llamado mucho la atención .
Un beso enormeeeee amiga .
Gracias Bego, me alegra retomar mi vida con una nueva normalidad, inimaginable hace unas semanas, tanto miedo que le tenemos a esta maldita pandemia, cuidándonos y cuidando de nuestros mayores, y la mala fortuna de perder a mi madre tan de repente, por una afectación de sus riñones debido a la edad, es un golpe durísimo que nunca hubiera imaginado llegaría ni en estos momentos, y mucho menos tan pronto, pero la vida es así y hay que asumirlo. Mi consuelo, es su descanso, sufrió lo mínimo, y ya solo con eso me basta para no hundirme en la tristeza de no tenerla conmigo.
EliminarContar estas historias que son tan intimas y personales, me ayudará a tenerla siempre presente y en sus mejores momentos, que fueron muchísimos, porque mi madre a pesar de haber nacido en el 34 y haber tenido una infancia difícil, tuvo una vida feliz, muy especialmente, desde que conoció a mi padre, se casaron y formaron nuestra Familia, que es para mí lo mejor del mundo.
Tienes que poner hierbabuena a una tortilla de papas, sin demora, ya verás qué cosa más rica, no exagero, es una cosa tremendamente rica que desde que la estás cocinando ya deseas meterle mano porque es irresistible.
Besitos mi guapísima Bego. Feliz tarde domingo.
Hola Concha, has vuelto por la puerta grande, como tenía que ser, no solo con una historia preciosa si no con una tortilla maravillosa, fíjate lo que puede cambiar una tortilla solo con añadirle algo especial como la hierbabuena, tiene que tener un sabor y un aroma delicioso.
ResponderEliminarNunca le he puesto hierbabuena a una tortilla, y eso que es la hierba que más me gusta, estoy segura de que en casa va a triunfar, porque que la hago, la hago, me alegro muchísimo de que estés de vuelta.
Besos
Gracias mi querida Cristina, estaba deseando volver, solo que la mente no me acompañaba, pero fue ponerme delante del teclado y surgir la historia sin interrupciones.
EliminarTienes que probar esta Tortilla, prometo que es una exquisitez, y es que hay cosas sorprendentemente ricas, y que son tan asequibles, que muchos que se empeñan en que lo más caro o lo más inaccesible es lo mejor, se pierden desafortunadamente.
Besos, disfruta de una bonita tarde de domingo, aquí en Sevilla, hace un tiempo de Primavera espectacular.
Concha cuantos recuerdo bonitos y llenos de amor, que tortilla mas rica y tiene que tener un sabor especial besitos
ResponderEliminarGracias Inma, las cosas que nos recuerdan momentos entrañables, no sé, a mí personalmente me saben mucho más ricas.
EliminarBesos
Me encanta todo lo que has contado y sabes una cosita que todos esos recuerdos antiguos son los que nos ayuda a mantener en nuestras memorias todo esos buenos ratos que hemos pasado junto a ellos llenos de alegrias, felicidad y amor. Y es por lo que te digo que recuerdalos en esos momentos vividos.
ResponderEliminarMe alegro de tu vuelta y como siempre maravilla de tortilla la que nos traes la cual me llega su olor hasta aqui porque su pinta es espectacular.
Besitos
Gracias José Carlos, mi vida está sustentada en estos momentos por una cantidad de bonitos recuerdos, que hacen que mi vacío interior se sienta un poco menos. Es una gran Tortilla, te la recomiendo.
EliminarBesos
Hola Concha. ¡Precioso homenaje para tu madre y tu tía con este post!. Me ha encantado la historia de tu infancia, en la cocina de tu tía, me la he imaginado por completo con sus cacerolas, sartenes, el armario chinero... . Y he pensado ...¡Parece que fue ayer!. ¡Y esos juegos! A eso jugaba yo, a la rayuela, al pilla pilla, al escondite,... ¡Hasta a las canicas y a los cromos! .¡Qué recuerdos!!!!
