Rossejat de Fideus amb Calamarsets

No sé si a vosotros os pasará igual que a mí, pero hay veces en las que el deleitarme en una buena mesa, sin presiones, comienza por no tener que organizar el menú, ni siquiera entrar en la cocina para ayudar, es decir, en esas ocasiones, en las que los platos servidos no los he tenido que cocinar yo, es cuando más disfruto, y con esto no me refiero solo a comer fuera de casa en sitios donde obviamente seremos servidos con profesionalidad, siempre que elijamos con tino, y el lugar sea agradable, sino a hacerlo en casa de alguien que me invite a comer.

Ser de las que no enseñan su privacidad en redes sociales, implica no mostrar nada de lo que hago más allá de cocinar para el Blog, aunque algunas cosas me gustaría, para que quienes me seguís solo porque os gustan mis entradas, me conocieras un poco más, pero prefiero no entrar en ese bucle de exposición completa, por considerar que vulnera mi seguridad, con el paso de los años, la prudencia dicta volverse más herméticos, tampoco soy de las que tienen todo el día la cámara en la mano, pero cuando estoy a gusto, en plan familiar, si acaso saco algunas instantáneas con el iPhone como recuerdo, y ahí es cuando decido hasta donde debo contar.

Este es uno de esos momentos disfrutados en privado, y aun pudiendo haber sido una buena oportunidad para trasladar la receta a mi espacio, haciendo algunas capturas del paso a paso, contuve mi vena bloguera, para no hacer ni una sola fotografía, por considerar que no era el momento propicio para sacar la cámara y vigilar que nadie se interpusiera entre el plato y el objetivo, quizás parezca una tontería, pero hacer una sesión bloguera como mandan los cánones, con gente de por medio, es un imposible, al menos en mi casa, que cuando estamos reunidos, la cocina más que una cocina, parece el camarote de los Hermanos Marx, ¡ja, ja, ja...! Así que para hacerlo en condiciones, pospongo la sesión, repitiendo el guiso en otro momento con más tranquilidad, y hacerlo público con todo lujo de detalles. 

Al menos eso deseaba hacer con esta cazuela de fideos con chipirones y su poquito de alioli casero, pero han pasado los meses y nunca surge la ocasión, aunque no descarto cocinarlo yo misma, no lo demoro más, y hoy he visto oportuno enseñároslo tal y como mi Beatriz lo cocinó para nosotros; el otro día, repasando mis fotografías, encontré las imágenes de cuando “la niña de mis ojos” y su marido, nos invitaron a comer en casa y nosotros encantados, naturalmente; me deleité tanto en el momento como con su cazuela de fideos, elaborados al estilo catalán, que sin perder un segundo, anoté hasta el último ingrediente y el modo de prepararlos, es como una fideuá, pero cocinada de manera distinta a lo que solemos hacer por aquí, y mi intención es hacerlo del mismo modo porque me gustó su simplicidad. 

Esto del Blog me mantiene en constante búsqueda de platos que no sean más de lo mismo, ni similares a lo que ya tengo publicado, o con leves variaciones, y este guiso tradicional de la cocina catalana reunía todas las características necesarias para despertar mi interés; la cazuela de fideos que os enseño, conocida en Cataluña como Rossejat de Fideus amb Calamarsets (Dorado de Fideos con Chipirones, en español), fue cocinada por mi niña, a la que doy gracias por hacer lo imposible para vernos felices, incluso viviendo en la distancia, parece que compartiendo juntos estos ratitos, como muestra de amor incondicional, el tiempo, hasta nuestro siguiente encuentro, pasa volando, dejándonos mientras tanto, en el cuerpo, esa agradable sensación de placer y bienestar, que sientan de maravilla. El plato es sencillo, sí, pero me pareció tan interesante, que considero necesario incluirlo en mi espacio, dejando constancia una vez más, de las cosas que me reconfortan, y saben a gloria bendita. 

Comenzamos.

INGREDIENTES

• 500 g de Fideos del n° 2
• 750 g de Chipirones
• 1’5 l de Fumet de Marisco
• 2 d. Ajo
• 1 Cebolla de Figueres
• 1 Tomate
• 1 c/p de Pasta de Pimiento Ñora
• 1 vaso de Vino Blanco
• Aceite de Oliva Virgen Extra
• Sal

Para la Salsa Alioli (mayonesa de ajo)

• 1 Huevo L
• 1 d. de Ajo, pequeño
• 1 c/s de Vinagre de Manzana
• 175 ml de Aceite de Oliva Suave
• Sal

ELABORACIÓN

1. Dorar los fideos en la paella con un poco de aceite. Sacarlos una vez estén dorados. Reservar.
2. Hacer un sofrito con los ajos picados, la cebolla y el tomate rallado.
3. Añadir los chipirones limpios y cortados en rodajas. Saltear.
4. Verter el vino. Reducir.
5. Añadir la pasta de ñora. Volcar los fideos y mezclar.
6. Cubrir con el fumet de marisco, caliente.
7. Llevar a ebullición e introducir en el horno precalentado, durante 6 minutos aproximadamente,  a 180 ºC / 200 ºC. Hasta que se glasee las superficie.

De la Salsa Alioli (mayonesa de ajo)

1. Cascar el huevo en el vaso de la batidora.
2. Añadir el ajo pelado y una pizca de sal, junto con la cucharada de vinagre.
3. Verter el aceite e introducir el brazo de la batidora.
4. Batir sin mover la varilla, continuamente hasta emulsionar.
5. Para finalizar, mover la varilla en movimientos ascendentes y descendentes, durante unos segundos, hasta homogeneizar la salsa.
6. Rectificar de sal, si fuera necesario.

Mis  Consejos y Recomendaciones

• Servir acompañado de la salsa bien fría, presentada en un bol o salsera, aparte.
• Para hacer el Allioli tradicional, majar el ajo (cantidad al gusto) en un mortero con la sal, cuando tengamos una pasta, verter el aceite poco a poco, en un hilo, removiendo con la maja, hasta emulsionar la pasta consiguiendo una salsa densa, más fluida que la mayonesa que os enseño.
• Esta salsa casera, se conserva en el frigorífico como máximo 2 o 3 días, cubriendo la superficie con una fina capa de aceite, siempre guardada en recipiente hermético.
• Para conseguir una salsa bien emulsionada (sin que se corte), los ingredientes estarán todos a temperatura ambiente, nunca fríos, especialmente el huevo.
• En caso que la mayonesa se cortara, podemos recuperarla poniendo en un vaso limpio un par de cucharadas de agua muy fría, vertiendo poco a poco la mayonesa cortada, batiendo del mismo modo, sin mover el brazo batidor, hasta emulsionarla de nuevo.