Compota de Membrillo


El membrillo es un fruto típicamente otoñal.
Parecido en color y forma a determinados tipos de manzanas, no tiene nada que ver con ellas.
Para empezar tienen un dulce aroma característico y si los dejamos en un frutero en la cocina, la tendremos perfumada durante varias semanas de forma natural.
El membrillo no se puede comer en crudo, no porque sea tóxico ni nada por el estilo, sino por tener una textura granulosa y áspera que los hace incomestibles, pero al cocerlos desaparece, adquiriendo una textura suave y aterciopelada.
Este postre es un clásico en nuestra cocina, pues llegando el otoño lo hago constantemente.
La temporada del membrillo es realmente corta, y aprovecho el tenerlos frescos en el mercado, pues el resto del año nos tenemos que conformar con los preparados tipo dulce de membrillo.
Su elaboración es bien sencilla, y preparados de este modo, los podemos servir solos o acompañando algún que otro postre, con un poco de helado o un trozo de bizcocho de canela recién horneado.

INGREDIENTES

  • 3 membrillos
  • 1 rama de canela
  • 6 clavos de olor
  • la cáscara de 1 limón
  • azúcar al gusto (unas 8 cucharadas soperas)

ELABORACIÓN

  1. Lavar y secar los membrillos.
  2. Cortarlos por la mitad y luego haciendo cortes oblicuos para obtener gajos de un tamaño regular.
  3. Una vez obtenidos los gajos le quitamos la piel con un cuchillo bien afilado para retirar la mínima parte posible de carne.
  4. Le quitamos con cuidado el centro que estará bastante duro, con cuidado de no romper los gajos. Esto es simplemente para que queden vistosos al servirlos, pues estando rotos no tienen la misma presencia, aunque el sabor sea el mismo.
  5. Conforme vayamos cortando y limpiando los gajos de membrillo los introduciremos en agua con ½ limón exprimido (aprovechamos la cáscara para la cocción), para que no se oscurezcan, ya que al entrar en contacto con el aire se oxidan muy fácilmente.
  6. Una vez todos cortados y limpios, los ponemos a cocer en abundante agua con la cáscara de limón, el palo de canela y los clavos de olor, durante unos 25 minutos o hasta que estén completamente tiernos.
  7. Unos minutos antes de retirarlos del fuego le añadimos azúcar al gusto.
  8. Servir bien fríos.















Ideal acompañado de un delicioso y esponjoso Bizcocho de Canela




Comentarios