ResponderEliminarSin darnos cuenta, se pasan los días, los meses, los años,.... la vida en un suspiro. Lo importante es vivir el momento, el presente, amar a las personas que tenemos cerca, ser felices con las pequeñas cosas. Eso se consigue haciendo las tareas con pasión, amor y dedicación, como tú , Concha Cabello. Con esta tortilla angelical que has preparado seguro que tu madre y tu tía tienen una sonrisa de oreja a oreja de ver a su niña al frente de los fogones otra vez.
Un abrazo muy fuerte y feliz semana.
Gracias mi queridísima Elvira, quizás mis relatos siempre están conectados con mi infancia, y no porque mi vida de adulta no sea feliz ni completa, pero son tantas recetas que me gusta compartir para dejar constancia de este tipo de cocina casera, la que se hace con cariño y pensando en los que queremos, que sin tenerlo previsto, surgen mis historias, y que son en su totalidad auténticas. ¡Ojalá! Fueran tan recientes, como dices, que hubieran sucedido ayer mismo, especialmente porque entonces aún tendría muchos años a mi madre junto a mí. Pero la realidad es la que es, y con todo el dolor de mi corazón, solo encuentro consuelo en rememorar estas cosas tan bonitas, porque lo fueron de verdad.
EliminarBesos de corazón, feliz semana igualmente para ti.
Que bueno volver a verte por aquí mi querida amiga, me a encantado el relato que me a transportado a las vacaciones veraniegas de mi infancia donde regresabamos al pueblo de mis padres en Córdoba y jugábamos todos los niños de la calle mientras los mayores se sentaban a al fresca todas las tardes-noches, ya ves mis raíces son andaluzas aunque me he criado en galicia y me siento gallega, pero no puedo negar ese ramalazo que asoma en mi cada vez más a menudo, jajaja. Tu tia abuela Maria estara feliz con el homenaje que le dedicas y mas feliz todavia al ver que has heredado su amor a la cocina y a las tortillas, que está de hoy me gusta muchísimo que nunca la he probado y que no tardaré en hacerla, aunque el gallego pequeño que tengo en casa proteste por la novedad jajaja.
ResponderEliminarUn beso enorme querida mía.
¡Bueno, bueno, bueno...! Si al final va a resultar que eres casi o del todo cordobesa, que no me ha quedado muy claro dónde naciste, ya decía yo que tenías un arte ¡que no se puede aguantar! Jajajaja...
EliminarPero da igual, porque para mí siempre serás mi Manoli Burela, y a la que en mi ignorancia de un principio, pensaba que era tu apellido, hasta que me sacaste de la confusión. Jajajaja...
¡Ay, por Dios! Esos pequeños protestones, que al final cuando se hacen mayores y se van a vivir por su cuenta, son capaces de comerse, a su padre por los pies, Jajajaja...
Tú pruébala, ya verás qué cosa más rica.
Besitos y feliz semana Preciosa.
Hola Concha!. Me alegra que estés de vuelta, todo poco a poco, ya sabes. Menuda tortilla, tendrá un sabor buenísimo pero el olor a gloria. Me ha gustado leer tu encabezado, les has rendido un entrañable homenaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Concha, esta Tortilla tiene un sabor impresionante, así como su olor delicioso, te la recomiendo, porque no conozco a nadie a quien se la haya dado a probar, y no le haya gustado.
EliminarBesos y feliz semana.
QUERIDA CONCHA...
ResponderEliminarNo solo sabes cocinar divinamente; sino que escribes como si de una autora de renombre se tratase; que bonito y detallado relato nos has dejado.
Te animo a que publiques un libro con tus vivencias y recetas; a buen seguro que sería muy vendible e incluso puede que te llegara la fama. Y no es broma!!!
Esta tortilla tan bien explicada, abre el apetito a cualquiera.
Desde ayer noche que me baila en la cabeza una de patata y cebolla de lo más normal, pero la pereza me pudo y esperaré a ver si me animo a princípios de semana con la tuya.
GRACIAS AMIGA... cuídate y sigue con tus tareas, que al fin y al cabo son las que nos distraen de más de una preocupación o tristeza que llevamos dentro.
ÁNIMO Y PA ALANTE!!!
tedeternura.com
Gracias Conxita por tus bonitas palabras, siempre digo que soy una amante de las palabras, que no una escritora sin pretensiones. Lo mío es contar lo que me gusta, lo mejor posible, soy extremadamente exigente con todo lo que comparto, siempre pienso, si a mí no me gusta, no lo quiero para los demás, y vosotros formáis parte importante de estas páginas, porque si no vinierais a leerme y lo disfrutarais, para mí no tendría sentido. Vuestro placer en estas páginas, es mi mayor recompensa.
EliminarYo no tengo nunca pereza para hacer una Tortilla, así como mi estrés y exceso de trabajo acabó con mi vena repostera, nunca lo consiguió con la Tortilla, yes que creo que la llevó impresa en mi ADN, sin duda, Jajajaja...
Gracias y un abrazo.
Sin duda CONCHA... a seguir inventando TORTILLAS!!! :))))))
EliminarGracias Conxita ❤️
EliminarAunque tus ánimos estén bajos Concha..., tu vuelta ha sido por todo lo alto! Compartes una bonita historia de tu infancia, y nos traes la tortilla de patatas de tu tía María, que no me puede gustar más. Me ha sorprendido mucho la hierbabuena en una tortilla, y mira que me gusta la hierbabuena, pero en el té verde que me tomo después de comer jaja..., no se me habría ocurrido ponerla en una tortilla. También me ha llamado la atención lo del 1/2 diente de ajo, tendré que probarlo.
ResponderEliminarMe alegra leerte de nuevo.
Besos!!
Mi querida Pilar, nada mejor para combatir la tristeza que mantenerse activa y con pensamientos positivos, en este caso, la clave está en los recuerdos, que son parte importante de mi cocina.
EliminarEsta Tortilla queda exquisita, pruébala, ya ces lo fácil que es hacerla, y ni te imaginas la diferencia que hay entre poner esa puntita de ajo, y no ponerlo, preferentemente debe estar súper picado, mejor si lo prensas, porque aporta sabor y aromas, y lo mejor de todo es que nadie diría que lleva ajo.
Besos y feliz semana.
¡Vaya tortilla, mi arma! Y vaya entrada bonita que has escrito hoy. Mientras te leía... me iba dando cuenta, que yo no tengo esos recuerdos, pues soy mucho más chica que vosotras, pero me he dado cuenta también, que tengo otros... que sí puedo ir sacando del baúl de los recuerdos... jajajaja! Besos preciosa, me he quedado con las ganas de probar tu estupenda tortilla, pero es que tienes el gran privilegio de poder contar con esa estupenda hierbabuena y el bonito perejil del huerto de papá y eso.... no tiene precio!!! Te quiero mucho.
ResponderEliminar¡Ay, mi niña! Siempre te tenemos en mente, pero ahora mucho más, si difícil es este duelo para nosotros que estamos aquí en nuestro entorno, para ti es mucho peor, a mil Km de distancia y solo con tu hambreado para que te de un buen achuchón en esos momentos de horas bajas, que queramos o no, nos afloran de vez en cuando son poder remediarlo.
EliminarEstas historias son de una infancia anterior a tu nacimiento, pero luego llegaste tú, y fuiste como un regalo del cielo, llenaste nuestras vidas y nuestra casa con tu energía y tu gracia que recuerdo cómo salíamos flechadas del colegio para que mamá nos dejara jugar contigo, como si fueras nuestra muñeca, y así estabas de mimada, Jajajaja...
Yo también te quiero más que a mi vida ❤️❤️❤️
Hola Concha!
ResponderEliminarNo sabes cuánto me alegro que estés de vuelta, sé que todavía no ha pasado, pero este rinconcito te hará mucho bien, a todas nos lo hace de una manera u otra, el trabajo se ve recompensado con creces por la muestras de cariño y el apoyo recibido.
¿Sabes? Parece que hubiéramos vivido la misma infancia (yo sin hermanos), me has transportado a la otra punta de España, a La Rioja, de donde vienen esos bonitos recuerdos que de forma tan cariñosa has descrito, a mi familia y a esa cocina riojana que tanto me gusta, mi tía, hacia la tortilla de patata con cebolla y perejil, lo tenía plantado en una maceta muy grande o por lo menos yo la recuerdo grande, pero nunca con hierbabuena, eso hay que probarlo, le debe dar un sabor especial, como especial es esta entrada de hoy ya que es un homenaje al amor y la dedicación sin peros.
Un besazo muy grande tesoro.
Cuánto me alegra Merche que mi historia te traiga recuerdos similares, bueno la mayoría que amamos la cocina y disfrutamos comiendo, tuvimos una infancia llena de buenos sentimientos que hicieron que ahora se refleje en todo lo que compartimos.
EliminarAún siento que voy sin rumbo todo el día, a pesar de tener muchas menos cosas que hacer, todo se me hace mucho más cuesta arriba y es que la cabeza no me deja, en todo la veo y la siento, por eso hasta en unas simples hierbas aromáticas como la hierbabuena y el perejil, veo momentos de felicidad infinita, de otros tiempos en los que la palabra tristeza y sufrimiento no existía en mi vocabulario.
Besos y gracias por tus palabras, siempre son reconfortantes.
Hola Concha, me alegra leerte. Tu post de hoy es muy bonito, con sentimientos y recuerdos encontrados. La tortilla tiene que estar de vicio de buena, muy rica y bonita.
ResponderEliminarBaúles de recuerdos bonitos y de historias con mucho feeling. Cuídate mucho, y ánimo! Buena semana :)
Gracias Silvia, ya me conoces y sabes que mi cocina está llena de historias, y ahora más que nunca, no hay paso que dé, sin que afloren en mí bonitos recuerdos.
EliminarBesos
Concha qué bonita historia y que bonito homenaje .
ResponderEliminarSeguro que juntas estarán sonriendo al ver esta espectacular tortilla.
Cuántos recuerdos llevas en tu mente. Y es que llevas toda una vida con toda tu familia.
Muy diferente es cuando por obligaciones tienes que dejar a tus primos, tíos... porque te trasladas a otra ciudad. Qué aunque se siga el contacto ya no es lo mismo. Es el día a día al que dejas.
Me ha encantado tu regreso y espero que que te encuentres poco a poco cada día mejor.
Besos abrazos!!
Es natural Pepi, tenemos que seguir nuestro destino, y a veces supone poner distancia, aún sin querer, entre nosotros y nuestras personas más queridas. Hoy en día es fácil no sentir esa distancia tan duramente gracias a las tecnologías, pero antes nuestros horizontes eran más limitados y por eso hay tantas historias de familia que contar, y que a mí me encanta hacerlo.
EliminarBesos
Concha bonita!!!!, ahora que me he sentado por fin en esta semana frente al computador, te digo que me he disfrutado como siempre de tus historias y recuerdos, y es que nos lo cuentas de tal manera que me siento allí viendo a esas hermosas y pequeñas hermanas Cabello, tan juiciosas, tan bonitas con sus zapatos de charol (que por cierto me has recordado esa época de zapatos y vestidos), también la manera en que se jugaba en grupo, con mucha creatividad y es verdad, lejos de pantallas. Me encanta eso de saltarse los limites para ir a ver qué más habría por allí, porque es verdad uno donde lo dejaran sentado allí tenía que permanecer, a no ser de que sigilosamente fuéramos a investigar qué más habría por allí..., que bonitos recuerdos, yo que soy de los años 80, pues confidencialmente te digo que me identifiqué con todito, todo. Un homenaje maravilloso para tu tía y tu madre con esta tortilla que sin duda debe ser una comida de dioses con todas sus aromas, perfumes y sabores.
ResponderEliminarMe encanta saber que ya estas por aquí,
gracias por llenar ratitos felices con recetas, historias, recuerdos tan bonitos,
en cierta manera me has hecho revivir muchos recuerdos que como si fuese en dimensiones diferentes resultan tan parecidos y análogos.
Te mando un beso y abrazo enorme mi querida Concha!!!
Mi querida Natalia, todos tenemos en cierto modo momentos bonitos que asociamos con la comida, la infancia, la vida en familia y aquellos maravillosos años que lo máximo que nos quitaba el sueño, era un dolor de garganta, o la noche de reyes, con esa inquietud de una niña feliz y con la suerte de haber estado siempre protegida por mis hermanas mayores.
EliminarEsta sencilla tortilla es una especialidad de mi casa, aunque la hierbabuena es una aromática muy utilizada aquí en mi tierra, no es habitual, muchas veces son las que he sorprendido a mis invitados con el aroma fragante y su delicioso sabor, te la recomiendo, ya ves que no lleva nada que no puedas conseguir en Pelotas, así que anímate y dale uso a esa sartén tam hermosa que te compraste para darle un buen uso, y nada mejor que haciendo magníficas tortillas y si de paso son para el Club, mejor, Jajajaja...
No me queda más remedio que animarme a estar activa, no hay manera de borrar de un plumazo el dolor de mi tristeza, pero hay que superarlo y cuanto antes recupere una vida normal, o por lo menos lo más normal posible, mejor para todos.
Besos y gracias por venir a regalarme un trocito de tu vitalidad.
Hola Concha, como tantas veces nos cuentas parte de tu vida, de tu familia y de esa niñez tan feliz. Has sido muy afortunada de tener la familia que tienes y de haber podido disfrutar de todo lo que nos cuentas. Sin darme cuenta me he visto en tu casa observando todo lo que no narras con tanto cariño, como si hubiese estado allí. Parece que hasta me ha llegado el olorcillo de esa tortilla de la tía María... Y también me has traído a mi memoria mis más bonitos recuerdos, esa pizarra, las labores de todas las tardes de mi madre y mi abuela... Las he visto y las he mirado con una dulce sonrisa. Ainssss, aunque a veces duele, es bonito recordar todo lo que hemos vivido, lo que nos ha hecho crecer, vivencias que nos han enriquecido. Ahora sabemos valorar todo lo que nuestras madres nos han dado tan generosamente, sobre todo amor y felicidad.
ResponderEliminarHoy el Club celebra tu vuelta, claro que sí, con la primera tortilla de muchas más. De esta tortilla no puedo decirte mas QUE NO LE FALTA NI UN PEREJIL y menos hierbabuena, jjjjj. Me llevo el trozo que me reservas siempre.
¡Mil besos y un achuchón grande!!!
Elisa querida, tú tampoco te quedas corta cuando nos relatas esos trocitos de vida con tu familia, tus abuelos, tus padres, tus niñas, y es que cuando la felicidad es la parte más importante de nuestras vidas, se nota en todo lo que hacemos, no necesitamos más que echar una mirada a nuestro alrededor para dar gracias a Dios por todo lo bueno que nos ha dado, como dijo P.Donés “Eso que tú me das, es lo único que pido” Amor y nada más.
EliminarBesos y feliz madrugada, ya que eres noctámbula como yo, Jajajaja....
Hola Concha. Me alegro mucho al volver a verte publicar de nuevo. Es buena señal que indica que el ánimo va recobrando su punto ideal aunque nadie pone en duda que las horas y los días no serán iguales para ti. Pero como bien dices la vida continúa, eso siempre ha sido así aunque los recuerdos nos anuden el alma.
ResponderEliminarUna bonita historia la que nos cuentas y que ha hecho aflorar en mí también recuerdos de mi niñez, que casi se pierden en el tiempo, eran otros tiempos, quizás no habría tantas comodidades ni tantos adelantos como los hay ahora pero nunca faltaba la alegría, los juegos, la amistad, las charlas y como no el disfrute de las meriendas. Ahora, lo de salir a la calle a jugar con los amigos es imposible, no está la situación como para dejar a los niños solos pero es lo que hay.
Esta tortilla que nos propones tiene que estar fabulosa. La hierbabuena le proporciona sin duda un toque delicioso y fresco por tanto esta tortilla tiene que ser una delicia. Ver las fotos y el corte incita a coger un trozo y disponerse a disfrutarlo al máximo porque sin duda es una tentación.
Un abrazo Concha.
Gracias Juan, tengo altibajos, normal supongo, pero intento mantenerme ocupada todo el día ya que mi mente activa de por sí, ahora es hiperactiva.
EliminarAlgunos recuerdos reconfortan, y estos concretamente me ayudan a sobrevivir.
La hierbabuena es imprescindible, es la verdadera protagonista de esta tortilla.
Besos.
Mi querida Concha, la vida sigue, aunque no vuelva a ser igual. Lo que sigue siendo igual es la calidez de tu cocina y ese venir sin saber a qué maravillosa época vamos a viajar. Por un momento me he visto en la cocina de tu tía, con Carmen y contigo en una pequeña incursión curiosa y nerviosa por el miedo a ser pilladas.
ResponderEliminarO en esa calle jugando por la tarde a los juegos que yo también compartí aunque soy de una década posterior (nosotros al elástico lo llamábamos la goma, mucho más simple todo ja ja ja)
Es lógico que cuando alguien se va se abra el cajón de los recuerdos y se saque todo lo bueno, cuanto más antiguo con más cariño se recuerda.
Como le he dicho a tu hermana Pilar esta mañana en el blog no hay mayor homenaje a vuestra madre que seguir nutriendo vuestros blogs de recetas cargadas de recuerdos o completamente innovadoras. Lo importante es esa pasión por la cocina que ella os inculcó y con la que la mantenéis viva a vuestra manera, porque no hay mayor homenaje que meteros cada día entre fogones siguiendo su estela.
La tortilla es de diez, pero me quedo con los recuerdos ¡Besos mil!
Gracias mi querida Cuca, cuando la vida te da un varapalo de esta magnitud no te queda otra que sobrevivir, si no quieres hundirte en la tristeza, por eso rescatar estas historias mantienen viva la memoria de mi madre, aunque realmente yo la siento como si realmente no se hubiera marchado, es increíble cómo se siente su energía en la casa, manteniendo viva nuestra esperanza de volver a estar juntas, Dios sabe dónde y cuándo, pero nos veremos.
EliminarBesos.
Hola querida amiga, no sabes lo que me alegra tu regreso. Ya se que no has estado ausente del todo, pero no con esa fuerza y energía que te caracteriza. Ver que vuelves a publicar en tu rincón me indica que tu corazón está un poquito mejor, curado nunca lo estará del todo.
ResponderEliminarMe ha parecido preciosa la historia que nos has contado de tu tía María. Esos recuerdos de cuando éramos pequeñas son inolvidables. Nos los has trasladado maravillosamente , escribes muy bien y da gusto leerte.
En cuanto a esa maravilla de tortilla no sabría que decirte. Tiene un aspecto cautivador, ese perejil y hierba buena "ecológicos" me ha dejado babeando, así que ya imagino ese sabor tan rico que debe tener esa tortilla tan estupenda. No sabía que ya llevas 60 tortillas en tu club, caramba¡¡¡¡ menudo ramillete.
Te mando un fuerte abrazo, ya sabes que sigo manteniendo tu otro rinconcito en facebook. 🥰🥰🥰
Gracias Mj, a veces me cuesta echar el día sin soltar ni una lagrima, creo que ya no me quedan fuerzas para seguir intentando luchar contra la tristeza, solo me estoy acostumbrando a resignarme, porque siento que es como si estuviera viviendo una pesadilla, hasta que de repente despierto y soy consciente de la realidad, y no es otra que ya nunca más podré tener a mi madre junto a mí, y eso me destroza.
EliminarEl blog me distrae, escribir también, me ayuda a no pensar tanto en que por más vuelta que le dé nada volverá a ser igual. Gracias por estar pendiente del grupo, no sé si merece la pena tantísimo esfuerzo, pero luego me da pena todo el trabajo que le hemos dedicado tú y yo, y me da pena abandonarlo, ya sabes que no soy de los que se rinden fácilmente.
Un millón de besos guapísima.
¡Hola Concha! Preciosos recuerdos de tu infancia... que me recuerdan a la mía por suerte en los 80 también seguíamos jugando a todos esos juegos en la calle... ahora me doy cuenta de que somos unas privilegiadas por haber podido vivir esos momentos... ya que hoy en día, no se ven niños jugando en las puertas de sus casas... más bien... sentados en un carro y con el móvil de uno de los padres en la mano...
ResponderEliminarLa tortilla me ha dejado con la miel en los labios... tengo que hacerla en casa un día... porque no me imagino el sabor de la hierbabuena junto a la tortilla y me mata la curiosidad jajaa... Me da la corazonada que está pa repetir jajaa...
¡Te mando un beso enorme! me alegro mucho que hayas vuelto a tu cocina. Un beso.
Elisa la cosa tampoco está para dejar a los niños solos, aunque donde vivo hay infinidad de parques acondicionados con zonas de juegos infantiles, y por las tardes se ponen abarrotados, pero claro los padres o algún mayor responsable, tienen que estar acompañándolos, es una pena que no tengamos libertad y que el miedo siempre nos tenga acongojados.
EliminarPrueba la Tortilla con hierbabuena, ya verás qué cosa más buena.
Besos, feliz finde.
Querida Concha, qué alegría leerte de nuevo. ¿Cómo estás, cielo? Espero que cada día un poquito mejor y te mando todo mi cariño cargado de buenos deseos.
ResponderEliminarEsta tortillita tiene una pinta estupenda y seguro que estaba muy sabrosa. Nunca las he preparado con hierbabuena, debe aportarles un punto de sabor muy interesante.
Besitos y feliz fin de semana.
Bueno ahí voy sobreviviendo y capeando el temporal.
EliminarLa hierbabuena es importante para disfrutar de la esencia de esta Tortilla, si ella no es lo mismo.
Besos
Hola Concha. Ya te dije en el club que me alegraba verte de nuevo y ahora, que por fin llego a tu blog, leerte me ha emocionado. También estoy muy sensible y tu historia me ha recordado muchas mías porque también tenía una tía abuela que se llamaba María y su hermana Carmen. Ambas, cocinaban muy bien y tengo recuerdos y recetas suyas en el blog.
ResponderEliminarMe alegra que tu vuelta sea con una entrada tan emotiva, completa y repleta de recuerdos de infancia y de la cocina de tu querida tía. Cuando estamos bajos, las emociones afloran con más fuerza y es bueno que sean emociones bonitas, con recuerdos muy especiales.
No podías volver sin preparar una tortilla y ésta con patata, hierbabuena y perejil es ideal. Mi amigo Fernando hace una sólo con perejil, pero finita. Con patatas y el toque de hierbabuena, me gustará seguro.
Tienes pasión por la tortilla de patatas y seguro que has heredado la buena mano de las mujeres de tu familia.
Un beso grande y cuídate.
Gracias Marisa. Los recuerdos son tan bonitos como reconfortantes cuando una ha vivido y vive en un entorno agradable. Mi cocina es así precisamente por todos esos momentos que comparto con vosotros en estas páginas.
EliminarEsta Tortilla llevo años queriendo publicarla, pero nunca encontraba el momento para contar esta bella historia de mi vida cuando era pequeña.
También hago esa tortilla de perejil, como la de tu amigo Fernando, y también Ireneo otra bonita historia en casa de mi abuela y mi tía, que estaban unidas por el patio, algún día tengo que contárosla porque os va a encantar, especialmente a ti, porque tiene algo que ver con el pan, que tanto te gusta hacer.
Besos y feliz sábado.
Hola Concha.
ResponderEliminarQue bonito todo lo que cuentas en está entrada. Precioso homenaje.
Estas recetas con historia y con mucho cariño y amor son las que mas me gustan.
Lo narras tan bien y nos metemos tanto en la narración que parece que estuviéramos contigo.
Tenemos mucha suerte de nuestra infancia, no todo el mundo puede contar lo mismo.
Lo de los juegos es que era lo que había y todos jugábamos a ellos, por lo menos nosotros por aquí también.
Me llama la atención lo de ponerle hierbabuena a esta tortilla, que le dar frescor y mucho sabor.
Encima del huerto y recién cogido, eso no tiene precio.
Allí donde estén estarán con una sonrisa escuchando está preciosa narración.
Un besazo enorme. Un placer como siempre pasar por tu cocina.
Cuidate mucho, espero que andes más animada. 😗🍃
Gracias Puri, cuesta acostumbrarse a vivir sin ella, todo me la recuerda, y el vacío es grande, que entre unos y otras intentamos hacer para que mi padre no lo note tanto, bueno tú ya me entiendes. Estoy en un constante sube y baja emocional, y estos momentos de contar cosas agradables me reconfortan.
EliminarLa hierbabuena le va genial a la Tortilla de patatas, un sabor de toda la vida y que en casa nos gusta mucho, inevitable rememorar este momento cuando la hago, especialmente porque sabe a cocina de mi madre y de mí tía también.
Besos, feliz tarde de sábado.
Ánimo Concha, como tu bien dices la vida continua, aunque a veces se nos haga demasiado duro el caminar. Que mejor manera de continuar que haciendo de cocinar, a mi me gusta, es mi pasión y me relaja un montón y me olvido de mil y una preocupaciones cuando estoy en la cocina.
ResponderEliminarYo hago la tortilla igual que tu, me la enseño mi madre, es la que hacía siempre, pero sin hierbabuena, pero me gusta tanto esta hierba, de hecho tengo una maceta desde hace años. La próxima tortilla que haga se la hecho, seguro que me encanta.
Besos. Lola
Gracias Lola, poco a poco pasará y pensaré en mi madre de otro modo, aún es muy reciente y de vez en cuando no puedo evitar esos bajones emocionales.
EliminarYa verás cómo cambia por completo, es un toque de sabor y aromático riquísimo, el que pone la hierbabuena, no te arrepentirás de hacerlo, es una de las mejores tortillas que conozco.
Besos, que tengas una feliz semana.
Ay Concha no me había enterado de la triste noticia del fallecimiento de tu madre, lo lamento muchísimo y te transmito mi cariño y ánimo.
ResponderEliminarMe ha encantado todo lo que nos cuentas y también me ha traído bonitos recuerdos, tienes razón antes los niños jugábamos en grupo, teníamos pocos juguetes pero los disfrutábamos y cuidábamos . Las horas que pasé jugando a la comba con mis amigas, o a los cromos, o al avión o la charanca no los cambio por nada, creo que eramos niños felices.
La tortilla que nos dejas hoy, la voy a hacer ya, soy amante de las tortillas, pero JAMAS se me hubiera ocurrido hacerla con perejil y hierba buena, la supongo fresca y jugosa y no olvidaré el truco del ajito.
Un abrazo muy fuerte y mucho ánimo
Gracias Pilar fue el pasado 15 de Marzo, y aún estoy en shock cada vez que pienso en ella.
EliminarLos recuerdos son la base de mi cocina, estas páginas están llenas de historias bonitas asociadas a mis recetas, es que si no fuera así, creo que mi cocina no sería lo mismo.
Ya verás qué buena está, la hierbabuena es una planta aromática muy utilizada en la cocina de nuestra casa, y así lo demuestra esta Tortilla, que siempre que se la pongo a mis amigos, que nunca antes la habían probado, se quedan totalmente enamorados de ella.
Besos
PD: Mira lo que te comenté en tu Tortilla de Trinxat, para lo del link, por cierto estará publicada en el Club el viernes 7 de Mayo. Espero que te guste.